Excélsior, 17 de abril de 2020
Inseguridad y narcodespensas…
Relegado temporalmente de la atención ciudadana por la irrupción de la pandemia del coronavirus y su previsible causa de consecuencias tanto en el ámbito sanitario como económico, la inseguridad pública continúa ubicada en el primerísimo lugar de los problemas que más angustian a los mexicanos cuando, en plena crisis, se asume el reto de intentar adivinar el futuro de la nación en el mediano y largo plazos…
Más, vale destacar, cuando unas horas después apenas que el Inegi, de Julio Alfonso Santaella, diera a conocer resultados de su última Encuesta Nacional de Seguridad Urbana (ENSU), correspondiente al primer trimestre, en que revela que 73.4% de la población de 18 años o más declara sentirse inseguro ante el embate de la delincuencia organizada, 80.8% cuando concurre a algún cajero automático, y 73.5% si utiliza el transporte público, pudo confirmarse que operadores de los distintos cárteles realizan, en media docena de localidades, una distribución masiva de despensas claramente identificadas con sus siglas —CJNG, CDS o (con el rostro de) El Chapo— a manera de apoyo a la población más necesitada.
Y todo emparejado con la práctica pasividad de autoridades estatales y municipales o federales —“del Ejército, la Armada y Guardia Nacional, dedicados ahora a atender la contingencia sanitaria, en especial”— y la coyuntural revelación de que entre el 1 y el 15 de abril, precisamente, se cometieron un promedio de 84 asesinatos dolosos, para mantener al país en ascuas, también en lo que seguridad pública se refiere, ante la expectativa de que, como en los últimos años, este 2020 pudiera establecerse una nueva marca anual; esto es, algo más de 34 mil 582 muertes sólo por ese delito…
Al margen, entonces, de la incuestionable atención prioritaria que en la actualidad merece la crisis generada por el coronavirus, nada parece más obvio que la necesidad de preservar la operación del gobierno en sus tres niveles, con el federal a la cabeza, a manera de gran coordinador si se quiere y, claro, en la atención de la totalidad de los ámbitos donde se reclama su actuar. No garantizarlo así, déjeme decir, sería tanto como renunciar a cumplir el mandato para el que fueron elegidos…
ASTERISCOS
* ¡Vaya demoledora opinión! la que del emérito maestro de la UNAM Raúl Carrancá y Rivas, mereció al estúpido criterio del Consejo de Seguridad Nacional de favorecer a un joven infectado por COVID-19 sobre un viejo. “Si el médico decide a quién de los dos salvar, su decisión conlleva un homicidio. El médico no PUEDE ni DEBE ser juez. Su misión es sanar”. Así o más claro…
* Con la intención de priorizar la lucha anticorrupción en el estado y acelerar, en medio de la crisis, la obtención de recursos malversados, la Fiscalía estatal prevé recuperar 44 millones presuntamente desviados por el exalcalde de Atizapán, el panista Gonzalo Alarcón, a quien podría acusar por responsabilidad administrativa…
* Este martes, víctima del coronavirus, falleció Juan Javier Macklis Mercado, presidente y director general de Victory Enterprises, laboratorio farmacéutico establecido en Tijuana, del que continuaba al frente, pese a contar ya con más de 80 años cumplidos. Descanse en paz.
Veámonos el domingo con otro asunto De naturaleza política.çç
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