La
pobreza más allá de los números//Julia Corvalan is an Aspen New Voices Fellow and Strategy Adviser for Fundacion Paraguaya, a social enterprise based in Paraguay, with expertise in the replication and adaptation of poverty elimination programs between Latin America and Sub-Saharan Africa.
Traducción al español por Leopoldo Gurman.
Project
Syndicate, 13 de abril de 2016..
¿Qué
es la pobreza? Durante décadas la hemos definido con un número, que actualmente
el Banco Mundial considera como un ingreso personal de menos de 1,90 USD por
día. Pero un único número no es capaz de captar toda la complejidad de la
pobreza. Para entender las necesidades de los pobres y brindarles una
asistencia óptima es fundamental ir más allá de medir solo el ingreso.
El
Banco Mundial está convocando a sus Reuniones de Primavera en Washington D. C.
para la próxima semana y eso nos da la oportunidad de fijar referencias que
incluyan las dimensiones social y ambiental de la pobreza. El Banco ha
reconocido que se deben considerar otras cosas además del ingreso y
recientemente estableció una Comisión para la Medición de la Pobreza Mundial
para recomendar indicadores adicionales.
Aunque
muchos grupos públicos y privados ya recopilan datos sobre diversos temas que
afectan a las comunidades pobres —como la nutrición, la salud materna o el
acceso a la educación—, esa información es poco aprovechada y raramente se
comparte con otras instituciones. Pero existen algunas señales que pueden
servir de orientación, entre las que se cuentan el Índice de Progreso Social,
que proporciona un marco para el seguimiento de múltiples síntomas de la
pobreza en los distintos países y complementa las medidas tradicionales basadas
en el ingreso.
la-pobreza-mas-alla-de-los-numerosCuando
nos centramos en un único número para medir la pobreza, diagnosticamos
equivocadamente las necesidades de los pobres. En mi país, Paraguay, trabajo
con uno de los mayores emprendimientos sociales, la Fundación Paraguaya, para
brindar microfinanzas, educación y capacitación a miles de nuestros ciudadanos
más pobres. Evaluamos 50 indicadores y 6 dimensiones de la pobreza, entre las
que se cuentan el ingreso, la vivienda, la educación y la infraestructura.
Una
de nuestras clientas, doña Mercedes, ahora es una exitosa microemprendedora en
una comunidad rural no muy distante de la ciudad capital de Asunción. Cuando
comenzó con la Fundación Paraguaya, compartía una vivienda de un solo
dormitorio con 16 familiares y cocinaba en un pequeño pozo en el suelo de
tierra. Ahora tiene piso de cemento, una casa de ladrillos, una cocina separada
y ha logrado ahorrar aproximadamente 500 USD.
Gracias
a la autoevaluación de pobreza de la Fundación Paraguaya, pudo entender mejor
sus propias necesidades y ocuparse de ellas de a una por vez. Mientras que los
enfoques tradicionales se centran principalmente en estimar las fuentes de
gastos e ingresos de los hogares, la autoevaluación de la Fundación Paraguaya
ayudó a doña Mercedes a dividir sus necesidades en 50 áreas, sobre las que
podía trabajar paso a paso y controlarlas a lo largo del tiempo.
Por
ejemplo, ella autoevaluó la situación de su baño y su cocina, la calidad de los
alimentos que comían en su hogar, la salud mental de su familia, la cantidad de
dormitorios separados de la casa, e incluso su autoestima y capacidad para
tomar decisiones. Un sencillo mapa de la pobreza la ayuda a seguir sus avances
con los colores de un semáforo: rojo, amarillo y verde, y a destacar sus áreas
prioritarias. Lo próximo que quiere hacer es agregar dos dormitorios más a su
casa y trabajar para ampliar su negocio.
La
Fundación Paraguaya ha podido replicar este tipo de éxitos en otras partes del
mundo. En Tanzania, donde trabajé durante tres años en comunidades rurales,
ayudamos a pueblos en la región de Southern Highlands a adaptar nuestros
indicadores de pobreza al contexto local para ocuparnos de sus necesidades de
agua, servicios sanitarios y electrificación. Se están implementando esfuerzos
similares en Sudáfrica, Nigeria, Uganda, China y otros lugares.
Podemos
avanzar aún más con apoyo del sector público. La Fundación Paraguaya recopila
abundantes datos que abarcan múltiples dimensiones y siguen a más de 8700
familias tan solo en Paraguay. Si esta información llegara al gobierno
paraguayo —que cuenta con sus propios métodos de captación de datos— podríamos
identificar más rápidamente los focos de pobreza y personalizar los programas
para ayudar a cada familia. Como los datos son autogenerados, este tipo de
colaboración podría hacer llegar asistencia focalizada y destacar los servicios
públicos específicos que son necesarios.
Además,
si la Comisión del Banco Mundial para la Medición de la Pobreza adopta medidas
multidimensionales contra la pobreza, alentará a otras organizaciones a
producir y compartir más datos detallados sobre este tema. Eso proporcionará a
quienes trabajan para brindar asistencia un mapa de la pobreza más exhaustivo
del mundo y ayudará a mejorar la eficacia de los esfuerzos para luchar contra
la pobreza en todas partes.
No
será fácil elegir qué medidas incluir ni definir criterios universales, pero
tan solo con adoptar unas pocas medidas básicas se lograrían avances. Durante
demasiado tiempo, las medidas unidimensionales, como la de 1,90 USD por día,
han dado como resultado diagnósticos equivocados de los problemas de los pobres
y, lo que es más importante aún, de sus causas. Sabemos que la referencia de
1,90 USD diarios no capta completamente las dificultades que viven los pobres
en lugares como Paraguay.
Afortunadamente,
parece que el Banco Mundial está reconociendo los límites de su indicador
basado en el ingreso. Garantizar que el tipo de ayuda adecuada llegue a quienes
más la necesitan de manera oportuna y eficaz requiere que quienes diseñan las
políticas para el desarrollo aprovechen los datos multidimensionales sobre
pobreza que las organizaciones de asistencia como la Fundación Paraguaya han
aprendido a captar.
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