Militarizar la
frontera –de nuevo/Fred Alvarez
Publicado en la revista Código Topo de Excelsior, 4 de agosto de 2014
El tema de los niños migrantes no acompañados está no sólo en primer lugar en la agenda de las relaciones de EU con sus vecinos del sur -México y sobretodo Centroamérica- sino que se ha convertido en bandera política por uno de los grandes partidos de EU: los republicanos.
Publicado en la revista Código Topo de Excelsior, 4 de agosto de 2014
El tema de los niños migrantes no acompañados está no sólo en primer lugar en la agenda de las relaciones de EU con sus vecinos del sur -México y sobretodo Centroamérica- sino que se ha convertido en bandera política por uno de los grandes partidos de EU: los republicanos.
El asunto es demasiado complicado, e incluso Obama decidió discutir personalmente con sus pares centroamericanos, para ello, el viernes 25 de julio recibió en la casa Blanca a los presidentes Otto Pérez Molina, Juan Orlando Hernández y Salvador Sánchez. Un día antes charló telefónicamente con el Presidente de México Enrique Peña Nieto.
Pero, también lo hizo suyo el papa Francisco, y los obispos de la
región no quisieron quedarse al margen.
Recientemente,
el 14 de julio se realizó en la sede de la Cancillería de México el Coloquio México-Santa Sede sobre Migración
Internacional y Desarrollo. En el encuentro participaron, entre otros: los
Cancilleres de El Salvador, Guatemala y Honduras, además de funcionarios, legisladores,
académicos y líderes religiosos católicos.
El
pontífice incluso envió a su Secretario de Estado Pietro Parloin, y el mismo
redactó una carta que fue leída por el
Nuncio Christophe Pierre que dice:
“La globalización es un fenómeno que nos interpela, especialmente en una de sus principales manifestaciones como lo es la emigración (...) convertido ya en un elemento característico y en un desafío de nuestras sociedades. Es un fenómeno que trae consigo grandes promesas junto a múltiples desafíos. Muchas personas obligadas a emigrar sufren y a menudo, mueren trágicamente; muchos de sus derechos son violados, son obligados a separarse de sus familias y lamentablemente continúan siendo objeto de actitudes racistas y xenófobas.”Francisco repitió la frase en el Mensaje que dio para la Jornada mundial del Migrante y del Refugiado de este año: “Es necesario un cambio de actitud hacia los migrantes y refugiados por parte de todos. Pasar de una actitud de defensa y de miedo, de desinterés o de marginación que, al final, corresponde precisamente a la cultura del descarte, a una actitud que tenga a la base la cultura del encuentro, la única capaz de construir un mundo más justo y fraterno, un mundo mejor”.
Agregó
“Me urge, además, llamar la atención sobre decenas de miles de niños que
emigran solos, no acompañados, para escapar a la pobreza y a las violencias:
esta es una categoría de migrantes que, desde Centro América y desde México,
atraviesa la frontera con los EU en condiciones extremas, en busca de una
esperanza que la mayoría de las veces resulta vana.”
Ellos
aumentan día a día, subrayó y “tal
emergencia humanitaria reclama en primer lugar intervención urgente, que estos
menores sean acogidos y protegidos. (sin embargo) Tales medidas, sin embargo no serán
suficientes, sino son acompañadas por políticas de información sobre los
peligros de un tal viaje y sobre todo, de promoción del desarrollo en sus
países de origen. Finalmente es necesario frente a este desafío, llamar la
atención de toda la comunidad internacional para que puedan ser adoptadas
nuevas formas de migración legal y segura.”
Hasta
ahí el mensaje papal.
En el
mismo sentido se expresó el Cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin
en el seminario en la Cancillería.
Las
cifras oficiales que se han manejado es que en los últimos meses - octubre de 2013-, se han incrementado a casi 60 mil los menores que han sido capturados por la Patrulla fronteriza mientras intentaban ingresar
ilegalmente a los EU, ninguno de ellos estaba acompañado por familiares o
tutores.
