La Razón de México, 8 de julio de 2021;
Líder de la Iglesia católica en Chilpancingo asegura que va a haber espacios gobernados por grupos criminales; ya se hicieron muchos arreglos, afirma
El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza.Foto: Especial.
Por: FEDERICO SARIÑANA
El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza anticipó que en algunos municipios de Guerrero “vamos a ser gobernados por los narcos”, y reveló que hace 2 años participó en un “dialogo con ciertas” personas para tranquilizar la capital del estado ante la ola de violencia que se vivía.
Aseguró también que un líder de un grupo delincuencial mandó llamar a un presidente municipal electo para “hacer transa”, sin detallar a quiénes se refería.
Desde su llegada a Guerrero en 2015, Rangel Mendoza ha tomado notoriedad por sus constantes declaraciones sobre supuestos diálogos y mediación con grupos delincuenciales en temas de violencia.
Estas nuevas afirmaciones se dieron la tarde de este martes (6 de julio) durante una misa que ofició en la Catedral de la Asunción de María, en Chilpancingo, para pedir por el regreso del ingeniero Alberto Castañón Flores, desaparecido en la capital el pasado 18 de junio.
Como obispo se los digo con mucha tristeza y con mucha responsabilidad: creo que viene un tiempo en que vamos ser gobernados no por los políticos, sino por los narcos, porque ya se han hecho muchos arreglos
Aseguró que la violencia en Guerrero se había contenido durante los últimos meses, pero “ya todos los días hay muertos en Iguala y otros lugares. Ya volvió ocupar Guerrero el cuarto lugar de asesinatos”.
Tras insistir en que lo más importante para un ser humano es la vida, dijo que, aunque es una obligación de los gobiernos dar seguridad, los ciudadanos también deben exigir y señalar las cosas que no se hacen bien.
“Me da tristeza, pero lo voy a decir públicamente: hoy, un narcotraficante solicitó la presencia de un presidente municipal electo. ¡Ya van a hacer la transa!”, sin abundar detalles.
Y advirtió: “me duele que en Chilpancingo se inyectó una fuerte cantidad que nos va a costar caro: la inseguridad aquí”.
Rangel Mendoza aseguró que hace años acudió a Chilapa, que entonces era uno de los municipios más violentos del país, intervino para evitar que mataran a choferes del transporte público e indígenas, en medio de una red de tráfico de armas en la región de la Montaña de Guerrero.
“Como Obispo se los digo con mucha tristeza y se los digo con mucha responsabilidad: creo que viene un tiempo en que vamos ser gobernados no por los políticos, sino por los narcos porque ya se han hecho muchos arreglos”.
Por ello, pidió al Gobierno Federal, a la Guardia Nacional, al Ejército, a la Policía Estatal “que protejan nuestras ciudades y ciudadanos. No es posible vivir así”.
Y recordó: “Si recuerdan, hace unos dos años en Chilpancingo habría muchos problemas, muertos, descabezados (sic), que todavía hay, pero no tantos -señaló-, se hizo un diálogo con ciertas personas y más o menos tranquilizamos la ciudad”.
El prelado dijo que los “problemas” que hay actualmente, en referencia a un repunte de violencia en los últimos días, se debe a que “están viniendo de fuera a hacer sus fechorías. Vienen, las hacen y corren”.
Ante ello, “necesitamos más gobierno, más autoridad, que nos defiendan y tener ciudades más seguras”, finalizó.
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