Conferencia de prensa matutina del Presidente AMLO, Martes 20 de agosto, 2019
Alejandro Salas de la agencia Notimex..
Señor presidente, hoy, mejor dicho, ayer el partido Morena tiene un problema que se externa en el Senado....con un enfrentamiento serio entre Ricardo Monreal y Martí Batres...
¿Algún pronunciamiento que la haga?, ¿algún llamado que les haga a sus compañeros de la Cámara Alta?
PRESIDENTE : "en efecto, yo no estoy participando en cuestiones partidistas, en este caso también se trata del Poder Legislativo.
Lo que creo -pero no sólo para este caso, sino para otros, aplica parejo- el que quienes nos dedicamos al noble oficio de la política, tenemos que actuar poniendo por delante los ideales, los principios y le debemos de profesar un profundo amor al pueblo; si no hay ideales, no hay principios, no se puede hacer política, si no se le tiene amor al pueblo no se puede llevar a cabo el oficio de la política.
Ya pasó el tiempo en que la política era sinónimo de individualismo, de sacar provecho personal, de estar pensando nada más en intereses personales, por legítimos que fueran, ya no ayudan quienes solamente piensan en sus intereses personales.
Tiene que haber mística, tiene que haber convicciones, entrega total a la causa pública, no son los cargos lo que debe importar, sino la contribución a los cambios, en este caso a la transformación del país...
"Entonces, yo invito a que todos, no por este caso, que además también tiene que haber discrepancias, tiene que haber polémica y libertad, y todo mundo debe de manifestarse y expresarse; pero lo más importante de todo es hacer política para el pueblo....
El tema en las olumnas políticas a miércoles 21 de agosto, 2019...,
La mano de Monreal alcanza a diputados
Confidencial/ElFinanciero_Mx
Cuentan en los pasillos de Morena del Palacio Legislativo que el senador Ricardo Monreal y el diputado Mario Delgado “van con todo” contra la cúpula de poder en su partido. Aseguran que Monreal “apoyará a Delgado” para la dirigencia nacional, con lo que prevén “otra derrota de Yeidckol Polevnsky” después de la “plancha” que le aplicaron a su alfil, Martí Batres, en el Senado.
¿Pondrán en orden a senadores de Morena?
Pues parece que ni Ricardo Monreal ni Martí Batres se sintieron aludidos con la declaración de López Obrador –en el sentido de que “el pueblo sabe quién es trepador”– por el conflicto que desataron al interior del grupo parlamentario de Morena en el Senado. Por lo pronto, el Presidente ya llamó a cuentas a toda la bancada, para el día 29 de agosto, para que impere la disciplina en ese partido y no se repitan esos numeritos. Aquí el asunto es que Batres no está dispuesto a ceder y ya anunció que impugnará el proceso ante instancias del partido. Todo apunta a que la tragicomedia morenista irá para largo.
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Monreal o Batres: ¿quién es el “trepador” y “oportunista”? | Raúl Rodríguez Cortés
El Universal
Gran Angular
AMLO no lo precisó en la mañanera de ayer. Solo usó esos calificativos para referirse al pleito entre Ricardo Monreal y Martí Batres luego que éste último no pudo reelegirse como presidente de la mesa directiva del Senado y acusó a aquel de ensuciar la elección de la bancada morenista. Nadie repreguntó ¿quién de los dos es? o ¿son los dos?
Para tratar de dilucidarlo no soslayemos el contexto en que AMLO usó esos duros calificativos: Quienes buscan sacar provecho personal de la política no tienen futuro porque “el pueblo sabe quién se preocupa por ayudar y quien es un trepador, oportunista y politiquero”.
¿Quién es así, Monreal o Batres? Hagan sus apuestas.
Me consta que cuando Emilio Gamboa presidía la Junta de Coordinación Política del Senado en la legislatura anterior, consultó y recibió el aval de Peña Nieto para que el entonces perredista Luis Miguel Barbosa presidiera la mesa directiva.
¿Se fue Monreal por la libre, es decir, sin el visto bueno de AMLO, para que en lugar de Batres quedara en esa posición la senadora tabasqueña por Morena, Mónica Fernández Balboa, pareja por cierto del cerebro social del salinismo Carlos Rojas Gutiérrez?
Francamente no lo creo. La decisión, a no dudarlo, lleva el aval del presidente. En política siempre ha sido así, así es y así será, aquí y en China. Los calificativos, por lo tanto, estarían dirigidos a Batres.
De éste, el principal argumento contra la votación por 33 sufragios contra 29 que impidió su reelección, es que se permitió el voto de cinco senadoras del PES. Monreal explicó que ellas siempre han participado, con voz y voto, en las plenarias de Morena y que su coordinadora, Sasil de León solicitó la anuencia de Batres quien le dijo no tener inconveniente.
En el fondo está la lucha por el liderazgo de Morena, lo que explica que, hasta el final del proceso en el Senado, personajes como las secretarias Olga Sánchez Cordero y Rocío Nahle, la diputada Tatiana Clouthier y la dirigente nacional del partido, Yeidckol Polevnsky emprendieran una campaña contra Monreal e impulsaran la reelección de Batres.
Esa lucha será también telón de fondo en la elección del presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, con la diferencia de que en ésta, el proceso involucra otras reglas y a otras fracciones parlamentarias.
En el Senado, el proceso se dirimió al interior del grupo mayoritario y sin obligaciones reglamentarias de rotación en el cargo. En la cámara baja, aplica el artículo 17, numeral 7, de la Ley Orgánica del Congreso que establece que la presidencia de la mesa directiva recaerá durante el segundo y tercer año de ejercicio, en un integrante de los dos grupos parlamentarios con mayor número de diputados en orden decreciente. Esta norma, cuyo respeto también fue comprometido de palabra al inicio de la legislatura por el morenista Mario Delgado, quien preside la Jucopo y que también busca la dirigencia nacional de Morena, obliga a que sea el grupo del PAN el que presida el segundo año la Cámara de Diputados.
Pero su actual presidente, Porfirio Muñoz Ledo —quien a los 86 años parece más girito que nunca tras su operación de vesícula—, ya dijo que quiere reelegirse. No lo explicita, pero es probable que haya en ello un cálculo político de la 4T si nos atenemos a lo que viene: el Presupuesto (primero que por sí solo hará el gobierno de AMLO), la revocación de mandato y la ley reglamentaria de la reforma educativa, solo por citar algunos pendientes.
Pero el PAN (con el apoyo del PRI, PRD y MC) no parece dispuesto a permitir que lo despojen de ese derecho. Y aunque Marco Adame, actual vicepresidente de la mesa, ya se bajó de la contienda, el grupo que comanda Juan Carlos Romero Hicks ya baraja varios nombres para ocupar la posición en dos períodos de seis meses: la mexiquense Laura Rojas, la tlaxcalteca Adriana Dávila (cercana a Felipe Calderón y Margarita Zavala), el colimense Jorge Luis Preciado (apoyado por varios gobernadores blanquiazules), y el michoacano Xavier Azuara (hechura del líder nacional panista Marko Cortés).
Los próximos 26 y 27 de agosto, la fracción panista decidirá en su plenaria a quiénes apoya. Y el pleno, en la sesión preparatoria de la instalación del segundo año de la 54 Legislatura, habrá de determinar quién la preside. Se ven venir jaloneos.
@RaulRodriguezC
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Olga y la amnistía a “grupos armados” | Salvador García Soto
El Universal
Serpientes y Escaleras
NOTAS INDISCRETAS… En el pleito en el Senado, entre Ricardo Monreal y Martí Batres, el presidente López Obrador dijo ayer que él no se mete en los temas de su partido ni del Legislativo, pero sí soltó varias sentencias que parecen ir dirigidas a uno de los dos senadores de Morena que participan en esta confrontación: “Se acabaron los tiempos del individualismo en la política, si no hay ideales y no hay principios, no se puede hacer política” dijo primero y luego remató: “el pueblo de México sabe quién habla con la verdad, quien tiene buenos sentimientos y quién es un trepador, un oportunista y un politiquero”. ¿Esos últimos adjetivos, fueron para Monreal o para Batres? ¿Ustedes que dicen?…Los dados mandan Serpiente. Caída libre.
