23 oct 2017

El ex-Fiscal Peña Nieto en columnas, hoy

Se une la oposición y defiende al ex- fiscal  Santiago Nieto...
Las bancadas del PAN, PRD y Morena en el Senado anunciaron que van juntos para garantizar votos suficientes que les permitan objetar la destitución de Santiago Nieto como titular de la FEPADE.
El coordinador panista, Fernando Herrera, confió en que todos los legisladores estén presentes desde mañana y hasta que concluya el proceso con la votación, que deberá desarrollarse en un máximo de 10 días hábiles.
"Estamos convocando a todos los senadores, los que estén de viaje los vamos a traer, el que esté enfermo lo vamos a curar", anunció.
El líder de la bancada PT-Morena, Manuel Bartlett, advirtió que los legisladores de Oposición deben actuar de manera responsable.
"Es un hecho muy grave y pensamos que habrá responsabilidad de todos y cada uno para que no vayan al baño (en el momento de la votación). Es una responsabilidad muy grave porque está en juego la elección presidencial", expresó.

En tanto, m el coordinador del PRD, Luis Sánchez, y la lideresa nacional de ese partido, Alejandra Barrales, también se comprometieron a garantizar la presencia y los votos de los integrantes de su bancada.
"En la fracción, en este momento, no hay ninguna senadora o senador de viaje. De aquí al martes todos vamos a estar aquí", aseveró.
"No tengo duda que ahí vamos a estar, pero también vamos a trabajar, vamos a coordinar esfuerzos para que compañeros de otros partidos, senadores de otros partidos, acompañen también esta votación", agregó Barrales.
El senador Alejandro Encinas convocó a los senadores "independientes" para que actúen en congruencia y se presenten, sin pretextos, a la sesión en la que se pretende objetar el despido de Nieto.
"No se valen las ausencias, el abandonar el salón de sesiones, el decir 'perdí el vuelo' o incluso el matar a la abuelita, todos debemos de estar presentes", sentenció.
De acuerdo con la correlación de fuerzas políticas, en caso de que todos los legisladores asistieran a la sesión y ejercieran su voto en congruencia con sus líderes parlamentarios, la Oposición tendría a la mano 65 votos, frente a 63 del PRI y sus aliados.
Se trata de 37 senadores del PAN -incliuyendo los cinco 'rebeldes'--, 16 del PT-Morena, 8 del PRD y 4 que se han declarado independientes y que confirmaron ya, públicamente, su decisión de objetar la destitución. 
Pide Nieto analizar legalidad de remoción
En una carta, entregada a las 13:30 horas de este lunes, el ex funcionario sostiene que el subprocurador en funciones de titular de la PGR, Alberto Elías Beltrán, no está constitucionalmente facultado para determinar su remoción.
"Es necesario considerar que quien firmó el documento con el que se pretende removerme de la función de fiscal es el encargado de despacho de la Procuraduría General de la República", dijo.
"En tales condiciones debe analizarse si un funcionario que ocupa provisionalmente esa posición tiene atribuciones suficientes para remover a un funcionario cuya designación recayó en este Senado de la República en términos del principio constitucional de división de poderes".
Nieto considera que entre los "diversos problemas jurídicos" de su salida destaca que jamás se le otorgó el derecho de audiencia.
"Destaca la ausencia de un procedimiento en el que se me haya informado las razones por las que se me pretendía destituir, se me haya dado la oportunidad de defenderme y presentar pruebas", argumentó.
"El acto en cuestión tampoco está debidamente motivado, en el sentido de que en él expresen las razones por las que se estableció que mi conducta pudo infringir algún ordenamiento".
Incluso advirtió que las fundamentaciones realizadas por el encargado de despacho de la PGR "no son aplicables a los hechos que vagamente se pretenden imputar".
En la carta, Nieto solicita al presidente del Senado iniciar los trámites necesarios para conocer de su remoción y expresar en votación abierta si es de objetarse.
Javier Coello, apoderado legal de Emilio Lozoya Austin asegura que Santiago Nieto violó los “derechos humanos” del principal implicado en la investigación sobre presunta triangulación ilegal de fondos de la empresa Odebrechet a la campaña de 2012.
El abogado calificó de “declaraciones falsas e información reservada” las revelaciones de Santiago Nieto en la nota periodística del pasado miércoles 18 en el periódico Reforma, así como en entrevistas radiofónicas.
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Columnas Políticas a 23 de octubre de 2017
Bajor Reserva/ El Universal..
¿Quién se beneficia con el cese del fiscal?
Tras la abrupta remoción de Santiago Nieto, como titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE), quedaron en pausa decenas de investigaciones, no solo contra los ex gobernadores del PRI, sino también la de los posibles nexos del escándalo de corrupción Odebrecht con temas electorales. De igual forma las relacionadas con el mal uso de los programas sociales para los damnificados de los sismos. Nos cuentan que el ex fiscal tiene abiertos siete procesos por probable mal uso de los programas sociales para los damnificados en el Estado de México, Morelos, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Guanajuato y la delegación Coyoacán en la Ciudad de México. Las indagatorias, nos dicen, se encuentran en etapa de integración, pues Nieto Castillo pidió a servicios periciales de la Procuraduría General de la República revisar los videos aportados por los ciudadanos, denunciantes, defensores de los derechos humanos, con el fin de identificar a quienes cometieron los presuntos ilícitos, pero también a los funcionarios que pudieran estar detrás de ellos. Y finalmente, la salida de Nieto deja en suspenso otra investigación, por lo que tardará tiempo en conocer quiénes lucraron con la tragedia después de los terremotos de septiembre pasado. Así que, por lo pronto, los que están de fiesta, pues podrían salir beneficiados, son los delincuentes electorales.
Encargado de la PGR, al banquillo
Y a propósito del caso del fiscal removido, quien tendrá unos días difíciles es el subprocurador en funciones de procurador general de la República, Alberto Elías Beltrán. Nos dicen que varios grupos parlamentarios en el Senado han acordado que no permitirán que don Alberto pueda eludir un encuentro con ellos para dar una explicación del cese del fiscal electoral, Santiago Nieto. Nos aseguran que los grupos de oposición quieren una explicación puntual sobre las razones y argumentos de la destitución. Nos cuentan que el coordinador del PRD, Luis Sánchez, dejó en claro que ya sea como parte del procedimiento para objetar dicha decisión, que determinarán este lunes, o en una comparecencia, el funcionario deberá explicar con lujo de detalle si el cese se dio conforme a derecho, o hubo razones políticas para removerlo, sobre todo les inquieta que algo haya tenido que ver la investigación que Nieto llevaba en torno al caso de corrupción Odebrecht-Pemex.
