Revista
Proceso
# 2068, 19 de junio de 2016.
Contra
la corrupción, la gran simulación/JENARO
VILLAMIL
Después
de una prolongada sesión de posicionamientos, la madrugada del martes 14 los
legisladores aprobaron por mayoría el adéndum al artículo 29 que alteraba la
Ley 3de3 y prácticamente le “quitaron los dientes” a esa iniciativa ciudadana.
Entrevistado al respecto, el analista Edgardo Buscaglia dice que, en manos de
la mafiocracia el Poder Legislativo, el Sistema Nacional Anticorrupción “nació
muerto”.
La
iniciativa ciudadana que negoció el Sistema Nacional Anticorrupción con la
mafiocracia nació muerta”, sentencia el doctor Edgardo Buscaglia.
Y
argumenta: En los países donde se hicieron profundas reformas anticorrupción
–Colombia, Italia y Brasil– “se impusieron desde las calles. No fue un proceso
de buena fe y de confianza en los legisladores, sino de imposición ciudadana”.
Presidente
del Instituto de Acción Ciudadana en México y experto en los temas de lavado de
dinero, delincuencia organizada y corrupción política, Buscaglia es enfático:
“Ese paquete de siete leyes que se aprobaron como Sistema Nacional
Anticorrupción no va a disminuir la corrupción” porque, insiste, están ausentes
varios componentes esenciales:
“En
primer lugar, el combate a la corrupción político-electoral es un vacío enorme
que ni siquiera se toca en las leyes aprobadas; las auditorías ciudadanas son
inexistentes, en especial las presentadas ante la Fepade y el INE; y la
ausencia del tipo penal conocido como asociación ilícita que permite abarcar a
cientos de personajes y empresas que conforman una red de corrupción”.
Y
aclara: “No hay corrupción judicial, policiaca o administrativa sin corrupción
político-electoral. Esta es la pieza clave para armar el rompecabezas de un
sistema nacional anticorrupción; y está ausente de las nuevas leyes mexicanas”.
Pone
ejemplos: “En el sistema político mexicano, entre 80 y 90% de los recursos que
utilizan los candidatos, de manera individual, son de procedencia ilícita. Los
capos colocan a los candidatos. Las empresas los apoyan a cambio de futuros
contratos y licitaciones. Con este tipo de políticos que llegan a gobernadores
o legisladores tienes la tormenta perfecta para que exista un pacto de
impunidad entre todos los partidos”.
La
corrupción, un cáncer
En
entrevista vía telefónica tras la polémica aprobación en el Congreso del
paquete de las siete leyes secundarias del Sistema Nacional Anticorrupción y,
en especial, tras la abierta confrontación de la cúpula empresarial y de los
organismos ciudadanos promotores de la Ley 3de3, Buscaglia recuerda una máxima:
“No puedes esperar que políticos que llegan a legisladores como parte de la
mafiocracia vayan a atentar contra su propia forma de llegar al poder y de
mantenerse en él”.
Autor
de los libros Lavado de dinero y corrupción política y de Vacíos de poder en
México, así como de decenas de ensayos académicos sobre delincuencia
organizada, Buscaglia insiste durante la entrevista que “la corrupción en
México es un cáncer que se expande. Y no puedes combatir el cáncer con simples
pañitos húmedos.
“La
delincuencia organizada no es de derecha o de izquierda. No tiene ideología. Es
mentira si piensan que con llegar a la Presidencia de la República se acabará
la corrupción, como piensan Andrés Manuel López Obrador y Morena. Se necesita
proponer instituciones eficaces.
“En
México, la sociedad civil que ha vivido tantos años de autoritarismo se
organiza para marchar o para protestar, pero no para auditar. La democracia
funcional exige una auditoría permanente a los procesos político-electorales.”
–Sin
embargo, los promotores de la Ley 3de3 advierten que ellos representan a la
ciudadanía y que su propuesta de rendición obligatoria de la declaración
patrimonial, de intereses y fiscal disminuirá la corrupción. ¿Es inútil esto?
–pregunta el reportero.
–El
problema es que es una ley que no tiene dientes. La he llamado una simulación
porque, si no tienes el componente político-electoral, resulta ser como lobos
con humo blanco. Son grandes simulaciones. No hacen daño.
“No
existen casos de países que hayan disminuido la corrupción con los siete
componentes que tiene el Sistema Nacional Anticorrupción recientemente aprobado
en México.”
–¿Ni
siquiera una Ley 3de3 que hubiera obligado a todos los servidores públicos a
presentar sus tres declaraciones de manera pública y completa?
–Mi
madre decía: “reza mucho que los Reyes Magos te traerán muchos regalos”
–ironiza Buscaglia–. La experiencia internacional demuestra que este tipo de
auditoría funciona si tiene dientes, si existe un Estado fuerte que se enfrenta
a grupos criminales y los acota. Aquí estamos ante delincuencia organizada
desde el Estado.
El
entrevistado tiene presentes los casos de Brasil, Colombia e Italia y los cita
frecuentemente. En la nación amazónica, abunda, se conoce que la gran mayoría
de los legisladores que destituyeron a Dilma Roussef están involucrados en
procesos de corrupción porque fue el resultado de protestas de cientos de miles
de personas en las calles y de auditorías ciudadanas que fueron a dar a los
tribunales.
“En
Brasil lo que está sucediendo no es un caos, como dicen algunos intelectuales
mexicanos a los que no les gustan las protestas en las calles. Es un proceso de
limpieza de la clase política”, señala.
En
Italia, las protestas y presiones de la ciudadanía desde las calles obligó a
que la aprobación, hace 10 años, de una ley de reasignación social de bienes
decomisados a las mafias, que fueron a cooperativas agrarias en las zonas donde
operaba el crimen organizado.
En
Estados Unidos, comenta Buscaglia, “existe una corrupción político-electoral
legalizada, pero con una regulación muy fuerte que elimina el efecto piraña; es
decir, una corrupción mafiosa que se va comiendo partes del Estado como
observas en México. Eso es lo que sucede en entidades como Chiapas, Veracruz, Tamaulipas
o Chihuahua.
–¿Fue
insuficiente el apoyo de más de 600 mil ciudadanos a una iniciativa de ley?
–No
puedes esperar que políticos que llegan como mafiocracia vayan a atentar contra
su propia forma de llegar al poder. En este sentido, Transparencia Mexicana, el
Instituto Mexicano de la Competitividad, el CIDE y otros que participaron deben
abrir el juego para incorporar en sus demandas a académicos que no hayan sido
consultores de García Luna o de Calderón, a sindicatos, a periodistas, a
organizaciones de víctimas de los crímenes de lesa humanidad que comete el
crimen organizado.
“Hay
acciones que pueden bajar la corrupción si las aplicas simultáneamente, pero no
si se aplican de manera separada. Estas acciones simultáneas se pueden resumir
así: ‘Políticos encarcelados, bienes decomisados y reasignación de esos bienes
a las víctimas de la corrupción, en especial, a los de la delincuencia
organizada’.”
El
“adéndum” y la “venganza”
El
martes 14, de madrugada, como ya es costumbre en el Senado cuando se discuten
iniciativas polémicas, el dictamen proveniente de las comisiones unidas sobre
la Ley General de Responsabilidades Administrativas se discutió con un adéndum
en el artículo 29 propuesto por el PRI y el Partido Verde que prácticamente
anulaba la obligatoriedad de las tres declaraciones para los servidores
públicos: la patrimonial, la fiscal y la de intereses.
Ese
adéndum pretendía superar las diferencias entre el PRI y las organizaciones
promotoras de la Ley 3de3 y la “congeladora” a la que se mandaron las siete
leyes anticorrupción desde finales de abril pasado.
“Las
declaraciones patrimoniales y de intereses serán públicas salvo los rubros cuya
publicidad pueda afectar la vida privada o los datos personales protegidos por
la Constitución. Para tal efecto, el Comité Coordinador, a propuesta del Comité
de Participación Ciudadana, emitirá los formatos respectivos, garantizando que
los rubros que pudieran afectar los derechos aludidos queden en resguardo de
las autoridades competentes”, decía el artículo.
