Todo
el poder de la DEA contra dos exagentes/J.
JESÚS ESQUIVEL
Revista Proceso, 14 de diciembre de 2013
Para
tratar de frenar el escándalo que ha provocado la revelación de que la CIA
intervino en el asesinato de Enrique Camarena Salazar y ha tenido nexos con el
narcotráfico mexicano, la DEA desplegó una auténtica “guerra sucia” contra dos
de sus exagentes, Phil Jordan y Héctor Berrellez. Ambos han denunciado
reiteradamente desde Proceso las operaciones negras de la agencia estadunidense
de inteligencia. La maniobra más reciente: un foro en el cual, luego de
desacreditarlos, se les lanzó una amenaza nada velada.
WASHINGTON.-
La administración antidrogas de Estados Unidos (DEA) desarrolla una guerra
sucia para ocultar las evidencias de la participación de la Agencia Central de
Inteligencia (CIA) en el secuestro, tortura y asesinato –en México, en febrero
de 1985– de Enrique Kiki Camarena, denuncian dos exagentes antinarcóticos.
“La
DEA y la CIA no soportarían que se sepa toda la verdad sobre el caso Camarena.
Saldrían muy afectadas”, dice en entrevista telefónica con Proceso Phil Jordan,
exagente de la DEA y exdirector del Centro de Inteligencia de El Paso (EPIC).
Desde
el pasado octubre, cuando Jordan y Héctor Berrellez, otro exagente de la DEA,
revelaron a Proceso (edición 1928) que la CIA fue cómplice del narcotraficante
mexicano Rafael Caro Quintero en el secuestro, tortura y asesinato de Camarena,
ambos se convirtieron en “enemigos del Departamento de Justicia” de Estados
Unidos, que antes había hecho múltiples reconocimientos a su trabajo.
“La
DEA y la CIA, a través de varios de mis excolegas, están buscando
desacreditarnos por decir la verdad sobre el caso Camarena. Pero no lo van a
lograr. Tenemos muchas pruebas para fundamentar lo que denunciamos”, apunta
Jordan, quien fue también subadministrador antidrogas.
Oficialmente,
comenta Berrellez en conversación telefónica con el corresponsal, la campaña de
desacreditación de la DEA arrancó el pasado 29 de octubre con un acto bautizado
“Llevados ante la justicia: Operación Leyenda”, un foro donde se hizo un
recuento oficial del caso Camarena (Proceso 1931).
Efectuado
en el Museo de la DEA, en el foro participaron como oradores su exdirector Jack
Lawn, el exagente Jack Taylor –primero a cargo de la Operación Leyenda,
dedicada a investigar el homicidio de Camarena– y la periodista Elaine Shannon,
autora del libro Desperados.
“Ese
acto fue una clara demostración de que la CIA y la DEA tienen mucho miedo de
que se conozca toda la verdad del caso Camarena, y están dispuestos a todo para
callarnos a Jordan y a mí”, apunta Berrellez, quien reemplazó a Taylor al
frente de la Operación Leyenda y asegura haber descubierto la intervención
indirecta de la CIA en el homicidio.
En
el foro, primero en voz del director del Museo de la DEA, Sean Fearns, y
después por boca de Lawn y Taylor, se desmintió lo dicho por Berrellez y Jordan
respecto de la CIA y el caso Camarena. Fearns incluso lanzó una amenaza a los
exagentes: “Sería mejor que no hablaran”, pues sus declaraciones podrían ser
investigadas e “inclusive usadas potencialmente en su contra si difieren de lo
que dijeron hace 28 años”.
La
advertencia desató la furia de Jordan y Berrellez.
Misiva
secuestrada
En
una carta dirigida a Dave Wilson, presidente de la Asociación de Exagentes
Federales Antinarcóticos (AFFNA), y a todos sus miembros, Jordan y Berrellez
exponen la guerra sucia en su contra que lleva a cabo la dependencia federal a
la cual dedicaron varias décadas de su vida.
“Al
anunciar la realización del acto (en el Museo de la DEA), Dave Wilson,
presidente de la AFFNA, informó que el panel aclararía todas las falsas ideas,
mitos y mentiras sobre la investigación del asesinato que dos exagentes
especiales habían elegido fabricar alrededor de este trágico evento”,
especifica el documento, enviado unos días después de concluido el foro en la
DEA y copia de la cual pudo consultar Proceso.
