ZONA POLITEiA
La acción concertada de dos asesinos solitarios/ César Velázquez Robles.
El asesinato de Luis Donaldo Colosio a manos de Mario Aburto, en Lomas Taurinas, Tijuana, el 23 de marzo de 1994, dio lugar a las más absurdas y descabelladas teorías. Ante tanto desparpajo de los encargados de la investigación y de los sucesivos fiscales que acumularon alteros y más alteros de páginas, nuestro querido Eduardo Valle Espinoza, el “Búho”, sinaloense, de El Burrión, municipio de Guasave, y dirigente del Consejo Nacional de Huelga durante el movimiento estudiantil de 1968, acuñó aquella expresión que hizo fortuna, y que exhibía la incapacidad de las instituciones para llegar a la “verdad histórica”, diría Jesús Murillo Karam: “fue la acción concertada de dos asesinos solitarios”.
En un reportaje publicado en La Jornada con motivo del décimo aniversario del asesinato, los autores, Juan M. Venegas y Gustavo Castillo, dan cuenta de todos los despropósitos que en este primer decenio se fueron acumulando: “Alteración de la escena del crimen, negligencia de fiscales y procuradores, errores, falta de mando y, por si fuera poco, el concurso de videntes y mentirosos profesionales fueron algunos de los factores que restaron credibilidad a las investigaciones y dejaron que la sospecha se impusiera como único elemento claro en un oscuro universo de contradicciones.” Y añaden:
“En el expediente de las investigaciones por el homicidio de Luis Donaldo Colosio Murrieta desfilan los más conspicuos personajes de la vida nacional: ex presidentes de la República, empresarios, dirigentes políticos, periodistas, criminalistas, narcotraficantes, comandantes policiacos, madrinas, chivatos, videntes, amantes... Y quedan al descubierto las ambiciones, las mentiras, los olvidos y despropósitos de una clase política que jamás imaginó lo que podría ocurrir. Sobre un mismo hecho surgieron las más distintas versiones.”
Ahí están y siguen estando esas versiones que se pueden resumir en dos posiciones extrema: la del asesino solitario, que se ha sostenido durante este poco más de cuarto de siglo que ha pasado en prisión Mario Aburto, y la tesis de la acción concertada, sostenida, creo yo, por mentes conspiranoicas, que se inscriben en la lógica de que todo el asunto criminal fue una siniestra trama de Carlos Salinas de Gortari. De estas hipótesis surge la genial síntesis del “Búho” Valle.
Aburto siempre ha sostenido que el crimen fue una acción solitaria, sin más intervención que la suya desde su planeación hasta su ejecución. Que fue torturado, creo que nadie tiene duda: ha sido el modo tradicional de la procuración de justicia en nuestro país desde casi siempre, y no lo puede ser de otro modo en un régimen de corte semi-autoritario. Es cierto también que, como dicen los autores citados, “La tesis del asesino solitario nunca pasó la prueba del permanente escepticismo”.
Si Aburto fue torturado, recibirá la protección del Estado: AMLO
Ahora se aduce que Mario Aburto fue torturado para arrancarle la confesión. Que sus derechos humanos fueron violentados brutalmente, y que se produjeron, desde el momento de su detención, todas las violaciones habidas y por haber al llamado debido proceso, motivados sobrados para reabrir la investigación, que puede finalmente llevarlo a la libertad.
Sus familiares afirman está incomunicado y delicado de salud, lo que ha desmentido la secretaria de Seguridad del gobierno federal, Rosa Icela Rodríguez. Sobre el asunto se ha montado ya el presidente, que afirmó estar interesado en el esclarecimiento del hecho y llegar a la verdad, y ha prometido su apoyo si Aburto, fíjense bien, está dispuesto a dar otra versión de los hechos, distinta, según esto, de la confesión que le fue arrancada mediante la tortura. Estas son las palabras del presidente:
“Si la familia del señor Aburto y él mismo tienen algo que decir sobre su proceso que signifique otra versión sobre los hechos, y si él puede expresar, probar que fue torturado, que está amenazado y que por eso ha guardado silencio, si es que existe otra versión, el Estado mexicano lo protegería porque a nosotros sí nos interesa mucho que no haya ninguna duda, sospecha sobre ese lamentable asesinato, fue una vileza lo que le hicieron.” Y luego agregó: “Sería un acto de justicia y por lo mismo es un asunto de Estado. Si él estuviese dispuesto a contar su versión se le brindarían garantías a él y a su familia, si tiene algo que aportar”.
Y Aburto, que podría salir en libertad si demuestra que fue violentado en su integridad personal y no recibió trato digno, puede cambiar su versión, lo que terminaría por alimentar todavía más la confusión que ha rodeado el crimen a lo largo de estos cinco lustros. El Estado –más bien, el gobierno de López Obrador, que no es lo mismo—le daría todas las garantías y protección que merece.
Esto es una locura. Ah, y ahí tiene el presidente otro tema para mantener entretenida a la opinión pública y la opinión publicada, y seguir echando tierrita a los graves y reales problemas por los que está atravesando el país, frente a los cuales busca emprender una fuga hacia adelante. Vamos a ver qué pasa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario