Convulsión
en los medios/Roberto Rock L
INFORME
CONFIDENCIAL | La Silla Rota, | 2014-08-04;
La
venta de una corporación mediática del rango de “Grupo Expansión” –confirmada
apenas el viernes pasado- no será un evento aislado en un panorama incierto
para todo tipo de medios de comunicación, incluso los digitales. El futuro
inmediato del espectro mediático es incierto, convulso y con pocas buenas
noticias para dueños y editores.
El
“Grupo Expansión”, cuyo presidente actual es Manuel Rivera, fue adquirido en
una cifra no difundida por el Grupo Southern Croos -que dirige en México César
Pérez Barnés-, un fondo de inversión que según reportes del sector financiero,
opera una reserva de 1,700 millones de dólares para proyectos en América
Latina, donde posee inmobiliarias, cadenas farmacéuticas, cines, cervecerías y
otras líneas empresariales sólo identificadas por el hecho de que son
rentables, y pueden serlo más. A eso se dedican los fondos de inversión, no a
hacer periodismo ni a consolidar medios.
“Grupo
Expansión” edita 17 revistas, con un tiraje anual de 12 millones de ejemplares,
y 11 portales (que en los últimos años entraron a competir con el diario “El
Universal” por la supremacía de usuarios de sitios informativos en internet).
En 2013 tuvo ventas por 67 millones de dólares, el 2% del total de ingresos de
su anterior dueño, el grupo norteamericano Time, Inc., el cual sufre el
debilitamiento propio de todo medio que gravite esencialmente en proyectos
impresos.
Pese
a reportes institucionales y entrevistas amables de los protagonistas, en la
industria se anticipan ya nubarrones tras esta operación. Los nuevos
propietarios han reclutado a un alto ejecutivo del Grupo Multimedios Estrella
de Oro, que preside Francisco González padre, para desempeñarse como director
adjunto del “Grupo Expansión”, lo que disminuirá el papel de Rivera y
seguramente provocará la salida de un número importante de funcionarios,
editores y periodistas.
En
otro ámbito, hace apenas 20 meses, a finales de 2013, se concertó la venta del
diario “El Financiero” por parte del empresario Manuel Arroyo, presidente de la
compañía Comtelsat. Este atrajo la percepción de que surgía un poderoso
consorcio orientado a jugar en las grandes ligas, pero esta posibilidad se ha
ido desmoronando aceleradamente.
“El
Financiero”, fundado por Rogelio Cárdenas padre en octubre de 1982, arrastraba
al momento de su venta una deuda fiscal de 250 millones de pesos y adeudos por
al menos otros 100 millones de pesos a proveedores y trabajadores. Según el acuerdo de compra, el nuevo dueño
asumía los pasivos y pagaría a la familia propietaria, encabezada por la señora
María del Pilar Estandía, una cantidad no revelada, que cubriría mediante pagos
parciales.
Pese
a que la Secretaría de Hacienda, a cargo entonces del ahora senador panista
Ernesto Cordero, apoyó a Arroyo en sus gestiones ante “El Financiero” y luego
le condonó una porción clave de los impuestos pendientes, el nuevo dueño
acumula nuevas deudas ante el gobierno y otros acreedores, e incluso suspendió
los pagos a la anterior propietaria.
En
el sector se asegura que Arroyo cuenta con el estímulo del secretario de
Hacienda, Luis Videgaray. Pero o no hay tanto apoyo, o éste no ha sido
suficiente para reflotar al diario, ni para forjar un proyecto que hasta hace
unos meses se presentaba como sólido aspirante a competir en la licitación de
nuevas cadenas de televisión.
La
incertidumbre en el escenario mediático alcanza al espectro de proyectos en
internet, donde el flujo publicitario no sólo no ha crecido sino que debido a
innovaciones tecnológicas, exhibe estancamiento y amenaza aun con disminuir.
Diarios
con presencia sólida en internet exhiben una lenta capacidad de innovación ante
el cambio de patrones de consumo por parte del público y de exigencias de los
anunciantes. El escenario se agrava por el paulatino arribo a México de
agencias concentradoras (como Google, Smart Clip o Yahoo!) de espacios
publicitarios en decenas o cientos de portales, conocidas como DSP. Apoyadas en
diversas tecnologías como la Subasta en Tiempo Real (RTB por sus siglas en
inglés), pueden colocar un anuncio simultáneamente en múltiples portales, a
precios muy por debajo del mercado actual.
Frente
a ello, medios como “Milenio” están reestructurando sus políticas de
comercialización, armando “paquetes” con sus portales y su canal de noticias.
“El Universal” depuró a su antiguo equipo en el campo digital y busca
fortalecer su músculo comercial. El portal “Animal Político”, fundado en México
en 2010 por el periodista colombiano Isaac Lee, cedió participación accionaria
y operación administrativa a la empresa editora del diario gratuito “MásxMás”,
cercano a la familia Salinas Pliego, de Televisión Azteca.
La
convulsión del espectro mediático no deja fuera a la radio y la televisión,
cuyo marco jurídico acaba de ser reformado por el Congreso, lo que entre otros
alcances, derivará en la aludida licitación de al menos dos cadenas de
televisión digital, la compra apresurada de empresas de televisión restringida
por parte de Televisa –por el polémico artículo 9 transitorio de la ley
reglamentaria-, y la anunciada desincorporación de activos por parte de Telmex,
lo que le debe permitir a Carlos Slim ofrecer televisión por cable en el
término de un año.
Todo
esto sería suficiente para imponer un reacomodo en el campo de la radiodifusión
y las telecomunicaciones, pero a ello se pueden agregar el impacto que traigan
en el corto plazo acciones de inconstitucionalidad por parte de legisladores
inconformes –como ya ocurrió con la llamada “Ley Televisa”-, así como
controversias constitucionales y múltiples demandas judiciales.
El
destino de ello es incierto, como los es el porvenir todo del sector de los
medios.
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robertorock@lasillarota.comACIÓN
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