Condenable el asesinato de la periodistas Lourdes Maldonado López, ocurrido ayer en Tijuana, Baja California.
Es la segunda periodista asesinada en aquella ciudad fronteriza en en una semana.
Apenas, hace unos días acababa de ganar un juicio laboral de casi 10 años contra el ex gobernador morenista Jaime Bonilla.
Y hace tres años, acudió a la mañanera y pidió apoyo al C. Presidente: "Vengo a pedir apoyo, ayuda y justicia laboral porque hasta temo por mi vida"
Mi testamento político es para dar continuad a la 4T y que haya gobernabilidad, dice AMLO en la mañanera de este lunes 24 de enero....
Reiteró que se encuentra bien de salud, e indicó que en su testamento político también busca que las cosas, en caso de fallecer, se den sin sobresaltos, sin afectar el desarrollo del país y que “se avance en el proceso que hemos iniciado”.
“Acerca de lo del testamento que genera alguna inquietud tengo la responsabilidad de actuar, pues previendo todo, cualquier circunstancia ya cuando iba yo a someterme a este cateterismo, y tengo la responsabilidad de actuar, pues previendo todo, cualquier circunstancia más cuando iba yo a someterme a este cateterismo, y tengo desde hace algún tiempo un testamento y ya siendo presidente, le agregue un texto que tiene, como lo dije en el video el propósito de que en el caso de mi fallecimiento, se garantice la continuidad en le proceso de transformación y que no haya ingobernabilidad, que las cosas se den sin sobresaltos, sin afectar el desarrollo del país, garantizador siempre la estabilidad, y el que se avance en el proceso que hemos iniciado”, dijo.
López Obrador señaló que no puede dar más detalles “porque entonces irían a las notarías y ya no sería testamento”.
"Ese testamento va a conocerse cuando yo deje de existir.
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El caso de Tadeo...¿lo usaron para brujería?
Fue enterrado or segunda vez , pero en otro sitio; los familiares pidieron “respetar el dolor” que les representa el sepultar al pequeño en dos ocasiones y repetir la pena, por lo que el sepelio fue privado y en otro camposanto.
Se ha descartado que Tadeo fuera utilizado para ingresar droga al penal -pues la cirugía que tenía fue consecuencia de un mal intestinal que padecía de nacimiento y que le costó la vida-, por lo que una de las líneas de investigación es que, presuntamente, el cadáver fue sustraído para una práctica de brujería o santería.
Se dio a conocer que al interno del penal de Puebla al que le hicieron llegar el cadáver no ha rendido su declaración.
Pero trascendió que está recluido por el delito de robo con violencia y que dentro de la cárcel se dedica a hacer “trabajos de santería negra”, por lo que se refuerza la hipótesis de las autoridades capitalinas.
Para el C. Presidente el caso se descomposición por neoliberalismo
Durante la mañanera, estimó que la única forma de enfrentar esa descomposición es con la transformación.
"Es el fruto podrido de la descomposición social, son hechos lamentables que no deberían suceder, pero tienen que ver con el pasado reciente, eso es lo que nos dejó la política neoliberal", afirmó.
Mmm. Qué fácil respuesta.
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Las columnas políticas hoy, lunes 24 de enero de 2024
Templo Mayor/REFORMA
PASAN las horas y sigue causando todo tipo de comentarios aquello de que el Presidente ya hizo su testamento político, aunque sigue siendo un misterio qué dice. Según el propio Andrés Manuel López Obrador, la idea es garantizar con esto la gobernabilidad, en caso de que falleciera antes de terminar su mandato.
SIN DUDA resulta muy considerado de su parte preocuparse por la patria desde el más allá peeero... ¿qué le hace pensar que la gobernabilidad depende del enigmático contenido de un texto personal? No es por romperle la ilusión al mandatario, pero precisamente para eso se tienen la Constitución y las instituciones de la República. A lo mejor no lo recuerda, pero éstas justamente fueron creadas para que el país no dependa de un caudillo, sino de algo mucho más sólido y permanente.