Las imágenes de cientos de
menores detenidos en enormes galerías encendieron la polémica y despertaron
la preocupación del papa Francisco y sobretodo provocaron la respuesta de los
obispos norteamericanos, mexicanos, guatemaltecos, hondureños que emitieron un
duro comunicado fechado el 10 de julio: “La Declaración Conjunta de los Obispos
de EU; México, El Salvador, Guatemala, y Honduras sobre la crisis de los niños
migrantes.”
Los menores interceptados por la policía fronteriza son enviados a
albergues temporales, donde se les da alimentación y seguridad
hasta que sus casos puedan ser revisados por los tribunales de inmigración, tal
como lo establece la denominada ley William Wilberforce de Reautorización para
la Protección de Víctimas del Tráfico de Personas (TVPRA por sus siglas en
inglés) de 2008.
Afortunadamente esa ley aumentó significativamente la protección de niños
indocumentados no acompañados. La legislación fue aprobada durante la administración de George W.
Bush e impide la deportación acelerada de niños migrantes indocumentados
originarios de países no fronterizos con EU; la mayoría de menores
solos proceden de El Salvador, Guatemala y Honduras.
Ante
esa situación fue que el presidente Obama solicitó los tres mil 700 millones de
dólares de presupuesto suplementario, para manejar la crisis, pero el Congreso -los republicanos- no
parecen estar tan convencidos con la medida. La mayoría de ellos insisten en que se debe reforzar la seguridad fronteriza y modificar la TVPRA.
En
tanto, varios legisladores demócratas han insistido en que no se debe tocar la ley en cambio,
es esencial acelerar el procesamiento de los niños en las cortes de
inmigración.
En eso coinciden los presidentes centroamericanos. “Es el momento para decirle a los tomadores de decisión en Washington: los niños no son delincuentes, son seres humanos vulnerables y el interés primario del niño tiene que prevalecer, es un tema de derechos humanos”, ha zanjado el presidente de Honduras Juan Orlando Hernández
“Lo que le pedimos a EU es que a estos niños y niñas se les respeten sus derechos, se lleve el debido proceso, y que tengan la posibilidad de acudir a las instancias legales que corresponde”, dice el canciller salvadoreño, Hugo Martínez.
Operativo seguridad fuerte: militarizar la frontera.
Y
en ese contexto, y como una medida política que le permita llegar a la casa
Blanca, la tarde del lunes 21 de julio, el republicano gobernador de Texas, Rick Perry, alzo la voz de “Texanos al
grito de guerra” y en conferencia de prensa desde Austin, convocó a mil de los 19 mil miembros de la
Guardia Nacional de su estado para reforzar la vigilancia de su frontera con
México, en concreto el tramo conocido como Valle del Río Grande, a fin de
enfrentar la oleada de menores migrantes centroamericanos que huyen de la
violencia de sus países.
El
gobernador dijo que el envío de este contingente, como parte de la Operación Seguridad Fuerte -como se le
ha bautizado a este despliegue-, “está dirigido contra la delincuencia en la
frontera, específicamente contra los cárteles mexicanos de la droga que han
explotado esta tragedia (de los niños indocumentados de Centroamérica) para
sacar provecho”.
Agregó
que no se quedaría de brazos cruzados mientras nuestros ciudadanos están bajo
asalto y niños de Centroamérica están en una situación miserable”. Eso si
precisó el texano que el envío de reservistas no es una militarización de la
frontera con México como han expresado legisladores locales, ya que “no se
puede hablar de seguridad nacional, sino hay seguridad fronteriza”.
El texano informó que la movilización de los soldados,
provenientes tanto de la Guardia Nacional de Texas como de la Guardia Estatal,
se realizará a lo largo de los próximos 30 días..
El
anuncio de Perry se originó luego de la negativa de Washington DC a enviar a un
mayor contingente de la Guardia Nacional por considerar que el aumento sin
precedentes de recursos y agentes de la patrulla fronteriza no justifican el
despliegue de más efectivos. Pero Perry decidió
ejercer su autoridad ejecutiva para enviar tropas utilizando recursos de la
propia entidad, en un esfuerzo que podría costar a los contribuyentes hasta 12
millones de dólares al mes: destinó 1.3 millones de dólares semanales para
reforzar personal y tecnología.
El
despliegue en la frontera es de mucha gente, vehículos de la Patrulla
Fronteriza y de fuerzas de seguridad locales, torretas móviles, focos, vallas y
hasta dirigibles con cámaras de alta definición. Hoy hay más de 3 mil agentes
de la Patrulla Fronteriza activos en el sur de Texas.
Ahora bien no es la primera vez que EU amenaza con la Guardia Nacional, lo han hechos otras veces y no les funcionó. El problema es complicado y esas medidas no le dan solución. Washington DC lo sabe bien.
Es evidente que pueden hacerlo pero ello no conduce a la atención integral que el problema de la migración requiere. Hay que verlo desde una visión integral con la participación de todos los involucrados: EU, México, Guatemala, El Salvador y Honduras. Se requiere dialogo, dialogo y más dialogo y soluciones inteligentes que ataquen el origen del problema.
Por cierto, hay que deslindar muy bien a los niños migrantes que se aventuran en busca de mejores oportunidades a las acciones del crimen organizado. Meter a todos en el mismo paquete es un grave error. Los menores de edad son fácilmente captados por el crimen, además ellos perciben ingresar a las pandillas como quizás la única solución al entorno en el cual viven. No tienen amor, no ha futuro, el tejido familiar ha sido dañado y por tanto son fácilmente vulnerables a ser captados por los grupos criminales.
Las reacciones no se han hecho esperar.
Es evidente que tal anuncio del republicano Perry forma parte de su estrategia política para llegar Washington DC en el las elecciones de noviembre de 2016.
La convocatoria a “militarizar la frontera” se lanza luego de varios días de especulaciones sobre la militarización de la frontera y unas horas después de presentarse ante un grupo de veteranos en Iowa, a donde acudió el mandatario estatal el domingo para dar fuerza a sus intenciones de ir por la Casa Blanca. Será la segunda vez que el texano, de 64 años de edad, vaya por la nominación, en 2012 se retiró de la contienda luego de quedar en quinto lugar en las primarias de Iowa. Pero no sólo Perry se ha montado en el debate migratorio, también lo ha hecho el texano senador Ted Cruz, quien dio a conocer el domingo pasado que impulsará una legislación que des incentive la migración de menores y “elimine el imán que ha significado la amnistía del presidente Obama”.
Como vemos el tema fronterizo ha revitalizado a la derecha estadunidense, que actualmente mantiene una disputa política con el presidente Obama por la petición de éste de solicitar fondos extraordinarios al Congreso para el funcionamiento de las cortes de migración, que se han visto rebasadas por el aumento en el número de aprehensiones de menores migrantes.
Ahora bien no es la primera vez que EU amenaza con la Guardia Nacional, lo han hechos otras veces y no les funcionó. El problema es complicado y esas medidas no le dan solución. Washington DC lo sabe bien.
Es evidente que pueden hacerlo pero ello no conduce a la atención integral que el problema de la migración requiere. Hay que verlo desde una visión integral con la participación de todos los involucrados: EU, México, Guatemala, El Salvador y Honduras. Se requiere dialogo, dialogo y más dialogo y soluciones inteligentes que ataquen el origen del problema.
Por cierto, hay que deslindar muy bien a los niños migrantes que se aventuran en busca de mejores oportunidades a las acciones del crimen organizado. Meter a todos en el mismo paquete es un grave error. Los menores de edad son fácilmente captados por el crimen, además ellos perciben ingresar a las pandillas como quizás la única solución al entorno en el cual viven. No tienen amor, no ha futuro, el tejido familiar ha sido dañado y por tanto son fácilmente vulnerables a ser captados por los grupos criminales.
Las reacciones no se han hecho esperar.
Es evidente que tal anuncio del republicano Perry forma parte de su estrategia política para llegar Washington DC en el las elecciones de noviembre de 2016.
