Estados Unidos
se salva del ‘abismo fiscal’
La Cámara de
Representantes respalda el acuerdo del Senado gracias a los votos demócratas
Nota de ANTONIO CAÑO
Washington El País, 1 ENE 2013 - 20:15 CET566
La Cámara de
Representantes respaldó esta noche, finalmente, el acuerdo aprobado un día
antes por el Senado, con lo que Estados Unidos se salvó del abismo fiscal y se
ha evitado una crisis económica de repercusión mundial. Ante la división de los
congresistas republicanos, fueron necesarios los votos del Partido Demócrata
para sacar adelante una ley, previamente pactada con Barack Obama, que incluye
una subida de impuestos solo a los más ricos y prevé un breve aplazamiento de
dos meses de los recortes de gastos que debían entrar ayer formalmente en
efecto.
La ley, que en
las próxima horas será firmada por Obama, pasó el trámite de la Cámara con 257
votos a favor y 167 en contra, pero sólo 85 representantes del Partido
Republicano, de 236, que tiene la mayoría, le dieron su apoyo, por lo que
fueron necesarios 172 votos demócratas, casi la totalidad del grupo.
En el Senado
se había conseguido un sólida mayoría de 89 contra 8 (tres demócratas y
republicanos), con la llamativa oposición del senador Marco Rubio, cuyo nombre
es mencionado insistentemente como próximo candidatos presidencial. No ha sido
posible conseguir una mayoría similar en la Cámara.
Una fuerte
división en el seno del Partido Republicano ha retrasado la aprobación en la
Cámara y ha obligado a su presidente, John Boehner, a sacar a votación el mismo
texto enviado por el Senado, entre las críticas de varios congresistas
conservadores que querían añadirle enmiendas. Como prueba de esa división,
mientras Boehner, que normalmente no vota por su posición institucional, votó
esta vez sí a la ley, el jefe del grupo republicano y número dos de la
jerarquía conservadora en la Cámara, Eric Cantor, votó no.
También para
algunos demócratas de izquierdas, Obama había hecho una concesión excesiva al
aceptar que la subidas de impuestos –el tipo máximo pasa del 35% al 39,6%- se
apliquen solo a partir de los 450.000 dólares anuales de ingresos, y no los
250.000, como inicialmente proponía la Casa Blanca.
Pero incluso
esa barrera de los 450.000 fue inaceptable para muchos congresistas
republicanos que, al comienzo de esta legislatura, hicieron público juramento
de no apoyar jamás un aumento de impuestos.
Las objeciones
republicanas no tienen que ver solo con los impuestos. También se quejan de que
el aumento de la presión fiscal a los ricos no vaya acompañada de ningún
recorte de gasto social ni de compromisos siquiera de hacerlos en el futuro.
Durante varias horas, en el debate de ayer, se intentó añadirle al texto del
Senado la obligatoriedad de un recorte de 300.000 millones de dólares de gasto
social, pero esta opción no tuvo el respaldo suficiente.
La ley
aprobada, no solo no recoge esas reducciones, sino que prolonga durante un año
el seguro de desempleo que cobran dos millones de personas y retrasa la aplicación
de otros 110.000 millones de dólares de recortes de gastos.
Esa retraso
es, al mismo tiempo, el anuncio de que estaremos de nuevo dentro de dos meses
ante una batalla similar a la de estas inolvidables navidades. En dos meses, EE
UU alcanzará su techo de deuda y el estado se quedará sin dinero para pagar a
empleados y acreedores. La próxima tormenta, por tanto, está a la vuelta de la
esquina.
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