La Iglesia, contra el “muro de exclusión”/
RODRIGO VERA
Revista Proceso #2100, 28 de enero de 2017..
Con todo el apoyo del Papa Francisco, las conferencias episcopales de Estados Unidos, México y Centroamérica ya empiezan a tomar medidas conjuntas para proteger a los migrantes que podrían resultar perjudicados con las deportaciones masivas y la construcción del muro fronterizo anunciado por el presidente Donald Trump, al que califican como el “muro de la exclusión”.
Por lo pronto, la jerarquía católica de la región emitió un pronunciamiento de “rechazo” a la “inhumana” política migratoria de Trump y, a mediados de este febrero, los obispos tendrán dos encuentros para afinar sus planes. El primero será en Brownsville, Texas, y el segundo en el Santuario de Esquipulas, en Guatemala.
El sacerdote Arturo Montelongo Mercado, secretario ejecutivo de la Dimensión de Movilidad Humana, de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), adelanta a Proceso algunas de las medidas que tomará la Iglesia en la línea fronteriza de México y Estados Unidos:
“En esa zona vamos a multiplicar nuestros albergues para migrantes. Habilitaremos incluso muchas de nuestras parroquias para darles techo y sustento. El Papa Francisco nos está pidiendo que actuemos con caridad hacia esos hermanos tan desprotegidos y que ahora correrán mayores peligros con el muro fronterizo, sobre todo los niños y las mujeres.”
–¿Para la Iglesia no sería mejor tratar de persuadirlos de que regresen a sus lugares de origen, a fin de que no se expongan tanto?
–¡No! Ese no es el papel de la Iglesia. Ellos tienen el derecho humano a emigrar en busca de mejores condiciones de vida, ejerciendo su libertad y su responsabilidad. A la Iglesia le corresponde sólo acompañarlos en esa decisión que han tomado, procurando ayudarlos para salvaguardar su integridad física, espiritual y moral.
Señala Montelongo que actualmente la CEM cuenta con alrededor de 60 albergues para migrantes distribuidos en todo el país, lo que la convierte en la principal institución que brinda auxilio a esta población vulnerable.
Ni los nuevos albergues que se instalarán en la línea fronteriza ni las parroquias de la zona harán ningún distingo al momento de dar alojamiento:
“Nuestros albergues están y seguirán estando abiertos para los mexicanos, centroamericanos, haitianos, africanos y cubanos que intentan cruzar a Estados Unidos. Sin importar su nacionalidad, todos los migrantes necesitan cobijo.”
–¿Qué apoyo se les está dando en los albergues?
–Aparte de techo y alimento, los estamos apoyando en cuestiones de salud, tanto física como emocional; para esto último tenemos el apoyo de psicólogos.
–¿Y qué hacen los albergues del episcopado estadunidense con los migrantes que logran llegar?
–Lo mismo que nosotros; sólo que la Iglesia estadunidense además procura que encuentren un trabajo digno, hace énfasis en los apoyos laborales, pues el migrante va a ese país precisamente en busca de trabajo.
Montelongo es uno de los principales operadores de la CEM en la aplicación de políticas de apoyo a los migrantes, y también en la coordinación de esfuerzos con el episcopado estadunidense. Comenta sobre este punto:
“Los episcopados de México y Estados Unidos coincidimos totalmente en nuestros propósitos en materia migratoria. Por ejemplo, las diócesis fronterizas de uno y otro país llevan más de 20 años trabajando coordinadamente para atender a los migrantes.”
Esta postura conjunta se vio reflejada en el pronunciamiento que, el pasado jueves 26, lanzó la CEM contra la orden de Trump de construir el muro fronterizo. Ahí señala que también el episcopado estadunidense comparte su “rechazo” a ese muro de la “exclusión” que sólo será una “inhumana interferencia” para las familias de migrantes.
Titulado “Valor y respeto al migrante”, el comunicado dice textualmente:
“Lo primero que nos duele es que muchas personas que viven su relación de familia, fe, trabajo o amistad, quedarán bloqueadas aún más por esta inhumana interferencia.”
Y agrega que los obispos de ambos países “expresamos nuestro dolor y rechazo a la construcción de este muro, e invitamos respetuosamente a hacer una reflexión más profunda acerca de los modos como puede procurarse la seguridad, el desarrollo, la activación del empleo y otras medidas, necesarias y justas, sin provocar más daños de los que ya sufren los más pobres y vulnerables”.
Ahí también se cita al presidente del Comité de Migración del episcopado de Estados Unidos, el obispo de Austin, Texas, Joe Vázquez, para quien el muro “pondrá las vidas de los inmigrantes innecesariamente en peligro”, y además “desestabilizará a muchas comunidades llenas de vida y bellamente interconectadas que habitan pacíficamente a lo largo de la frontera”.
Joe Vázquez agrega que, siguiendo las instrucciones del Papa Francisco, “queremos construir puentes entre personas, puentes que nos permitan romper los muros de la exclusión y de la explotación”.
Firmado por el obispo Guillermo Ortiz Mondragón, presidente de la Dimensión de Movilidad Humana de la CEM, el pronunciamiento le advierte a Trump que la Iglesia seguirá apoyando “cercana y solidariamente” a los migrantes que tratan de internarse en Estados Unidos.
Y ahora, obispos de varios países sostendrán dos reuniones para acordar qué acciones emprender. Comenta al respecto Montelongo:
“Por lo pronto, para enfrentar las deportaciones masivas y la construcción del muro, los obispos estadunidenses de las diócesis asentadas en Texas, así como los obispos mexicanos de las diócesis fronterizas de Matamoros, Ciudad Juárez, Laredo y Saltillo, sostendrán una reunión en Brownsville del 13 al 15 de febrero.
“Y casi paralelamente, del 13 al 17 de febrero, un grupo de obispos estadunidenses, mexicanos y centroamericanos tendrán otra reunión en el Santuario del Señor de Esquipulas, en Guatemala, con el mismo objetivo.”
Agrega que seguirá habiendo más encuentros de este tipo, incluso a nivel de dirigencias episcopales. Todos ellos –enfatiza– respaldados desde el Vaticano por el Papa, a través del Consejo Pontificio para la Pastoral de los Migrantes.
“Nosotros acabamos de enviarle una carta a este Consejo. Y el Papa Francisco está al tanto de nuestro trabajo, pues siempre le han preocupado los migrantes. Tenemos, pues, una estrecha vinculación con el Vaticano.”
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