7 abr 2008

CEMEX en Colombia

Rafael Ramírez, ministro de Energía de Venezuela comentó hoy que el gobierno tomará el control de tres empresas cementeras extranjeras, a saber; Cemex, que controla casi la mitad del mercado, y las compañías Lafarge de Francia y la suiza Holcim Ltd. "Les transmitimos que las empresas que fueron convocadas son las que van a ser objeto de esta medida y que estamos seguros que se va abrir la posibilidad de llegar a acuerdos para ir a un esquema de control", dijo.
Las negociaciones con Cemex y los de otras empresas ya comenzaron, pero aún no está claro si estas empresas acepten las condiciones y quieran asociarse -como socios minritarios- con el Estado.
Desde hace meses, el Presidente hávez había expresado repetidamente su frustración con el alto costo de los materiales de construcción y amenazó una y otra vez con tomar el control de empresas que no proporcionan el cemento de bajo costo para el mercado interno.
Y lo cumplió.
Comunicado: Caracas, 07/04/2008
Nacionalizarán sólo cementeras que pertenecieron al Estado
Algunos sectores productivos han acogido de buena manera recientes medidas económicas. El gobierno continuará tendiéndoles puentes para hacer una gran alianza nacionalista y patriótica. Se realizarán foros, desfiles y concentraciones para conmemorar el 11, 12 y 13 de abril
El gobierno venezolano nacionalizará sólo aquellas empresas cementeras que originalmente fueron propiedad del Estado y se entregaron casi regaladas, explicó el presidente Hugo Chávez este domingo en un contacto telefónico con Venezolana de Televisión, en el marco de una transmisión especial por las elecciones regionales de los integrantes el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
El jefe de Gobierno informó que recibió un mensaje de los dueños de las cementeras del Zulia, que siempre han sido empresas privadas, solicitando información sobre el anuncio que hizo el jueves 03 de abril de nacionalizar la industria cementera por ser un rubro estratégico para el país. A ellos respondió que "nosotros sólo vamos a nacionalizar lo que fue privatizado, las grandes cementeras que se llevaron casi regaladas, las plantas que fueron propiedad del Estado".
También dijo que recibió algunas cartas de la burguesía productiva que ha acogido de buena manera algunas medidas económicas adoptadas por el Gobierno para flexibilizar el cambio en Cadivi, el ajuste de precios de algunos alimentos y la disminución de los intereses para los créditos agrícolas.
"La Cámara de la Construcción, por ejemplo, manifestó hace poco en una reunión con la ministra de la Vivienda, Edith Gómez, y el vicepresidente, Ramón Carrizales, que están contentos con las perspectivas del desarrollo de la construcción del país". Por otra parte, el presidente del grupo Polar envió una carta manifestando algunas preocupaciones, pero dispuesto a trabajar conjuntamente con el Gobierno, agregó.
Considerando que hay una furia fascista que tiende a arremeter y presionar, prefirió no dar más nombres de los sectores que se han comunicado, pero aseguró que "a esta burguesía nacional siempre estaremos lanzándole puentes para hacer una gran alianza nacionalista y patriótica".
Cemex y las FARC/ nota de la agencia APRO
Jorge Carrasco Araizaga, reportero
México, D.F., 4 de abril (apro).- De nuevo, en apenas un mes, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) no sólo quedó rebasada por lo que ocurre en América Latina en temas relacionados con México, sino que demostró cuáles son las verdaderas prioridades del gobierno de Felipe Calderón.

Primero, a comienzos de marzo, la SRE fue incapaz de reaccionar ante el asesinato de cuatro mexicanos por parte del ejército colombiano en un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio de Ecuador.
Incluso, soportó el desplante del presidente colombiano, Álvaro Uribe, al negarse a indemnizar a los connacionales, tratándolos como terroristas.
Ahora, pese a todas las evidencias públicas que existían, se sentó a esperar que el gobierno de Hugo Chávez, en Venezuela, anunciara su intención de nacionalizar la industria del cemento, lo que afecta principalmente a Cementos Mexicanos (Cemex).
Pero a diferencia de la agresión del ejército de Colombia a ese grupo de mexicanos, esta vez, de inmediato, mandó llamar al embajador de Venezuela en México, Roy Chaderton, para hacerle ver que el gobierno mexicano tiene el “deber… de velar por los intereses legítimos de las empresas mexicanas en el exterior”.
En menos de 24 horas, desde que Chávez hizo el anuncio –reacción que contrasta con casi el mes que debió pasar para que condenara el asesinato de los mexicanos a manos de militares colombianos– la SRE se movilizó para expresar su preocupación y anunciar la defensa de la empresa.
De haber estado a la altura de su cargo, el subsecretario para América Latina y el Caribe, Gerónimo Gutiérrez, hubiera advertido sobre la intención de Chávez, quien en varias ocasiones había amenazado con la nacionalización bajo el argumento de que las empresas extranjeras estaban dejando sin cemento a su país.
Según Chávez, esa es la causa del déficit en la construcción de vivienda para los venezolanos.
El embajador de México en Venezuela, Eduardo Baca Cuenca, también tendría que dar cuentas si es que no informó adecuadamente a la cancillería sobre ese asunto. En primera instancia, eso parece improbable, pues su principal tarea en ese país era, precisamente, advertir sobre las dificultades que existen en las relaciones bilaterales luego de que estuvieron a punto de romperse por la confrontación de Vicente Fox con Hugo Chávez, quien, incluso, caracterizó al expresidente mexicano como “cachorro del imperio”.
Si bien Cemex tiene un ejército de abogados que la defienda, el gobierno mexicano, y en especial quien lo encabeza, Felipe Calderón, que tanto se dice defensor de las empresas, pudo haber actuado directamente con Chávez en torno a esta decisión.
No es nada inusual que los presidentes hagan recomendaciones a sus homólogos sobre las empresas de su país. Son, incluso, sus principales promotores en lo que se ha dado en llamar como “diplomacia económica”.
La secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, Gerónimo Gutiérrez y Eduardo Baca pudieron no ser los únicos en dejar que el tema siguiera creciendo.
Tan importante como su posible omisión fue la de Cemex, que por su condición de emporio cuenta con un servicio de inteligencia industrial que le debe advertir sobre las condiciones en las que se encuentran sus filiales en más de 50 países.
Para esa tarea, Lorenzo Zambrano, dueño de la transnacional, contrató desde que el PRI perdió la Presidencia en el 2000 al exdirector del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), Jorge Tello Peón.
Vicepresidente de Desarrollo de Información Internacional del Área de Planeación y Finanzas de Cemex, Tello es, además, titular del Seminario de Sistemas de Inteligencia Estratégica del Tecnológico de Monterrey.
Es imposible que Zambrano y Tello no hayan tenido información sobre las intenciones de Chávez.
Si el gobierno de Calderón y Cemex esperaban esta medida, por qué ahora no salieron a defender la libertad de empresa como lo hicieron en el 2006, cuando se dedicaron a generar miedo en México al comparar a Andrés Manuel López Obrador precisamente con Chávez.
jcarrasco@proceso.com.mx

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