El presidente usa el truco del ladrón/Carlos Loret de Mola
El Universal, 10 de febrero de 2022
Día 13. El presidente luce desesperado, dando patadas de ahogado, arrinconado. Pregunta cuánto dinero recibo po
r mi trabajo para no tener que responder cuánto dinero recibe su hijo por no trabajar.
Lleva dos semanas tratando de sacudirse el escándalo de las casonas de Houston. No ha podido. Los lujos de José Ramón López Beltrán, hijo mayor del presidente de México, desarmaron la farsa de la austeridad y desbarataron su discurso anticorrupción.
Andrés Manuel López Obrador lleva varios días consecutivos escalando sus insultos y calumnias en mi contra, por haber revelado en mi programa las casonas de su hijo. Cada día intenta intimidar más. Pero al hacerlo, cada día se ve más débil. Trece días después del reportaje, ya no se comporta como jefe de Estado sino como niño berrinchudo. Se quedó sin discurso y sin eso, no tiene nada.
Lo ha intentado todo para desviar la atención: atacar a los periodistas, hacerse la víctima, culpar a su nuera, motivarse con el discurso del caído que se levanta, denunciar complots, exigir comprobantes de ingresos y hasta amenazar con romper relaciones diplomáticas con otros países. Todo, para que se nos olvide lo sustancial: las casonas que vive su hijo en Houston contradicen su cuento de la austeridad y representan un conflicto de interés que conduce a la corrupción. Esta vez, nada le ha funcionado: el presidente está convertido en un meme con alberca y cine privado.
Y todo lo que dice es usado en su contra: ayer en la conferencia mañanera, un apurado director general de Pemex fue a hablar de los contratos de la petrolera Baker Hughes con el gobierno mexicano. Resulta que Baker Hughes ha tenido con López Obrador un sexenio de ensueño. En 2018 recibió de Pemex Exploración y Producción pagos por 2,900 millones de pesos. Para el 2021, ya eran 8,900 millones. El triple. Y sí, lo confirmó el jefe de Pemex: como se dijo en el reportaje, Baker Hughes recibió un contrato de casi 90 millones de dólares en agosto de 2019. Un mes después, el hijo de López Obrador empezó a disfrutar la casona en Houston de uno de sus más altos ejecutivos. El cruce de fechas es demoledor.
El presidente usa el viejo truco del ladrón, que cuando se ve descubierto y cercado, apunta hacia otro lado y grita: “¡ahí va el ladrón!”. Pero diga lo que diga, el que está bajo cuestionamiento es él: ¿de qué vivió López Obrador los 13 años entre que fue jefe de Gobierno y presidente? ¿De “aportaciones” como las que recibían en efectivo clandestinamente sus hermanos Pío y “Martinazo”? ¿Por qué nunca pagó impuestos? ¿Por qué no quiso dejar huella fiscal de sus ingresos? ¿Cómo logró su hijo José Ramón volverse rico de la noche a la mañana? ¿En qué trabaja su hijo para sostener ese modo de vida? ¿”Quén pompó” alberquita, “quén pompó”? ¿Y “Andy”? ¿Es hora también de empezar a hablar de su hijo “Andy”? ¿Cuánto tiempo más debemos esperar a que López Obrador transparente de dónde vino el dinero que recibieron sus hermanos en secreto y en cash? ¿O los contratos de Felipa, las 23 casas y 34 empresas de Bartlett, la casa que le regalaron a Irma Eréndira, los 150 millones que recibió Epigmenio, las empresas fantasma a las que dieron contratos del aeropuerto de Santa Lucía?
Presenciamos la faceta más violenta y disparatada del hombre más poderoso de México.
historiasreportero@gmail.com
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¿Qué dijo el Presidente en la mañanera de ayer miércoles 9 de febrero?
Vamos también, como todos los miércoles, vamos a dar a conocer el Quién es quién en las mentiras. Elizabeth va a dar a conocer algunas mentiras de tantas.
Y le he pedido al director de Pemex que aclare bien lo de esta empresa estadounidense que recibe contratos de Pemex y por la cual se hizo todo el escándalo de José Ramón, mi hijo, y su esposa; toda una calumnia, todo un escándalo sin fundamento, una campaña de desprestigio. Claro, no en contra de José Ramón, lamentablemente los hijos de uno tienen que pagar por lo que hacen sus padres y como mi trabajo es enfrentar a la mafia del poder y llevar a cabo, junto con muchos otros mexicanos, un proceso de transformación, pues no es en contra de él de manera directa, aunque los dañen, es en contra mía.
