21 abr 2013

El papa Francisco: 'Con él, la estructura caerá sola'


El papa Francisco:          
'Con él, la estructura caerá sola'
 Irene Savio / Corresponsal
 Reforma, Ciudad del Vaticano,  El Vaticano (21 abril 2013).- El estilo del Papa Francisco supone una ruptura difícilmente saneable en el funcionamiento de la Iglesia católica.
 Empezando por la jerarquía piramidal del clero, que en breve caerá sobre sí misma, la institución podría dar un paso definitivo para convertirse en un organismo más federal, de acuerdo con Rossend Domenech, vaticanista catalán que ha cubierto la elección de cuatro Papas y escrito un libro sobre la economía de la institución, "Markincus. La aventura de las finanzas vaticanas".
 ¿Cómo ha afectado a la Iglesia la renuncia de Benedicto XVI?
 La renuncia ha evidenciado una crisis profunda y, al mismo tiempo, ha creado un trauma que ahora facilita que se hagan unas reformas que antes parecían difíciles, si no imposibles, de cumplir.
 -¿Cuáles son las reformas que más urgen?

-La reforma principal es la adaptación del Gobierno central de la Iglesia a una nueva concepción de la Iglesia, definida en el Concilio Vaticano II. Para explicarlo de una manera sencilla: significa que la Iglesia tiene que ser más horizontal que vertical, lo cual conlleva muchas cosas.
 -¿No hubo avances hasta ahora?
 -Joseph Ratzinger fue elegido en 2005 y uno de los pactos del Cónclave, entre los progresistas y conservadores, fue reformar el Gobierno central. Pero, cuando se dio cuenta de cómo era esta estructura, pensó que tenía que empezar por las raíces e inició por la limpieza.
 El primer caso fue la pederastia clerical, pero, al mismo tiempo recibió un informe de Carlo Maria Viganó sobre la corrupción interna, y después vino el Vatileaks. Entonces, el Papa ordenó un informe sobre el caso, que es el que no conocemos.
 -Lo que no se entiende es por qué la Iglesia no transparenta sus finanzas...
 El problema es que parte de la jerarquía no quiere que se sepa si, por ejemplo, el Vaticano le envía dinero a los Obispos de Kivu (Congo) para que salgan a manifestarse contra la guerra.
 El Cardenal Tarcisio Bertone, por ejemplo, piensa: "¿no se puede pasar por otros canales?". Es decir, una vez más se plantea el problema del Vaticano como dos cosas distintas y a veces antitéticas: un Estado y una Iglesia. Todo esto forma el paquete de problemas que tenía Ratzinger y que llevó a su dimisión.
 -¿Cuán difícil le será al Papa arreglar sus finanzas?
 -Dentro de la curia, la oposición será muy grande y quizá necesite el aval de los Obispos. Pero, también pienso que la forma de comportarse de Francisco lo hará más fácil. Ratzinger se enfrentó directamente con la estructura; mientras que, con Francisco, la estructura caerá por sí sola.
 Entonces, ¿hay contenido detrás de los gestos del nuevo Pontífice?
 -Francisco está predicando con su ejemplo el cambio de mentalidad. Las reformas grandes llegarán en un segundo momento y de una manera lenta. Pero, observo que en este cambio de estilo hay pequeñas cosas que ya empiezan a tener significado.
 Desde que fue elegido nunca se ha llamado a sí mismo Papa, sino Obispo de Roma. Y estas cosas han empezado a contagiar a la gente allá adentro.
Por ejemplo, los directivos del banco han empezado a dejar de los coches oficiales, van en taxi. Los Cardenales han empezado a hacer lo mismo. Es decir, no saben muy bien qué hacer, y, por si las dudas, ya no van como príncipes de la Iglesia.
-¿Cuándo se conocerá el alcance de las reformas del nuevo Papa?
-La primera piedra de toque será (la elección de) el nuevo Secretario de Estado.
 -¿Tiene Bergoglio hombres de confianza dentro del Vaticano?
 -No conoce a nadie. Está solo. Pero, esta semana, el superior de los jesuitas, Adolfo Nicolás, fue a verle y le dijo que le pondrán a disposición todos los instrumentos de la orden.
 -¿Cuánto tiempo habrá que esperar para que reforme la curia?
 -Mucho, más de un año. En breve cambiará a algunos Ministros, suprimirá algunos Ministerios. Esto será un primer paso, pero el segundo será cambiar la estructura, desmontar algo que tiene siglos.
 -¿Qué cambios a nivel de apertura se producirán con el Papa Francisco?
 Lo de la comunión para los divorciados será lo primero. Luego saldrá algo sobre el control de la natalidad y habrá una reafirmación de la responsabilidad personal. Después vendrá lo de los curas casados. Pero dudó que haya apertura sobre lo de las mujeres sacerdotisas.
 -¿Qué pasará con el mundo islámico y con los judíos?
 -Al día siguiente de la renuncia, Muhammad Sayyid Tantawy, el gran Imán de Al-Azhar, dijo: "ahora podemos empezar a hablar otra vez con el Papa". Así las cosas, las relaciones con el mundo islámico es probable que cambien. Y también con los judíos.
 ¿No tirará la toalla como hizo Benedicto XVI?
 No, es inteligente. No creo que se deje frenar por cosas secundarias.
 Comienza reforma
 El Papa Francisco ordenó una revisión de la Curia Romana y del Colegio Cardenalicio, una reforma esperada por la periferia del catolicismo, pero difícil de llevar adelante, por la complejidad misma de esa institución.
 En efecto, la tarea encomendada la semana pasada por Francisco es titánica, pues la curia es seno del Gobierno de la Iglesia, es decir, su administración central y un equivalente a un consejo de ministros; además, en el pasado, ha sido salpicada por la polémica.
 De ahí que la mayoría de los observadores esperan que el camino emprendido por el Papa sea largo y que se dirija, al menos en parte, a una descentralización.
 Esto se debe, entre otras cosas, a que el Gobierno de la Iglesia está gestionado por un par de decenas de Cardenales y unos 2 mil funcionarios.
 El intelectual católico George Weigel criticó recientemente al Colegio Cardenalicio, argumentando que no es representativo de la población católica, puesto que América Latina, donde vive la mitad de los fieles católicos, sólo envió a 19 Cardenales electores a la Capilla Sixtina, mientras que Italia, cuya población representa 4 por ciento del total de fieles a nivel global, tuvo 28 purpurados.
 "Son tantos los cambios que el Papa podría hacer. Y, por lo visto, no se va a dejar atemorizar", dijo a REFORMA el vaticanista Ignazio Ingrao.

No hay comentarios.:

Esperamos que sea una tregua permanente…

Israel y el Líbano acordaron un alto el fuego por 60 días para poner fin al conflicto con  Hézbola - El partido de Dios-, que lleva 14 meses...