5 sept 2008

Gilberto, la opinión de Beto Begné

Rincón Gallardo/Alberto Begné Guerra
Publicado en El Universal, 5 de septiembre de 2008;
Hemos perdido a un hombre íntegro en toda la extensión de la palabra. Un hombre de izquierda como pocos en nuestro país, pues su compromiso con la equidad y la justicia entre los seres humanos, su incansable lucha contra la desigualdad lacerante que escinde a México y sus esfuerzos para la reivindicación de los derechos de los grupos más vulnerables de la sociedad mexicana siempre orientaron su vida política, su activismo, su vocación de servicio.
Conocí a Gilberto Rincón Gallardo en 1996. Era para mí una figura emblemática de esos contados liderazgos de la izquierda histórica mexicana que, así como tuvo el valor de confrontar a un régimen autoritario durante años, al extremo de ser encarcelado, fue capaz también, en plena congruencia con su compromiso democrático, de promover y respaldar la transición política, por encima de posiciones dogmáticas o discursos maximalistas que suelen
aportar tan poco al diálogo y la construcción de acuerdos, exigencias claves de la pluralidad.
Tuve la oportunidad extraordinaria de escucharlo y conversar con él muchas veces, frecuentemente en su casa de la colonia Anzures, en ese tercer piso que lo mismo era propicio para el trabajo político que para la tertulia. Me tocó un periodo en el cual su mayor interés se concentraba en lo que debía significar una propuesta de izquierda democrática, un proyecto socialdemócrata, para un país ya encaminado hacia la pluralidad.
Hablaba con la pasión serena que le imprimía a cada discusión, a cada proyecto, a cada idea. No siempre coincidimos. Pero si algo lo distinguía era su respeto ante las posiciones distintas a las suyas, su voluntad manifiesta, invariable, para comprender las razones de los otros. Gilberto era un verdadero demócrata.
Su trayectoria ejemplar, su sensibilidad e inteligencia, sus aportaciones para las mejores causas de la izquierda mexicana, su lucha a favor de la igualdad y en contra de la discriminación no habrían sido lo que fueron sin el soporte de Silvia, su compañera. Por ello, al recordar a Gilberto, es imposible no valorar en forma entrañable lo que Silvia significó en su vida.
Presidente del Partido Socialdemócrata

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