19 ene 2018

Masacre de Óscar Pérez devela el sanguinario rostro de Maduro, pero ¿se convertirá en un símbolo?

Masacre de Óscar Pérez devela el sanguinario rostro de Maduro, pero ¿se convertirá en un símbolo?/ ANTONIO MARIA DELGADO
adelgado@elnuevoherald.com
El Nuevo Herald,19 de enero de 2018
Tuvo que morir para que comenzaran a to
marlo en serio.
Óscar Pérez, de 36 años, irrumpió ante la opinión pública venezolana tratando de inspirar un movimiento insurreccional contra el régimen de Nicolás Maduro que era visto con desconfianza por algunos y abiertamente rechazado por otros.
Y cuando aún está por verse si el ejemplo de Pérez logra inspirar la insurrección por la que arriesgó la vida, su muerte terminó convirtiéndose en la perfecta ilustración de los extremos con que el régimen está dispuesto a usar la violencia para evitar que eso suceda.
“La muerte de Óscar Pérez mostró ante el mundo la verdadera naturaleza del régimen”, dijo en una entrevista telefónica el ex presidente colombiano Andrés Pastrana.

“Al ver en vivo y directo la ejecución de Óscar Pérez, cuando éste ya se había rendido y estaba dispuesto a no disparar, el mundo se dio cuenta cómo una narcodictadura viola las normas del derecho internacional, comete crímenes de lesa humanidad y está dispuesta a matar a los opositores”, dijo Pastrana.
Imágenes del asalto perpetrado contra Pérez, en que se usaron lanzacohetes y armas de guerra, circularon a través de las redes sociales, estremeciendo a los venezolanos y traspasando las fronteras del país sudamericano.
En varios de los videos, grabados por el propio Pérez, mientras la vivienda en la que estaba era agujereada por ráfagas de armas de guerra, se veía al policía, en ocasiones con el rostro ensangrentado, manifestando su decisión de entregarse.
“El Carnicero”, así se refirió a Maduro el diario alemán Spiegel Daily, unidad de la afamada revista Der Spiegel.
“Una masacre ordenada”, fue el termino utilizado por más de 20 ex jefes de Estado y de Gobierno de España y Latinoamérica al condenar las acciones de la “dictadura de Nicolás Maduro Moros”.
Pero para muchos venezolanos fue sólo después que pudieron ver esas imágenes que llegaron a convencerse de la autenticidad de Pérez, un piloto de helicóptero que también fue actor de cine.
Incluso durante el asalto armado en que perdió la vida, algunas de las personalidades de la oposición que moldean opiniones a través de las redes sociales insistían que Pérez era en realidad de un elemento infiltrado del régimen de Maduro que había montado un show con actos propagandísticos para confundir a la población.
“Para muchos, la irrupción de este personaje resultaba más bien cantinflérica”, opinó el sociólogo Rafael Revilla, al agregar que las acciones del policía durante los meses que duró su actividad de insurgencia en realidad no tuvieron la suficiente contundencia como para elevar su imagen hasta convertirla en una figura mítica.
Pérez había aparecido previamente ante la opinión pública como protagonista de la película venezolana Muerte Suspendida, estrenada en el 2015, donde hizo el papel de un funcionario del cuerpo policial de investigaciones científicas CICPC, donde trabajaba en la vida real.
En la película cargada de acción, el actor aparece como una especie de Rambo que tras múltiples persecuciones, vuelos de helicópteros, combates cuerpo a cuerpo y tiroteos logra la liberación de un empresario secuestrado.
Pero fue el vuelo en helicóptero en el 2017 sobre la sede del Tribunal Supremo de Justicia en Caracas —en el marco de las masivas manifestaciones de protestas contra el régimen— lo que en realidad llevó a Pérez a la fama.
Declarándose en rebelión, Pérez voló sobre la sede del tribunal con una pancarta que citaba el artículo 350 de la Constitución venezolana, que insta a la población a luchar contra regímenes autoritarios.
El gobierno de Maduro de inmediato acusó al grupo de haber emprendido un ataque terrorista con granadas, pero luego Pérez apareció en un video asegurando que la operación estuvo cuidadosamente planificada para que no hubiera víctimas.
“No hubo daños colaterales porque así fue programado y porque no somos unos asesinos como lo es usted, señor Nicolás Maduro, como los que son usted, Diosdado Cabello [uno de los principales dirigentes del chavismo], que enlutan todos los días a hogares venezolanos”, manifestó Pérez en la grabación.
