Palabras
del Presidente Enrique Peña Nieto,
durante la 26ª Reunión de Embajadores y Cónsules
Señoras
y señores.
Muy
buenas tardes a todas y a todos ustedes.
Quiero
saludar a los muy distinguidos integrantes del presídium, entre quienes se
encuentran el Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos; el
General Secretario de la Defensa, el Almirante Secretario de Marina;
integrantes del Gabinete Legal del Gobierno de la República; el señor
Presidente del Tribunal Federal Electoral; muy distinguidos invitados;
gobernadores de distintas entidades del país.
Quiero
saludar a los señores excancilleres que gentilmente nos acompañan en este
vigésimo sexto encuentro que sostiene el Presidente de la República, con
quienes nos representan, quienes representan a la nación en distintas
latitudes.
Por
eso, es que en este encuentro saludo con especial afecto, reconocimiento,
gratitud, por el diario actuar y por cumplir a cabalidad la responsabilidad de
representar a nuestra nación en distintos países, a quienes son miembros del
cuerpo diplomático de nuestro país, a quienes son Embajadoras y Embajadores, a
quienes son Cónsules en distintos países, en distintas ciudades, y que están
diariamente trabajando en la representación de México, poniendo muy en alto el
nombre de México, hablando bien de México, proyectando a nuestra nación,
dándola a conocer al mundo y buscando lazos de hermanamiento y de acercamiento
de México con distintas partes del mundo; al tiempo que están en defensa y en
cuidado de nuestros compatriotas que, por algunos motivos o distintas razones,
están en otros países y ahí saben que cuentan, invariablemente, con la
protección del Servicio Consular Mexicano.
Quiero
saludar a muy distinguidos invitados a este encuentro, a las y los Legisladores
Federales que nos acompañan: a Senadores de la República, a Diputados
Federales; a empresarios y a representantes de la sociedad mexicana, que
acompañan este encuentro.
Tengan,
todas y todos, mi gratitud por la oportunidad de encontrarme con ustedes y de
saludarles con respeto y con afecto en el inicio, justamente, de este año.
Quiero
agradecerles las muestras cálidas que han tenido para con un servidor, en lo
que, sin duda, es un trabajo de equipo.
Todos
trabajamos y somos parte del equipo que compone al Gobierno de la República y
que trabaja para darle a México mejores condiciones, para procurar condiciones
de bienestar para todas las familias mexicanas, de elevar la calidad de vida de
las familias mexicanas, y que siéntanse, todas y todos, orgullosos de ser parte
de este equipo.
Ésta
no es tarea de un solo hombre. Es el esfuerzo y el empeño compartido de quienes
tenemos distinta responsabilidad dentro del equipo de Gobierno, que sirve a la
nación.
Y
que son los mexicanos quienes viven en carne propia los beneficios, los
resultados, los frutos de nuestro diario actuar y en el que estamos empeñados a
cumplir a cabalidad las grandes metas nacionales que nos hemos trazado.
Los
mexicanos contamos con un Servicio Exterior profesional, que lleva al mundo la
voz de una Nación orgullosa de su historia y de su cultura; que representa a un
país con responsabilidad global y del que ustedes son artífices y
protagonistas, precisamente, de hacer valer esta premisa fundamental del plan
de Nación o del proyecto de Nación que planteamos a los mexicanos: hacer de
México un país con responsabilidad global.
Por
ello, es que es un gran honor y un gran gusto encontrarme con ustedes en el
marco de esta 26ª Reunión de Embajadores y Cónsules de México.
En
estos tres días de actividades, han reflexionado sobre la evolución reciente de
nuestro país y su papel cada vez más destacado en el contexto internacional.
2014,
lo he dicho en diferentes espacios, fue un año de contrastes. Por un lado, fue
un año difícil y doloroso, porque la delincuencia golpeó y enlutó a nuestro
país.
