24 jul 2013

El Papa con los periodistas en el vuelo a Brasil

El Papa con los periodistas en el vuelo a Brasil
El primer encuentro de Papa Francisco con los periodistas durante el vuelo hacia Brasil
 ANDREA TORNIELLI,
Vatican Insider, 23 de julio
 Vuelo Roma-Rio de Janeiro
«¡Buenos días a todos ustedes! Dijeron... escuché que decían cosas un poco extrañas de ustedes: no son “santos de mi devoción” (la referencia al saludo de la mexicana Valentina Alazraki, que había definido de esta manera a los periodistas, ndr.). Yo estoy aquí entre leones, ni tan leones, por hoy... Pero gracias. De verdad –dijo Francisco–, yo no doy entrevistas, no sé, no puedo, para mi es un poco fastidioso, pero agradezco esta compañía.
Este primer viaje es justamente para encontar a los jóvenes. Pero los jóvenes no aislados de la propia vida: quisiera encontrarlos en el tejido social, en la sociedad, porque cuando aislamos a los jóvenes hacemos una injusticia: les quitamos la pertenencia».

«Los jóvenes tienen una pertenencia, la pertenencia a una familia, a una patria, a una cultura, a una fe. ¡Tienen una pertenencia! Y no debemos aislarlos, no debemos aislarlos del resto de la sociedad. Ellos son verdaderamente el futuro de un pueblo, esto es cierto. Son el futuro. Pero no solo ellos: tienen futuro porque tienen la fuerza, son jóvenes, saldrán adelante».
«Pero también en el otro extremo de la vida, los ancianos, son el futuro de un pueblo, porque un pueblo tiene un futuro si sigue adelante con ambas fuerzas: con los jóvenes, con la fuerza porque lo sacan adelante; y con los ancianos, porque dan la sabiduría de la vida. Yo, muchas veces creo que hacemos una injusticia con los ancianos, los dejamos a un lado como si no tuvieran nada que darnos, mientras ellos tienen la sabiduría, la sabiduría de la vida, la sabiduría de la historia, la sabiduría de la patria, la sabiduría de la familia. Y nosotros necesitamos esto».
«Por esto yo digo que voy a encontrar a los jóvenes, pero en su tejido social, principalmente con los ancianos. Es verdad que la crisis mundial trata mal a los jóvenes. Leí la semana pasada los porcentajes de los jóvenes sin trabajo. Piensen que corremos el riesgo de tener una generación que nunca habrá tenido trabajo: del trabajo viene la dignidad de la persona, ganarse el pan».
«Los jóvenes en este momento están en crisis, y un poco todos nosotros estamos acostumbrados a esta cultura del deshecho; con los ancianos hacemos lo mismo, y es una injusticia porque los dejamos aparte, como si ya no tuvieran nada que darnos. Debemos cortar con esta costumbre del “deshechar”. No. Cultura de la inclusión, cultura del encuentro. Debemos hacer un esfuerzo para incluir a todos en la sociedad. Este es un poco el sentido que quiero dar a esta visita a los jóvenes. A los jóvenes en la sociedad. Les agradezco mucho, queridos “santos no de mi devoción”, y tampoco tan leones...»
«Les agradezco y les pido que me ayuden. Les pido que colaboren en este viaje por el bien, por el bien de los jóvenes y de los ancianos».
Una alianza entre el Papa y los periodistas que no es una novedad, como recordó el portavoz del Vaticano, el jesuita Federico Lombardi, pues la «había propuesto Juan Pablo II».

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 Jóvenes en Copacabana para la apertura de la JMJ
Andrea Tornielli
 RÍo De Janeiro
«La JMJ de Río es un desafío fundamental para toda América Latina: se trata de rejuvenecer la tradición católica que todavía vive en nuestros pueblos...». Guzmán Carriquiry, vicepresidente de la Pontificia Comisión para América Latina, interpreta de esta forma la grande reunión de jóvenes que se está llevando a cabo en Río de Janeiro.


«La Providencia quiso que la primera JMJ del Pontificado de Benedicto XVI fuera en Colonia, y la primera de Francisco en América Latina -explicó Carriquiry a Vatican Insider. Creo que la experiencia de los dos millones de jóvenes latinoamericanos presentes aquí será una siembra importante». AUnque los frutos, precisó,  «dependan de cuánto sepan acompañar a estos jóvenes los pastores. El Papa está demostrando a todos los obispos latinoamericanos (y a todo el mundo) cómo quiere que sean los pastores».
Para Carriquiry, la Iglesia en América Latina debe estar consciente de su enorme experiencia y responsabilidad. Ha sido llamada «a resumir en sí la gran tradición católica y dar un salto cualitativo, porque ya no es una Iglesia periférica». Y también debe saber ofrecer su aporte «a la misión de la Iglesia».
El vicepresidente de la Pontificia Comisión para América Latina, con respecto al aumento de los grupos evangélicos y pentecostales en todo el continente (y en particular en Brasil), invitó a «instaurar un diálogo, como hacía Bergoglio cuando estaba en Buenos Aires, “sin negociar la pertenencia”, como solía decir el futuro Papa».
Está claro que esto no es suficiente, subrayó Carriquiry. El aumento de estas comunidades, aunque también haya disminuido en estos años, «debe interpelar a la Iglesia católica y su forma de ser misionera. La misión, como sea, no puede nunca estar en contra de alguien, porque es atracción. Y esta atracción que está suscitando Francisco, no solo en América Latina, atraerá a la Iglesia católica a muchos de los que habían migrado a las comunidades evangélicas».

 

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