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Trascendió/ Milenio
Que después de la destitución de Santiago Nieto al frente de la Fepade de la PGR, dos de los siete comisionados del INAI publicaron en sus respectivas cuentas de Twitter su opinión al respecto: Joel Salas consideró que ante el proceso electoral más complejo en la historia del país, es imperativa la garantía de autonomía, independencia y solidez en las instituciones electorales, mientras que Patricia Kurczyn fue más concreta, pues dijo que es necesario un informe sobre la remoción de Nieto con transparencia y rendición de cuentas.
Que, por cierto, los llamados senadores rebeldes del PAN se reunieron ayer para definir una estrategia respecto a los temas que desahogará la Cámara alta esta semana, en particular la destitución del ex titular de la Fepade Santiago Nieto. Aunque Ernesto Cordero dice que hay que resolver pronto ese tema, a más tardar el jueves, los abogados del grupo consideran que se deberá evaluar si efectivamente violó la secrecía de la investigación de Odebrecht al hablar y dar detalles de la misma a la prensa.
Que el PRD reprobó la destitución de Nieto como titular de la Fepade, toda vez que señalan que no se trata de un acto autoritario, sino que pone de manifiesto que el gobierno federal solo simula querer abatir todo tipo de corrupción que se comete en el país. “Esto se da con el argumento de que el fiscal transgredió lo dispuesto por el código de conducta de la PGR, pero se lee clara la intención de proteger intereses”, señaló Octavio Martínez Vargas, secretario Electoral del Comité Nacional de PRD.
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La orden vino de Los Pinos/ Carlos Loret de Mola
El Universal...
Es imposible que en Los Pinos no hayan calculado el costo político y el impacto mediático de correr a Santiago Nieto. Aun así lo hicieron. Señal de que les vale. Que van por todas
Fuentes federales me aseguran que la orden vino de Los Pinos. Que la instrucción de correr al fiscal para delitos electorales, Santiago Nieto Castillo, no fue una ocurrencia del procurador en funciones Alberto Elías Beltrán.
A Santiago Nieto lo tenían en la mira y él les dio una excusa. En la cúpula del gobierno federal no lo querían desde que apestó el nombramiento del verde ecologista Arturo Escobar como subsecretario de Gobernación. Todo fue empeorando: tras varias declaraciones públicas y filtraciones que realizó como titular de Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE), le achacaban exceso de protagonismo, falta de sigilo en el manejo de las investigaciones y hasta una sutil seducción por complacer la agenda de la oposición y concretamente de Morena.
Pero luego llegó Raúl Cervantes a la PGR y la relación mejoró. Santiago Nieto no era un fiscal cómodo, pero la llevó bien con él, al grado que acudió a su comida de despedida (la foto conmemorativa se hizo pública en la redes sociales del hoy ex titular de PGR) y Cervantes dedicó a su labor un elogioso párrafo en su sorpresivo discurso de despedida ante senadores.
Quizá por eso tan pronto se fue Cervantes cayó Santiago Nieto. Lo acusan de haber compartido información con los periódicos El Economista y Reforma, que compromete la investigación sobre el caso Odebrecht pues abre la puerta para que los abogados del ex director de Pemex, Emilio Lozoya, le tramiten un amparo por considerar que se vulneró su presunción de inocencia.
Esa es la versión oficial. Las formas marcan otra cosa.
Es claro que Santiago Nieto Castillo no era cómodo para el gobierno. Por el caso Odebrecht y por cómo estaba llevando los expedientes contra el PRI: la elección en Coahuila y el caso del ex gobernador de Chihuahua César Duarte.
Pienso que es imposible que en Los Pinos no hayan calculado el costo político y el impacto mediático de correr a Santiago Nieto. Aun así lo hicieron. Señal de que les vale. Que van por todas. Y la FEPADE es una posición estratégica que no podían dejar en manos de alguien a quien no le tenían confianza. Es verdad que Nieto Castillo se las puso en bandeja, pero no dudaron en tomarla.
Claro, se vino el escándalo: las organizaciones de la sociedad civil, las universidades, la prensa incluso internacional. La oposición en el Senado anunció que buscará revertir el cese de Santiago Nieto.
Pero necesita dos terceras partes de los votos. Sin el PRI no los tienen. Y aunque de bote pronto el líder priísta Enrique Ochoa habló maravillas del ex titular de FEPADE al enterarse de su despido, es previsible que los legisladores de este partido acaten la línea.
SACIAMORBOS. Este miércoles se presenta el informe conjunto —elaborado por el Inacipe, Jurídicas de la UNAM y el CIDE— sobre el estado de la procuración de justicia en el país. Se prevé una reprobación atroz. Están convocados el gabinete de seguridad federal, la Suprema Corte y procuradores estatales. Lo de Fepade va a ser tema.
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Peña Nieto se disparó en el pie/ Raymundo Riva Palacio
El Financiero...
La Presidencia de Enrique Peña Nieto volvió a ser objeto de cuestionamiento por corrupción Santiago Nieto debió haber sido destituido no el viernes pasado, sino cuando menos hace 17 meses por violar la secrecía de una investigación en curso y afectar el debido proceso. De ligereza al hablar con la prensa, Nieto solía procurarla de información reservada, delicada y confidencial, con lo cual obstruía o saboteaba acciones judiciales. En esa misma línea estuvo cuando la semana pasada le informó a Reforma detalles de la investigación contra el ex director de Pemex, Emilio Lozoya, por el presunto delito de haber inyectado dinero de la empresa brasileña Odebrecht en la campaña presidencial de 2012. La diferencia es que ahora sí hubo consecuencias para el fiscal especializado para Delitos Electorales: lo cesaron.
La destitución de Nieto provocó que los principales diarios de la Ciudad de México coincidieran en esa acción como su información más relevante del sábado, una homologación circunstancial pocas veces vista. Fue el contexto en el cual lo despidieron lo que levantó la polémica. El procurador general interino, Alberto Elías Beltrán, dijo que actuó en el marco de la ley, mientras los abogados de la PGR y de Nieto chocaron en las interpretaciones legales. El problema está empapado, por las formas y los antecedentes, de política. Cierto. La ley se politizó, pero pocas veces tan justificadamente como esta, donde fue tolerante con Nieto desde que asumió el cargo en febrero de 2015, y se volvió intolerante cuando, en vísperas de arrancar el proceso electoral de 2018, la Presidencia de Enrique Peña Nieto volvió a ser objeto de cuestionamiento por corrupción.
A mediados de agosto, revelaciones sobre la corrupción de Odebrecht en México fuerron publicadas por O Globo. Testimonios de ejecutivos de la empresa ante la Fiscalía brasileña señalaban a Lozoya como un activo estratégico, y lo procuraron con dinero por los beneficios que les podía dar cuando fuera un alto funcionario del nuevo gobierno. Según la Fiscalía brasileña, los ejecutivos aseguraron que le transfirieron alrededor más de 10 millones de dólares para que les ayudara con licitaciones, una imputación que ha negado sistemáticamente Lozoya. No ha habido un señalamiento directo que el dinero fuera a parar a la campaña presidencial de Peña Nieto, especie que ha tomado carnet de identidad por el hecho que varios pagos, según los ejecutivos brasileños, se hicieron en 2012.
En la entrevista con Reforma, Nieto afirmó: “El caso Odebrecht es un caso paradigmático porque atacó a los sistemas electorales de varios países del continente. Entonces, es importante que se pueda mandar un mensaje de que este tipo de conductas bajo ninguna circunstancia van a ser toleradas o van a ser permitidas”. El fraseo mostró la validez que le dio a la denuncia que presentó el PRD en la Fepade a mediados de agosto para que investigara a Lozoya y la posible canalización de recursos de Odebrecht a la campaña presidencial de Peña Nieto. Ejecutivos de Odebrecht que buscaron negociar un acuerdo de cooperación con el gobierno mexicano a cambio de reducción de acusaciones, dijeron a altos funcionarios de la PGR a principio de año como muestra de lo que podían aportar, que habían canalizado recursos a campañas en Veracruz y Tamaulipas, sin precisar los años ni los destinatarios. No mencionaron nunca la campaña presidencial de 2012, que ha sido el elefante que todos quieren encontrar en la sala.
La verdad se ha convertido una víctima de la percepción, pero la percepción ha sido un monstruo creado por la opacidad del gobierno. México es el país que menos ha avanzado en la investigación sobre los presuntos delitos de corrupción de Odebrecht y el que menos transparente ha sido. No quisieron pactar un acuerdo con Odebrecht para que suministrara información lo que no se alcanza a entender, pero que lleva a preguntar si la razón por la cual la PGR rechazó esa cooperación fue para frenar la investigación y para alargar el encubrimiento a funcionarios o ex funcionarios federales. Los prejuicios sobre este caso son inevitables por el andamiaje de protección a todos los involucrados que han levantado las autoridades.
La destitución de Nieto es parte de esta cadena que apesta. La acción de Elías Beltrán fue la primera de envergadura realizada, a los cinco días de haberse encargado de despacho. Es muy difícil pensar que actuó con autonomía. Un encargado de despacho no toma nunca decisiones tan delicadas, sino administra la oficina mientras se designa al titular. Se puede alegar, por la forma como funcina la PGR, que fue el ejecutor de una orden presidencial, donde Peña Nieto es el único que pudo haber autorizado esa acción por las consecuencias políticas que arrojaría.
En 2015 hubo un caso similar, pero Nieto no fue cesado por violar el debido proceso del entonces subsecretario de Gobernación, Arturo Escobar, cuando declaró públicamente que había tres averiguaciones previas en su contra por presuntos delitos electorales. En aquél tiempo, Escobar anunció que lo denunciaría por violar sus derechos humanos, lo que no sucedió, y el visitador general de la PGR, César Alejandro Chávez, le abrió una investigación por la misma razón, cuyo resultado nunca se conoció. Este es procedimiento que se le debió haber seguido en el caso de Lozoya, pero se violó (PGR) una ley (la PGR) para sancionar la violación (Nieto) de otra ley. En el caso de Escobar, todo quedó en familia. Con la destitución de Nieto, el presidente se disparó en el pie.
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EL ASALTO A LA RAZÓN /Carlos  Marín
Milenio
Se cortó a sí mismo la cabeza
Aun si Santiago Nieto presentara una carta pericialmente autentificada de Emilio Lozoya pidiéndole exonerarlo, el cesado titular de la Fepade traicionó su cargo y la dichosa “buena fe” del MP.
Lozoya, efectivamente, le escribió el 16 de agosto, según carta difundida, para saber si es imputado, pidiéndole se le cite a declarar y un acuerdo formal sobre lo localizable que es y asegurando que está a disposición de la autoridad.
En el preámbulo documenta su identidad con acta certificada de nacimiento (y obvio: ahí figuran sus padres), sus estudios en el ITAM y la UNAM, su condición de casado y su carrera pública en los bancos de México e Interamericano de Desarrollo, el Foro Económico Mundial, en el equipo de transición de gobierno de Peña Nieto y director general de Pemex.
Según Reforma, Nieto afirmó que Lozoya le pidió en esa carta proclamarlo inocente.
“Nunca entendí”, se burla, por qué puso quiénes eran sus padres y “en dónde estudió”, y que la carta “refleja en gran medida la impunidad” porque, según su interpretación, Lozoya le dijo: soy una figura pública y la autoridad se tiene que disculpar…
cmarin@milenio.com
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ITINERARIO POLÍTICO/ Ricardo Alemán
Milenio
Santiago Nieto: ¡las mentiras…!
“El camino al poder se pavimenta con hipocresía y con víctimas”.
La frase es recurrente en el personaje de House of Cards —Castillo de naipes— que retrata puntual la política en general, pero que, en el caso mexicano, es una cruda estampa de cuerpo completo.
Y es que en la pelea por el poder presidencial mexicano no solo los partidos han pavimentado con hipocresía, engaño y noticias falsas su camino a Los Pinos, sino que la llamada “sociedad organizada”, ONG y hasta ciudadanos de a pie —a través de redes— son expertos del engaño y la mentira.
Así, un buen día, los mentirosos líderes del PAN, PRD y MC inventaron la patraña engañabobos del “fiscal carnal” y, cual aves de rapiña, digitales, redes, la “sociedad organizada” y no pocas ONG tragaron sapos y serpientes del engaño y lo moldearon a su convenenciera ambición de poder.
Es decir, PAN, PRD, MC y la “sociedad organizada” le disputan a Trump el título del mayor mentiroso, hipócrita y propalador de noticias falsas; “noticias” que repiten millones de veces hasta convertirlas en “la verdad” que consumen incautos ciudadanos.
La “sociedad organizada” y los partidos, que por décadas cuestionaron las mentiras y la hipocresía del PRI, hoy son santones de la mentira, el engaño y la hipocresía.
Y la nueva mentira y el nuevo engaño se llama Santiago Nieto, el despedido fiscal electoral que cometió muchos delitos y a quien defienden con mentiras PAN, PRD, Morena, MC y los membretes de la “sociedad organizada”.
