El
otro lado de 'Charlie Hebdo'
Revista Semana, 10 de enero de 2015
Con
la consigna ‘Yo no soy Charlie Hebdo’, partidos de oposición en Francia y
reconocidos columnistas han tomado una posición crítica ante los mensajes que
publicaba el semanario.
Foto: AP
Todos
los habitantes de Francia están convocados para movilizarse este domingo y
presentar su repudio a los actos terroristas que cobraron la vida de 12
personas que trabajaban en la publicación Charlie Hebdo el pasado miércoles.
Mandatarios de varios países europeos harán presencia en estas marchas.
Pero
la crítica no se ha reducido sólo a la oposición política francesa. Este sábado
la segunda nota más leída en la versión web del diario El País de España es la
columna titula “Yo no soy Charlie Hebdo” que está firmada por David Brooks y
originalmente fue publicada por el The New York Times. El argumento central del
columnista es que, la publicación no hubiera sido con buenos ojos tampoco en
Estados Unidos porque habría sido acusada de “incitación al odio”.
En
el mismo sentido, el caricaturista musulmán, Khalid Albaih, expresó en un texto
publicado por la BBC que la revista era “racista y vulgar”. Agregó además, que
“los caricaturistas tienen la responsabilidad de transmitir un mensaje y no
simplemente alimentar los estereotipos que circulan en los medios de prensa”.
Estas
posiciones han abierto una polémica, infortunadamente manchada con sangre: ¿la
libertad de expresión tiene algún límite? Varios analistas coinciden en que
este episodio debe abrir una profunda reflexión. El analista, Diego Arias,
tiene una posición crítica. Señala que, “la condena a este acto de barbarie
debe ser enaltecida pero no debe soslayarse el debate sobre la responsabilidad
en el ejercicio de la libertad de prensa,
para la cual, como todo lo demás en la vida, no todo le está permitido”.
En
la otra acera plumas de la talla de Mario Vargas Llosa explican que el derecho
de expresar alguna idea o posición política no puede ser reprimida de ninguna
manera. Debe ser rebatida, argumentada o simplemente demanda cuando se
considere insultante o lesiva.
Es
claro que la libertad de expresión tiene y debe tener límites, pero es más
necesario dimensionar que ante una posición distinta no se pueden tomar medidas
de hecho para silenciar una opinión satírica. Aunque los contenidos de Charlie
Hebdo muchas veces caían en la burla cínica no hay ninguna justificación para
tomar las acciones que fueron perpetradas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario