De un abismo a
otro/editorial
El acuerdo en
el Senado de EE UU aplaza el debate sobre ajustes presupuestarios y deuda
EL PAÍS 2 ENE
2013 - 00:00 CET
La caída en el
llamado abismo fiscal hubiera llevado a EE UU y al mundo a una nueva recesión.
De ahí que el acuerdo en el Senado por una amplísima mayoría —a falta de una
incierta ratificación por la Cámara de Representantes dominada por los
republicanos— resulte positivo, pese a que no lo resuelve todo. Quedan otros
abismos por salvar, a comenzar por el presupuestario y el de la deuda. La Casa
Blanca y al menos el Senado —y era de esperar que también la Cámara saliente,
dado que los republicanos tenían más que perder que ganar—, han evitado en
tiempo de descuento que se aplicara de forma automática una marcada subida de
impuestos y drásticos recortes de gasto público. Pero lejos han quedado las
grandes visiones para encarrilar la política económica de la primera potencia
mundial. De hecho, el acuerdo solo evita una subida generalizada de impuestos
aplazando dos meses la negociación sobre los ajustes en el gasto público.
Estos plazos
apuntan a que esta última negociación acabará mezclándose con la de un nuevo
techo de deuda pública, al haber alcanzado oficialmente EE UU el existente esta
Nochevieja. Con contabilidad creativa, la Administración puede ganar dos meses,
pero no mucho más, y cabe recordar que en el verano de 2011 EE UU estuvo ya al
borde de la suspensión de pagos, generando un enorme nerviosismo en el conjunto
de la economía mundial.
Lo ocurrido
refleja unas disfunciones políticas graves en la primera economía del mundo,
cuando un presidente demócrata se enfrenta a un Congreso dominado por los republicanos.
Pero ambas partes se han empleado a fondo para lograr un acuerdo que salvara a
la vez la situación y sus respectivas caras ante lo que era consecuencia de
unas rebajas de impuestos de la era Bush, y de un cambalache político sobre
recortes de gastos en 2011. En el resultado hay que destacar la capacidad
negociadora del vicepresidente Joe Biden en su calidad de presidente del
Senado.
Todos han
tenido que ceder. Obama ha logrado que subieran los impuestos a los más ricos
—las familias que ingresan más de 450.000 dólares (340.000 euros) al año—
aunque se había comprometido a rebajar este límite a casi la mitad. También ha
conseguido que se mantengan algunas prestaciones a los desempleados más
desamparados, al programa de cobertura sanitaria y a otras políticas sociales.
En dos meses
empezará la negociación sobre recortes de gastos y sobre el techo de
endeudamiento para evitar caer en un abismo presupuestario y de deuda, con
consecuencias dramáticas. Los republicanos están atrapados entre su deseo de
reducir las partidas destinadas a programas sociales y de preservar los
militares. Le tocará negociarlo a Obama tras la inauguración de su segundo
mandato, y al nuevo Congreso que arranca mañana, con una carga quizás menos
radical por parte de unos republicanos que, sin embargo, querrán seguir
manteniendo el pulso ideológico con la Casa Blanca sobre impuestos y gastos.
^^^
¿Qué es el
‘abismo fiscal'?
CRISTINA F.
PEREDA
El País, Washington 8 NOV 2012
La Casa Blanca
y la Cámara de Representantes viven desde hace dos años un enfrentamiento en
torno a las tasas impositivas y el presupuesto de programas federales que puede
mantener en vilo a la economía estadounidense hasta el 31 de diciembre. El
presidente Obama y la mayoría republicana en la Cámara celebraron una serie de
negociaciones en el verano de 2011, cuando el déficit amenazó con bloquear el
funcionamiento del país. Aquellas conversaciones terminaron en un pacto que, a
pesar de aprobar algunos recortes, también prorrogó la firma de un gran acuerdo
hasta después de las elecciones. Ambas partes sabrían así si las subidas de
impuestos a los ricos que defiende el presidente Obama ganaban su respaldo en
las urnas o si lo conseguía el modelo propuesto por los republicanos, que
saldría adelante con más facilidad de haber llegado un presidente republicano a
la Casa Blanca.