1. Para empezar, nadie reconoce que en su momento Santiago Nieto llegó a la titularidad de la Fepade mediante engaños y mentiras que solapó el PRD. ¿Por qué mentiras? Porque el PRD y Nieto ocultaron que antes de jefaturar la Fepade era asesor jurídico del PRD. Es decir, el mentiroso Nieto era juez y parte.
De manera ilegal Nieto servía a los intereses de un grupo político, como quedó demostrado cuando consignó a Arturo Escobar —por venganza política—, pero un juez tiró la consignación.
2. Con el tiempo, la parcialidad interesada de Nieto se puso al servicio del Frente Ciudadano —PAN, PRD y MC—, que encontraron “un rico filón de oro político” cuando en Brasil apareció el escándalo Odebrecht, que sin prueba salpicó el ex director de Pemex Emilio Lozoya.
Entonces Nieto empezó a dinamitar a Lozoya, al que involucró —sin evidencias—, con el supuesto financiamiento ilegal de la campaña presidencial de Peña Nieto. El escándalo serviría para que el “Frente Ciudadano” tuviera combustible para el desprestigio del PRI rumbo a 2018.
3. Por eso —y con estricto rigor legal—, Emilio Lozoya envió una carta al titular de la Fepade en la que pide le informen si existe imputación en su contra por el caso Odebrecht; pide declarar sobre el caso y aportar elementos de prueba y, al final, pide que se incluya en la carpeta de investigación que está localizable y que no pretende darse a la fuga. Todo lo expuesto en la carta es estrictamente legal.
4. Sin embargo, de manera ilegal, Nieto dio a conocer la existencia de la carta y reveló parte del contenido. Pero lo grave es que Nieto no solo violentó el debido proceso, sino que en entrevista formuló juicios mediáticos como si Lozoya fuera culpable de un delito que apenas se investiga.
Dijo Nieto a Reforma:Lozoya “me envió una carta diciendo que quiere que haga un pronunciamiento público sobre su inocencia… creo que ésta carta refleja, en gran medida la impunidad, es decir, el planteamiento de que soy una figura pública. La autoridad se tiene que disculpar”.
5. El artículo 225 del Código Penal federal dice: “Son delitos contra la administración de justicia, cometidos por servidores los siguientes… XXVIII. Dar a conocer a quien no tenga derecho, documentos, constancias o información que obren en una averiguación previa o en un proceso penal y que por disposición de la ley o resolución de autoridad judicial sean confidenciales”.
Es decir, Nieto, fiscal de la Fepade, violentó el artículo 225, que protege la secrecía y garantiza la procuración de justicia. Y es que en una averiguación o proceso, solo tienen derecho a conocer los documentos del caso el probable responsable y el ofendido.
6. Por eso es ridículo que PAN, PRD, MC, Morena y la dizque sociedad civil defienden a quien violenta el derecho, en lugar de revisar conforme a derecho la actuación de Nieto. Además defienden a un servidor que engaño al Congreso.
¿No será que con la caída de Santiago Nieto el Frente Ciudadano pierde un alfil electoral? ¿Bloquean una verdadera investigación sobre Odebrecht? ¿A qué intereses sirve Nieto? Así o más claro.
Al tiempo.
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Razones/JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ
Excelsior
El fiscal al que le gustaban los medios
La remoción del fiscal para delitos electorales, Santiago Nieto es un capítulo más de esa historia que en Brasil algunos han llamado el gobierno de los jueces y en la cual todo indica que estamos a punto de sumirnos de lleno.
Santiago Nieto no es un fiscal que se haya distinguido por una labor muy destacada. Es difícil recordar alguna decisión de real trascendencia en su gestión, pero, tampoco, ha sido malo en su labor. Pero, sin duda, será recordado por esa compulsión de convertir su desempeño judicial en un espacio abierto para los medios. Al ahora exfiscal Nieto le gustan los medios y le gusta difundir su labor en ellos.
En esta ocasión su cese se dio por divulgar al periódico al que suele confiarle sus averiguaciones previas, detalles del caso de Emilio Lozoya en relación con la investigación de Odebrecht. Una carta enviada en agosto, donde el exdirector de Pemex pedía a través de sus abogados que se le informara sobre su situación legal, la convirtió Nieto en amenazas y presiones en su contra. No es inédito. Hace unos años, se metió de lleno en otro caso polémico, la designación de Arturo Escobar como subsecretario en Gobernación, iniciando una acción penal contra el dirigente del Verde que llevó a su renuncia, pero que obligó al fiscal a desistirse, por lo infundada de esa acusación e incluso a disculparse ante el juez que tomó el caso. En ese momento Nieto podría haber sido, sin mayor trámite, separado de su cargo, pero no pasó nada.
En esta ocasión, con su declaración a los medios, Nieto ha logrado un nuevo momento de protagonismo, pero también ha violado las normas y paradójicamente le puede haber dado una enorme ayuda al propio Lozoya por haber violado su derecho a un debido proceso. No se trató de una simple filtración, fue una declaración del propio fiscal. Por bastante menos que eso, muchos de los mismos que ahora exigen que el fiscal sea reinstalado en su cargo, reclamaron la libertad, y la obtuvieron, de la secuestradora Florence Cassez. Desperdicié tres horas este fin de semana viendo el documental de Kate del Castillo sobre
El Chapo y Sean Penn. Un desastre total (¿qué le pasa a Epigmenio Ibarra?
Antes se podía estar o no de acuerdo con la línea de sus trabajos, pero eran, en su mayoría, impecables, ahora terminan entre el panfleto y el humorismo involuntario, hasta la vida sexual de Kate del Castillo es presentada como una conspiración de Estado), pero más allá de eso, durante más de media hora Epigmenio y sus cercanos colaboradores morenistas pontifican en el documental sobre la supuesta violación a los derechos humanos de la actriz porque se difundieron sus correos electrónicos con El Chapo. A todos les pareció terrible y una demostración de cómo se linchó a la pobre Kate que sólo quiso hacer negocio, dice ella, con Sean Penn y El Chapo. Pero ahora que estamos no ante una filtración, sino ante una declaración de prensa del propio fiscal que daña una de las principales investigaciones judiciales que tenemos en curso y donde se ha pedido a todo el aparato judicial extrema secrecía, resulta que se trata de una violación de los derechos, pero no del investigado, en este caso Lozoya, sino del fiscal Nieto.