AGACHONES y complacientes, pero el país sigue teniendo Senado y Cámara de Diputados; así como un Poder Judicial que trata de mantener la cabeza en alto. Tal vez López Obrador debería preocuparse, más bien, por lo que va a pasar en Morena si él llegara a faltar. Porque la realidad es que el partido más votado en el país sigue sin contar con instituciones internas y depende, básicamente, de lo que diga, desee y decida el señor Presidente.
ENTRE las víctimas de acoso y agresión por parte de Andrés Roemer hay nuevas preocupaciones. Cuentan que de unos días a la fecha, la oficina del canciller Marcelo Ebrard decidió frenar cualquier información sobre la extradición del autoproclamado intelectual que está prófugo de la justicia.
LAS AFECTADAS y quienes llevan sus casos se preguntan si la Cancillería decidió darle carpetazo al asunto, si fue que dejó de ser relevante en la agenda del secretario o si hay alguna razón política para este silencio. Resulta extraño que justo ahora que se acercan las manifestaciones por el Día de la Mujer, en la SRE hayan optado por callar sobre el tema. ¿Será orden del propio Ebrard o alguien de su oficina se está tomando atribuciones que no le corresponden? Es pregunta.
PARA quienes gustan de interpretar las señales políticas, resultó muy revelador que Jennifer Granholm se reuniera con los tres presidenciables de Morena. El encuentro con el canciller Marcelo Ebrard resultaba obligado; la foto con Claudia Sheinbaum fue porque la anexaron en una reunión con el Consejo Coordinador Empresarial, y en cambio a Ricardo Monreal fue a visitarlo al Senado. Visto que la secretaria de Energía de Estados Unidos no se anda por las ramas, alguna puerta habrá visto con el zacatecano.
DICEN hay una razón de peso para que Movimiento Ciudadano esté planeando postular en Quintana Roo a un personaje tan impresentable como Roberto "Bobby" Palazuelos. Y esa razón es que nadie como el mirrey de mirreyes da el color para ser el candidato naranja.
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¿Rebelión contra Monreal?
Bajo Reserva/El Universal
Nos dicen que 29 de los 61 senadores que conforman la bancada de Morena en la Cámara Alta, se reunirán el próximo viernes para abordar el tema de la Comisión Especial sobre abusos de autoridad en Veracruz, creada hace casi un mes a raíz de la detención del secretario técnico de la Junta de Coordinación Política, José Manuel del Río Virgen. Los convocantes del encuentro aseguran que dicha comisión senatorial, promovida por su coordinador Ricardo Monreal, no fue discutida ni acordada al interior del grupo parlamentario. La reunión llevará el lema: “Somos leales al proyecto de la Cuarta Transformación y al presidente Andrés Manuel López Obrador”. Entre quienes firman el acuerdo para celebrar el encuentro el próximo 28 de enero, están César Cravioto, Antares Vázquez, José Narro, Malú Micher, Nestora Salgado, Susana Harp, José Antonio Álvarez Lima, Napoleón Gómez Urrutia, Ana Lilia Rivera y Héctor Vasconcelos. ¿Se avecina una rebelión en la bancada de Morena?
En Segob no urge reunión con el PRI
No hay fecha aún para la reunión entre el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, y la dirigencia del PRI, encabezada por su presidente Alejandro Moreno Cárdenas. El 6 de diciembre, cuando el secretario recibió por primera vez al diputado panista Santiago Creel, la Segob informó de la decisión de abrir el diálogo con otras fuerzas políticas, y en particular se refirió al PRI. Sin embargo, hasta ahora no hay acuerdo para un primer contacto formal, y a decir de quienes están cerca de ambas partes, los tiempos se están complicando, pues ya inició el Parlamento Abierto sobre la iniciativa presidencial de Reforma Eléctrica, además de que los partidos políticos están inmersos en el proceso electoral para renovar seis gubernaturas. Todo indica que en la Segob no hay prisa alguna por iniciar el diálogo con los priistas, ni en que haya una foto de don Adán y don Alejandro posando juntos.