Y a la población venezolana le envió el siguiente mensaje: “Tomemos conciencia, el momento es ahora y no mañana. El momento de la verdad es ahora, para que así tengamos un nuevo amanecer. […] “Permanezcamos firmes en la calles, permanezcamos con furia, permanezcamos con energía, estamos defendiendo nuestro futuro. Estamos defendiendo nuestro derecho y nuestros deberes. Estamos defendiendo nuestra bandera”.
Aunque en distintos videos a Pérez se le veía portando armas, las acciones que emprendió fueron ejecutadas con cuidado para evitar derramamiento de sangre.
En el asalto que realizó en diciembre, que bautizó con el nombre de Operación Génesis, él y un pequeño grupo de hombres asaltaron un puesto de la Guardia Nacional Bolivariana en la ciudad de Los Teques, al sur de Caracas, tomando posesión de 26 fusiles y tres pistolas.
En el ataque, ninguno de los soldados sorprendidos fueron lastimados, pero sí fueron ridiculizados en video cuando los insurgentes les preguntaban: ¿Por qué siguen defendiendo a narcotraficantes y traidores de la patria?
Desde el inicio, los dirigentes de la oposición venezolana se mostraban incómodos con la figura de Pérez, particularmente ante el hecho de que el planteamiento de emprender un proceso de rebelión popular desestima la tesis que siguen defendiendo los partidos políticos opositores que buscan una salida electoral a la crisis venezolana.
Incluso desde Miami, donde la gran mayoría de los integrantes de la comunidad venezolana no creen que el régimen de Maduro acepte salir del poder en una votación, los dirigentes de la oposición mostraban dudas sobre la legitimidad del movimiento de Pérez.
“Es una posibilidad, pero no una probabilidad”, declaró José Hernández, representante en el sur de Florida del partido opositor Primero Justicia, al canal NBC 6, cuando le preguntaron si creía que un grupo de policías había decidido rebelarse.
“Lo que nosotros queremos realmente, como partido político, es que los venezolanos tengan la opción de expresarse a través del voto, no a través de la violencia”, agregó.
La muerte de Pérez llevó al final a los partidos políticos de oposición, cuya popularidad ha caído en los últimos meses ante la pérdida de fe en una salida negociada, a pronunciarse sobre un personaje que siempre les fue incómodo.
“Lo que pasó ayer [lunes] es un crimen de lesa humanidad que va a ser condenado por el mundo entero porque quedó en evidencia, a través de las transmisiones prácticamente en vivo de esa ejecución, y eso nosotros lo condenamos y exigimos una investigación internacional”, dijo en una entrevista de radio el diputado opositor Simón Calzadilla.
Pero aún está por verse si la “masacre” de Pérez logra convencer al establecimiento político de la oposición sobre la posibilidad de negociar la salida del poder de un régimen que está dispuesto a silenciar con lanzacohetes a un insurgente que se rehusaba a matar al contrincante y que había manifestado ante el mundo que estaba dispuesto a entregarse.
Entre tanto, ahora es mucho mayor el número de venezolanos que comienzan a tratar a Pérez como un prócer de la lucha venezolana contra la opresión dictatorial.
“Es un héroe de los tiempos modernos: pacifista, idealista, romántico y mediático. No lleva ningún muerto en su haber. Proclamaba la justicia y la libertad por Venezuela. No tenía un discurso que encandilara a los políticos e intelectuales, sino un lenguaje corto, directo y sin adornos ideológicos de izquierda ni de derecha”, escribió en su columna la periodista y escritora venezolana Ludmila Vinogradoff.
“Ha nacido un héroe de la democracia, pacífico, guapo y valiente, sin víctimas a pesar de Maduro”, agregó.
 Aura Pérez, tía del policía Óscar Pérez, llega el miércoles a la morgue en Caracas, donde están los cuerpos de su sobrino y otras seis personas que murieron durante el violente asalto policial para arrestarlos. Una mujer sostiene una pancarta cerca de la fuertemente custodiada morgue en Caracas, el miércoles. Aura Pérez, tía del policía Óscar Pérez, llega el miércoles a la morgue en Caracas, donde están los cuerpos de su sobrino y otras seis personas que murieron durante el violente asalto policial para arrestarlos. Una mujer sostiene una pancarta cerca de la fuertemente custodiada morgue en Caracas, el miércoles.

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