Hacía una Ley de Seguridad Interior..
Su probada capacidad operativa y táctica ha sido clave para neutralizar a 105 de los 122 criminales más peligrosos del país.
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Palabras Presidente Enrique Peña Nieto, en la Ceremonia de Entrega Menciones Honoríficas a Unidades del Ejército, Fuerza Aérea y Armada de México
Ciudad de México a 17 de enero de 2017
Muy buenas tardes a todas y a todos los asistentes a esta Ceremonia de Reconocimientos.
Saludo al señor General Secretario de la Defensa Nacional.
Al señor Almirante Secretario de Marina, a quien le agradecemos la hospitalidad y anfitrionía para la celebración de este evento, precisamente, aquí, en esta sede de la Secretaría de Marina.
Quiero saludar a los integrantes del Gabinete del Gobierno de la República.
A Generales, Almirantes, Jefes, capitanes, oficiales, tropa, clases y marinería.
Señores representantes de los medios de comunicación.
Señoras y señores:
Como Presidente de la República y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, es un gran orgullo encabezar esta ceremonia, en la que reconocemos a 52 unidades militares y navales, que han destacado en las operaciones para reducir la violencia en nuestro país.
Formar parte del servicio público es uno de los mayores privilegios y, también, una de las más grandes responsabilidades.
Pero esta distinción es aún mayor para quienes participan en tareas de seguridad y protección a la población, porque en ellas ponen en riesgo su propia vida, en favor de México.
Por eso, tiene tanto significado para las mujeres y hombres de la Armada de México, el Ejército y la Fuerza Aérea, las menciones honoríficas que hoy han recibido por sus servicios prestados a la Patria.
Con ellas, se reconoce públicamente su valentía y entrega sin reservas; su lealtad institucional a toda prueba y, sobre todo, su vocación de servicio y amor a México.
Éste es un logro de equipo, porque ustedes están unidos en principios. Están unidos en acciones y determinación. Están unidos en alma y espíritu de cuerpo.
Siéntanse orgullosos por su labor y sus resultados.
Ustedes son servidores públicos ejemplares, que decidieron abrazar la carrera de las armas para servir a México y a sus más elevadas causas.
Y lo han hecho con un enorme sentido del deber y de la responsabilidad, conduciéndose con honor, lealtad y patriotismo.
Predican con el ejemplo en el trabajo y también en el hogar. Son jefas y jefes de familia que educan a sus hijos con grandes valores; que forman ciudadanos comprometidos con su Patria.
Hago extensiva esta felicitación a sus seres queridos, quienes son su pilar, su mayor respaldo e inspiración. Sus padres, hermanos, parejas e hijos, merecen mi mayor reconocimiento.
Para ustedes, como para todos los marinos, soldados y pilotos, portar el uniforme de la Patria conlleva una gran encomienda.
La causa que abanderan es la más noble y elevada de todas: defender nuestra soberanía y proteger los intereses superiores de la Nación.
Especialmente, su trabajo ha sido esencial para garantizar el orden, la paz y la tranquilidad en las ciudades y zonas donde más se necesita.
Congruentes con los principios que enarbolan, han apoyado con absoluta institucionalidad a las autoridades civiles en su responsabilidad de brindar condiciones de seguridad a toda la población.
Como aquí se ha referido, diariamente realizan misiones de alto riesgo al enfrentar a grupos criminales violentos y peligrosos.
Gracias a ello, las Fuerzas Armadas han contribuido al aseguramiento de miles de armas, vehículos, aeronaves y embarcaciones; lo mismo que a la incautación de droga y la destrucción de plantíos.
Y algo muy destacable.
Su probada capacidad operativa y táctica ha sido clave para neutralizar a 105 de los 122 criminales más peligrosos del país.
En estas acciones contra la delincuencia, desafortunadamente varios integrantes de las Fuerzas Armadas han perdido la vida.
Hoy, y aquí, desde la Secretaría de Marina, que es emblema de los valores que unen a la Nación mexicana, rendimos un sincero y sentido homenaje a los marinos, soldados y pilotos caídos en el cumplimiento de su deber.
Son héroes y merecen todo nuestro respeto, toda nuestra gratitud y admiración. Ellos ofrecieron su vida por salvaguardar la de las familias y comunidades del país.
De esta dimensión son las aportaciones que hacen nuestros institutos armados, para edificar un México en paz.
De este tamaño es su contribución a la lucha contra los grupos criminales, en particular, contra el narcotráfico.
Ninguna otra institución del Estado mexicano cuenta con las capacidades, equipamiento y despliegue operativo de nuestras Fuerzas Armadas.
Sin embargo, tenemos que seguir fortaleciendo a las Fuerzas Armadas y, sobre todo, tenemos que darle mayor certidumbre jurídica a su actuación en labores de seguridad interior.
La semana pasada se dio el primer paso para iniciar el análisis legislativo de los cuatro proyectos de Ley de Seguridad Interior que han sido presentados al Congreso de la Unión.
En este punto, quiero reiterar mi absoluto respaldo a los planteamientos expresados por el General Salvador Cienfuegos y el Almirante Francisco Soberón en diversos foros, en torno a la relevancia de legislar en la materia.
En este proceso legislativo, nuestro compromiso es claro: ayudar a construir los consensos necesarios para contar con una Ley de Seguridad Interior a la altura de los desafíos y las necesidades de nuestro tiempo.
Soldados y marinos de México:
Para avanzar en el ámbito interno y en el externo es necesario que los mexicanos nos mantengamos unidos; que asumamos los desafíos como una misión colectiva y que sigamos trabajando juntos, haciendo equipo por México, haciendo equipo por la Nación.
Cuando hablo de unidad nacional, tengo como gran referente el espíritu de cuerpo que une e identifica a los integrantes de nuestros institutos armados.
Son instituciones edificadas sobre los mismos principios, valores e ideales; formadas por miles de mujeres y hombres que trabajan de forma coordinada por el mismo objetivo: servir a México.
Pero no sólo eso. Ustedes también son ejemplo de unidad por su vocación de servicio a la Patria y a los mexicanos.
En todo momento, y frente a cualquier circunstancia, han acudido prestos al llamado de la sociedad.
Así como el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, han hecho suyas las causas de la sociedad, los mexicanos debemos unirnos y solidarizarnos con sus integrantes.
Desde aquí convoco a los mexicanos a reconocer la dedicación y el sacrificio diario de nuestras Fuerzas Armadas, a cerrar filas para fortalecer la unidad nacional que ellas representan.
Inspirados en el ejemplo de los marinos, soldados y pilotos que hoy han sido reconocidos, asumamos cada reto, cada prueba, como una misión colectiva.
Quiero reiterar mi felicitación y reconocimiento a todas las unidades del Ejército, de la Marina y de la Fuerza Aérea, que el día de hoy han recibido menciones honoríficas por su trabajo, por su lealtad y, sobre todo, por su compromiso y amor con México.
Muchísimas felicidades y muchísimas gracias.
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