Columna PLAZA PÚBLICA/MA Granados Chapa
PAN: agruras en la cúpula
Reforma, 9 de marzo de 2010;
César Nava se halla ante un dilema que no estaba en su horizonte: hace una semana solicitó licencia de su cargo de diputado (lo es de mayoría por el 15º. distrito de la Ciudad de México). No habló del tema con la coordinadora de su fracción, Josefina Vázquez Mota, que comparte con Francisco Rojas la incomodidad de tener en su bancada a quien encabeza el partido. Ni lo hizo tampoco con Francisco Ramírez Acuña, que preside la Mesa Directiva. Quizá creyó que era sólo un trámite formal y que al obtener la anuencia a su solicitud podría dedicarse de tiempo completo a las campañas electorales de su partido en las 15 entidades en que habrá elecciones este año. Los priistas le hicieron la mala broma de no autorizar su licencia y de aplazar hasta el día de hoy el trámite respectivo.
Pero hoy, sólo una semana después de que pidió alejarse de la Cámara, Nava quizá ya no mantenga ese propósito, porque la solicitud podría perder sentido dentro de muy poco. Es decir, Nava podría ser relevado de la presidencia del PAN, ya que se colocó a sí mismo en una posición precaria que no faltará quien juzgue impropia de quien debe dirigir a las huestes blanquiazules en un periodo tan exigente como el que comienza en mayo, termina en octubre y tiene su nudo principal en julio. Podría ocurrir entonces que Nava no tuviera campañas que dirigir en el tiempo que le deje libre la licencia cuya aprobación está prevista para hoy.
Nava fue designado en agosto del año pasado para sustituir a Germán Martínez tras de su fracaso en el proceso electoral federal del año pasado, y podría ser despedido para que su personalidad y trances recientes no afecten los procesos locales. Ya antes, por alguna razón ignorada hasta hoy, parecía haber perdido la confianza de su amigo Felipe Calderón, quien lo desplazó de la estratégica secretaría privada de la Presidencia. Con la misma autoridad que entonces lo hizo, teniendo en cuenta que es la fuente de su designación, podría removerlo de la jefatura nacional de su partido.
El domingo se publicó un artículo de Juan Ignacio Zavala que acaso muestra el estado de ánimo que priva en la cúpula panista (entendida como la cabeza del sistema partido/gobierno) y tal vez en la familia presidencial. No digo en modo alguno, porque no tengo posibilidad ni interés en probarlo, que Zavala sea vocero oficioso, subrepticio, de su cuñado el presidente de la República y menos aun de su hermana Margarita. Digo que su cercanía con los residentes en Los Pinos quizá explica la selección del tema aunque no necesariamente el tono de esa colaboración periodística. Bajo el título "Tres a la mesa", Zavala recrea como farsa el encuentro que ocurrió el 30 de octubre pasado en Bucareli, donde Beatriz Elena Paredes, Fernando Francisco Gómez Mont y José César Nava firmaron el pacto que impediría una alianza electoral en el estado de México capaz de estorbar el camino de Enrique Peña Nieto a la Presidencia de la República. Aunque Zavala también se mofa de la presidenta del PRI y ridiculiza al extremo al secretario de gobierno mexiquense, Luis Enrique Miranda, el cuarto firmante del pacto de Bucareli, el blanco principal de sus puyazos son el secretario de Gobernación y el líder nacional del PAN.
Zavala, que fue vocero de su partido y responsable de proyectos especiales, hace decir a Gómez Mont: "La idea es que logremos en esta mesa un acuerdo que permita al partido de Beatriz Elena ganar las elecciones sin competir. Para tal efecto, José César, se impedirán alianzas electorales que son un fraude al sistema de partidos y distorsionan el fondo ideológico" y, después de que Nava (JC en la parodia) pregunta si Peña nieto es "el que anda con La Gaviota" y afirma haberlo "visto en la tele y no me cae bien", FF lo corta: "Aquí no estamos para ver quién nos cae bien o no. Estamos para dignificar nuestras actividades con una serie de acuerdos que no puedo revelar por razones de discreción profesional". Y cuando JC advierte que el compromiso fiscal del PRI no se expresa en el documento, FF reflexiona y dice: "Ah caray. A ver... sí estaba... qué raro... pero eso no es lo importante. Lo fundamental es que se detengan las alianzas antinatura y terminar de una buena vez con la competencia electoral en el estado de México. Sería un aporte a la gobernabilidad".
Nava es maltratado de una manera no por divertida menos sañuda. BE lo ningunea porque es "demasiado joven" y lo llama "amiguito" y "qué lindo". Y cuando ella afirma que "lo mejor es que vayamos nosotros solos, compitamos entre nosotros mismos y de esa manera alzarnos con el triunfo", JC acepta diciendo: "Suena atractivo, la verdad no se me había ocurrido". Luego importuna a BE preguntando si "ya sabe don Manlio" y concluye, tras saber que FF firmará como testigo de honor (pues "ya saben que el honor es lo mío"). "Eso todos lo sabemos. Más impuestos, menos votos. ¿Dónde firmo?" (Milenio, 7 de marzo).
Y en otro vértice del triángulo panista puesto en entredicho por la revelación del pacto de Bucareli, no parece que sea muy sana y fraternal la relación entre el Presidente y su secretario de Gobernación (según muestran fotos de El Universal). Invitado a última hora a viajar con Calderón a Michoacán, Gómez Mont se distrajo y no se aproximó a Calderón cuando el gobernador Leonel Godoy, que con el ministro presidente de la Suprema Corte flanqueaba al Ejecutivo, se levantó a decir su discurso. Fue preciso que el Estado Mayor recordara ese deber a Gómez Mont, que se movió sin parecer demasiado feliz al hacerlo.
Cajón de Sastre
Al retirarse ayer de la contienda interna de la alianza Hidalgo nos une, el senador Francisco Xavier Berganza, que no tuvo nunca la mínima posibilidad de ser candidato de tal coalición, repitió el argumento con que él y su socio José Guadarrama se han negado a reconocer la posición puntera de Xóchitl Gálvez en las encuestas. Irresponsablemente descalificaron el trabajo de las consultorías de opinión pública. Una de ellas, Parametría, expresó su extrañeza de que "sea ahora precisamente cuando los contendientes expresen su opinión acerca de la consultoría, cuando conocían con anterioridad el proceso, la empresa que lo realizaría, la auditoría a la que estaría sujeta y algunos de los trabajos previos realizados". Parametría ha hecho antes sondeos para Guadarrama y Convergencia, que no fueron objetados.
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