AMLO hace caso a los médicos
Luego de someterse a un cateterismo cardiaco, el presidente Andrés Manuel Lopez Obrador regresó a Palacio Nacional para retomar sus actividades, sin embargo, parece que en esta ocasión el mandatario sí ha hecho caso a sus médicos y ha comenzado a moderar su ritmo de trabajo. Por lo menos ayer, no envió sus acostumbrados videomensajes dominicales. Nos dicen que esta mañana estará puntual en su conferencia de prensa para escuchar a la primera tanda de aspirantes a dirigir el Sindicato de Trabajadores Petroleros, quienes presentarán sus propuestas ante el mandatario.
Morena y PRD arman sus plenarias
Al interior de los partidos políticos, sus liderazgos ultiman detalles de cara a sus reuniones plenarias. Serán Morena y el PRD los primeros, mientras que el resto aún no define fechas, algunos como el PRI determinaron posponerla ante el alto número de contagios en esta cuarta ola de Covid-19. La bancada morenista tendrá actividades hoy y mañana con la presencia de los secretarios de Gobernación, Relaciones Exteriores, Seguridad, y Sedatu, así como los titulares de la Comisión Federal de Electricidad y de la Unidad de Inteligencia Financiera. Por parte del sol azteca, el 28 y 29 de enero acudirán a Quintana Roo, donde estará su candidata a la gubernatura de esa entidad, Laura Fernández, respaldada por el gobernador del estado, e incluso, nos aseguran, acudirá el titular del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova.
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Estrictamente Personal
El testamento de Andrés Manuel/Raymundo Riva Palacio
Estrictamente Personal
El Financiero,
Eso de que el pecho del presidente Andrés Manuel López Obrador no es una bodega, genera más problemas que beneficios. No es un acto de honestidad, sino a veces de irresponsabilidad –como cuando revela documentos confidenciales de otros gobiernos–, o en ocasiones transmite el mensaje contrario al que uno piensa que pretende. Tal fue el caso el sábado, cuando después de regresar a Palacio Nacional tras un cateterismo, sugirió que su salud no había estado bien en los últimos momentos, que no había estado gobernando plenamente y que, aunque ahora se había recuperado por completo, había escrito un “testamento político” para que, si muriera en el cargo, se mantuviera la estabilidad en el país y continuara el proyecto que llama cuarta transformación.
Su candor generó muchas preguntas sobre su salud y sobre lo que tiene en la cabeza para mantener el poder, si no de manera directa, a través de instrucciones post mortem, que denominó como su “testamento político”. ¿Qué lo impulsó a hablar improvisadamente sobre un tema tan delicado? Sigue sin entender que, como Presidente, su palabra tiene un gravitas diferente al del resto de los mexicanos, y dejar sobre la mesa la posibilidad de su muerte en el cargo no genera certidumbre, sino lo contrario.
Hay dos ejes preocupantes, el que tiene que ver con su salud en específico, y el del proceso de transición constitucional en caso de muerte. Ambos tienen que ver con la seguridad nacional. Para el Presidente, como dejó claro en un mensaje videograbado el sábado, su vida y la transición van encadenadas, pero no por la vía institucional, sino de la imposición política. Sus palabras textuales fueron claras: “Yo tengo un testamento político, no puedo dejar un país en un proceso de transformación, no puedo actuar, por responsabilidad… con estos antecedentes del infarto, la hipertensión, mi trabajo que es intenso, sin tener en cuenta la posibilidad de una pérdida de mi vida, ¿cómo queda el país? Tiene que garantizarse la gobernabilidad, entonces tengo un testamento para eso”.
