Revista Proceso # 2217, 28 de abril de 2019..
De acuerdo con información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, 50 municipios concentran el infierno que atiza el crimen organizado. Si bien es cierto que las tasas de homicidios dolosos se incrementaron en los últimos tres años del gobierno de Enrique Peña Nieto, en estados como Jalisco y Guanajuato la situación se agravó tras la lucha contra el huachicol que el presidente López Obrador lanzó a inicios de 2019. Es “irresponsable” decir que en seis meses cesará la violencia, dijo Alfonso Durazo Montaño, secretario de Seguridad Pública, sobre el plan del mandatario contra la delincuencia.
Un puñado de 50 municipios concentra la mitad de los delitos de alto impacto que laceran a todo el territorio nacional (homicidio, secuestro, robo y extorsión), pero sólo tres, Tijuana, Ciudad Juárez y Acapulco, encabezan la lista de los más violentos.
Para el presidente Andrés Manuel López Obrador y su equipo de trabajo los indicadores de las localidades más inseguras servirán para concebir la estrategia de seguridad pública que buscará reducir los índices delictivos.
De la lista de los 50 municipios más peligrosos del país destacan cinco porque sus tasas de homicidio por cada 100 mil habitantes son superiores a los de los países en guerra, de acuerdo con información reportada por el Banco Mundial. Cuatro de ellos incluso encabezan las listas ya sea por sus tasas de homicidio y los primeros sitios en secuestros, feminicidios, robo de autos o extorsiones.
En 2019 las ciudades de León, Irapuato, Salamanca, Silao y Salvatierra, en Guanajuato, ingresaron a la lista negra de asesinatos dolosos. Se trata de urbes que padecieron el azote del crimen organizado luego de que el gobierno federal emprendió la guerra contra el robo de combustibles.
Cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) indican que en el primer trimestre de 2019 fueron abiertas siete mil 242 carpetas de investigación por “homicidio doloso” en México. De ellas, tres mil 458 se concentran en menos del 10% de los municipios.
Corrigen al presidente
La matanza de Minatitlán, Veracruz, ocurrida el viernes 19, visibilizó esta tendencia violenta al alza. En el primer trimestre de 2019 creció 8.87% el número de las carpetas de investigación por homicidio doloso (de ellas, 9.54% fueron por arma de fuego) respecto del primer trimestre de 2018. Se trata de un fenómeno delictivo que está en aumento desde los tres últimos años del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
Una semana después del homicidio de 13 personas, entre ellas un niño, López Obrador visitó Veracruz, donde anunció la aceleración del cambio de la estrategia contra el crimen organizado, apuntalada por el despliegue de los programas de bienestar a la población, la conformación de la Guardia Nacional y la erradicación de la corrupción.
“Se desató la violencia, pero la estamos estabilizando, que no continúe la tendencia de incremento”, dijo el mandatario en el estado. Además, prometió que en seis meses se verían los primeros resultados.
Sin embargo, Alfonso Durazo Montaño, secretario de Seguridad Pública y Participación Ciudadana, contradijo los dichos de López Obrador y en su comparecencia en el Senado calificó de irresponsable decir que en seis meses cesará la violencia.
Durazo detalló que en seis meses comenzará a bajar la curva de asesinatos dolosos, que en tres años habrá “niveles razonables de paz” y al final del presente sexenio se entregará un país tranquilo y estable.
Unas horas después, la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, el programa federal para abatir la delincuencia, fue aprobada con 78 votos en favor, cuatro en contra y 30 abstenciones.
“No hay datos que establezcan criterios que justifiquen los alcances de la estrategia. Son manifiestos de apreciación subjetiva”, reprochó la senadora priista Claudia Edith Anaya.
No obstante, la fortaleza de la cadena se mide por el eslabón más débil: los municipios más violentos.
Peor que en El Salvador
El Banco Mundial (BM) ubicó en 2016 a El Salvador como el país más violento del mundo, con una tasa de 83 asesinatos por cada 100 mil habitantes. No obstante, cuatro municipios mexicanos encabezan la lista de los más violentos de 2019; todos esos casos superan la tasa de homicidios de El Salvador.
Tijuana, Baja California, registró en 2018 una tasa de 132.6 homicidios por cada 100 mil habitantes y en los tres primeros meses de 2019 acumula 471 asesinatos, manteniendo una tasa de 5.1 reportes diarios, según el cruce de datos del Consejo Nacional para la Evaluación de la Política del Desarrollo (Coneval) y del SESNSP.
Junto a los homicidios, otros delitos también se imponen en el cruce fronterizo a San Diego; a nivel nacional encabeza los primeros lugares en carpetas de investigación por feminicidio (tres casos), extorsión (17 reportes) y robo de auto (dos mil 60 casos).