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División y encono, realidad morena
De naturaleza política/ENRIQUE ARANDA
Excelsior...,
La radicalidad de las partes, lo mismo que su desmedida ambición de poder y lo que él conlleva impiden prever un acuerdo de fondo sustentado en posicionamientos ideológicos
Confirmado en los hechos –“un día sí y otro también”–, lo que de manera reiterada hemos señalado respecto de la profunda división y “ánimos caldeados” que caracterizan al nunca unitario lopezobradorismo agrupado en el partido-gobierno, Morena, nada parece hoy más claro que lejos de atenuar, el encono y abierta confrontación entre las diferentes corrientes y grupos tenderá a escalar hasta, incluso, alentar una eventual separación formal de alguna de las fracciones.
La radicalidad de una y otra de las partes, lo mismo que su desmedida ambición de poder y lo que él conlleva –“influencia pública y, claro, dinero”– de cara al futuro inmediato, impiden prever un acuerdo de fondo sustentado en posicionamientos ideológicos y menos, en el reconocimiento de una propuesta política distinta a la que, más por interés personal y/o de grupo, se mantienen fieles en la actualidad.
¿O, en verdad, alguien cree que el explícito encono existente entre Ricardo Monreal y el impresentable Martí Batres, y los suyos, se subsanará con un llamado a la unidad o una invitación a “desayunar chilaquiles” en Palacio Nacional? o más, ¿existe quien piense que la elección de nueva dirigencia del oficialismo se dará en términos de equidad y transparencia, y al margen de enfrentamientos, cuando ni el radicalismo extremo de los puros –Yeidckol Polevnsky, Bertha Luján y la fifí Olga Sánchez Cordero o los impresentables John Ackerman y Paco Ignacio Taibo II– ni el tecnicismo pragmático de los neos –Mario Delgado, Marcelo Ebrard, Alfonso Romo y hasta el propio Gabriel García, incluso– contempla la posibilidad siquiera de ceder a sus particulares posiciones?
Al margen la disputa por posiciones y/o “la simple cercanía y lo que la misma trae aparejado” con ya sabes quién el partido-gobierno, que de suyo carece de estructura, liderazgos (suficientes y experimentados) y órganos internos capaces de controlar las particulares pasiones e iniciativas de su variopinta y empoderada militancia, enfrenta igualmente la crisis que de suyo deriva del manejo de una multimillonaria cantidad de recursos producto de prerrogativas que a nivel federal y/o estatal se reciben.
Sólo este año, la disputa y falta de claridad por el manejo de los recursos citados podría derivar en que se dejen en calidad de “congelados”, algo así como 400 o 500 millones de pesos que desde un primer momento se había acordado servirían para financiar la “escuela de cuadros” que, hasta el momento, no acaba de arrancar…
Las pugnas en Morena, pues, no son producto de diferendos de carácter coyuntural o esporádico, sino que reflejan profundas diferencias que, si bien pudieron “esconderse” durante su proceso de fundación y primeros años de operación ya con registro, hoy comienzan a evidenciar su permanencia y profundidad.
Al tiempo entonces, si alguien lo duda…
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Monreal-Martí, el futuro en juego
Razones/JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ
Excelsior,
Creo que Martí, como otros en Morena, no entiende el verdadero carácter de Monreal: es un político no sólo hábil, sino también persistente, que trabaja sobre escenarios de corto y largo plazos y, cuando debe serlo, indudablemente pragmático
Va más allá de lo personal. El enfrentamiento entre Ricardo Monreal y Martí Batres es añejo y tuvo su pico más alto (hasta la explosión de Batres de este lunes) en la lucha por la candidatura a la Ciudad de México entre Claudia Sheinbaum y Monreal. Martí apostó por Claudia y ya entonces descalificó de la forma más cruda al ahora líder de la bancada de Morena en el Senado, pensando, quizá, que éste abandonaría el partido cuando no fue favorecido en el proceso interno.
