Otro
parricidio político/Ricardo Alemán
El Universal, 8 de Junio de 2014.
El
20 de diciembre de 2001 –hace casi 13 años–, titulamos el Itinerario Político
de la siguiente manera. “PRD: Parricidio político”.
Entonces
dijimos que el PRD había iniciado el proceso de renovación de su dirigencia
nacional –luego de la tercera derrota presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas en el
año 2000–, y que con ello aparecía “un fenómeno que no es desconocido en la
política mexicana; el parricidio”.
¿Por
qué en el PRD se cometía un parricidio político?. “Porque Cuauhtémoc Cárdenas,
el líder moral del partido “negroamarillo”, el otrora conductor de los destinos
de esa fuerza política, el insustituible, el artífice del necesariato, el jefe
indiscutible se ha convertido en el hombre a vencer; será combatido por no
pocos de los que le deben todo en la política, pero sobre todo será combatido
por su hijo político, al que llevó de la mano, al que cobijó, al que encumbró;
Andrés Manuel López Obrador”.
Y
en el último párrafo de aquel Itinerario Político concluimos: “Las guerras
políticas al interior del PRD parece que podrían desembocar en una elección
interna quizá no tan cuestionada como la de hace casi tres años, pero en donde
se podría consumar un nuevo parricidio político, pues los hijos de Cárdenas
–sobre todo Andrés Manuel López Obrador–, podría matar a su padre político. Y
en esa guerra de hijos políticos contra padres políticos, el nuevo jefe del PRD
podría ser Jesús Ortega, a quien correspondería preparar la candidatura
presidencial de Andrés Manuel López Obrador en 2005. Y si no, al tiempo”.
Y,
en efecto, desde 2005 se inició una guerra sin cuartel del grupo político de
AMLO contra el grupo político de Cárdenas. Entonces cayeron cabezas como la de
Rosario Robles y su grupo, mientras muchos otros que eran adictos al clan
Cárdenas fueron relegados. Y, en efecto, en 2005 se había consumado “el
parricidio político”. Cárdenas estaba fuera, relegado, su grupo aniquilado, y
con la ayuda de Jesús Ortega y apoyado en su poder como jefe de gobierno del
DF, López Obrador se impuso como candidato presidencial del PRD para 2006.
MISMA
HISTORIA EN 2014.
Vale
revisar la historia anterior porque la magia del tiempo desnuda de cuerpo
completo a los políticos de una izquierda incongruente, mentirosa, timorata y
nada democrática, que da tumbos y que no aprende de su propia historia. Y el
mejor ejemplo de que los dizque demócratas de izquierda y los dizque
revolucionarios no aprendieron nada es que buena parte de los que hace casi 13
años hicieron todo por jubilar Cárdenas y que ayudaron al parricidio político
cometido por AMLO, hoy hacen circo, maroma y teatro por rehabilitar a Cárdenas
como el necesario, el único, indispensable para conducir al PRD, mientras que
los hijos parricidas ya tienen casa aparte.
Hoy,
los señores René Bejarano y Marcelo Ebrard –brazos operadores del parricidio de
AMLO contra Cárdenas y los suyos de hace 13 años–, se han convertido en
desesperados promotores del regreso de Cárdenas a la dirigencia del PRD; una
dirigencia que justamente desde su alianza con AMLO inició su consolidación
como fuerza dominante, a pesar de las repetidas traiciones. Y es que, como
todos saben, hoy los “mandones” en el PRD son “Los Chuchos” y uno de ellos,
Carlos Navarrete, será el nuevo presidente amarillo.
Por
eso, frente a esa fatalidad política –y ante una peligrosa orfandad que les
provocó la salida de AMLO del PRD y la construcción de Morena–, los grupos
políticos de Bejarano y Ebrard convencieron a Cárdenas de que olvidara el
pasado, la historia y que, de nueva cuenta aceptara convertirse en dueño del
PRD; en realidad dueño de utilería, ya que Cárdenas no sería más que el títere
de la feria. Lo cierto es que “Los Chuchos” no están dispuestos a tirar la
toalla y se mantendrán como grupo hegemónico del PRD, a pesar del riesgo que
pueda significar la Morena de AMLO, sobre todo en las elecciones de 2015.
PRD:
JOVEN VIEJO.
Sin
embargo, lo más lamentable del caso es que a pesar de la confusión, la
incongruencia y la pérdida de valores y principios, en 2014 “los hombres de
izquierda” se comportan exactamente igual que el viejo PRI de los años 80s. Es
decir, en la adultez y vejez, las izquierdas son todo aquello que cuestionaron
en su juventud, a los 20 años. ¿Tienen dudas?.
Resulta
que esos consumados demócratas llamados René Bejarano y Marcelo Ebrard, hoy
reniegan de la elección democrática de dirigentes y prefieren la imposición de
un nuevo rey en el PRD. Quieren que Cárdenas sea aclamado. Y claro, Cárdenas se
deja querer y quiere ser aclamado. ¿Qué no era eso lo que más censuraban las
izquierdas de la práctica antidemocrática del PRI? ¿Qué no nació el PRD para
ser diferente al PRI?
Hoy
los amarillos se compartan ¡igualito que el viejo PRI!. Pero ésa es apenas una
probadita. Todos los gobiernos del PRD, sobre todo el del Distrito Federal,
están clasificados como los peores gobiernos en México, en manos de gobernantes
fallidos y en los últimos lugares para la inversión extranjera. ¿Por qué?
Porque son el reino de la violencia, la inseguridad, la impunidad, el
clientelismo y la corrupción.
Pero
hay más. El mesías tropical llamado AMLO, se aventó la puntada de imponer por
“dedazo” a todos los futuros candidatos a puestos de elección popular para
2015, por esa empresa familiar llamada Morena. ¿No es cierto que la izquierda
mexicana no cuestionó por décadas el dedazo del PRI? ¿Acaso AMLO olvidó que
algunos de los cartones más exitosos de los caricaturistas de antaño era un
dedo agusanado del PRI?. Bueno, en el colmo, cuando plumas afines a AMLO lo
cuestionaron, el Mesías los mandó al diablo.
¿Pero
qué creen? Sí, una perla de Alejandro Encinas, otrora comunista y preclaro
hombre de izquierda. Al ser interrogado sobre la grosera práctica autoritaria y
nada democrática de AMLO, Encinas dijo: “Quisiera que así fuera la política de
abierta… es mucho más sano que andar en la simulación del falso juego
democrático del PRD”. ¡Los demócratas!
EL
HIJO MATA AL PADRE.
Y
decíamos que la historia del parricidio político se repite, porque acaso el más
aventajado precandidato presidencial de las izquierdas –AMLO ya es candidato–,
se llama Miguel Ángel Mancera. Y es que el jefe de gobierno del DF siguió la
misma pauta que AMLO.
En
efecto, con el escándalo de corrupción e ineficacia de la Línea 12 del Metro,
el señor Mancera eliminó a su más fuerte competidor; a su padre político, a
Marcelo Ebrard. El parricidio por nota. Y hoy Marcelo está muerto
políticamente. Puntual, la historia se repite. Al tiempo.
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