Revés judicial para Trump: la Justicia paraliza su prohibición a inmigrantes musulmanes
- El tribunal federal en Brooklyn bloquea las deportaciones por el decreto de Trump
- Se trata de la Jueza Ann M. Donnelly de la Corte Federal de Distrito de Brooklyn, que fue nominada por el expresidente Barack Obama, dictaminó antes de las 21 horas que implementar la orden de Trump de enviar a sus lugares nativos a los viajeros podría causarles un “daño irreparable”.
Una mujer protesta en Nueva York contra el veto a los musulmanes de Trump. STEPHANIE KEITH AFP
La iniciativa había sido firmada por el presidente para mantener a terroristas islamistas fuera del territorio norteamericano; cientos de personas reclamaron en contra a la medida
Nota de Silvia Pisani
LA NACION, 29 DE ENERO DE 2017 • 00:08
WASHINGTON.- A sólo diez días de haber asumido como presidente, la justicia norteamericana le sale al cruce a Donald Trump.
Contra a lo que decía su decreto presidencial contra el ingreso de musulmanes, dos tribunales dieron paso libre a quienes hayan llegado en el día de hoy con un visado válido.
La decisión, que parece sólo el primer capítulo de lo que se proyecta como una larga batalla judicial, fue adoptada casi en forma simultánea por dos jueces. Uno en Nueva York y otro en Virginia.
Ambos lo hicieron ante presentaciones de abogados de entidades defensoras de los Derechos Humanos que, desde temprano, vienen batallando contra lo que consideran un atropello presidencial contra el derecho constitucional.
Las dos decisiones, que significan un fuerte quiebre en la pretensión de la Casa Blanca, se conocieron apenas poco después de que Trump dijera a periodistas que su decreto estaba marchando "perfectamente bien" en todos los aeropuertos.
"Ustedes lo han visto, todo funciona muy bien", dijo el magnate. Los periodistas lo consultaron justamente porque, ya, para entonces, había protestas y caos en aeropuertos del país y del extranjero.
Con su declaración de que "todo iba bien", Trump dio, una vez más, su propia versión de los hechos.
Lo que se conoce es que la jueza Ann Donnelly, de Nueva York, paralizó las deportaciones de los ciudadanos que se encontraban detenidos en estaciones aéreas por efecto del decreto de Trump.
Caso al mismo tiempo se conoció otra disposición similar de un magistrado de Virginia, que dispuso el acceso de ciudadanos que tuvieran derecho de residencia. Esto es, que estuvieran en posesión de una "Green Card", tal como se conoce a la tarjeta que reconoce ese derecho.
Se trata de un serio revés judicial para el presidente que viene gobernando a golpe de decreto y que asegura que "puede hacerlo todo solo", como sostuvo ante legisladores republicanos.
No se sabe qué estrategia seguirá la Casa Blanca en las próximas horas.
Legisladores republicanos admitieron seria preocupación al conocer que el decreto presidencial pasaba por encima, incluso, de del derecho de ciudadanos que tienen garantizada la residencia legal en los Estados Unidos.
"Eso es inaudito", dijeron.
El giro judicial se produce apenas en el primer día de entrada en vigor del decreto por el cual Trump dispuso limitar temporalmente la entrada de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana.
Se trata de Irán, Irak, Libia, Sudán, Somalía, Siria y Yemen.
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El tribunal federal en Brooklyn bloquea las deportaciones por el decreto de Trump
La decisión fue emitida por la jueza Ann Donnelly del tribunal del Distrito Sur de Nueva York
AMANDA MARS y SANDRO POZZI
El País, Nueva York 28 ENE 2017
Ninguna persona que entre en Estados Unidos con un visado en regla podrá ser deportada por la orden ejecutiva firmada este pasado viernes del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al menos temporalmente. Así lo decidió la noche del sábado un juez del tribunal del Distrito Sur de Nueva York, en Brooklyn, mientas miles de manifestantes tomaban las terminales de los grandes aeropuertos del país -de Chicago a Nueva York, San Francisco o Dallas- para condenar la medida.
La suspensión se mantendrá hasta el 21 de febrero, de acuerdo con la orden de emergencia emitida por Ann Donnelly contra la aplicación de la prohibición impuesta a ciudadanos de seis países musulmanes. La queja la cursó la American Civil Liberties Union en nombre de Hameed Khalid Darweesh y de Sameer Abdulkhaleq Alshawi, dos nacionales iraquíes que fueron detenidos al llegar al aeropuerto JFK. "Nuestros tribunales funcionaron hoy como un baluarte contra los abusos del Gobierno o las políticas inconstitucionales", dijo un abogado de esa entidad.
La decisión judicial se conoció por la noche, tras una jornada de caos y concentraciones de protesta de varios de los grandes aeropuertos estadounidenses. En su octavo día completo como presidente de Estados Unidos, Trump recibió su primer gran revés judicial. La orden ejecutiva que, en la práctica, vetaba la llegada al país como refugiados o inmigrantes a los ciudadanos de siete países mayoritariamente musulmanes, fue la primera prueba de fuego para esta Administración, y el sistema ha fallado contra la Casa Blanca, ha frenado la acción de Trump. La clave es que el decreto afectaba a ciudadanos ya poseedores de visado y está plagado de elementos de discutible legalidad.
“Nadie puede ser enviado de vuelta”, anunció el abogado Lee Gelernt a las puertas del tribunal en Brooklyn, tras esta primera victoria legal contra el decreto de Donald Trump. El corte es federal, por lo que la decisión de la magistrada cubre todo el país. Se calcula que hay unas 200 personas retenidas por todo el país que están a riesgo de ser deportadas en aplicación de la orden ejecutiva.
La ACLU considera la prohibición impuesta por la administración de Donald Trump es inconstitucional porque está dirigida contra un grupo religioso específico. Además, al argumentar la moción, explicaron ante la magistrada que la vida los refugiados que llegan de países como Siria corren peligro si son devueltos a sus países de origen. En su resolución, la jueza señala que la expulsión "viola sus derechos", supone un "peligro inminente" de un "daño irreparable" para los refugiados y poseedores de visados y "viola la constitución". La orden de Donnelly, sin embargo, no garantiza la estancia permanente.
Ya durante la campaña electoral, el empresario y showman desató las críticas al prometer que, bajo su presidencia, vetaría la entrada de musulmanes a Estados Unidos como medida antiterrorista, lo que, en la práctica, suponía equiparar musulmán con islamista radical y afectaba a los refugiados de la guerra y la miseria. El decreto aprobado sortea en problema de la inconstitucionalidad señalando como objetivos cinco países que consideran “países especialmente preocupantes”. La orden no dice cuáles son. La Casa Blanca ha dicho extraoficialmente que son Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen.
Hay, además, muchas partes en movimiento. La orden de suspensión de las deportaciones se aplica a las personas que ya están retenidas en los aeropuertos internacionales de EE UU. Sin embargo, no está garantizada la entrada en el país de ciudadanos de los siete países que cubre el decreto pese a que dispongan de visado válido. Las aerolíneas que cubren la ruta transatlántica, además, les están negando el embarque.
Pese a la confusión, y la cantidad de personas que quedaban en un limbo legal, Trump aseguró en declaraciones a la prensa que el sistema estaba "funcionando muy bien". "Se ve en los aeropuertos, se ve en todos sitios", recalcó. El constructor se llevó el varapalo judicial y una de las principales protestas del país en su propia ciudad, Nueva York, quintaesencia de la diversidad y la inmigración. “Nueva York es pura diversidad. Donald Trump puede ser de Nueva York, pero no es un neoyorquino porque aquí acogemos a todos. Esto es lo que es Nueva York”, decía Pamela Margolin, una abogada judía de 47 años, mientras se manifestaba en el JFK, el gran aeropuerto de la ciudad.
De todas las acciones de gobierno llevadas a cabo por Trump en su primera y frenética semana en la Casa Blanca, las restricciones a la inmigración fueron la primera crítica con efectos tangibles e inmediatos, frente al impulso a la construcción de un muro fronterizo con México -sin concretar plazos ni procedimientos-, por polémico que sea, o la retirada de EEUU del tratado comercial del Pacífico, que no se había puesto en marcha y ya estaba muerto en las cámaras legislativas. El resultado ha sido un bloqueo.
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