Evangelii
Gaudium: Francisco y el programa evangelizador de su pontificado
El primer documento «cien por cien» de Francisco es una inyección de adrenalina en la vida de la Iglesia, a la que llama a una conversión misionera radical, abandonando la comodidad de certezas cerradas y rutinas que matan la vida.
La exhortación apostólica «La Alegría del Evangelio» es un texto optimista que invita al examen de la propia conducta. No tiene aire de arenga ni de lección magistral.
El Papa se la aplica cada consejo en primera persona, pues «dado que estoy llamado a vivir lo que pido a los demás, también debo pensar en una conversión del Papado».
En los 300 puntos de la exhortación apostólica se recogen los trabajos del Sínodo 'La nueva evangelización para la transmisión de la fe' celebrado del 7 al 28 de octubre de 2012
El primer documento «cien por cien» de Francisco es una inyección de adrenalina en la vida de la Iglesia, a la que llama a una conversión misionera radical, abandonando la comodidad de certezas cerradas y rutinas que matan la vida.
La exhortación apostólica «La Alegría del Evangelio» es un texto optimista que invita al examen de la propia conducta. No tiene aire de arenga ni de lección magistral.
El Papa se la aplica cada consejo en primera persona, pues «dado que estoy llamado a vivir lo que pido a los demás, también debo pensar en una conversión del Papado».
En los 300 puntos de la exhortación apostólica se recogen los trabajos del Sínodo 'La nueva evangelización para la transmisión de la fe' celebrado del 7 al 28 de octubre de 2012
“La alegría del Evangelio llena el corazón y
la vida entera de los que se encuentran con Jesús”. Estas son las palabras con
las que el papa Francisco comienza su primera Exhortación apostólica “Evangelii
Gaudium” (La alegría del Evangelio).
Dirigida
a los obispos, a los presbíteros y diáconos, a las personas consagradas y a los
fieles laicos
Ciudad
del Vaticano, 26 de noviembre de 2013
EXHORTACIÓN
APOSTÓLICA EVANGELII GAUDIUM (LA ALEGRÍA DEL EVANGELIO) DEL SANTO PADRE
FRANCISCO
A
los obispos, a los presbíteros y diáconos, a las personas consagradas y a los
fieles laicos sobre el anuncio del evangelio en el mundo actual
1.
LA
ALEGRÍA DEL EVANGELIO llena el corazón y la vida entera de los que se
encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado,
de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre
nace y renace la alegría. En esta Exhortación quiero dirigirme a los fieles
cristianos, para invitarlos a una nueva etapa evangelizadora marcada por esa
alegría, e indicar caminos para la marcha de la Iglesia en los próximos años.
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