Pero creo que Martí, como otros en Morena, no entiende el verdadero carácter de Monreal: es un político no sólo hábil, sino también persistente, que trabaja sobre escenarios de corto y largo plazos y, cuando debe serlo, indudablemente pragmático. Es un político distinto a la mayoría de los dirigentes de Morena, por historia y porque tiene personalidad y peso propios, tiene interlocución dentro y fuera de su partido y, eso le da un margen de maniobra que no tienen Martí ni la mayoría de sus compañeros.
Hace dos años, Monreal no se fue de Morena, pese a que tuvo todo tipo de ofrecimientos, se encerró en una camioneta durante un viaje entre Querétaro y la Ciudad de México con López Obrador, nadie sabe de qué hablaron, pero de ahí salió con el compromiso de ser el coordinador de los senadores de su partido en la nueva legislatura.
Martí perdió la reelección desde el momento en que la planteó. Existían acuerdos previos de no reelección y de que la siguiente presidencia de la Mesa Directiva sería para una mujer. La presidencia de la Mesa siempre ha rotado, incluso entre partidos políticos, ahora no fue así porque quedó en posesión de Morena, pero no se reelige a su presidente. Lo cierto es que Batres perdió la elección interna y que Monreal conservó el apoyo de casi todos los senadores del partido.
Este es un conflicto que va mucho más allá. Estamos hablando de cuál es el futuro del partido mayoritario en el país. Un partido que tiene la característica de que no es tal: es realmente un movimiento que gira en torno a un líder. Para perpetuarse, en el mejor y peor sentido de la palabra, Morena debe realizar una operación similar a la que efectuó en su momento Lázaro Cárdenas, cuando transformó al PNR, creado por Plutarco Elías Calles, en el Partido de la Revolución Mexicana, cuando pasó de un agrupamiento de caudillos revolucionarios reunidos coyunturalmente en torno a un líder a ser un partido político como tal. El PRI surgió del PRM, algunos años después, en 1946, ya como una fuerza, literalmente, institucionalizada, con formas propias de hacer, entender y ejercer el poder.
Morena hoy es un movimiento sujeto a todo tipo de vaivenes porque su único punto de unión es el presidente López Obrador, que tampoco es un hombre que guste demasiado de un partido con altos grados de autonomía. Cuando pudo imponer dirigentes en el PRD eligió a hombres como Leonel Cota Montaño, que no tenía ni siquiera militancia partidista. Cuando el partido se confrontó con él, lo abandonó para crear su propia fuerza política, cuyo primer responsable de organización a nivel nacional, hay que recordarlo, fue el propio Monreal.
El show vivido este lunes en el Senado es el preámbulo de la elección interna de Morena del próximo 20 de noviembre, donde tres corrientes, por lo menos, se enfrentarán para tratar de encabezar el partido: por una parte, la candidatura de Mario Delgado, que tiene el apoyo de muchos legisladores, de Monreal y de Marcelo Ebrard, y que sería la corriente más “política” y abierta, contra la de Bertha Luján, que representa la mayor ortodoxia lopezobradorista, con un papel subordinado del partido; y un tercer grupo (que podría terminar aliado con Luján), donde aparecen el propio Martí, Yeidckol Polevnsky, John Ackerman y otros, que oscilan en torno a las posiciones más radicales del movimiento, pero que, pese a su ortodoxia y lealtad hacia el Presidente, están quedando fuera de un juego político que, en realidad, no entienden.
Es mucho lo que está en juego. Si bien el presidente López Obrador tiene control sobre los mecanismos del gobierno y del partido, lo cierto es que el margen que le queda a los coordinadores parlamentarios y a la dirigencia del partido es muy amplio, sobre todo de cara al 2021, cuando se definirá el futuro del país. La apertura o la radicalidad que tenga Morena y que muestre en sus candidatos y posiciones serán clave para la reacción opositora.
Monreal apabulló a Martí en este lance y éste, con su reacción (desmedida y pública), no ganó puntos, al contrario. Monreal, que ha superado tempestades mucho mayores a ésta, sale fortalecido y con un poderoso grupo parlamentario en torno suyo. Esa carta la hará pesar en el futuro.
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La banda que dispersó la danza
EL ASALTO A LA RAZÓN/CARLOS MARÍN
Milenio
Ante el comentario presidencial que deja en el misterio si es Ricardo Monreal o Martí Batres el senador a quien describió carente de principios, ideales, convicciones, mística y buenos sentimientos; un individualista que piensa solo en sus intereses porque le importan los cargos públicos, busca la manera de colarse, no habla con la verdad y, de plano y en suma: “Es un trepador, un oportunista, un politiquero”, me sumo con regocijo a la idea de que el presidente no quiera cruzarse la banda tricolor cada que le presenta sus cartas credenciales un nuevo embajador.
Nadie le preguntó ayer la razón de que no lo haga, pero él mismo lo hizo notar al responder sobre el estadounidense Christopher Landau: “Ahora cambió el protocolo, porque antes era la entrega de las cartas credenciales, un saludo, la fotografía y ya. Ahora me entregan las cartas credenciales y nos reunimos. Por eso, también lo de la banda presidencial, porque tenemos la bandera aquí. La bandera es de todos los mexicanos. La banda voy a portarla el 15 de septiembre porque, de acuerdo a la ley, hay que portarla cuando se presenta el Informe, pero ya el Informe se entrega, y cuando se reciben las cartas credenciales de embajadores, al tomar posesión del gobierno y el 15 de septiembre. Entonces, la quiero portar el 15 de septiembre”.
Le preguntaron entonces: “¿En el informe no la usará...?”.
“No”, respondió. “Pero tengo la bandera”. Y retomó lo de los nuevos emisarios: “Me reúno con ellos, con la bandera mexicana, y platicamos. Entonces, lo mismo vamos a hacer con el embajador de Estados Unidos en México...”.
Minutos después retomó el tema: “El 15 de septiembre voy a portar la banda con mucho orgullo...”.
Comparto su criterio pero, como recordó (”de acuerdo a la ley...”), cruzársela en la entrega de cartas credenciales lo mandata la que aludió sobre el uso del Escudo, la Bandera y el Himno nacionales en sus Artículos 34 y 35:
La banda presidencial constituye una forma de presentación de la Bandera Nacional y es emblema del Poder Ejecutivo federal, por lo que solo podrá ser portada por el presidente de la República, y tendrá los colores de la Bandera Nacional en franjas de igual anchura colocadas longitudinalmente, correspondiendo el color de verde a la franja superior. Llevará el Escudo Nacional sobre los tres colores, bordado en hilo dorado, a la altura del pecho del portador, y los extremos de la banda rematarán con un fleco dorado. El presidente de la República portará la Banda Presidencial en las ceremonias oficiales de mayor solemnidad, pero tendrá obligación de llevarla: I.- En la transmisión del Poder Ejecutivo Federal; II.- Al rendir anualmente su informe ante el Congreso de la Unión; III.- En la conmemoración del Grito de Dolores la noche del 15 de septiembre, y IV.- Al recibir las cartas credenciales de los embajadores y ministros acreditados ante el Gobierno Mexicano.
Para no contravenir tan discutible norma, que envíe al Congreso una iniciativa de reforma.
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Vaquita etiquetada
JAQUE MATE / Sergio Sarmiento
Reforma, 21 Ago. 2019
· PLEITO GRATUITO
Ricardo Monreal demostró su fuerza al destronar a Martí Batres de la presidencia del Senado. Pero la victoria le puede salir cara a él, al ganarse gratuitamente a un enemigo, y a Morena, que busca consolidarse como el partido hegemónico de la Cuarta Transformación.
@SergioSarmiento
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Ego sum qui sum; analista político, un soñador enamorado de la vida y aficionado a la poesía.
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