No se trata de defender a Lozoya y apoyar a Nieto. En este mismo espacio hemos insistido en la necesidad de llegar hasta el fondo en el caso Odebrecht y en otros despropósitos que se cometieron en Pemex como la compra de plantas de fertilizantes inservibles. Pero cuando los jueces y fiscales se quieren convertir en protagonistas, cuando tienen una participación política y mediática que va más allá de las necesarias para su función, los resultados son fatales. No necesitamos otro Pablo Chapa Bezanilla, aquel fiscal de los casos Colosio y Ruiz Massieu que tanto daño hizo al sistema de justicia (y a la vida política del país) politizando sus investigaciones a un grado tan extremo que primero tenía a un culpable y luego veía cómo construir una investigación para inculparlo.
No digo que Nieto haya llegado a esos extremos, pero ante una elección como la que viene el año próximo lo último que necesitamos es un fiscal electoral con ambiciones políticas y protagónicas. No vamos a tener, porque no podemos tenerlos, fiscales puros, que no tengan opiniones e incluso carreras ligadas a la política (Nieto, por ejemplo, es un hombre cercanísimo a Jaime
Cárdenas, una pieza central del equipo de López Obrador, lo cual no lo
descalificó para ser fiscal), pero lo que no puede ser es que los fiscales litiguen en los medios y violenten los procesos haciéndolo, rompiendo el secreto de las indagatorias.
Quizá, la decisión del procurador
Alberto Elías Beltrán haya sido políticamente imprudente, pero legalmente fue impecable. No es descabellado pensar que en el Senado las distintas fuerzas opositoras logren reinstalar en su cargo al exfiscal Nieto e incluso, como han dejado trascender este fin de semana, que bloqueen la aprobación del Paquete Económico con esa coartada. Pero a nadie le conviene partidizar y mediatizar la justicia. Es un error que puede tener costos altísimos, políticos e institucionales.
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Amenazas de la agonizante/Jesús Silva-Herzog Márquez
Reforma 23 Oct. 2017
La Procuraduría se ha convertido en un bulto de la administración federal. A poco más de un año del relevo en la Presidencia, el gobierno deja esta institución crucial para la vigencia de la ley en el abandono. Han renunciado a su cargo tres procuradores y no hay ningún interés en llenar la vacante. Se nos anuncia que habremos de esperar hasta que llegue un peor momento. Tomarse el tiempo para que los electores decidan y conozcamos el nombre del nuevo Presidente equivale a someter el nombramiento a una nueva conformación política. Si la autonomía se tomara en serio, la incertidumbre sería el mejor estímulo para llenar la silla vacía. Estamos hoy bajo un propicio velo de ignorancia. Los partidos no saben si ganarán o perderán. No saben si tendrán la Presidencia o estarán en minoría. No saben si su peor enemigo ocupará la Presidencia o si será uno de los suyos. Esa oscuridad debería ser considerada precisamente como la condición más propicia para convocar al funcionario competente y confiable que dé seguridad a todas las fuerzas políticas. Necesitamos un fiscal que imprima a la primera fiscalía la dignidad de la distancia. Esperar a la elección es apostar a sellarla, otra vez, con la política del día.
La Procuraduría es una institución en ruinas. No tiene titular y el que ocupa sus funciones lo hace de manera precaria, sin el respaldo político indispensable para cumplir su función. Oficinas fundamentales como la Fiscalía Anticorrupción están vacantes y no se advierte intención de ocuparlas. Arrastra un estatuto constitucional obsoleto, mientras el Congreso ignora las propuestas de reforma que se han planteado desde distintos órganos de la sociedad civil. Una institución clave de la vida de la República está a la deriva. Lo han reconocido, con esas u otras palabras, sus titulares. Han dirigido una institución que no puede avanzar pero tampoco puede apearse para emprender su reforma. Pocas instituciones con tantos desafíos, ninguna con tan poca capacidad para afrontarlos. De la Procuraduría depende la persecución de los delincuentes, la recuperación del orden, la vigencia de la ley. Nada menos. Al cumplir ya más de una década nuestra barbarie, la existencia de una fiscalía competente, con poderes sólidos y autonomía firme es urgente. En la medida en que subsistan las bases institucionales de su subordinación y precariedad; en la medida en que se prolongue su fragilidad política, seguiremos librando una batalla perdida contra la impunidad.
La agonizante ha encontrado fuerza, sin embargo, para hacer valer sus códigos de conducta y remover al fiscal electoral. La decisión es en extremo grave porque carece de una motivación sólida, porque aniquila la autonomía de un órgano indispensable de legalidad en el proceso electoral y porque constituye una amenaza al resto de los agentes de la imparcialidad.
Remover a un fiscal es un acto de extrema gravedad. Lo es más, cuando se trata de un fiscal electoral. Lo digo por la hechura jurídica del cargo. El funcionario necesita contar con el respaldo del Senado de la República. ¿Por qué se exige la ratificación senatorial de este funcionario? Porque debe inspirar confianza en las fuerzas políticas representadas en esa asamblea y porque su tarea necesita autonomía. El fiscal que persigue delincuentes electorales no puede estar sometido a las lealtades de partido o a las jerarquías ordinarias de la administración pública. Lo ha descrito con claridad José Roldán Xopa en una útil reflexión constitucional (http://alturl.com/44tca). Remover a un fiscal electoral es atropellar a la mayoría calificada del Senado de la República. Si el procurador tiene, efectivamente, facultad para remover al titular de la Fepade, no debemos entender que tiene un permiso para el capricho o para la arbitrariedad.
Debe entenderse que el fiscal no es un subordinado del procurador. No puede serlo. Tratarlo como tal es volver a dar muestras de que no se entiende el sentido de la autonomía de las instituciones de procuración de la justicia. El funcionario removido investigaba casos especialmente graves de corrupción en el ámbito electoral. Su destitución ha activado alarmas y ha producido un extraño acuerdo de todas las fuerzas políticas exceptuando las oficialistas: la destitución pone en riesgo el proceso electoral del 2018. Toca al Senado de la República enderezar las cosas.
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 Denunciar en Fepade
JAQUE MATE / Sergio Sarmiento
Reforma 23 Oct. 2017
"Ve y denúncialo en la Fepade". Lema de propaganda
 PLAYA DEL CARMEN, QR.- La propaganda oficial ha pedido a los ciudadanos durante años que denunciemos en la Fepade los actos que buscan violar nuestra libertad de voto. ¿Qué pasa cuando el acto abusivo es la destitución del titular de la Fepade?
El despido del fiscal electoral, Santiago Nieto Castillo, es un ejemplo más de cómo el gobierno de Enrique Peña Nieto se mete en problemas innecesarios. La medida tiene todas las huellas de haber sido ordenada directamente por el mandatario. Es difícil pensar que "el subprocurador jurídico y de asuntos internacionales en suplencia del procurador general de la República", título formal de Alberto Elías Beltrán, haya decidido por sí solo una medida tan políticamente explosiva y jurídicamente cuestionable a unos días de asumir el cargo.