Acapulco, en Guerrero, tuvo en 2018 una tasa de 108.8 asesinatos por cada cien mil habitantes. Entre enero y marzo de 2019 se ubicó en el tercer lugar en homicidios (159 casos), así como en las primeras posiciones en feminicidios (dos carpetas), extorsiones (24 registros), robo de auto (471 casos) y secuestro (cinco denuncias).
También en el estado de Guerrero, Chilpancingo mostró el año pasado una tasa anual de 96.7 homicidios dolosos por cada cien mil personas. En apenas 90 días de 2019 ocurrieron en la pequeña ciudad 37 asesinatos. La capital del estado también destaca por secuestro, con tres carpetas de investigación.
En Tecomán, Colima, la tasa de asesinatos en 2018 se ubicó en 154.3 casos por cada cien mil personas; dos años antes ocupó el primer lugar nacional, empatando con La Paz y Los Cabos, en Baja California Sur. Durante los primeros meses de 2019 fueron abiertas en Tecomán 33 carpetas de investigación por homicidio y seis por secuestro.
Con excepción de Tecomán, Tijuana, Acapulco y Chilpancingo ya tuvieron la presencia del Ejército para tareas de seguridad pública. En los Operativos Conjuntos de Tijuana y Guerrero, en el gobierno del presidente Felipe Calderón, fueron desplegados miles de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, Marina, de la Policía Federal y ministerios públicos federales.
El avispero, agitado
Durante 2018, en el estado de Guanajuato se integraron dos mil 609 carpetas de investigación por homicidios dolosos. Ubicada por las autoridades como una de las entidades más peligrosas del país, en 2019 abrió 217 carpetas al mes por asesinatos, indican los datos del SESNSP.
Cuando el gobierno del presidente López Obrador lanzó la estrategia contra el huachicol a principios de este año, enfocada en la refinería de Salamanca, las aperturas de las carpetas de investigación por homicidio se elevaron 11% al mes. Datos del SESNSP indican que los casos aumentaron 31.7% en comparación con el primer trimestre de 2018.
El 7 de febrero último, Alfonso Durazo ofreció los pormenores sobre la fallida orden de captura contra José Antonio Yépez El Marro, líder del Cártel de Santa Rosa de Lima. Dicha organización criminal, apunta la Fiscalía General de la República, mantiene una disputa con el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) por el control del robo de combustibles.
El enfrentamiento generó, según las autoridades, la matanza en un bar de Salamanca el 10 de marzo, con saldo de 15 muertos.
Ante la violencia de las organizaciones delictivas y la ocupación de instalaciones estratégicas de Petróleos Mexicanos (Pemex), León, Irapuato, Salamanca, Silao, Valle de Santiago y Salvatierra ponen a Guanajuato como el estado con más municipios violentos. Sólo Salvatierra alcanzó una tasa de 125 asesinatos dolosos por cada 100 mil habitantes: 42 más que El Salvador.
Jalisco es el segundo estado con más municipios violentos. Se trata de un estado donde el Cártel de Jalisco Nueva Generación se dedica al trasiego de droga y al huachicoleo.
Los datos del SESNSP advierten que en los tres primeros meses del año se abrieron 576 carpetas de investigación por “homicidios dolosos”. Más de 77% de los casos ocurrieron en Guadalajara y los municipios conurbados de Tlaquepaque y Zapopan, así como en Tlajomulco de Zúñiga, Tonalá y Lagos de Moreno.
En la mira
De los datos de 2019 también se destaca la inclusión de Huimanguillo, Tabasco, en la lista negra de municipios con más homicidios dolosos. En la localidad, que está a 85 kilómetros del lugar donde nació el presidente López Obrador, se han reportado 48 asesinatos y tres carpetas por feminicidios, ubicándola en el lugar 50 de las más peligrosas de México.
Controlados por el Cártel de Sinaloa, los hermanos Beltrán Leyva, Los Zetas y el Cártel de Juárez, el norte y el occidente del territorio nacional se mantienen como una de las zonas más peligrosas.
En Ciudad Juárez y Chihuahua, donde campean bandas y pandillas escindidas del Cártel de Juárez, se reportaron 345 carpetas por homicidios dolosos. La situación más grave se mantiene en Ciudad Juárez, con una tasa de 66 homicidios dolosos por cada cien mil habitantes, cinco feminicidios y 913 denuncias por robo de auto.
La situación también es crónica en los municipios que el crimen organizado considera estratégicos para el cruce de drogas hacia Estados Unidos. Entre esos casos destaca Tijuana, Mexicali, Ensenada y Playas de Rosarito, en Baja California; Culiacán, en Sinaloa; Hermosillo y Cajeme, en Sonora; Ciudad Victoria, en Tamaulipas; Monterrey, en Nuevo León, y el puerto de Manzanillo, en Colima.
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