13 nov 2018

Vaticano ordena a obispos de EU posponer votación sobre medidas ante abusos

El Cardenal Daniel DiNardo, Presidente del Episcopado norteamericano, informó a los obispos que durante la asamblea general no se votará dos propuestas esenciales para hacer frente a la crisis actual por los escándalos de abusos sexuales que golpean a la Iglesia.
La noticia la dio el Cardenal a los obispos reunidos en la ciudad de Baltimore, donde realizan su asamblea general ...

AFP

La asamblea de los obispos de Estados Unidos
La instrucción de posponer la votación de un nuevo código de conducta para los obispos y la creación de un organismo de laicos para investigar las acusaciones a los prelados, llegó directamente de la Santa Sede, según indicó el Cardenal DiNardo a un auditorio visiblemente sorprendido.
El Purpurado dijo además que la Santa Sede insistió en que la consideración de estas medidas se postergue hasta la conclusión del encuentro especial convocado por el Papa Francisco para febrero de 2019 con todos los presidentes de las conferencias episcopales del mundo para hacer frente al escándalo de los abusos sexuales de manera global.
El Cardenal DiNardo dijo que estaba “decepcionado” por la decisión del Vaticano, pero comentó que espera que el encuentro de febrero sea fructífero y que las deliberaciones de ese evento ayuden al diálogo de los obispos estadounidenses ante la crisis por los abusos

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Pederastia; el nuncio a obispos de Estados Unidos: adelante con humildad y valentía...
Vatican Insider, 12/11/2018...,
IACOPO SCARAMUZZI
CIUDAD DEL VATICANO
El nuncio apostólico en Estados Unidos, monseñor Christophe Pierre, animó a los obispos de Estados Unidos, reunidos en la asamblea de otoño (a partir de hoy y hasta el próximo jueves) para que prosigan en la lucha contra los abusos sexuales (que volvieron a surgir después del primer escándalo de 2002), recordando la necesidad de actuar colegialmente con el Papa, agradeciendo a los medios de comunicación y criticando la idea de que la Iglesia no ha hecho nada. Por último, agradeció a los obispos a no delegar a otros la solución del problema, sino a asumir el desafío con valentía y humildad. 

La asamblea fue inaugurada por el cardenal presidente de la Conferencia Episcopal, Daniel DiNardo, que anunció que la Santa Sede ha insistido en que la asamblea no vote dos medidas como parte de la lucha contra la pederastia, como inicialmente se había planeado (una sobre los estándares que los obispos deben respetar y otra sobre una comisión especial para la revisión de las denuncias en contra de los obispos), sino hasta que haya concluido el encuentro sobre el tema de los abusos convocado por el Papa en febrero en Roma, con los presidentes de todas las Conferencias Episcopales del mundo. El arzobispo de Galveston dijo que estaba «desilusionado» por esta decisión, de la que se enteró «ayer por la tarde», pero expresó la esperanza de que este retraso «mejore nuestra respuesta a la crisis que estamos afrontando». 

El cardenal arzobispo de Chicago, Blase Cupich, subrayó, por su parte, que «está claro que la Santa Sede toma en serio la crisis de los abusos, que considera un problema que afecta no solo a la Iglesia en este país, sino en todo el mundo», y propuso que, en vista del encuentro de febrero, en el que el episcopado estadounidense estará representado por DiNardo, la asamblea deje constancia de una postura clara al respecto. También pidió que los obispos de Estados Unidos vuelvan a reunirse en marzo, para un nuevo encuentro extraordinario. 