El
Comité Coordinador y el Comité de Participación Ciudadana son las dos
instancias nuevas creadas en la Ley del Sistema Nacional Anticorrupción que
estarán integradas, en el primer caso, por una mayoría de funcionarios
dependientes del Ejecutivo federal como son el titular de la Auditoría Superior
de la Federación, la Fiscalía Especial nueva de combate a la corrupción, el
titular de la Secretaría de la Función Pública, los presidentes del Tribunal
Federal de Justicia Administrativa, del Instituto Nacional de Transparencia,
Acceso a la Información y Protección de Datos Personales y del Consejo de la
Judicatura.
La
senadora independiente Martha Tagle, quien mantuvo su apoyo a la Ley 3de3,
advirtió en tribuna que “no podemos transitar” en aprobar ese artículo “porque
es justamente donde se traiciona la voluntad de la ciudadanía al no considerar
los formatos que están actualmente utilizando por la iniciativa ciudadana
3de3”.
A
su vez, el senador perredista Zoe Robledo advirtió que esta modificación
crearía “la más profunda frustración” y el Sistema Nacional Anticorrupción
“puede convertirse en una enorme simulación que pretende engañar a los
ciudadanos”.
La
senadora panista Marcela Torres Peimbert también argumentó en contra de ese
artículo; advirtió que el actual sexenio quedará para la historia como “uno de
los más corruptos”.
Enviada
por el coordinador de la bancada del PRI, Emilio Gamboa Patrón, a defender este
punto, la senadora Anabel Acosta afirmó que este adéndum se basó en una
declaración de Eduardo Bohórquez, director de Transparencia Mexicana, y citó
unas frases suyas.
La
situación se puso muy tensa, pero Gamboa Patrón decidió hablar desde su curul
para pelearse con el PAN y reprocharle a la bancada panista que “por su culpa
no habrá Mando Único”.
La
votación de ese artículo, en lo particular, demostró la vieja habilidad del
coordinador priista para lograr “ausencias” y abstenciones en la oposición que
favorecieran al bloque oficialista.
El
adéndum al artículo 29 que alteraba la Ley 3de3 fue aprobado por 59 votos (52
del PRI, seis del Partido Verde y un independiente), y 51 votos en contra (34
del PAN, 16 del PRD y un independiente), pero hubo 17 abstenciones (cuatro del
PAN, tres del PRD, tres del PRI, seis del PT y uno del Verde) que dejaron a
sólo ocho votos de distancia la victoria de quienes apoyaron la iniciativa
ciudadana que se acompañó de más de 600 mil firmas.
Entre
los “ausentes” estuvieron la senadora panista Adriana Dávila y dos
excoordinadores parlamentarios de Acción Nacional, Héctor Larios y Jorge Luis
Preciado, cercanos a Gamboa Patrón. Del lado del PRD, Benjamín Robles,
Alejandra Roldán y Luz María Beristain se abstuvieron. Ésta, senadora por
Quintana Roo, es la segunda vez que se abstiene de votaciones muy polémicas.
Antes sucedió durante la elección de Eduardo Medina Mora como ministro de la
Suprema Corte de Justicia.
El
escándalo mayor fueron los seis faltantes de la bancada del Partido del Trabajo
cercanos a Morena: Manuel Bartlett –quien argumentó que el Sistema Nacional
Anticorrupción no valía la pena porque dejaba intacta a la Presidencia de la
República–, Marco A. Blásquez –también por segunda vez con un voto alineado al
PRI-Verde–, Layda Sansores, Héctor Menchaca, Carlos Merino y Martha Palafox.
El
presidente de la Comisión Anticorrupción y Participación Ciudadana, el senador
verde Pablo Escudero, repitió que este polémico adéndum se basaba en una
participación de Eduardo Bohórquez.
Después
de las dos de la madrugada, el PRI y el Verde utilizaron al senador Manuel
Cárdenas Fonseca, suplente de la fallecida senadora Mónica Arriola, del Partido
Nueva Alianza, para proponer un candado en el artículo 32 que obliga a
presentar declaraciones patrimoniales y de interés también a las “personas
físicas y morales que reciban y ejerzan recursos públicos” o “contrate bajo
cualquier modalidad con entes públicos de la Federación, de las entidades
federativas o de los municipios”.