¿Qué significa su “testamento político”? Hoy va a tener que precisar a qué se refería, porque lo que puede interpretarse, es que deja amarradas las cosas para que el Congreso de la Unión elija como Presidente sustituto a quien él quiera para que continúe su obra. El “testamento político” no significa necesariamente una ruptura constitucional, como algunos lo vieron, ni haber hecho a un lado el artículo 84 que establece que, en caso de falta absoluta del Presidente, el Congreso de la Unión nombra a un interino –si se da en los dos primeros años de gobierno– o a un sustituto –si sucede en los últimos cuatro–, en un plazo no mayor de 60 días, durante los cuales el cargo lo asumiría provisionalmente quien encabece la Secretaría de Gobernación. La designación se haría por medio de una votación, que requiere mayoría calificada.
Lo que López Obrador dejó entrever, pero obliga a una clarificación de su parte, es que en ese “testamento político” deje las instrucciones a sus bancadas y aliados con el nombre de la persona que quiere que sea electa sustituta. Morena y los partidos en la coalición gobernante no tienen la mayoría calificada en el Congreso, pero en una situación de esa naturaleza, donde efectivamente la falta absoluta de López Obrador generaría una indeseable inestabilidad por la forma centralizada y absolutista como ejerce el poder, es altamente probable que los partidos de oposición prefirieran votar con Morena a fin de que, al ser una orden de López Obrador, quien resultara electa o electo de esa votación en el Congreso de la Unión, tuviera la legitimidad ante la izquierda social radical entrenada, desde hace años, por el hoy Presidente en la desestabilización política.
La pregunta sería si el “testamento político” reproduciría un fenómeno como el que pretendió Evita Perón, o si ante una candidatura sin ángel y a la que se le ven pocas alas para volar, sería Claudia Sheinbaum, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, quien retomara el estandarte de su proyecto. Por supuesto que éstas son especulaciones, pero si la preocupación de López Obrador es quién puede concluir lo que empezó, necesita que quien le suceda no solamente lo apoye y respete, sino que esté identificada con él y esté ideológicamente comprometida o comprometido con su proyecto. No sobran en su entorno. ¿Rocío Nahle? ¿Manuel Bartlett? ¿Alguno de los moneros de La Jornada? ¿Su segundo hijo? ¿Sus cuates tabasqueños?
López Obrador necesita, por razones de gobernabilidad y estabilidad, despejar las dudas que despertó su mensaje, donde dejó entrever que su estado de salud no se encuentra tan robusto como parecería. Es cierto que desde 2013, cuando tuvo el doble infarto que por poco lo mata, acude regularmente a una revisión de rutina, pero donde lo operaron, Médica Sur, no en el Hospital Central Militar, a donde nunca había ido. El Presidente toma diariamente medicina para la hipertensión, que tiene controlada, y desde antes de asumir la Presidencia los doctores le recomendaron no caminar como antaño, por problemas en la espalda.
Nada de esto le impedía hacer bien su trabajo, aunque en el video sugirió otra cosa. “Los médicos me dicen que puedo hacer una vida normal. Es decir, que me puedo aplicar a fondo y que hay Presidente para un tiempo, el necesario, indispensable, el básico para llevar a cabo los cambios, la transformación”, señaló. ¿Qué dijo exactamente? ¿Que los doctores pronostican que su horizonte de vida le permitirá terminar su sexenio? Si esto fuera cierto, ¿el diagnóstico es infalible?
“Estoy muy tranquilo y muy contento porque tenemos que consumar la obra de transformación”, agregó. “Pero nos falta un tramo, hasta septiembre de 2024, sí así lo dispone o lo sigue disponiendo el Creador, la ciencia, la naturaleza”. Ciertamente, los mexicanos necesitamos que López Obrador disipe la tolvanera que levantó y explique lo que, ya con más aplomo, quiso decir.