La PGR afirma que Nieto fue destituido porque "transgredió lo dispuesto en el Código de Conducta de la Procuraduría General de la República", pero no especifica qué falta cometió. El despido se dio después de que el periódico Reforma publicó que Emilio Lozoya, ex director general de Pemex, le mandó una carta "diciendo que quiere que yo haga un pronunciamiento público sobre su inocencia y me envía un currículum diciendo quién es su papá, quién es su mamá, en dónde estudió".
Lozoya está siendo investigado por un supuesto desvío al PRI de dinero de sobornos pagados por Odebrecht. El único indicio de los sobornos son declaraciones de ejecutivos de la firma brasileña, pero son testigos beneficiados por involucrar a terceros. La idea de que el dinero fue desviado a la campaña del PRI es, hasta ahora, simple especulación. El caso no parecía tener mucho sustento, pero hoy lo fortalece la destitución del fiscal electoral.
El fiscal Nieto no parece haber revelado ningún detalle de la averiguación. Sí dijo que Lozoya le había enviado una carta pidiéndole que hiciera un pronunciamiento público sobre su inocencia, pero el propio abogado de Lozoya había declarado que se estaba enviando esa carta.
Nieto ha sido siempre cercano a los partidos de izquierda. Fue asesor del grupo parlamentario del PRD en el Senado, hecho que ocultó cuando contendió por la titularidad de la Fepade. Fue alumno de Jaime Cárdenas, ex consejero electoral que apoyó a Andrés Manuel López Obrador en el PRD y que hoy es miembro de Morena. Sirvió como jefe de asesores de María de la Luz Mijangos, esposa de Jaime Cárdenas, en la Contaduría Mayor de Hacienda de la Asamblea Legislativa. También ha tenido, sin embargo, una larga y respetada carrera como académico y funcionario en el ámbito jurídico electoral. Nieto fue nombrado fiscal electoral por un voto unánime del Senado.
La cercanía a los partidos de izquierda no es un impedimento para ser fiscal electoral. Los dos anteriores procuradores generales, Arely Gómez y Raúl Cervantes, eran no simpatizantes sino militantes del PRI. La divulgación de una carta en la que Lozoya pide se le exonere, por otra parte, difícilmente puede considerarse una violación del sigilo de una averiguación.
Por lo pronto, el presidente Peña Nieto se ha metido nuevamente en un problema político innecesario. Que la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales se quede sin titular ya iniciado el proceso de 2018 es preocupante. Que se destituya a un fiscal electoral como aparente represalia por una investigación de desvío de recursos al PRI es todavía peor. Es un caso tan serio que deberíamos denunciarlo a la Fepade. Sólo que la Fepade está acéfala.
· EJECUCIONES
Un guardia de seguridad fue ejecutado a las puertas de un centro nocturno, Men's Club No le Digas a tu Mamá, en la madrugada del viernes en Playa del Carmen. Hace meses hubo otra ejecución en un bar, El Abrevadero, del mismo dueño. La violencia no ha afectado al turismo... todavía.
@SergioSarmiento
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Fiscal irresponsable/Alejandro Cacho..
El Heraldo..
No es la primera vez que Santiago Nieto da a conocer públicamente información de investigaciones a su cargo en la FEPADE
Santiago Nieto Castillo actuaba al filo de la ley, y lo sabía. La indebida revelación del ex Fiscal para la Atención de Delitos Electorales fue solo la última de una serie de polémicos hechos que cuestionaron su actuación. El problema es que su destitución será utilizada políticamente para sembrar dudas sobre la limpieza de la elección por venir.
Esta semana los senadores de oposición intentarán reinstalar a Santiago Nieto Castillo. Politiquería. No toman en cuenta la historia del ex fiscal mientras se mantuvo en el cargo, ni lo fundamental: hizo algo indebido.
Cualquier estudiante de Derecho sabe que un Fiscal tiene la obligación jurídica y ética de mantener la secrecía de las investigaciones a su cargo. Eso incluye todas las evidencias del caso. Santiago Nieto Castillo rompió ese principio. Violó el Código de Conducta de la PGR, lo que es imperdonable para un funcionario de tan alto nivel.
No solamente eso. Santiago Nieto Castillo además mintió. No mostró públicamente la carta de Emilio Lozoya Austin, pero aseguró el exdirector de Pemex le exigió exculparlo de los supuestos sobornos de Odebrecht y ofrecer una disculpa pública. Después, el propio Lozoya publicó su carta en redes sociales. Ese documento sellado de recibido por la FEPADE coincide con los detalles dados a conocer indebidamente por Nieto Castillo, pero en ninguna linea se exige absolver a Lozoya, ni una disculpa pública.
Hoy, la oposición acusa al PRI-Gobierno de querer propinar un golpe a la confiabilidad de la elección presidencial con la destitución de Nieto Castillo.  Sin embargo, ¿qué pasaría si la investigación contra Lozoya Austin se viniera abajo por las revelaciones indebidas del ex Fiscal? Es una irresponsabilidad inadmisible. Pero parece que eso no importa, el objetivo es sembrar la duda sobre la limpieza de la elección desde ahora.
No es la primera vez que Nieto Castillo da a conocer públicamente información de investigaciones a su cargo en la FEPADE. En noviembre de 2015, anunció públicamente que solicitó una orden de aprehensión contra Arturo Escobar, en ese momento subsecretario de Gobernación y dirigente del Partido Verde. De inmediato, Nieto Castillo fue criticado y denunciado judicialmente por revelar el contenido de una pesquisa federal y violar el debido proceso. Nieto Castillo politizó el asunto que se resolvió no conforme a la ley, sino con una negociación política.
Semanas más tarde, se supo que Santiago Nieto Castillo volvió a mentir, pero esta vez al Congreso.  Mientras se postulaba para convertirse en Fiscal Especial para la Atención de Delitos Electorales, omitió en su currículum que fue asesor de los Senadores del PRD. Por ese motivo se exigió su destitución. Sin embargo, las grillas y los intereses pudieron más que la ley y permaneció en el cargo.
¿Ése es el Fiscal electoral que defienden PAN, PRD, MORENA y otros? Santiago Nieto Castillo cometió un grave e injustificable error. Al país le urge un fiscal que sancione los delitos electorales, pero uno serio y profesional.
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Juegos de poder/LEO ZUCKERMANN
Excelsior
¿Por qué la remoción de Santiago Nieto?
La oposición, junto con grupos de la sociedad civil, intelectuales, comentaristas y académicos, ha condenado la decisión en términos muy duros
Algo raro hay detrás de la remoción de Santiago Nieto como fiscal electoral. ¿Por qué el presidente Peña tomó esta decisión en vísperas de la elección presidencial de 2018?
Fue el procurador interino, Alberto Elías Beltrán, quien removió a Nieto. Supuestamente, el fiscal electoral había violado el código de conducta de la institución al haber revelado información sobre el caso de Emilio Lozoya y los presuntos sobornos que recibió de la empresa brasileña Odebrecht. No minimizo la gravedad de contravenir la secrecía de una investigación judicial pero, caray, esto es una práctica común en nuestro país que desgraciadamente no se castiga.
De hecho, este gobierno, el de Peña, ha filtrado todo tipo de informaciones de casos judiciales que deberían haberse mantenido en secreto. Incluso lo han hecho con mala leche, para ganar elecciones, como ocurrió este año cuando salió a la luz pública que la PGR estaba investigando a la familia de Josefina Vázquez Mota, candidata del PAN a la gubernatura del Estado de México, por lavado de dinero. A la postre, la supuesta investigación resultó en nada. Pero el golpe fue fundamental para tirar las preferencias electorales a favor de Josefina quien, después de esta filtración, ya no pudo levantarse en la competencia mexiquense. Que yo sepa, no corrieron a nadie de la PGR por haber violado la secrecía de la supuesta indagación. Y este es un solo caso de muchos que han ocurrido este sexenio donde funcionarios de la procuraduría filtran información a los medios.
¿Por qué ahora sí castigaron a Nieto al dar una entrevista y revelar supuestas presiones de Lozoya para eximirlo por el caso Odebrecht?
Para empezar, yo no tengo duda de que, aunque formalmente la remoción la hizo el procurador, fue el presidente Peña quien tomó la decisión en última instancia. Francamente, no veo a un procurador interino determinando tan importante acción sin consultar o recibir la orden directamente de Los Pinos. La pregunta, insisto, es por qué.
Claramente, Peña consideró que era mejor correr a Nieto ahorita con todo los costos que esto puede acarrear. Ya lo estamos viendo. La oposición, junto con grupos de la sociedad civil, intelectuales, comentaristas y académicos, ha condenado la decisión en términos muy duros. Además, el Senado ya anunció su intención de revertir la remoción de Nieto, cosa que se ve difícil porque el PRI, junto con el Verde, casi tiene mayoría en la Cámara alta.
El tema es que Peña indiscutiblemente tendrá que pagar costos por haber destituido a Nieto. Pero, como mencioné, supongo que calcularon que estos serían menores que haberlo dejado en su puesto o despedirlo más adelante. ¿Por qué se convirtió el fiscal electoral en un riesgo para el gobierno de Peña?
No lo sabemos de cierto. Lo que sí conocemos es que Nieto estaba investigando un caso muy gordo que sí podía afectar directamente al Presidente y su partido. De acuerdo a exfuncionarios de alto nivel de la constructora Odebrecht, quienes testificaron a cambio de una reducción en sus penas, le habrían entregado más de diez millones de dólares a Emilio Lozoya. Los primeros cuatro millones cuando éste se desempeñaba como encargado de asuntos internacionales de la campaña presidencial de Peña. Según la fiscalía brasileña, existe la evidencia de que sí salió el dinero de Odebrecht a cuentas que les habría dado Lozoya en lugares como Liechtenstein. De acuerdo a los abogados defensores del exdirector general de Pemex, su cliente no retiró ni un solo centavo de este dinero. ¿Qué pasó, entonces, con esos recursos? ¿Siguen en esas cuentas o alguien los sacó? ¿Para qué se utilizaron? ¿Llegaron a la campaña de Peña?
Esas son las preguntas que supuestamente estaba investigando la PGR y, por los tiempos en que habrían llegado los primeros cuatro millones, por la Fiscalía Especial para Asuntos Electorales, cuyo titular era Santiago Nieto. No más porque lo han removido.
Hace unos días escribí que al PRI, el partido más rechazado por la ciudadanía, por increíble que pareciera, se le estaban alineando las estrellas para ser competitivos en la elección presidencial de 2018. Todo eso se podría ir a la basura en caso de que explotase un caso gordo de corrupción que salpique muy arriba. Eso sí que significaría la sepultura del tricolor. En varios países de América Latina, el Caribe y África han sido los sobornos que repartió Odebrecht a políticos en funciones o en campaña. ¿Será que, para evitar lo mismo en México, removieron a Santiago Nieto como fiscal electoral?
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EXAGERACIONES, EXABRUPTOS, EXCESOS CON EL “EX” /Rafael Cardona
La Crónica de hoy.
Usted lo puede creer o no pero ha habido quien en el extremo del exceso y el exabrupto, ha cometido la extensa y excéntrica exageración de señalar la fecha del cese del indiscreto ex fiscal contra los Delitos Electorales, Santiago Nieto, como día inicial de la agonía democrática mexicana. Democracia con extremaunción.
Como se quiera ver, la remoción de un funcionario no puede marcar el inicio de algo tan difuso como un proceso demoledor de un sistema. Es como si lleváramos al espacio exterior  o extraterrestre la teoría del caos, según la cual una mariposa muerta en el Amazonas provoca un tsunami en Indonesia. Pues estaríamos todos permanentemente bajo el tsunami. Exánimes o extintos. Explicación extraviada.
Eso está bien para la ficción científica (“science fiction”, le llaman los angloparlantes) o el ángel exterminador pero suena hasta pueril cuando se analizan así los fenómenos políticos cuya complejidad es superior a un señor removido de su cargo por indiscreto e incumplido de las obligaciones de reserva de las investigaciones bajo su responsabilidad. Así de sencillo. Pero a veces la verdad no rinde frutos.
Se debe excavar en los campos del exotismo.
Dicho así, como lo leí hace poco, con una cierta extrañeza, parece como si el mundo estuviera a punto de terminarse, como si Santiago Nieto fuera en verdad una persona de tan desmesurada importancia. ¡Oh!; explosión.
Muestra extravío tan excepcional interés en el caso. Insisto, parecen extraversiones, extrusiones con tanta examinación, tan gordo exordio, tan excelentes explicaciones ex cátedra, para algo tan simple como el cese de un burócrata en un mundo en el cual —se nos ha dicho— la principal obra de la democracia no es elevar a nadie intocable en los altares de la perpetuidad, sino construir instituciones funcionales por encima  de las personas y aun a pesar de ellas. ¿Me explico o me extiendo y me explayo extenuado?
Ni desaparecen ni se excluyen las investigaciones en curso, ni se acaba con este pilar del sistema electoral cuyas otras dos patas en el trípode legalista son el Tribunal y los órganos de vigilancia dentro del propio Instituto creado para tales fines.