La convocatoria a “militarizar la frontera” se lanza luego de varios días de especulaciones sobre la militarización de la frontera y unas horas después de presentarse ante un grupo de veteranos en Iowa, a donde acudió el mandatario estatal el domingo para dar fuerza a sus intenciones de ir por la Casa Blanca. Será la segunda vez que el texano, de 64 años de edad, vaya por la nominación, en 2012 se retiró de la contienda luego de quedar en quinto lugar en las primarias de Iowa. Pero no sólo Perry se ha montado en el debate migratorio, también lo ha hecho el texano senador Ted Cruz, quien dio a conocer el domingo pasado que impulsará una legislación que des incentive la migración de menores y “elimine el imán que ha significado la amnistía del presidente Obama”.
Como vemos el tema fronterizo ha revitalizado a la derecha estadunidense, que actualmente mantiene una disputa política con el presidente Obama por la petición de éste de solicitar fondos extraordinarios al Congreso para el funcionamiento de las cortes de migración, que se han visto rebasadas por el aumento en el número de aprehensiones de menores migrantes.
México y EU
desaprueban la medida
Ante
el anuncio del gobernador tanto el gobierno de México como la Casa Blanca
mostraron su desaprobación. De acuerdo con la Secretaría de Relaciones
Exteriores, el gobierno de México manifiesta su preocupación ante la decisión
del gobierno de Texas de asignar un mayor número de agentes estatales a la
frontera sur de ese país. México subraya que la atención del fenómeno
migratorio debe observarse desde una perspectiva regional, de largo plazo y
basada en los principios de buena vecindad y responsabilidad compartida,
adoptados a su vez por el gobierno federal de Estados Unidos.
México
ha optado por una estrategia integral que privilegia el diálogo y la
cooperación. En el mismo sentido México trabaja de la mano con los países de
Centroamérica para mejorar las condiciones de mediano y largo plazo, que
contribuyan al desarrollo de esa región y potenciar su prosperidad. Estos
elementos integran los cinco pilares de la estrategia Frontera Sur
recientemente anunciada por el gobierno del presidente Peña Nieto.
Por su parte,
la Casa Blanca en voz de Josh Earnest -portavoz de Barack Obama- ,dijo que es más una medida simbólica en
busca de titulares. Destacó que mejor esperarían el apoyo de Perry a la
propuesta migratoria del presidente, que incluye un presupuesto extraordinario
de tres mil 700 millones de dólares, para enfrentar la situación.
Otras voces sobretodo
de Organizaciones no gubernamentales han dicho que la decisión no
tiene nada que ver con seguridad, sino con su ánimo de ser candidato
presidencial.
Christopher
Wilson, analista del Instituto México en Woodrow Wilson Center, comentó:
“Lo primero que hay que entender es que mandar a la Guardia Nacional a la
frontera no detendrá el flujo de menores. Ellos se están entregando a las
autoridades estadunidenses, por lo tanto, tener una mayor presencia de personal
de seguridad no será un elemento disuasivo”.
El
representante federal demócrata Joaquín
Castro dijo que Perry estaba decretando “la militarización de nuestra
frontera, una respuesta equivocada a la llegada de estos niños. Deberíamos
estar enviando a la Cruz Roja a la frontera no la Guardia Nacional, para hacer
frente a esta crisis humanitaria”.
Sin
embargo, la presión ha sido tan dura que el mismo presidente Obama empezó a recular. El mismo día que charló con el Presidente
Peña Nieto- jueves 24 de julio-, empezó a analizar la posibilidad de desplegar
a elementos de la Guardia Nacional a la frontera con México. Una filtración mediática
de la Casa Blanca informa que se envió un equipo a Texas, integrado por
integrantes de los departamentos de Defensa y de Seguridad Nacional, para
evaluar la situación y determinar si es necesario reforzar la zona, y ayudar a
la patrulla fronteriza ante la llegada masiva de indocumentados.
Será
el secretario de Defensa, Charles Hagel, será el que determinará si es
necesario enviar a las tropas a la zona, y en caso de que así lo considere
presentará una solicitud de asistencia para el despliegue militar.