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¿Por qué un testamento? ¿Y la Constitución?/ Salvador García Soto
El Universal,
La afirmación de Andrés Manuel López Obrador de que ya tiene preparado un “testamento político” en caso de que él falte, despertó más dudas que certezas. No sólo porque, tras su salida del Hospital Militar donde le practicaron un cateterismo de emergencia, el presidente habló por primera vez abiertamente sobre su condición de salud, sino porque la idea de que él decidirá qué pasa ante su posible ausencia y quién quedaría en la Presidencia, contradice totalmente a la Constitución que claramente prevé en su artículo 84, que si el presidente falta definitivamente en los últimos cuatro años de su gobierno, como sería el caso, será el Congreso el que decida, por mayoría calificada de dos terceras partes, quién será el presidente sustituto que termine el sexenio.
¿De dónde saca entonces López Obrador que él puede “heredar” con un “testamento” la Presidencia en caso de ausencia definitiva? Según el derecho familiar, el documento testamentario “es el acto por el cual una persona llamada testador o autor de la herencia expresa libremente su voluntad de disponer de sus bienes, derechos y obligaciones, y los designa a determinadas personas para después de su muerte”; luego entonces solamente se puede heredar aquello de lo que se es dueño en el caso de los bienes materiales, y en el caso de obligaciones y derechos, sólo pueden transferirse cuando se refieren a actividades privadas ya sea profesionales o legales.
Un cargo de elección popular, como es la Presidencia de la República, ni es un bien material de propiedad privada, ni es un derecho o una obligación contractual; quien ocupa la titularidad del Poder Ejecutivo lo hace por mandato del pueblo y de la mayoría de votantes que lo elige y está en el cargo sólo para servir por un periodo constitucionalmente establecido. No es el dueño de la Presidencia y mucho menos del Poder ni de la soberanía popular y, si no puede decidir qué sucede en su ausencia, porque eso ya lo dicta la misma Constitución que un presidente jura “cumplir y hacer cumplir”, mucho menos puede “heredar” o “testamentar” un cargo y un poder que no le pertenecen.
Y aun cuando los defensores del presidente y del oficialismo saldrán a decir que él solo habló de un “testamento político” en sentido metafórico o referente a su movimiento y no al cargo que ejerce, vale la pena hacer la precisión porque no parece ni casual ni un desliz, tratándose de un político como López Obrador, que hable de heredar el poder o el cargo a quien él lo decida, por encima de lo que diga la Constitución. El uso que López Obrador da a las palabras en ese mensaje habla de una concepción completamente patrimonialista del poder, en donde a él, como líder supremo de su movimiento, no sólo le corresponde elegir a un sucesor para cuando termine su presidencia –como hicieron por décadas los presidentes de la era priista— sino que también se cree con el derecho de decir quién debe ser el presidente sustituto si él llega a morir o quedar incapacitado para terminar el sexenio.
Según los expertos en lingüística forense, todo lo que decimos o escribimos nos delata y ninguna persona habla o escribe igual a la otra porque cada uno poseemos nuestro propio idiolecto, que no es otra cosa que las características particulares de nuestro decir y escribir porque la mayor parte de los procesos que se producen a la hora de hablar un discurso oral y escrito, son procesos que se escapan de nuestro control, son procesos no voluntarios.
Dice el catedrático, escritor e investigador de la lengua española, Javier Blasco, que “las palabras nos delatan, las palabras querámoslo o no, aunque intentemos ocultarnos, aunque queramos escondernos en un avatar, dejan al desnudo lo que pensamos y lo que somos”. Y en este caso, al presidente sus palabras lo desnudan y también lo delatan: él no concibe al poder ni a su mandato como algo prestado temporalmente por los ciudadanos, sino como algo que le pertenece, que es de su propiedad y que por lo tanto él puede hacer lo que quiera con ese poder, incluso heredarlo en caso de su muerte a quien él y solamente él decida. Esa concepción del poder es más de un dictador autoritario que de un presidente demócrata.
Porque además de inconstitucional, la voluntad presidencial de nombrar “heredero” si él llega a faltar ni siquiera es realista, porque la Constitución habla claramente de una mayoría de “dos terceras partes” de los miembros del Congreso para elegir a un presidente sustituto que termine el periodo de gobierno en caso de ausencia definitiva del presidente dentro de los últimos cuatro años de su mandato. Y hoy ni López Obrador ni Morena tienen esa mayoría calificada ni en el Senado ni en la Cámara de Diputados, así que su “testamento político” sería letra muerta al menos en la sustitución presidencial.