Ese
cambio legislativo “lo hizo el PRI, no el senador Cárdenas Fonseca. No hay que
caer en ese garlito en que la brillante idea de un senador provocó esa nueva
idea”, advirtió Miguel Barbosa, coordinador de la bancada del PRD en
conferencia de prensa.
La
“ocurrencia” que molestó a los integrantes de la Coparmex, en especial a su
presidente Gustavo de Hoyos, “la hizo el PRI y, claro, es una reacción del PRI,
de la clase política del PRI, al sector privado para que entren dentro de las
cuerdas del poder”, abundó Barbosa.
Lo
paradójico es que la mayoría de los legisladores del PAN apoyó esta
“ocurrencia”, que fue leída como “venganza” del PRI contra los empresarios que
apoyaron la Ley 3de3. Según la versión estenográfica de esa sesión, la
modificación al artículo 32 de la Ley General de Responsabilidades
Administrativas fue aprobada por 84 votos a favor (52 del PRI, 24 del PAN, seis
del Partido Verde, uno independiente y otro del PT), 22 en contra (15 del PRD,
cuatro del PT, uno del PRI, uno del PAN y uno independiente) y una abstención.
La
cúpula de la Coparmex protestó el jueves 16 en las escalinatas del Ángel de la
Independencia. De Hoyos reprochó que “luego de un largo año de no resolver la
legislación de las siete leyes del Sistema Nacional Anticorrupción y de violar
el plazo constitucional (que se cumplió el pasado 28 de mayo), de último
momento pretenden modificar el espíritu ciudadano de esta iniciativa”.
A
pesar de la airada protesta de la Coparmex y ante la ausencia de movilizaciones
de los más de 600 mil que firmaron a favor de la iniciativa ciudadana de la Ley
3de3, la Cámara de Diputados avaló la minuta proveniente del Senado sin ningún
cambio a la Ley General de Responsabilidades Administrativas.
Con
sólo 19 votos de diferencia, la bancada del PRI, Partido Verde, Panal y el
Partido de Encuentro Social ganaron por 228 votos a los 209 legisladores del
PRD, PAN, Movimiento Ciudadano y Morena que propusieron respetar la redacción
original del artículo 29.
La
falta de autonomía
Las
otras seis leyes del Sistema Nacional Anticorrupción se aprobaron sin mayores
dificultades ni protestas de grupos ciudadanos, empresarios o legisladores de
la oposición.
La
Ley General del Sistema Nacional Anticorrupción que crea “un galimatías
burocrático”, según el senador Manuel Bartlett, fue aprobada con amplia mayoría
por 116 votos a favor y sólo cuatro en contra.
La
Ley Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Administrativa que tendrá una
sección tercera en la Sala Superior para resolver recursos de apelación en
materia de responsabilidades administrativas y la faculta para imponer
sanciones a quienes participen en faltas de corrupción fue aprobada por 101
votos a favor y cinco en contra.
Las
reformas al Código Penal Federal fueron aprobadas por 104 votos a favor, siete
en contra y ninguna abstención. Las sanciones que se establecen son la
destitución e inhabilitación para desempeñar cargos públicos y para participar
en adquisiciones, arrendamientos, servicios u obras públicas y concesiones por
un plazo de uno a 20 años a los responsables de actos de corrupción.
Define
un nuevo delito llamado “ejercicio ilícito de servicio público” como “el hecho
de que un servidor público sepa que el patrimonio o los intereses públicos
pueden resultar gravemente afectados, por cualquier acto u omisión, y no
informe por escrito a su superior jerárquico o lo evite si está dentro de sus
facultades”.
Las
reformas a la Ley Orgánica de la PGR que crean la fiscalía especializada en
materia de delitos relacionados con la corrupción fueron aprobadas por 100
votos a favor, sólo seis en contra y dos abstenciones, a pesar de que el fiscal
no contará con plena autonomía y puede ser removido por el propio titular de la
PGR.
La
Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales “literalmente”
desapareció del proyecto, según destacó la senadora del PRD, Angélica de la
Peña; por tanto, los delitos político-electorales estarán al margen del nuevo
Sistema Nacional Anticorrupción.
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