Revista
Proceso
# 2091, 27 de noviembre de 2016...
Remueven al general Saavedra/JUAN VELEDÍAZ
Dos años después de que asumiera el
mando de la comandancia de la IX Región en Acapulco, que comprende las zonas
militares en que se divide el estado de Guerrero –la 27 y la 35–, el general de
división Alejandro Saavedra Hernández deja el cargo en medio de la peor crisis
de violencia en la entidad en los años recientes.
En las últimas dos semanas hubo una
ola de secuestros en San Jerónimo el Grande, así como el hallazgo de fosas
clandestinas hace unos días en Zitlala, donde fueron exhumados 32 cuerpos y
nueve cabezas; entre el domingo 20 y el lunes 21 se registraron 30 muertes y el
jueves 24 hubo un enfrentamiento entre policías comunitarios de la Unión de
Pueblos Organizados del Estado de Guerrero y del Frente Unido para la Seguridad
y el Desarrollo del Estado de Guerrero, en Tierra Colorada.
Los padres de los 43 estudiantes de
la Normal Rural Isidro Burgos, de Ayotzinapa, señalan a Saavedra Hernández de
ser uno de militares clave para saber qué ocurrió la noche del 26 y madrugada
del 27 de septiembre de 2014 en Iguala.
Por esos días, el militar era
comandante de la 35 Zona Militar en Chilpancingo y tenía bajo su jurisdicción
al 27 Batallón de Infantería. En la línea de mando, era el superior jerárquico
del entonces coronel José Rodríguez Pérez, comandante de esa unidad, cuyos
integrantes fueron señalados por los estudiantes de haberlos amedrentado,
golpeado y fotografiado la noche del ataque.
Nombrado en octubre de 2015 como
coordinador de la nueva estrategia de seguridad en Guerrero, Saavedra poco hizo
para contener la violencia que se apoderó de caminos y municipios en las
regiones de Tierra Caliente, Montaña Baja y Centro de la entidad.
Las disputas sangrientas entre
grupos delincuenciales por las zonas de producción y trasiego de droga
–Guerreros Unidos, Los Rojos, Los Ardillos y La Familia Michoacana– tiene a los
soldados como “testigos pasivos”, a decir de activistas proderechos humanos.
El cargo que Saavedra deja vacante
será ocupado a partir del próximo 1 de diciembre por el general de división
Germán Javier Jiménez Mendoza, quien se traslada de la comandancia de la VII
Región Militar, con sede en Tuxtla Gutiérrez, y cuya jurisdicción comprende las
zonas militares de Chiapas y Tabasco.
Enroques
El 1 de diciembre, cuando inicie el
quinto año de su gestión como titular de la Secretaría de la Defensa Nacional
(Sedena), el general Salvador Cienfuegos Zepeda habrá hecho cambios de mando en
ocho regiones militares, en la comandancia del Primer Cuerpo del Ejército y en
diversas áreas del Estado Mayor de la Defensa, de acuerdo con un documento del
miércoles 23 consultado por Proceso.
Los relevos incluyen dos enroques.
En la I Región Militar, con sede en Palacio Nacional y que comprende la capital
del país, el Estado de México, Morelos e Hidalgo, fue nombrado el general de
división Uribe Toledo Sibaja, quien viene de Torreón, donde estuvo al frente de
la XI Región, que abarca también Chihuahua.
Sustituye al divisionario Gerardo
Rubén Serrano Herrera, quien ocupará la comandancia en la capital de Coahuila.
En la III Región Militar, que
abarca los estados de Sinaloa y Durango –sede de las operaciones contra el
narco donde el Ejército registró cinco bajas en una aparatosa emboscada el
pasado 30 de septiembre en Culiacán– fue designado el general Juan Ernesto
Antonio Bernal Reyes, quien estuvo en Oaxaca al frente de la VIII Región
castrense, comandancia que será ocupada por el divisionario Alfonso Duarte
Mújica, quien abandona territorio sinaloense.
De los seis militares recién
ascendidos al grado de general de división el domingo 20, cuatro asumen nuevas
encomiendas.
Raúl David Guillén Altúzar deja la
comandancia de la 37 Zona Militar en Santa Lucía, Estado de México, y asume la
titularidad del estratégico Primer Cuerpo del Ejército, con sede en el Campo
Militar número uno.
Su colega José Ricardo Bárcena
Rosiles, abandona la comandancia de la Segunda Zona Militar en Tijuana, a donde
llegó en enero pasado en medio de la peor ola de violencia que sacude a la
ciudad, para ocupar la dirección de Industria Militar.
El general Luis Alberto Brito
Vázquez deja la dirección general de personal de la Sedena para ocupar el mando
de la VII Región Militar en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Y Javier Cruz Rivas sale de la
comandancia de la 15 Zona, en Zapopan, Jalisco, para asumir el mando de la IV
Región Militar en Monterrey, con jurisdicción en Nuevo León, Tamaulipas y San
Luis Potosí.
Después del de Guerrero, quizá el
cambio más significativo sea el de la XII Región Militar con sede en Irapuato y
con responsabilidad en los estados de Guanajuato, Querétaro y Michoacán. El
general Pedro Felipe Gurrola Ramírez dejará el cargo para asumir la dirección
general de personal de la Sedena. Su lugar lo ocupará el divisionario Miguel
Ángel Patiño Canchola, quien se despide de la titularidad de la IV Región
Militar para regresar a una zona del país que ya conoce.
Patiño Canchola estuvo al frente de
la 43 Zona Militar en Apatzingán, en los meses en que surgieron los grupos de
autodefensa encabezados por el doctor José Manuel Mireles, con quien tuvo una
abierta disputa. Fue quien se encargó de diseñar el plan de seguridad que
tiempo después puso en marcha Alfredo Castillo Cervantes cuando fue comisionado
de seguridad en Michoacán.
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