Cuáles fueron los negocios del obispo Onésimo Cepeda
Escándalos de lavado de dinero, relaciones con empresarios y políticos, polémicas declaraciones y millones de pesos en su cuenta, así fue la peculiar vida del clérigo
Infobae.com, 1 de Febrero de 2022
Onésimo Cepeda Silva falleció el pasado 31 de enero aproximadamente a las 22:50 horas; el obispo emérito de Ecatepec había sido diagnosticado con COVID-19 e intubado por complicaciones con un cuadro de neumonía que terminó por acabar con su vida. El clérigo tenía 84 años y una peculiar historia distinta a la de cualquier sacerdote que opta por dedicarle su vida a la religión.
Al contrario de muchos de sus colegas, Onésimo Cepeda no vivió una vida de austeridad, al contrario, desde su juventud gozó de más de un privilegio que lo llevó a ser un gran empresario mexicano, amigo de reconocidos políticos y uno de los personajes más polémicos del medio.
De acuerdo a datos de la Conferencia del Episcopado Mexicano, nació el 21 de marzo de 1937 en la Ciudad de México, no obstante al clérigo le gustaba celebrar su cumpleaños en grandes fiestas junto a sus amigos empresarios y políticos el día 25 de marzo.
Cabe mencionar que antes de dedicar su vida a la religión, Onésimo Cepeda estudió derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México y luego ingresó al seminario del Instituto Nuestra Señora de Guadalupe para las Misiones Extranjeras.
De acuerdo con su biografía publicada en el sitio web de la Diócesis de Ecatepec, sus primeros 33 años de vida los dedicó a ser corredor de bolsa y banquero. En una entrevista realizada por la periodista Adela Micha para el programa El Financiero Bloomberg declaró:
“Aprendí a trabajar e hice muchas cosas en mi vida. Canté, toreé, vendí desde veladoras hasta niño envuelto, de todo. Trabajé en el Banco de México, de ahí salí al Banco de Londres, donde me hicieron gerente general no sólo de Londres sino de México. Era gerente general a los 22, 23 años. Además, ya era abogado”
Desde temprana edad, Onésimo Cepeda comenzó a amasar su fortuna lo que tiempo después lo llevaría a asociarse con el hombre más rico de México: Carlos Slim. En 1964 ambos empresarios trabajaban en la bolsa de valores, se conocieron y comenzaron a entablar una amistad que duró hasta los últimos días del clérigo. Tanto Onésimo como Slim disfrutaban de jugar golf y hacer dinero, suficientes coincidencias como para que tiempo después unieran fuerzas para fundar Inversora Bursátil, empresa que se convirtió en el Grupo Financiero Inbursa.
A partir de dicho hecho, su relación con los empresarios más importantes de México se acrecentó y antes de dedicar su vida a Dios, trabajó con algunos de los más ricos del país como lo fueron Roberto Hernández Ramírez, presidente de Grupo Financiero Banamex, en donde se desempeñó como director ejecutivo de Banamex Citigroup, más tarde laboró también para la empresa Ingenieros Civiles Asociados (ICA) e incluso para Televisa.
No obstante, mientras desarrollaba su faceta como empresario y hacía crecer de forma exponencial su fortuna, Onésimo Cepeda estudió filosofía en el Instituto Nuestra Señora de Guadalupe para las Misiones Extranjeras y Teología en la Universidad de Friburgo en Alemania motivo por el que años después decidió darle un giro a su vida de riquezas para dedicarle su vida Dios en un ambiente más austero ¿o no?.
El 28 de octubre de 1970 fue ordenado sacerdote, ocupó el puesto de rector del Seminario Conciliar de San José en Cuernavaca, Morelos y ya para 1995 el Papa Juan Pablo II lo designó como el primer obispo de la diócesis de Ecatepec. Sin embargo, seguía trabajando de la mano con Slim en Inbursa hasta que en 2010 abandonó la millonaria empresa tras verse envuelto en un escándalo de lavado de dinero.
Onésimo Cepeda enfrentó un juicio por un supuesto préstamo de 130 millones de dólares para hacerse de una de las colecciones de arte más valiosas del país, en la que se encontraban obras de Frida Kahlo, Salvador Dalí, Diego Rivera, Picasso, Francisco de Goya, entre otros.
Aunque las acusaciones en su contra no procedieron, este no fue el único escándalo en el que Onésimo Cepeda se vio involucrado. El clérigo era conocido por siempre hacer declaraciones escandalosas como cuando dijo que “el estado laico es una jalada” o “si ya desaparecieron, ya desaparecieron”, refiriéndose a los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.
También fue duramente criticado por colegas sacerdotes que lo acusaban de únicamente atender a sus amigos adinerados como lo fueron por años políticos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Acción Nacional (PAN) entre los que destacan los ex presidentes Vicente Fox y Enrique Peña Nieto, pero también funcionarios como Juan Camilo Mouriño, Francisco Ramírez Acuña, Carlos Romero Deschamps entre otros.
De acuerdo al reportero Emiliano Ruiz Parra del medio Corriente Alterna, Onésimo Cepeda viajaba en una camioneta blindada con una metralleta debajo del asiento y con varios guaruras. Degustaba vinos caros y orquestaba fiestas para miembros de la política mexicana, un estilo de vida muy peculiar y distinto al que muchos de los sacerdotes de México profesan.
Si bien en distintas ocasiones aclaró que su fortuna era fruto de sus años de trabajo y que no tomaba ni un solo peso de la diócesis que dirigía, no fue este motivo el que le valió la desaprobación de más de uno sino sus escándalos relacionados a delitos financieros y tráfico de influencias. Hechos que bajo ninguna instancia coincidieron con los valores eclesiásticos que predica la religión católica.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario