8 jun 2014

¡Amémonos, mi bien! en este mundo


 AMÉMONOS/Manuel M. Flores.. (1840-1885)

 Buscaba mi alma con afán tu alma,
buscaba yo la virgen que mi frente
tocaba con su labio dulcemente
en el febril insomnio del amor.
Buscaba la mujer pálida y bella
que en sueño me visita desde niño,
para partir con ella mi cariño,
para partir con ella mi dolor.
Como en la sacra soledad del templo
sin ver a Dios se siente su presencia,
yo presentí en el mundo tu existencia,
y, como a Dios, sin verte, te adoré.
Y demandando sin cesar al cielo
la dulce compañera de mi suerte,
muy lejos yo de ti, sin conocerte
en la ara de mi amor te levanté.
No preguntaba ni sabía tu nombre,
¿En dónde iba a encontrarte? lo ignoraba;
pero tu imagen dentro el alma estaba,
más bien presentimiento que ilusión.
Y apenas te miré... tú eras ángel
compañero ideal de mi desvelo,
la casta virgen de mirar de cielo
y de la frente pálida de amor.
Y a la primera vez que nuestros ojos
sus miradas magnéticas cruzaron,
sin buscarse, las manos se encontraron
y nos dijimos "te amo" sin hablar
Un sonrojo purísimo en tu frente,
algo de palidez sobre la mía,
y una sonrisa que hasta Dios subía...
así nos comprendimos... nada más.
¡Amémonos, mi bien! En este mundo
donde lágrimas tantas se derraman,
las que vierten quizá los que se aman
tienen yo no sé que de bendición.
dos corazones en dichoso vuelo;
¡Amémonos, mi bien! Tiendan sus alas
amar es ver el entreabierto cielo
y levantar el alma en asunción.
Amar es empapar el pensamiento
en la fragancia del Edén perdido;
amar es... amar es llevar herido
con un dardo celeste el corazón.
Es tocar los dinteles de la gloria,
es ver tus ojos, escuchar tu acento,
en el alma sentir el firmamento
y morir a tus pies de adoración.
Lucho Gatica la musicalizó y canto en esta versión:
Manuel M. Flores.. (1840-1885)
Manuel María Flores nació en San Andrés Chalchicomula, México. Estudió Filosofía en el Colegio de San Juan de Letrán hasta el año 1859, fecha en que abandonó sus estudios. Perteneció al Partido Liberal, luchó contra los franceses, estuvo preso en el Castillo de Perote. Cuando la república fue reinstaurada obtuvo el cargo de diputado, posteriormente formó parte del Liceo Hidalgo, además de pertenecer al grupo de escritores que encabezó Manuel Altamirano, quien escribió el prólogo de su
primer libro; "Pasionarias" que fue publicado en el año de 1874.
Se dice que Manuel, sostuvo una relación sentimental con Rosario de la Peña, mujer por quien se suicidó se amigo Manuel Acuña, y a la que le dedico el Nocturno tan conocido..
Después de su muerte, aparecieron sus "Poesías inéditas" en el año de 1910 y en el año de 1953 "Rosas caídas".

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