El asesinato de Imad Mugniyab (el de la foto) ocurrida el 12 de febrero - muy cerca de la sede de los servicios de inteligencia de Damasco- contribuyó a tensar aún más la situación entre Líbano e Israel
Este lunes 24 de marzo, Hasan Nasralá, líder de Hezbolá aprovechó la celebración del arbaín de Mugniyab -la celebración que marca el final de los 40 días de duelo tras la muerte de un musulmán- para prometer que vengará su muerte y aventurar que una eventual respuesta de Israel en forma de guerra "no será un picnic porque el 85% de los libaneses apoya los esfuerzos para derribar a la entidad sionista".
Durante un discurso de más de una hora retransmitido por satélite a los miles de seguidores congregados en el barrio chií de Hareth Hreik, en el sur de Beirut, en la misma carpa que alojó el funeral de Mugniyab, Nasrala auguró "nuevas derrotas" para Israel, a quien culpa del asesinato (...) y afirmó que la desaparición del estado sionista es una responsabilidad ineludible.
Agregó que "los israelíes deben saber que nuestra sangre no se derrama en vano en las calles. El que mató a nuestro líder debe ser castigado en el momento, lugar y con el medio que decidamos".
En tanto, Tel Aviv no ha admitido su responsabilidad en el atentado.
Nasralá es consciente del temor entre la población libanesa, especialmente la que habita en el sur, a que la venganza del Partido de Dios provoque otra guerra aún más destructiva que la que arrasó el país en 2006.
También Israel es consciente del riesgo existente, tanto que su ministro de Defensa, Ehud Barak, trató de tranquilizar a la población ante el final de los 40 días de luto afirmando que "los servicios de seguridad e inteligencia están preparados para hacer frente a las amenazas de ataques y atentados por parte de Hezbolá".
Mugniyah, responsable de operaciones del Partido de Dios en los últimos años y organizador de buena parte de los secuestros de extranjeros que marcaron, en los 80, la guerra libanesa, era considerado uno de los artífices de lo que Hezbolá considera su "victoria" contra Israel en la guerra de 2006 que costó la destrucción del Líbano. Aquel enfrentamiento de 33 días se cobró más de 1,200 vidas libanesas y 160 israelíes y no logró los objetivos marcados por Tel Aviv, según el informe Winograd encargado a una comisión no independiente por el Ejecutivo israelí para depurar responsabilidades.
Mugniyah, responsable de operaciones del Partido de Dios en los últimos años y organizador de buena parte de los secuestros de extranjeros que marcaron, en los 80, la guerra libanesa, era considerado uno de los artífices de lo que Hezbolá considera su "victoria" contra Israel en la guerra de 2006 que costó la destrucción del Líbano. Aquel enfrentamiento de 33 días se cobró más de 1,200 vidas libanesas y 160 israelíes y no logró los objetivos marcados por Tel Aviv, según el informe Winograd encargado a una comisión no independiente por el Ejecutivo israelí para depurar responsabilidades.
La derrota -según muchos observadores incluso israelíes - de Tel Aviv hace temer que sus dirigentes traten de resarcirse con otra guerra que, de producirse, resultará aún más mortífera para ambos bandos.
Según un informe 'secreto' filtrado al diario israelí 'Yediot Ahronot', una eventual guerra entre Israel y Hizbulá, Irán o Siria implicaría, del lado israelí, "centenares de muertos, miles de heridos, lanzamiento de misiles contra Tel Aviv, la parálisis total del aeropuerto, carreteras vitales bombardeadas, colapso del sistema de irrigación y largos cortes de electricidad".
Según un informe 'secreto' filtrado al diario israelí 'Yediot Ahronot', una eventual guerra entre Israel y Hizbulá, Irán o Siria implicaría, del lado israelí, "centenares de muertos, miles de heridos, lanzamiento de misiles contra Tel Aviv, la parálisis total del aeropuerto, carreteras vitales bombardeadas, colapso del sistema de irrigación y largos cortes de electricidad".
¡La cosa no es tan fácil y la amenaza ser seria!
¿Quién era Mugniyab?
Tenía 46 años y era para EE UU e Israel, el terrorista más buscado del mundo junto con Bin Laden;
Calificado para algunos como el "Carlos libanés";
Pero, para los adeptos al Partido de Dios chií, fue su principal responsable de operaciones y el cerebro de algunas de las acciones más espectaculares de los años 80 y 90;
Nació en 1962 en la localidad libanesa de Tayr Diba, en el sur del país, aunque pronto se desplazó a Beirut, donde vivió la guerra civil, en la que habría participado activamente.;
En 1976 se integró en la Fuerza 17, cuerpo de élite del movimiento Al Fatah de Yaser Arafat, participando como francotirador en los combates contra las fuerzas cristianas;
Se le considera responsable de la Yihad Islámica, aparecida a principios de los 80 en el Líbano con apoyo iraní;
En 1982, tras la invasión israelí del Líbano, se sumó a los muchos líderes chiíes que respondieron al llamamiento del ayatolá Jomeini, desde Teherán, para formar un movimiento global basado en el fundamentalismo islámico;
En el libro En el sendero de Hezbolá de Ahmed Amin al Sayid se comenta que se reunió con responsables religiosos de diferentes organizaciones como Subhi al Tufaili y Abbas al Musawi del Partido Al Dawa, Hasan Nasrala, Naim Qasem, Mohamed Yazbak y Ibrahim Amin al Sayid, del partido Amal, y Abed al Hadi Hamadih por el Partido Comunista Libanés; el encuentro tuvo lugar en el valle de la Bekaa, actual feudo del Partido de Dios, en una reunión que alumbró la organización de resistencia libanesa tal como la conocemos y donde Mughniyah fue nombrado, según algunas fuentes, responsable de la Inteligencia.
El movimiento, emergido como una fusión entre la militancia islámica chií del Líbano y el padrino iraní, no tardó en actuar contra los tachados como enemigos del islam: EE UU, Israel y sus socios en el país de los Cedros.
El movimiento, emergido como una fusión entre la militancia islámica chií del Líbano y el padrino iraní, no tardó en actuar contra los tachados como enemigos del islam: EE UU, Israel y sus socios en el país de los Cedros.
Mugniyah estuvo implicado en muchos de los ataques más espectaculares de aquella década: EE UU le atribuye el atentado con bomba contra su Embajada en Beirut que se cobró 63 muertos en 1983, las bombas contra los barracones de los marines y de las fuerzas francesas, que costaron 241 y 58 vidas respectivamente, en 1983 y también le acusa del secuestro del vuelo de la TWA en 1985, en el que murió un norteamericano;
Además, se le vincula con numerosos secuestros de extranjeros reivindicados por Yihad Islámica que marcaron una época en la guerra civil libanesa;
"Es el terrorista más peligroso que nunca hemos encontrado", explicaba el agente de la CIA Bob Baer al periodista de la CBS Dan Rather en 2002. "Es probablemente el agente más inteligente, el más capacitado que nunca hemos encontrado, incluyendo al KGB y al resto. Entra por una puerta, sale por otra, cambia de coche a diario, nunca arregla encuentros por teléfono, nunca es predecible. Sólo usa gente relacionada con él en la que puede confiar. Nunca recluta gente. Es un maestro de terroristas, el grial que buscamos desde 1983";
Entre 1992 y 1993 se le atribuyen dos ataques masivos que tuvieron lugar en Argentina. Las autoridades de ese país, le acusan del atentado contra la Embajada israelí de 1992, que acabó con 29 vidas, y también del ataque contra la mutua judía AMIA en 1994, que mató a 86 personas;
Fuente: El Mundo y El País.
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