En
la misiva de dos páginas firmada por Jordan y Berrellez, ambos resumen el
embrollo del caso Camarena y la participación de la CIA, así como la cortina de
humo tendida por la DEA para ocultar la verdad.
En
su texto, dicen entender “que es muy seria la imputación de involucrar a
contratistas de la CIA en el asesinato de Camarena”, pero, puntualizan, “los
hechos son los hechos”.
Jordan
cuenta que tres días antes de enviar su queja al presidente de la AFFNA, lo
llamó por teléfono para aclarar la situación.
“En
primer lugar Wilson no me conoce ni yo lo conozco”, explica el exdirector del
EPIC, quien luego hace esta recreación de la plática telefónica con el
presidente de la AFFNA:
“–¿Dave
Wilson?
“–Sí.
¿Quién habla?
“–Phil
Jordan, el exagente a quien junto con Berrellez estás desacreditando con ese
foro en el Museo de la DEA.
“–¿En
qué puedo servirte?
“–Primero
te voy a hacer esta pregunta: ¿acaso eres un agente de la CIA infiltrado en la
DEA, cumpliendo órdenes para llamarme mentiroso?
“–No.
No soy agente de la CIA. Yo a ti no te conozco.
“–¿A
quién buscas proteger con tus afirmaciones si no me conoces, ni mucho menos
conoces ni sabes quién es Berrellez?
“–A
nadie.
“–Qué
bueno que lo digas, porque te voy a mandar una carta dirigida a todos los
miembros de la AFFNA; te pido por favor que hagas lo correcto y la distribuyas.
“–¡Sí,
claro! Envía la carta por favor.”
Según
Jordan el texto fue enviado a la oficina de Wilson tres días después de esta
conversación, que tuvo lugar en la segunda semana de noviembre.
Hasta
la fecha la carta no ha sido distribuida por Wilson a los miembros de la AFFNA
y éste no ha explicado por qué no lo ha hecho. “Hablé con su asistente y ella
me confirmó que la carta no ha salido, que sigue en el escritorio de Wilson en
su oficina en el estado de Washington”, comenta Jordan al corresponsal.
El
exagente de la DEA sostiene que de “muy buena fuente” sabe que Wilson está muy
avergonzado por haberse prestado a participar en la guerra sucia de la DEA.
Respecto
a lo que piensen sus colegas de la AFNNA, del vuelco que dio el caso Camarena
con sus declaraciones y las de Berrellez en cuanto al involucramiento de la
CIA, Jordan dice: “No me preocupa porque me conocen y conocen a Berrellez, y
saben que tenemos las pruebas”.
Aunque
no se atreve a desacreditar a Lawn –por respeto a quienes fueron su jefes–, el
exdirector del EPIC dice estar decepcionado de lo que el exjefe de la DEA
declaró en el museo.
“Porque
sabe que todo lo dicho por nosotros está documentado como parte de la
investigación Operación Leyenda, y sobre todo porque él, como los miembros de
la AFFNA, sabe que Berrellez es uno de los exagentes con más reconocimientos
del Departamento de Justicia precisamente por su trabajo en el caso Camarena.”
Berrellez
y Jordan sospechan que, más que la DEA, es la CIA la encargada de la campaña
para desacreditarlos y hacer lo necesario para ocultar la verdad sobre el caso
Camarena.
“Hay
que tener mucho cuidado con esto. La historia de la CIA es muy tenebrosa. No
sólo ha mandado matar a sus propios agentes cuando denuncian casos internos de
corrupción; también ha eliminado a mensajeros que lo hacen público”, advierte
Berrellez.
La
carta que Wilson tiene secuestrada en su oficina destaca precisamente que Kiki
Camarena no fue asesinado por su buen trabajo como agente de la DEA en México,
sino porque descubrió la sombra de la CIA en el negocio del narcotráfico
mexicano.
“Para
de verdad hacerle honor al sacrificio de Kiki y al de su familia debemos
garantizar que se conozca la verdad de por qué fue asesinado. Para ello, y para
evitar que otros agentes federales estadunidenses paguen con su vida por
cumplir con sus obligaciones, debemos prevenir que se conviertan en un daño
colateral”, remata la misiva firmada por Jordan y Berrellez.
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