Frente
a los ataques contra la paz de los mexicanos, nuestras instituciones de
seguridad y justicia, así como nuestras Fuerzas Armadas, han estado protegiendo
a la sociedad y velando por el Estado de Derecho.
Pero,
2014, también es un año que será recordado por su aportación al desarrollo de
nuestra vida nacional.
Hoy,
ustedes encuentran en México a un país que alcanzó en unos meses lo que muchas
naciones no han logrado en años, transformarse estructuralmente.
En
nuestra reunión anterior, hace un año, varias de las reformas transformadoras
aún no contaban con su legislación secundaria; incluso, había, en aquel
entonces, grandes dudas de lograr su aprobación, sin sacrificar el alcance de
los cambios constitucionales.
Sin
embargo, la madurez y fortaleza de nuestra democracia, permitieron generar los
acuerdos necesarios para darles viabilidad.
El
año que concluyó, también marcó el inicio de importantes proyectos de infraestructura
que mejorarán la imagen de nuestro país y su conectividad con el mundo.
Igualmente,
en 2014 ampliamos y realizamos cambios de fondo a los programas sociales.
Destaca la evolución de oportunidades a PROSPERA, cuyos beneficiarios tienen
ahora nuevos instrumentos para salir de la pobreza, a partir de su trabajo y de
su esfuerzo.
Las
acciones emprendidas durante los primeros dos años de esta Administración se
han traducido en una mayor generación de puestos laborales.
De
acuerdo con cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social, en 2014 se crearon
714 mil nuevos empleos formales, por encima de las expectativas de los
analistas del sector económico.
Este
incremento es, y aquí vale la pena subrayarlo, 54 por ciento superior al
registrado en 2013.
Destaca,
además, que este aumento, uno de los más altos de que se tenga registro, no
responde a una recuperación o rebote luego de un año de crisis económica.
Por
su parte, en diciembre de 2014, el Índice de Confianza del Consumidor cerró el
año con un aumento de 4.3 por ciento, respecto al mismo mes del año 2013.
El
dinamismo de estas variables indica que la ruta de la transformación es la ruta
correcta.
México
debe seguir cambiando para bien. Ese es el mejor camino para llevar a las
familias mexicanas hacia un futuro de mayores oportunidades.
Por
eso, en 2015, podría sintetizar los objetivos del Gobierno de la República en
cinco metas o cinco objetivos prioritarios.
Primero.
Fortalecer el respeto a la Ley y a los derechos humanos, a partir de las
medidas que anuncié el pasado 27 de noviembre, que incluyen las iniciativas de
Reforma para establecer las Policías Estatales Únicas y para evitar la
infiltración del crimen organizado en las autoridades municipales.
Segundo
objetivo. Continuar poniendo las reformas en acción. Esto es que los beneficios
que conllevan las Reformas se sientan en la vida diaria de los mexicanos,
especialmente en su economía familiar.
Esto
ya está ocurriendo con la eliminación del cobro de larga distancia en llamadas
telefónicas, la reducción en el costo de la electricidad, y con la decisión de
que en 2015 ya no habrá más gasolinazos.
Tercer
objetivo. Ampliar la transparencia y mejorar los instrumentos de combate a la
corrupción.
Y
cuarto objetivo. Acelerar la construcción de infraestructura y de vivienda en
nuestro país.
Y
quinto objetivo, perdónenme, había señalado cinco.
El
quinto objetivo. Reforzar las acciones contra la pobreza y el desequilibrio
regional.
Advertí
que México debe ser uno solo y que todas las regiones del país deben crecer y
tener igualdad de oportunidades, y para este propósito varias medidas se han
anunciado y se anunciarán, precisamente, para asegurar que las regiones del
país que van a la zaga, que muestran condiciones de rezago social, puedan
incorporarse a un país próspero y de desarrollo.
En
este objetivo, estableceremos tres zonas económicas especiales para que
Chiapas, Guerrero y Oaxaca tengan iguales oportunidades de desarrollo que el
resto del país.
Otra
medida importante es el impulso a un amplio programa de apoyo a jóvenes
emprendedores, que les abrirá nuevos caminos para salir adelante.
Vamos,
además, a acelerar la construcción de viviendas dignas, con el propósito de que
más familias cuenten con un hogar propio. Y para este objetivo, en próximos
días, estaré presentando un programa de apoyo, precisamente, a la construcción
de vivienda.
Todas
estas acciones las llevaremos a cabo estando cerca de la sociedad, escuchando
sus preocupaciones y sus propuestas, y conciliando todo aquello que nos permita
apegarnos a este propósito de lograr condiciones de mayor bienestar para todas
las familias mexicanas.
En
todo momento cuidaremos la estabilidad macroeconómica y la disciplina en las
finanzas públicas.
Al
ser, 2015, un año de elecciones federales, el Gobierno de la República también
será respetuoso del marco jurídico electoral.
Y,
en este sentido, apoyaremos, en el ámbito de nuestras atribuciones, al
Instituto Nacional Electoral y a los organismos públicos locales electorales,
para que los comicios se desarrollen con plena normalidad democrática.
Estas
elecciones serán históricas para la igualdad entre mujeres y hombres. Por
primera vez, la mitad de las candidaturas a puestos legislativos serán para
mujeres.
Así,
con base en nuestra democracia, los mexicanos seguiremos construyendo la
grandeza de nuestra Nación.
Los
mexicanos seguiremos transformando al país dentro del marco de la ley y las
instituciones.
Señoras
y señores:
En
el objetivo de elevar la calidad de vida de las familias mexicanas, ustedes,
Embajadores y Cónsules, tienen también una gran responsabilidad que cumplir.
En
cada país, región o Continente donde se desempeñen con su experiencia,
capacidad y diplomacia, ustedes contribuyen al proyecto de Nación que estamos
impulsando.
Ustedes
son constructores de puentes de diálogo, de acercamiento, de entendimiento
entre México y el mundo.
En
este 2015, ustedes tienen la encomienda de fomentar una imagen veraz y objetiva
del país, que disipe dudas o distorsiones a nuestra realidad.
México,
como todas las naciones del mundo, enfrenta desafíos, propios de su
circunstancia y condición, pero los mexicanos no claudicaremos, trabajaremos
con fuerza para superarlos.
México
tiene rumbo claro y un Gobierno resuelto a trabajar con determinación, para que
ningún obstáculo lo aleje del camino y de la meta que nos hemos trazado.
Para
ello, es importante que nuestros Cónsules y Embajadores comuniquen, en todas
las latitudes del mundo, el mensaje de que México está haciendo frente a sus
problemas y rezagos, y que sigue transformándose para generar condiciones de
bienestar para las familias del país.
Además,
deberán redoblar sus esfuerzos para defender a los mexicanos en el exterior,
promover el gran potencial de México para invertir y generar empleos en nuestro
país, y contribuir a la conformación de un orden internacional más próspero y
más equitativo.
Tengo
la certeza de que nuestro Servicio Exterior demostrará al mundo que México no
se retrae ante la adversidad, que tanto en lo interno, como en lo externo, el
motor que nos mueve es el de construir mejores condiciones para todas las
familias mexicanas. Ese es el objetivo.
A
mí me da mucho gusto tener la oportunidad de encontrarme con ustedes, de haber
podido saludar personalmente a todas nuestras y nuestros Embajadores, y a
nuestras y a nuestros Cónsules en este inicio de año.
Por
eso, hago propicia la ocasión para desearles que 2015 sea un gran año, lo sea
en sus propósitos personales y familiares, pero lo sea en el trabajo de equipo
que todos hacemos para hacer de México una mejor Nación.
Que
así sea 2015.
Muchas
felicidades y que tengan todas y todos un gran año.
Muchísimas
gracias.
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