Plenitud del amor/Vicente Aleixandre (1898- 1984)
Qué fresco y
nuevo encanto,
qué dulce
perfil rubio emerge
de la tarde
sin nieblas?
Cuando creí
que la esperanza, la ilusión, la vida,
derivaba hacia
oriente
en triste y
vana busca del placer.
Cuando yo
había visto bogar por los cielos
imágenes
sonrientes, dulces corazones cansados,
espinas que
atravesaban bellos labios,
y un humo casi
doliente
donde palabras
amantes se deshacían como el aliento
del amor sin
destino...
Apareciste tú,
ligera como el árbol,
como la brisa
cálida que un oleaje envía del mediodía, envuelta
en las sales
febriles, como en las frescas aguas del azul.
Un árbol
joven, sobre un limitado horizonte,
horizonte
tangible para besos amantes;
un árbol nuevo
y verde que melodiosamente mueve sus hojas altaneras
alabando la
dicha de su viento en los brazos.
Un pecho
alegre, un corazón sencillo como la pleamar remota
que hereda
sangre, espuma, de otras regiones vivas.
Un oleaje
lúcido bajo el gran sol abierto,
desplegando
las plumas de una mar inspirada;
plumas, aves,
espumas, mares verdes o cálidas:
todo el
mensaje vivo de un pecho rumoroso.
Yo sé que tu
perfil sobre el azul tierno del crepúsculo entero
no finge vaga
nube que un ensueño ha creado.
¡Qué dura
frente dulce, qué piedra hermosa y viva,
encendida de
besos bajo el sol melodioso,
es tu frente
besada por unos labios libres,
rama joven
bellísima que un ocaso arrebata!
¡Ah, la verdad
tangible de un cuerpo estremecido
entre los
brazos vivos de tu amante furioso,
que besa vivos
labios, blancos dientes, ardores
y un cuello
como un agua cálidamente alerta!
Por un torso
desnudo tibios hilillos ruedan.
¡Qué gran risa
de lluvia sobre tu pecho ardiente!
¡Qué fresco
vientre terso, donde su curva oculta
leve musgo de
sombra rumoroso de peces!
Muslos de
tierra, barcas donde bogar un día
por el músico
mar del amor enturbiado,
donde escapar
libérrimos rumbo a los cielos altos
en que la
espuma nace de dos cuerpos volantes.
¡Ah, maravilla
lúcida de tu cuerpo cantando,
destellando de
besos sobre tu piel despierta:
bóveda
centelleante, nocturnamente hermosa,
que humedece
mi pecho de estrellas o de espumas!
Lejos ya la
agonía, la soledad gimiente,
las torpes
aves bajas que gravemente rozaron mi frente
en los oscuros
días del dolor.
Lejos los
mares ocultos que enviaban sus aguas,
pesadas,
gruesas, lentas, bajo la extinguida zona de la luz.
Ahora vuelto a
tu claridad no es difícil
reconocer a
los pájaros matinales que pían,
ni percibir en
las mejillas los impalpables velos de la aurora,
como es
posible sobre los suaves pliegues de la tierra
divisar el
duro, vivo, generoso desnudo del día,
que hunde sus
pies ligeros en unas aguas transparentes.
Dejadme
entonces, vagas preocupaciones de ayer.
abandonar mis
lentos trajes sin música,
como un árbol
que depone su luto rumoroso.
su mate adiós
a la tristeza,
para exhalar
feliz sus hojas verdes, sus azules campánulas
y esa gozosa
espuma que cabrillea en su copa
cuando por
primera vez le invade la riente primavera.
Después del
amor, de la felicidad activa del amor, reposado,
tendido,
imitando descuidadamente un arroyo,
yo reflejo las
nubes, los pájaros, las futuras, estrellas,
a tu lado, oh
reciente, oh viva, oh entregada;
y me miro en
tu cuerpo, en tu forma blanda, dulcísima, apagada,
como se
contempla la tarde que colmadamente termina.
Vicente Aleixandre. Poeta español nacido en Sevilla en
1898, y difunto en Madrid en 1984.
Su verdadero
nombre fue Vicente Pío Marcelino Cirilo Aleixandre y Merlo, fue un poeta
español de la llamada Generación del 27, cercano a Luis Cernuda, Manuel
Altolaguirre, Alberti y García Lorca. Su
primer libro, «Ámbito», fue publicado en 1928, al que siguieron, «Espadas como
labios» en 1932, «Pasión de la tierra»
en 1935, «Sombra del paraíso» en 1944,
«Mundo a solas» en 1950, «Nacimiento último» en 1953, «Historia del corazón» en 1954, «Poemas de la
consumación» en 1968, «Diálogos del conocimiento» en 1974 y póstumamente «En gran noche» en 1991.
Miembro de la
Real Academia Española desde el 22 de enero de 1950. Premio Nacional de
Literatura en 1933. En 1977 recibió el Premio Nobel de Literatura.
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