Al final, lo que también exhibe ese mensaje al salir del hospital —además de sus delirios patrimonialistas de poder— es que al presidente lo único que en realidad le importa y le preocupa cuando piensa en su muerte es quién lo va a sustituir y a terminar su imaginaria “transformación nacional”. Con un país sumido en la violencia, en medio de la peor pandemia, con una economía que no termina de recuperarse de una crisis histórica y un aumento del desempleo y una inflación desbordada, a López Obrador no le preocupan los mexicanos y sus problemas, sino sus sueños de grandeza y trascendencia histórica.
Lleva mucha razón el mencionado experto Javier Blasco cuando dice que “la palabra no es sólo una cuestión de estética o una cuestión de imaginación, porque en la vida la palabra compromete nuestro prestigio, nuestro honor, nuestro dinero y en algunos casos nuestra vida”.
NOTAS INDISCRETAS… Hablando de la palabra presidencial, si al común de los mexicanos las palabras de López Obrador nos impactan, nos dividen y la mayoría de las veces nos polarizan, para sus leales e incondicionales de Morena, sus palabras son órdenes. Bastó con que el presidente le expresara en la conferencia mañanera su espaldarazo político al controvertido gobernador Cuitláhuac García, ante las acusaciones de violaciones graves de derechos en Veracruz y las investigaciones que realiza el Senado a través de una Comisión especial, para que las hordas morenistas se activaran como en una película de Mad Max. Ayer en la bancada de Morena en el Senado se desató una auténtica batalla interna por el tema de la Comisión de la Jucopo que investiga los abusos de autoridad y violaciones en la entidad veracruzana, a partir de varias denuncias y testimonios de ciudadanos que han acusado al gobierno de Cuitláhuac de pisotear sus derechos y garantías fundamentales. La mitad de la bancada, al mando del senador César Cravioto, ligado a Claudia Sheinbaum, cuestionó la existencia de esa Comisión, formada originalmente por los coordinadores parlamentarios para documentar el caso de José Manuel del Río Virgen, y que pretendían ahora convertir en una Comisión Especial Legislativa aprobada por el pleno. 29 senadores morenistas operados por Cravioto rechazaron la idea de llevar al pleno la votación sobre la Comisión para Veracruz y pidieron que la bancada morenista la discutiera primero en su sesión plenaria de los próximos días para impulsar un acuerdo en contra de la citada comisión. En contraparte, los otros 30 senadores de Morena, apoyan la propuesta de Ricardo Monreal para que el grupo que formaron los coordinadores de la Junta de Coordinación Política sea elevado al rango de comisión formal del Senado para investigar los múltiples casos de abusos y violaciones que han recibido de senadores veracruzanos. En medio de la guerra civil morenista en el Senado, aparece claramente la mano de la jefa de Gobierno de la CDMX que le dio su apoyo a su amigo Cuitláhuac García en un mensaje difundido en redes sociales con una fotografía donde ambos posaron y que terminó generando más memes que reacciones positivas. Anoche, en medio del jaloneo por el caso Veracruz, se filtró una carta que Ricardo Monreal les dirigió a los 60 senadores de Morena, en la que el líder parlamentario, que claramente fue de los iniciadores de la investigación contra García, les decía a sus compañeros que estaba abierto a que se discutiera el tema en la reunión plenaria de la bancada, pero les reprochaba que esos temas se filtraran y discutieran en los medios, antes de hacerlo internamente. “Se aproxima un periodo difícil; no basta nuestra mayoría simple, requerimos mayorías calificadas y debemos actuar con respeto internamente y también con los otros grupos”, les decía Monreal a los senadores morenistas, a los que les aclaraba “todas y todos somos leales al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador”. Pero está claro que algunos confunden la lealtad con obediencia ciega y que, aunque estén de por medio violaciones graves de derechos humanos y abusos de autoridad en un estado como Veracruz, van a defender a Cuitláhuac porque así se los ordenó Sheinbaum y se los sugirió el presidente con sus palabras que para ellos son órdenes… Los dados mandan Escalera Doble. La semana promete.
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El fin de la pandemia está cerca/Enrique Quintana
Coordenadas
El Financiero,
Christopher J L Murray, quien dirige el Instituto de Evaluación y Métricas de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington, una de las referencias mundiales para observar las tendencias de la pandemia, publicó el pasado 19 de enero un artículo en The Lancet, titulado: ‘Covid-19 seguirá, pero el fin de la pandemia está cerca’.
La afirmación es polémica, pero resume muchos argumentos que desde hace varias semanas se han esgrimido respecto al futuro de la pandemia.
Los modelos del IHME señalan que antes de que termine marzo aproximadamente la mitad de la población mundial se habrá contagiado de la variante ómicron del SARS-CoV-2.
Entre otros factores, señala que las infecciones por ómicron son asintomáticas entre un 80 y 90 por ciento y aun el disparo de los casos positivos observados en las pruebas se queda muy corto respecto a la dimensión real de los contagios.
El hecho de que los síntomas generados por ómicron sean más leves que los producidos por otras variantes no quiere decir necesariamente que las hospitalizaciones bajen, pues es tan grande el número de contagiados que la cifra absoluta de demandantes de servicios hospitalarios puede crecer.
Aunque no llegaremos al nivel que se alcanzó el año pasado, el IHME estima que el pico de hospitalizaciones a nivel global se alcanzará en los primeros días de febrero con niveles de alrededor de 2.3 millones de personas.
Incluso, hay el riesgo de un aumento en el número total de fallecidos respecto a las cifras previas a diciembre, pues aunque la tasa de letalidad es mucho menor, se aplica a una cifra muchas veces mayor de contagiados. Las estimaciones del Instituto consideran que todavía podrían darse a nivel global alrededor de 240 mil muertes adicionales entre el momento actual y mayo.
Los modelos del IHME indican que en la mayor parte de los países, el pico de contagios vendrá entre el momento actual y la segunda semana de febrero.
Queda la interrogante de lo que pueda pasar con casos como los de China y Nueva Zelanda, que han aplicado políticas de “cero COVID” y donde quizás la ola podría extenderse por más tiempo.
No puede descartarse que en el futuro aparezcan variantes del SARS-CoV-2 que sean mucho más letales que ómicron. Sin embargo, la gran inmunización que se ha desarrollado por la combinación de la vacunación y los contagios de esta variante impedirá que las nuevas variantes se extiendan.
De acuerdo con Murray, el virus no va a desaparecer de la faz de la Tierra, pero lo más probable es que el COVID-19 se convierta en una afección respiratoria probablemente estacional que pueda ser abordada a través de vacunación y tratamientos, sin tener que llegar a las medidas extraordinarias que hemos aplicado en el mundo en los pasados dos años.
El investigador del IHME no sugiere que se utilice el ómicron como una especie de inmunizador. Hay que tratar de evitar los contagios, sobre todo entre la población vulnerable, pero dado el alcance que han tenido, de un modo u otro, en la práctica la variante está inmunizando a una gran cantidad de personas.
En el caso de México, el modelo estima que hemos llegado ya al pico de los contagios, pero habrá que esperar a mediados de febrero para regresar al nivel de contagios que teníamos a finales de noviembre.
Lo que es un hecho es que al paso de las semanas se van sumando argumentos que nos dejan ver que ahora sí ya podríamos estar cerca del fin de la pandemia.
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El mentiroso auténtico/Jesús Silva-Herzog Márquez
en REFORMA
Tal vez hasta sus sueños son consignas. Tal vez sueña con las mismas frases hechas que repite mil veces. En un pasaje de Subir a respirar, George Orwell habla de un fanático de la autenticidad. Habla como una grabadora que repite siempre los mismos lemas. Los repite no solamente con pasión sino con sinceridad. No es una pose: el fanático cree cada palabra que dice. Cree en sus consignas profundamente y sin reservas. Cada lema es como una palabra sagrada para él. El personaje que describe Orwell está políticamente de su lado: es un antifascista. Pero la manera en que ese camarada cree lo que cree lo convierte en un sectario, en un odiador que ha decidido cerrar los ojos detrás de sus convicciones. No hay pose, no hay impostura en su obsesiva recitación. Todo lo contrario: en él hay una convicción fogosa y sincera. El antifascista que describe el narrador no puede más que hablar de su batalla. A cualquier provocación e, incluso sin ella, habla de la épica a la que ha decidido entregar su vida y su razón. Es una máquina que repite siempre el mismo discurso: democracia contra fascismo; democracia contra fascismo, democracia contra fascismo. Al narrador le da curiosidad la vida privada de este personaje, pero de inmediato se pregunta, ¿tendrá vida privada? ¿O será que se la pasa dándole vuelta eternamente al mismo disco? Soñará, seguramente con sus consignas.
Como buen puritano, el presidente López Obrador odia la hipocresía sobre todos los vicios. Más que a quienes hacen el mal, a quienes fingen ser buenos. Ese doblez es, a su juicio, la marca del conservadurismo: la verdadera ideología de los conservadores es la hipocresía. Los conservadores predican lo que no practican. Por ello presenta la autenticidad como la nota de su superioridad moral: es un hombre auténtico, es sincero, dice lo que piensa y hace lo que promete. Al mismo tiempo, la verdad le interesa poco y no pierde mucho tiempo en ocultar su desprecio por ella. Es de agradecer que, con frecuencia, nos advierte que está mintiendo. Casi con orgullo subraya sus mentiras advirtiéndonos que son parte de sus "otros datos". Una confesión franca: lo que digo no retrata la realidad sino mi fe. Les digo lo que creo que existe y eso es suficiente. La verdad es correspondencia de la verdad con los hechos; la sinceridad es la correspondencia de la palabra con la convicción. Por eso el presidente López Obrador miente cotidianamente sin pena alguna. Le importa ser sincero, no veraz.
Una de las tareas más laboriosas de la mañanerología es la mentirometría. El registro de esa contabilidad es interesante: ¿Cuál es la tasa de mentira por pregunta? ¿En qué conferencia se rompió el récord de mentiras? ¿En qué órbita se pronuncia una mayor tasa de falsedades? Todos los días la contabilidad registra decenas de engaños que se pronuncian con agilidad sorprendente. Se miente de todo, pero, insisto, con convicción. En el fondo, lo que expone esa notable productividad presidencial es el hermetismo de una cabeza que no pretende poner en riesgo la ideología con los fastidios de la realidad.
El presidente López Obrador ha logrado dominar el arte de fingir autenticidad. Se le percibe como un hombre que dice lo que piensa y que cree en lo que hace. No se le ve como un impostor sino como un político de convicciones. Será cachado muchas veces mintiendo, pero no siendo quien no es. Con esa credencial se le da paso libre no solamente a sus mentiras sino a las consecuencias ruinosas de su "autenticidad". La convicción puede ser una coartada. El fanático de sí mismo sería visto como un hipócrita si, de pronto, nos tratara de engañar aparentando que se tomó el tiempo de leer el articulado de una ley o reconociera la veracidad de un dato desfavorable. Su desinterés por la verdad, por la ley por los datos es auténtico. Tengo la impresión de que por eso la rutina de sus mentiras y la catástrofe de sus políticas le resulta, hasta el momento, barata.
George Orwell, dice el politólogo inglés David Runciman, fue un enemigo de la hipocresía que tenía muy claro que había cosas mucho peores que la hipocresía. La autenticidad puede encubrir la irresponsabilidad.
http://www.reforma.com/blogs/silvaherzog/
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