—¿No es una enseñanza válida la supremacía de las instituciones por encima de las personas? Exorcicemos a los exaltados examinadores. ¿Vendrán de Extremadura?
Pues este caso no parece ser visto de esa manera institucional. No al menos por algunos de los defensores del fiscal abatido, críticos feroces del encargado de la Procuraduría General de la República, a fin de cuentas superior jerárquico, quien hoy siente excesivos respaldos en el mundo de las excelentes conciencias.
Pero hay en este caso un  ángulo poco explorado. Estas son simples preguntas.
Si la infidencia de Santiago Nieto en su confusión de papeles –papeles en el sentido teatral, roles, pues; no en el tráfico de documentos reservados y exclusivos—, causó (por su divulgación en un sistema informativo tan extenso como el del “Grupo Reforma”, con sus grandes diarios regionales y su plataforma digital y su innegable influencia), una alteración visible al debido proceso de Emilio Lozoya, podría este caballero recurrir a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos a solicitar medidas cautelares en su favor?
Quizá de la misma manera como ante ese tribunal de conciencia podría acudir el defenestrado fiscal Nieto a explayarse y exigir lo mismo por el atropello sufrido (por la forma como lo echaron),  ahora cuando ya tiene la CNDH atribuciones en materia de excesos laborales.
Posiblemente ambos acudan.
Uno por la causas ya dichas  y el otro para exorar por habérsele enturbiado su (humano) derecho a la justicia cuando se contaminó la investigación en su contra y se le señaló con incordio extremoso como agente de presión contra el Ministerio Público Electoral, por así llamarlo y se le exhibió y estigmatizó como experto en presiones extrajudiciales.
Quizá ex auditu o ex oficio, pero podríamos caer en un caso de “exceptio probam regulam”, como habría dicho un abogado fervoroso de los latinajos.
Nadie sabe cómo ocurrirán las cosas, pero este asunto, con sus derivaciones jurídicas (exceptio veritatis) y políticas, parece ser el más suculento preámbulo a los inminentes destapes de candidatos y el arranque de la marcha de un ventilador al cual se le han colocado en las aspas, excesivas  excrecencias exclusivas para el extraordinario proceso y sus expertos de excluyentes, exclamaciones.
Expectantes exclamaremos expansivas expiaciones. Quizá lo leamos en Excélsior, quizá nos hagan expavecer y terminemos expatriados.
Pero eso sí, muy exultantes de extraer eximias exigencias explicativas, exhibicionistas y exorbitantes.
¡Extra, extra!,  gritarán los papeleros.
rafael.cardona.sandoval@gmail.com
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 Coletazos
TOLVANERA / Roberto Zamarripa
Reforma, 23 Oct. 2017
Brama. Da coletazos. Exultante, el dinosaurio defiende el territorio que advierte amenazado. No pisa como antes, no enseñorea como era costumbre; herido, dolido, víctima de sus propios flagelos, reta desde el acoso, desde la trampa.
Puede salir, aplastar, devorar. Nadie debe subestimar su regreso. No es favorito para ganar a la buena, en unas elecciones, la Presidencia en 2018. Por eso es más peligrosa la advertencia.
La destitución del fiscal electoral Santiago Nieto es el aviso de que ha terminado el sexenio y ha iniciado la batalla por la defensa del maltrecho reino. Para el gobierno y su partido no hay tiempo que perder rumbo a la campaña electoral. Por eso pospuso el nombramiento de un fiscal autónomo y destituye al electoral; por eso sepulta indagatorias de corrupción, somete al INE, atrapa al Tribunal Electoral, dobla al Congreso, arrincona a opositores.
El mensaje es claro: van por la aniquilación de quienes les estorben en su propósito de retención de la Presidencia.
Reunidos en Puebla el pasado viernes 18 de agosto, una docena de fiscales latinoamericanos fueron cimbrados por un mensaje grabado. Era la voz de Luisa Ortega, la fiscal venezolana ausente en el encuentro porque recién, el 5 de agosto, había sido destituida por la Asamblea Constituyente de su país.
"Venezuela vive una crisis especialmente en el Ministerio Público debido a un gobierno que no es demócrata, que asumió la independencia de los poderes públicos como una amenaza a su estabilidad ...Todo esto tiene mucho que ver con la investigación de Odebrecht, el mayor hecho de corrupción en la región; los tiene muy preocupados y angustiados porque saben que tenemos la información y el detalle de todas las operaciones montos y personajes que se enriquecieron y que esta investigación involucra al señor Nicolás Maduro y su entorno", dijo en su mensaje.
Los fiscales latinoamericanos aplaudieron el mensaje y el entonces procurador Raúl Cervantes dijo que le apoyaban en su lucha democrática y en defensa de "la autonomía técnica del Ministerio Público".
En el debate por su destitución en la Asamblea Constituyente, el parlamentario oficialista Pedro Carreño argumentó que Ortega Díaz era culpable de "atentar, lesionar o amenazar la ética pública y la moral administrativa". Lo votaron, la apabullaron.
A Santiago Nieto, lo destituyó un empleado de Cervantes a velocidad de Ferrari. El interino, con apenas dos días como conserje en el despacho del procurador, alegó que Nieto había faltado "al código de ética de la PGR".
A Luisa Ortega la devoraron en una Asamblea de Diputados. Acá un burócrata ejecutó una orden presidencial.
¿Qué investigaba Ortega en Venezuela?
Veinte contratos de Odebrecht; en once de ellos el gobierno de Maduro pagó 30 mil millones de dólares pero las obras no tenían avance. Ella investigaba sobreprecios, sobornos y desvíos de fondos para campañas electorales entre ellas la presidencial de Maduro.
¿Qué investigaba Santiago Nieto? La ruta de los dineros de Odebrecht y si estos salpicaron o envolvieron la dispendiosa campaña electoral de Enrique Peña del 2012. Obvio, tenía que llegar a los contratos con la empresa brasileña y sus filiales, a las obras inconclusas, al reparto del botín.
Qué bueno que los priistas tienen la misión de evitar que México sea como Venezuela, que no nos llegue el populismo autoritario, como dicen.
Con tantas tarjetas y despensas para sobornar conciencias que han repartido en el sexenio y con la manera en que despluman las leyes y las instituciones que por juramento deben de velar y cumplir, no hay manera de compararnos ni con el populismo ni con el autoritarismo venezolano. Los priistas han ejercido durante décadas y con mayor refinamiento, esa forma de gobierno; Maduro lleva menos de un lustro. En este cierre de sexenio, el venezolano es niño de teta frente al mastodonte tricolor. Que no osen compararnos con Venezuela.
robertozamarripa2017@gmail.com




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