A
través de cartas, ONG piden al Papa hablar del México sometido por el gobierno/
MATHIEU TOURLIERE
CIUDAD
DE MÉXICO (apro, 11 de febrero).- El Papa Francisco aún no llega a la sede de la nunciatura
apostólica, donde pernoctará durante su estancia en la Ciudad de México, y el
buzón de la “embajada” del Vaticano ya desborda de cartas enviadas por
organizaciones de la sociedad civil, en las que alertan al Papa sobre los temas
que los preocupan y le piden un pronunciamiento al respecto.
El
tono crítico de estas cartas contrasta con el mensaje suave contenido en la
misiva que envió el cardenal Norberto Rivera Carrera a su superior jerárquico
el pasado 8 de febrero, en la que evitó abordar los temas que molestan a la
ciudadanía creyente o laica.
Por
su parte, el recién creado Frente Amplio No Partidista Contra el Nuevo
Aeropuerto entregó ayer una carta a la nunciatura, en la que advirtió al
jesuita sobre la “política de Estado destructiva” llevada a cabo en la zona del
lago de Texcoco para el nuevo aeropuerto y sus obras conexas.
Tras
recordar al Papa que oficiará una misa en Ecatepec –cerca de la zona del lago–,
el colectivo aseveró que esta visita al municipio mexiquense “será utilizada
por el Estado mexicano corrupto, para manipular la fe de nuestro pueblo y
avalar la construcción de un proyecto que ya viene destruyendo la Cuenca del
Valle de México”.
El
frente le solicitó: “nos ayude a salvar el lago de Texcoco (…) y se solidarice
con nuestro pueblo para evitar que el gobierno mexicano imponga este proyecto a
costa de la vida misma, condenando a pueblos, ejidos y comunidades indígenas al
exterminio”.
Todavía
ayer, la nunciatura acusó recepción de una carta que redactó el pintor
oaxaqueño Francisco Toledo junto con colectivos defensores de derechos humanos
y ambientalistas, en la que urgieron al Papa abordar el tema del maíz, y en
particular que expresara su rechazo a la presión ejercida por las empresas
transnacionales para abrir el maíz a la tecnología transgénica.
Los
activistas insistieron sobre la importancia del maíz –un “maravilloso cereal”–
en la cultura mexicana, y plantearon que “hoy la avidez del capital busca apropiarse
de (ello), convertirlo en mercancía”, pues “al introducirle genes se ha
posibilitado su patentamiento y esto permite el control de las semillas y de la
producción de la alimentación de la humanidad”.
Los
firmantes aseveraron que “aun cuando el Gobierno ha hecho todo lo necesario
para permitir la siembra de maíz transgénico en México, un amplio movimiento
social hemos logrado evitarlo”, haciendo referencia a la medida precautoria que
suspende la siembra del cereal genéticamente modificado desde septiembre de
2013.
“Por
eso, Papa Francisco, le solicitamos que durante su visita a México haga mención
a este tema crucial al confirmar su apoyo especial a los pueblos indígenas y
campesinos, ya que a pesar de que ellos han trabajado por siglos para producir
y reproducir la base de la alimentación de este país y del mundo, están
sufriendo un despojo continuo de la vida y riquezas que generosamente han
compartido y comparten con el mundo”, concluyeron.
Comunidades
indígenas que habitan en la cuenca del Río San Pedro del Mezquital, en Nayarit,
también enviaron una carta en la nunciatura católica para que Francisco se
pronuncie en contra del proyecto hidroeléctrico Las Cruces “por los impactos de
éste en las personas y el ambiente”.
“La
autoridad de nuestro país no nos protege, Santo Padre”, lamentaron las
comunidades –Náyeri, Wixárica, Tepehuano y Mexicanero–, al añadir: “al
contrario nos engaña y abusa, se alza como un Goliat todopoderoso, manipulando
programas de gobierno, instituciones y aparatos judiciales para doblegar
voluntades, acallar voces críticas y comprar complicidades por 30 monedas”.
Citaron
la famosa Carta Encíclica Laudato Sí sobre la aportación de las comunidades
indígenas en el cuidado de la “casa común” y denunciaron los permisos ambiental
y de uso de agua que emitieron la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos
Naturales (Semarnat) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para avalar el
proyecto, así como “las detenciones ilegales, las acciones de hostigamiento por
parte del Gobierno y los actos que simulan una consulta previa”.
La
red Agua para Todos también retomó fragmentos de Laudato Si en su carta al Papa
para denunciar la iniciativa de ley “de naturaleza extractivista y
privatizante” que presentó el gobierno federal ante la Cámara de Diputados y el
Senado en diciembre pasado y cuya imposición fue “evitada” por el rechazo de la
sociedad civil.
El
Consejo de Comunidades Damnificadas de la Montaña señaló en su misiva al Papa,
firmada el pasado 9 de febrero, el “dolor de un México crucificado por los
asesinatos y desapariciones” y le pidió que demandara “verdad y justicia” al gobierno
sobre la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Asimismo,
denunció el rezago social, la corrupción, las promesas no cumplidas y la “línea
de militar la seguridad pública” que colocan a los pueblos de la Montaña de
Guerrero en “el umbral del exterminio”.
A
finales de enero pasado, el obispo Raúl Vera entregó personalmente una carta a
Francisco, en la que un conjunto de organizaciones religiosas mexicanas
solicitó al pontífice escuchar “otras voces” durante su estancia en México, eso
con el fin de evitar que los poderes “político y empresarial” busquen
legitimarse a sí mismos y a su “proyecto de nación que no tiene nada que ver
con la democracia sino con intereses individuales y egoístas”.
Por
otra parte, el colectivo de organizaciones reunidas en Acción Ciudadana Frente
a la Pobreza aprovechó de la visita del Papa para recordar que el jefe de
Estado del Vaticano se trasladará a cuatro regiones del país “inmersas en la
pobreza, desigualdad, rezago social e inseguridad”.
Planteó
que los ingresos de 723 mil habitantes de la Ciudad de México, la primera etapa
del viaje papal, los colocan en la categoría de pobreza extrema; mientras otros
4 millones carecen de seguridad social. El 37.5% de los habitantes de la
Delegación Gustavo A. Madero, donde oficiará una misa en la Basílica de La
Villa, viven en la pobreza, abundó.
Añadió
que Ecatepec es, después de Puebla, el municipio con la mayor cantidad de
personas en pobreza por ingresos, con más de 813 mil pobres –cerca de 47.5% del
total–.
Luego,
Francisco viajará al estado de Chiapas, una entidad cuyos indicadores de rezago
social y pobreza son los más elevados del país: 79% de los chiapanecos son
pobres y el 48% se encuentra en pobreza extrema; y entre ellos los indígenas
conforman la población más afectada.
Asimismo,
el 69% de los michoacanos –tercera etapa del viaje del pontífice—vive en la
pobreza y uno de cada cinco en la pobreza extrema.
Y
en Ciudad Juárez, dónde culminará el recorrido del Papa, el 55% de la gente es
pobre. El colectivo recordó que Francisco sostendrá encuentros con el mundo
laboral en la ciudad fronteriza.
“Según
los datos más recientes de 2015 el 41.1% de las personas que trabajan no tienen
ingreso laboral suficiente para adquirir la canasta básica alimentaria”, sentenció
el colectivo.
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