En
tanto, el partido republicano indicó que si el mandatario refuerza la frontera
con México con la Guardia Nacional y se modifica la Ley de 2008, aprobarán el
fondo de 3 mil 700 millones de dólares para atender la crisis humanitaria. La
propuesta ofrece, según la congresista republicana de Texas Kay Granger,
"soluciones de sentido común, compasivas, pero duras".
Los
republicanos instaron a Obama a enviar la Guardia Nacional a la frontera para
que esta fuerza ayude "con el cuidado humanitario y las necesidades de los
menores no acompañados, liberando a la patrulla fronteriza para que se centre
en su misión principal".
Además
quieren que los niños centroamericanos sean tratados de la misma manera que los
mexicanos, es decir, que puedan ser deportados de forma rápida a sus países de
origen. Los demócratas se oponen al considerar que los menores estarían menos
protegidos que ahora.
El
presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, envió
una carta a Obama en la que le pregunta si la Casa Blanca todavía apoya el
cambio de la ley de 2008.
La
Casa Blanca se había mostrado en un principio abierta a cambiar la legislación,
pero ante las críticas de los activistas y los demócratas ha dado en los
últimos días marcha atrás
Como
sabemos la Guardia Nacional es una fuerza de reserva constituida por
voluntarios, que suele desplegarse en tiempos de guerra o de una crisis
nacional grave. Además cada estado tiene su propia Guardia Nacional y el
gobernador de cada estado puede ordenar que ésta se despliegue en su
territorio. Y en caso de una grave crisis grave –como puede ser el caso- , el
presidente puede ordenar desplegar una parte o la totalidad de los guardias
nacionales de los estados.
La
tarde del jueves 24 de julio, Obama y Peña Nieto mantuvieron un diálogo por
teléfono sobre el tema. La conversación se dio a un día del encuentro que el
mandatario norteamericano tendría con los presidentes de El Salvador, Guatemala
y Honduras, en Washington.
Ambos
mandatarios intercambiaron puntos de vista sobre como profundizar esta
cooperación. Obama reconoció los esfuerzos del gobierno de Peña Nieto en este
frente a través del programa "Frontera Sur", implementado a
principios de este mes, mediante el cual México reforzó los controles de
seguridad en esa zona. Y agregó que “el anuncio del presidente Peña Nieto de
una amplia estrategia para mejorar los controles y las salvaguardas a lo largo
de la frontera con Guatemala y Belice".
Recordemos
que a principios de julio, el gobierno
de México puso en marcha el programa Frontera Sur para conseguir un mayor orden
y control de los cruces internacionales y salvaguardar los derechos de los
inmigrantes que transitan por en dirección a EU. Washington DC ha destinado fondos
de la Iniciativa Mérida para ese propósito. Una de las medidas será quizá
dedicar recursos para la región en una especie de Plan Colombia. De hecho el
Congreso de EU discute la posible asignación de 370 millones de dólares como
parte de los fondos de emergencia que el presidente Obama ha solicitado para
inyectar hacia Centroamérica, con el fin de contener la oleada de inmigrantes y
ayudar a los gobiernos de la región.
Se
espera que, tras la cumbre de este viernes en la Casa Blanca entre Obama y los
presidentes de El Salvador, Honduras y Guatemala, los gobiernos de México y
Estados Unidos pasarán revista a los acuerdos alcanzados.
La
oficina del vocero presidencial Josh Earnest apuntó que Obama reconoció
"los esfuerzos de México para ayudar a atacar a los criminales que engañan
a las familias para que envíen a sus hijos a un peligroso viaje y para alertar
a potenciales migrantes de los riesgos y el prospecto de que sean devueltos a
Centroamérica".
También
reiteró que los migrantes de nuevo arribo no calificarán para una legalización
bajo una propuesta iniciativa de reforma migratoria o por el programa para
detener la deportación de jóvenes migrantes indocumentados que llegaron al país
siendo niños.
Un
comunicado de La Presidencia de la república de México señala que ambos coincidieron en la necesidad de
abordar este fenómeno de manera conjunta y bajo el principio de la
corresponsabilidad. Y en la necesidad de
fomentar, de manera conjunta, el desarrollo económico y social en la región
centroamericana con la finalidad de mejorar las condiciones de vida y las
oportunidades de sus habitantes.
“El
Presidente Obama agradeció al Presidente Peña Nieto los espacios de diálogo y
cooperación para la atención del fenómeno migratorio. Ambos acordaron mantener
el contacto personal y la coordinación entre gobiernos para encontrar
soluciones a esta problemática.”
Todavía
falta mucho, pero uno de los propósitos de Francisco como lo comentamos en el
numero anterior es ir a la frontera con México para abordar este asunto, por lo
menos mediante el recurso de la oración, tal y como lo hizo con Israel y
Palestina.
A
veces funciona.
Ojala-
quiera Ala.
Por
cierto, el Presidente municipal de Ciudad Juárez, Enrique Serrano Escobar, le
envió dos cartas a la Santa Sede para que Francisco –con ocasión de su viaje a
México-, visite esa localidad fronteriza por ser “un buen exponente” en el tema
migratorio. Obviamente no ha habido respuesta. Tijuana quizá haga los mismo.
¿Qué
es la Guardia Nacional?
- Es una Fuerza de Reserva constituida por voluntarios norteamericanos, hoy cuenta entre tropas activas y reservas con 467,587 miembros;
- Fue creada en 1903 y desde 1933, constituye una fuerza reservada para las tropas nacionales;
- Cada uno de los cincuenta estados de la Unión tiene su propia Guardia Nacional (GN) y de acuerdo a las leyes locales el Gobernador ostenta el cargo de Comandante en Jefe. Y en condiciones normales la GN de cada Estado depende desde el punto de vista orgánico-administrativo del Secretario de Seguridad Pública de la gobernatura del estado. El máximo jefe militar de la institución es un funcionario denominado “Ayudante General”; que es nombrado por el gobernador y generalmente tiene el rango de general o coronel:
- Sin embargo, en tiempos de guerra ú crisis nacional grave -como pretende ser el caso, de acuerdo a Perry -, el presidente de EU puede poner bajo su control a una parte o a la totalidad de las Guardia de los estados; para ello convoca o “federaliza” a las unidades que necesita, las cuales pasan a ser temporalmente Batallones, Brigadas del Ejército y la Fuerza Aérea Federales;
- Es decir, los Gobernadores pueden usar las tropas de sus respectivas Guardias para restablecer el orden público en situaciones graves, y para socorrer y brindar seguridad en caso de desastres naturales;
- Los elementos de la GN estarán armados tal y como lo señalan las Reglas Estándares para Uso de la Fuerza (RUF), las cuales permiten usar armas de fuego si consideran que su integridad personal o su vida están en peligro. Las RUF son detalladas en el Memorando de Entendimiento entre Washington y los gobernadores; (pueden ser diferentes dependiendo de la situación);
- El armamento y demás equipos de los guardias nacionales es el mismo de los militares del Ejército y la Fuerza Aérea; incluidos tanques de guerra, cañones, aviones cazabombarderos (F-16 y otros); los uniformes también son similares -con un distintivo que indica que son de la Guardia de tal Estado);
- Es el el secretario de la defensa -El Pentagono- quien fiscaliza y supervisa a las Guardias Nacionales de los Estados para asegurarse de que los entrenamientos del personal están acordes con estándares fijados;
- Los miembros de la GN sólo prestan su servicio los fines de semana y una semana entera cada cierto tiempo. Eso les permite desempeñar una vida civil normal, pero cuando son convocados al servicio activo deben trabajar como soldados todos los días a tiempo completo hasta que termine el llamado a las filas;
- Aunque las unidades de la Guardia seguirán bajo las órdenes de los gobiernos de cada estado, la misión la financiará el Pentágono que, por ley, no puede enviar tropas federales para labores de seguridad interna.
- Las tropas de la Guardia Nacional pueden detener a personas inmigrantes en caso de que lo soliciten y deberán se entregados al Departamento de Seguridad Pública del estado: las medidas la consideran ellos como un factor de disuasión para los carteles del narcotráfico.
- Actualmente, más de 18 mil agentes vigilan la frontera. Cerca del doble de lo que se registraba hace 10 años.
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