Los eventos del último año «representan un desafío y hacen reflexionar», dijo el nuncio apostólico en Washington, que fue recibido el pasado sábado por el Papa Francisco. «Con humildad y valentía debemos aceptar nuestra responsabilidad para afrontar la realidad. La Iglesia siempre debe renovarse para anunciar la presencia de Dios en el mundo. Y esto es imposible si no reconstruimos la confianza de las personas con el arrepentimiento y la reforma». Monseñor Pierre también reconoció el deseo, expresado por los mismos obispos estadounidenses, de una mayor responsabilización y transparencia, y después citó al escritor francés Georges Bernanos, para el cual «quien pretende reformar la Iglesia con los mismos medios usados para reformar las sociedades temporales no solo fracasará, sino se pondrá infaliblemente fuera de la Iglesia. No se reforma a la Iglesia sino sufriendo por ella, no se reforma a la Iglesia visible sino sufriendo por la Iglesia invisible. No se reforman los vicios de la Iglesia sino prodigando el ejemplo de sus virtudes más heroicas» (“La Vocation spirituelle de la France”). El nuncio apostólico en Washington prosiguió afirmando que «si la Iglesia debe reformarse y debe reformar sus estructuras, las reformas deben originarse de su misión de dar a conocer a Cristo Hijo de del Dios vivo», y citó el llamado del Papa Francisco para impulsar una Iglesia misionera. En este sentido, no hay que renunciar a la responsabilidad de reformarse, antes que nada, a uno mismo, ni se puede «transferir el depósito de la confianza a otras instituciones. Volver a ganarse la confianza no es suficiente. Cuando se trata de las responsabilidades que tenemos para con los niños y los adultos invulnerables, debemos demostrar que podemos resolver los problemas, en lugar de delegarlos a otros». Esto no excluye la aportación de los fieles, de los laicos, de los religiosos, que «nos ayudan a sacar adelante la misión». «La asistencia es necesaria y bienvenida, como la colaboración con los laicos, pero la responsabilidad de esta Iglesia católica es nuestra. El pueblo de Dios nos reta a ser dignos de su confianza». Monseñor Pierre también dijo que el Papa recuerda que «si debemos volver a comenzar, debemos hacerlo a partir de Jesucristo». Los obispos, en cuanto sucesores de los apóstoles, por lo mismo, están «en comunión con el sucesor de Pedro». 

«Hermanos —prosiguió el nuncio apostólico en Washington—, en las décadas pasadas hemos creado estructuras para la protección de los niños y de los jóvenes, pero todos sabemos que “Ecclesia semper reformanda est”. En la protección de los menores siempre hay mucho que hacer, y nosotros los obispos no debemos tener miedo de ensuciarnos las manos en la viña del Señor. Permítanme recordar que las medidas tomadas en los últimos años han sido eficaces al formar a los obispos, a los sacerdotes y a los laicos en la tarea de velar por la protección de los jóvenes. Son medidas importantes, un buen ejemplo, y han marcado una disminución de los abusos hoy». Pero, al mismo tiempo, «un caso de abuso es un caso de más», por lo que es necesario «para el pueblo de Dios estar alertas. La confianza —insistió el nuncio— debe ser ganada, no hay que darla por descontado. Todavía hay mucho trabajo que hacer, pero no tengan miedo». 

«Por doloroso y humillante que pueda ser nuestro tiempo —añadió—, debemos agradecer a los medios masivos de comunicación por haber llamado la atención sobre este tema», aunque hay que reconocer que a veces los medios parecen indicar que «la Iglesia ha hecho poco. Esto, simplemente, no es cierto. Lloramos por las injusticias, combatimos la cultura clerical y el abuso de autoridad, un pecado que debemos afrontar como tal. Estas cosas son las que debemos reconocer y resolver». 

«Estoy seguro de que cada uno de nosotros sabrá responder concibiendo el uso del poder como servicio. Reconstruir la confianza implica usar la autoridad para servir, humildemente y guiando con el ejemplo», recomendó monseñor Pierre refiriéndose al lavatorio de los pies. «El Papa Francisco nos ha pedido que seamos una Iglesia sinodal y humilde, Iglesia que escucha. El ejercicio de la autoridad es verdadero servicio y el gobierno no es privilegio, sino responsabilidad. No hay que ignorar ni delegar totalmente. La Iglesia escucha la voz de Cristo, y la voz del vicario de Cristo, en espíritu de colegialidad, los obispos y el romano Pontífice, sucesor de Pedro, juntos. Cada uno de los obispos representan a su Iglesia, todos los obispos con el Papa representan a la Iglesia entera en el vínculo de paz, amor y unidad. Si estamos juntos en verdadera comunión jerárquica que permea nuestro corazón y no solo nuestras palabras, nos convertimos en una verdadera imagen de unidad y de amor, signo de verdadera sinodalidad», dijo el embajador del Papa. 

Durante su discurso, que tuvo que cambiar debido al cambio de programa, DiNardo subrayó que no es aceptable que los obispos se sustraigan a elevados estándares de responzabilización. Dirigiéndose a las víctimas, afirmó: «Siento profundamente cuando no estuve atento a sus necesidades, por cada vez que me he equivocado». Los obispos de Estados Unidos prosiguieron con su asamblea con un día de oración dedicada a la cuestión de los abusos. Después, siguiendo una invitación del Papa, todos ellos volverán a reunirse para una semana de oración y reflexión sobre el tema de los abusos del dos al ocho de enero en Chicago. 

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