Qué es el
‘abismo fiscal’
Las
negociaciones de agosto de 2011 para elevar el techo de la deuda aprobaron una
serie de recortes en el gasto federal que también entrarán en vigor a finales
de año si la Casa Blanca y el Congreso no acuerdan otra vía para solucionar el
problema del déficit. El aumento de los impuestos asciende a 700.000 millones
de dólares (550.000 millones de euros) y sería aplicado de manera automática,
igual que un amplio paquete de recortes de gasto público.
Y según
advirtió la Oficina de Presupuesto del Congreso, los cambios podrían aumentar
el nivel de desempleo por encima del 9% y amenazaría la recuperación económica
de Estados Unidos.
Qué entra en
vigor el 1 de enero de 2013
El final de
los recortes de impuestos aprobados por el gobierno de George W. Bush, por lo
que millones de familias verían reducidos sus ingresos automáticamente;
millones de parejas casadas y que hagan una declaración de impuestos conjunta
pagarán más impuestos sobre su renta, y se eliminarán varias exenciones a
pequeñas y medianas empresas.
Las familias
norteamericanas con ingresos anuales entre 40.000 y 68.000 dólares (entre
31.000 y 53.000 euros) podrían pagar 2.000 dólares más al año si no se
prorrogan los recortes de Bush como quiere Obama, según un informe del Tax
Policy Center.
Qué propone
Obama
Quiere
mantener los recortes de impuestos a partir del 1 de enero, pero sólo a
aquellas familias que ingresen menos de 250.000 dólares anuales. Esto reduciría
automáticamente la recaudación con la que cuenta hasta ahora el presupuesto
público, argumento que emplean los republicanos para criticar los recortes
porque, según ellos, solo empeoraría la amenaza del déficit.
Para compensar
esa reducción, Obama propone equiparar la tasa impositiva de las rentas más
altas con la de la clase media porque considera que solo así se contribuirá a
la recuperación económica del país. El presidente podrá defender que su
victoria en las urnas constituye un respaldo de los ciudadanos a su propuesta,
aunque aseguró en su discurso la noche del martes que había escuchado “a todos
los norteamericanos”.
Qué proponen
los republicanos
Prorrogar los
recortes de impuestos de Bush que terminan el 31 de diciembre y reducir el
presupuesto de varios programas sociales. El portavoz de la Cámara de
Representantes, John Boehner, aseguró este miércoles en sus primeras
declaraciones tras la reelección de Obama, que estaban abiertos a negociar esos
impuestos, aunque no sobre las rentas más altas.
Los
republicanos han trasladado al presidente esta negativa -aunque se muestran “más
abiertos”- y proponen reformar el sistema para encontrar otros métodos de
recaudación que, según ellos, llegará al recortar programas públicos aunque no
el presupuesto de Defensa.
La oposición
podría utilizar la mayoría de la que todavía dispone en la Cámara para imponer
recortes en programas de salud públicos como Medicare y Medicaid, que
proporcionan atención médica a personas sin recursos y de la tercera edad, cuyo
coste aumenta constantemente por el envejecimiento de la población.
Qué pasó en
agosto de 2011
El Congreso de
Estados Unidos debe aprobar cada año cuánto dinero toma prestado el gobierno
federal para financiar su gasto. El verano de 2011, meses después de que el
Partido Republicano ganase las elecciones legislativas y recuperase la mayoría
en la Cámara de Representantes, utilizaron esa superioridad para obligar a la
Casa Blanca a hacer importantes recortes que redujeran la deuda nacional a
cambio de aprobar el presupuesto.
Obama ofreció
un recorte de 4 billones de dólares que incluía reducciones de presupuesto en
programas federales como Medicare y Medicaid pero solo a cambio de una subida
de impuestos a las rentas más altas. Los republicanos se opusieron en bloque
por este último motivo y hasta el último momento.
Aquellas
negociaciones obligaron a los republicanos a acceder a un recorte en el
presupuesto de Defensa -que luego sería duramente criticado por el candidato a
la presidencia, Mitt Romney- mientras que la Casa Blanca y el Partido Demócrata
-que mantuvieron duras negociaciones internas, ya que no todos los
representantes estaban de acuerdo con Obama- también aceptaron
La firma
aprobaba un aumento del techo de deuda de 2,4 billones de dólares y un recorte
automático del presupuesto de 900.000 millones de dólares.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario