Revista
Proceso
# 2068, 19 de junio de 2016.
El episcopado
opta por el diálogo, pero.../Rodrigo Vera
La
Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), que aglutina a los más de 100
obispos y arzobispos católicos del país, le advierte al presidente Enrique Peña
Nieto que seguirá apoyando la movilización nacional de millones de laicos
católicos contra su iniciativa para legalizar los matrimonios entre personas
del mismo sexo.
'Y
también le recuerda que aunque puede recurrir a extremas acciones de protesta,
como cerrar al culto público los templos y santuarios del país –cosa que ya
hizo en el pasado–, esta medida todavía la considera “remota” porque prefiere
optar por el camino del “diálogo”.
Alfonso
Miranda Guardiola, secretario general de la CEM, comenta aún sorprendido: “La
iniciativa del presidente Peña Nieto nos agarró por sorpresa al episcopado y a
la ciudadanía, pues no hubo ninguna consulta previa. Fue totalmente sorpresiva.
Los obispos le respondimos con celeridad a través de un comunicado, en el cual
marcamos nuestra postura.
“Desde
diferentes frentes, la iniciativa también provocó de inmediato una fuerte
movilización entre los laicos católicos, quienes empezaron a organizarse y
crearon el Frente Nacional por la Familia, que no solamente es católico, sino
que está conformado por todo tipo de laicos. Es el pueblo el que está tomando
la palabra y alzando su voz”.
–¿El
episcopado seguirá apoyando la movilización de sus laicos contra la iniciativa
de Peña Nieto?
–¡Claro!
Finalmente ellos son nuestros fieles. En el episcopado caminamos juntos con
nuestros laicos. Y nos alegramos de que estén despertando y alzando fuertemente
su voz en múltiples manifestaciones y acciones de protesta.
Entrevistado
en las oficinas de la CEM, frente a un amplio ventanal desde el que se dominan
la Basílica de Guadalupe y el cerro del Tepeyac, Miranda deslinda lo que son
las actividades de los laicos y las de la jerarquía. Dice al respecto:
“Los
grupos de laicos católicos que se están movilizando tienen un motor propio, con
el que empujan sus propuestas e iniciativas. Es un motor de carácter ciudadano.
Los obispos somos muy respetuosos de ese ámbito. No les estamos imponiendo
nada, ni les decimos: ‘¡Váyanse por aquí! ¡Váyanse por allá!’. No, de ninguna
manera. Eso que quede bien claro”.
–En
esta movilización, ¿cuál es entonces la función del episcopado respecto a sus
laicos?
–Nuestro
deber es sólo orientarlos pastoralmente. Promover entre ellos la doctrina
católica. En este caso concreto, el valor inmenso que tiene la familia, así
como el matrimonio entre un hombre y una mujer, abierto a la vida, de carácter
permanente e indisoluble. Eso es lo que hacemos.
–¿Y
el episcopado tiene su motor propio?
–Sí,
claro, como órgano colegial de los obispos, con una presidencia, una secretaría
general, una mesa directiva y otras instancias donde se marcan pautas y
criterios a seguir. Por ejemplo, aquí nos esforzamos por que nuestros
comunicados oficiales marquen criterios a todos los obispos del país, quienes
guardan entre sí una comunión doctrinal.
Miranda
Guardiola indica que el fuerte rechazo de la CEM a la iniciativa de Peña Nieto
se sustenta sobre todo en Amoris Laetitia, la exhortación apostólica del Papa
Francisco donde les pide defender el matrimonio entre hombre y mujer.
Comenta
orgulloso: “Hasta el momento, más de 30 obispos mexicanos ya han salido a
defender esta postura: unos ante los medios, otros sacando sus propios
comunicados o participando en manifestaciones públicas”.
Y
señala que los duros ataques contra la iniciativa presidencial, provenientes de
algunos obispos y arzobispos, que incluso llegan a tocar la vida privada de
Peña Nieto, son muestras de la independencia de cada obispo y de su manera de
expresar su inconformidad.
“El
episcopado respeta la labor y la palabra de cada obispo en su diócesis. El
obispo es el pastor de su pueblo y al único al que debe rendirle cuentas es al
Papa”, aclara.
–¿No
hay el riesgo de que algunos obispos se radicalicen y empiecen a aplicar
medidas extremas de protesta?
–Pienso
que no. Los obispos que hasta el momento han participado en manifestaciones
públicas lo han hecho de manera respetuosa y dentro del ámbito de su libertad,
como los de Cuernavaca, Toluca y Veracruz. Sólo quieren que su voz se escuche.
Continuarán
las movilizaciones
Miranda
alude a otro recurso de protesta con el que cuenta el episcopado: la suspensión
del culto y el cierre de los templos, medida a la que ya recurrió durante el
gobierno de Plutarco Elías Calles, cuando se gestó la Guerra Cristera.
“Ni
remotamente estamos pensando ahora en esa posibilidad, pues la postura del
episcopado es a favor del diálogo. En estos momentos hace falta serenidad y
sabiduría, pues la iniciativa del presidente Peña Nieto está poniendo a prueba
no sólo al episcopado, sino también al gobierno mexicano y a toda la
ciudadanía. Eso está muy claro”, dice Miranda.
–Y
la dirigencia de la CEM, ¿ya dialogó personalmente con Peña Nieto, después de
que éste presentó su iniciativa?
–No.
De nuestra parte no ha habido ninguna solicitud de encuentro con el presidente.
No hay ningún acercamiento institucional. Ningún encuentro. ¡Nada!
–…Pero
la iniciativa se presentó hace un mes, y las protestas vienen dándose
prácticamente desde entonces.
–Pues
sí. Así es… el único que ha externado su intención de reunirse con nosotros es
el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Dentro de algunos días
posiblemente se concrete ese encuentro. Pero hasta ahí. Es todo lo que hay.
Refiere
el secretario general de la CEM que los obispos están a la expectativa sobre
posibles amonestaciones o sanciones con que intente aplacarlos el gobierno por
su rechazo a la iniciativa –ya hay denuncias ante el Consejo Nacional para
Prevenir la Discriminación de que este rechazo discrimina a la población
lésbico gay–, o bien, por su presunto proselitismo político en las elecciones
del domingo 5, cuando al parecer algunos clérigos instaron a votar en contra
del PRI, lo cual está prohibido por la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto
Público.
Sobre
este punto, Miranda comenta con cautela: “Ya hay denuncias en contra nuestra,
por supuesto. Lo único que puedo decir al respecto es lo siguiente: el 24 de
abril, el episcopado emitió un documento en el que invitamos a la población a
participar en las elecciones, mediante el voto razonado. Pedimos que se
escogiera bien a los candidatos, sin perder de vista su postura ante el derecho
a la vida, a la familia y a la promoción humana, entre otras consideraciones.
“En
las diócesis, cada obispo retomó este mensaje del episcopado y ejerció su
derecho a la libertad de expresión. Si dijo palabras de más, si infringió o no
infringió la ley, eso le corresponde investigarlo a las autoridades y actuar en
consecuencia. Nosotros nos quedamos en nuestra función pastoral.”
–¿Y
a qué atribuyen ustedes la iniciativa de Peña Nieto? ¿Qué intencionalidad
política tiene? ¿Qué hay detrás de ella?
–Lo
único que puedo decir es retomar las palabras del Papa Francisco en su
documento Amoris Laetitia; ese tipo de ideologías y de propuestas legislativas
vienen soportadas por presiones extranjeras que atentan gravemente contra la
familia. Es todo.
–¿El
episcopado ya le informó formalmente al Papa Francisco sobre la iniciativa de
Peña y sus repercusiones?
–No,
a nivel oficial no hemos mandado ningún documento, ni tampoco tenemos ninguna
comunicación sobre el tema, ni con el Papa ni con ninguna instancia vaticana.
Este es un asunto nacional y como tal lo estamos tratando. Y mientras tanto, el
episcopado seguirá apoyando las fuertes movilizaciones de sus laicos.
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