Es Claudio X. González, porque pues eran los dueños o se sentían los dueños de México, con periodistas deshonestos como Carmen Aristegui, periodistas no sólo deshonestos, sino corruptos y mercenarios, capaces de inventar cualquier situación, como Loret de Mola, la señora que está con Claudio X González que pertenece al grupo de Aguilar Camín, María Amparo Casar.
Entonces, afortunadamente siempre, como decía el poeta Díaz Mirón, he salido de la calumnia ileso. Por eso es muy importante la honestidad. No se puede transformar un régimen de corrupción, de injusticias, de privilegios, no se puede enfrentar a una mafia de poder sin autoridad moral. La honestidad es el escudo que protege.
Si no fuese eso, si yo estableciera relaciones de complicidad con dirigentes, empresarios, políticos, no tendría autoridad moral ni tendría autoridad política, y no podría llevar a cabo, junto con muchas mujeres y hombres, un proceso de transformación como el que está en marcha, porque me tendrían agarrado. No podría yo hablar, no sería libre.
Entonces, es muy importante esto para los jóvenes que quieren hacer política, dedicarse a este noble oficio. No tienen que pensar sólo en el dinero, en el poder, tienen que pensar fundamentalmente en los ideales, en los principios.
Si el propósito es hacer dinero, no es la política el sitio, el lugar para lograr ese propósito, que es legítimo; pero la buena política, no la politiquería, demanda de honestidad. No se puede ser transformador si se es corrupto. Esto es un apostolado, requiere de austeridad, de actuar con humildad. El poder es humildad y entender que el poder sólo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de lo demás, lo otro es parafernalia, es fantochería: el tener cargos para vivir en residencias, en casas de lujo, en tener ranchos, departamentos en el extranjero, extravagancias, carros último modelo. Todo eso lo pueden hacer empresarios, no todo el que tiene es malvado, pero un servidor público no, este es otro oficio, requiere de ética; la política es imperativo ético.
Entonces, le pedí a Octavio que explicara quién es esta empresa, que yo ni sabía de ella, no conozco a ninguno de sus directivos, pero no sólo de esa empresa, de todas las empresas. Conozco a los empresarios de México, pero esas son empresas del mundo del petróleo y no conozco a ningún directivo; por lo general no recibo a quienes buscan contratos con Pemex o con otras empresas del Estado mexicano.
Entonces, montaron todo esto.
Y de una vez adelanto que le quiero pedir, en aras de la transparencia, a Loret de Mola si me puede decir, nos puede decir cuánto gana al mes y quién le paga. Voy a esperar la respuesta.
No quiero, porque es importante aclararlo, que se escude diciendo de que es su actividad privada, porque no es así, es una actividad pública y además se necesita saber qué empresas son las que están financiando, quiénes son los dueños de las empresas.
Como también aprovecho para volver a solicitar al gobierno de Estados Unidos, hoy que vea yo al embajador se lo voy a recordar, que nos diga por qué le da dinero, le otorga dinero el gobierno de Estados Unidos a la agrupación de Claudio X. González.
Hasta ahí le vamos a dejar.
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Lilly Téllez arremetió contra AMLO por críticas a Loret de Mola:.
La senadora por el estado de Sonora e integrante de la bancada del PAN salió en defensa del Loret de Mola, a la vez que se lanzó, una vez más, en contra del presidente y su hijo mayor, José Ramón López Beltrán.
Durante sesión en la Cámara de Senadores, la legisladora indicó que su bancada expresa la “más amplia solidaridad y respaldo” a los periodistas del país, en particular, dijo, a Loret de Mola.
Declaró que el presidente no tiene las facultades ni la autoridad para pedirle al comunicador que rinda cuentas, ya que “no es un funcionario público”.
“El presidente de México no tiene las facultades, ni autoridad legal, moral o ética, ni de ninguna índole, para estar corrigiendo la plana a los periodistas. No tiene ninguna facultad para pedirle al periodista Carlos Loret de Mola que haga público cuanto gana, quienes le pagan, ni quién es su jefe”
En su participación, manifestó que el jefe del Ejecutivo debía pedir a su hijo José López Beltrán y a su nuera, Carolyn Adams, que rindan cuentas para descartar sus presuntos actos de corrupción y tráfico de influencias.
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