En cumbia, la poesía de Sabines
Roberto Ponce
Revista mexicana Proceso # 1741, 14 de marzo de 2010;
Y en ritmos de fusión, ska, danzonetes, ecos prehispánicos, flamenco, reggae, huaynos, huapangos, bolero y salsa... Se trata de una docena de temas realizados por el grupo Bronce Latino, cuyos integrantes cuentan la historia del disco Jaime Sabines para el mundo, que se presentará esta semana.
Además, en estas mismas páginas damos cuenta de otro disco y de otro grupo, Pico de Gallo, enfocado a la salsa, y se reseña el estreno de la “ópera periodística” Camelia La Tejana.
¿Cuán afortunada puede resultar la experiencia estética de oír interpretar poemas de Jaime Sabines tan memorables como Los amorosos, La luna o Tía Chofi... a ritmo de reggae y cumbia andina?
El resultado estará a la vista del público este viernes 19 de marzo, cuando la banda Bronce Latino y su cantautora, la vocalista Adriana Cervantes, presenten un espectáculo dancístico musical con los 12 temas del CD grabado por ellos de manera independiente: Jaime Sabines para el mundo (Producciones Aso/La tuza salvaje 012), en la Casa de Cultura que lleva el nombre del poeta chiapaneco, en avenida Revolución 1747, San Ángel, a las 18:30 horas.
A 10 años de haberse fundado en la ciudad de Oaxaca por Adriana y su compañero el músico Antonio Suárez, productor ejecutivo de dicho proyecto, Bronce Latino ha registrado siete discos de música sudamericana y amenenizado bailongos en largas giras por la República Mexicana, comprobando que la gente gusta de sus adaptaciones “inéditas” a la obra de Sabines.
Ella cuenta:
“En realidad nuestro mutuo cariño y respeto por Jaime Sabines data de hace ya unos 22 años, porque Toño y yo nos conocimos en el plantel número dos del Colegio de Bachilleres, en Bosques de Aragón; él estudiaba también en la Libre de Música y yo era actriz desde pequeña. Juntos elaboramos algunos ensayos y trabajos en torno a la poética de Sabines, con los versos de La luna.
“Sin embargo, no fue sino a partir de una visita que hicimos a Tuxtla Gutiérrez cuando retomamos aquel gusto de compartir nuevamente a Sabines. Eso fue gracias a la sugerencia del maestro Marco Antonio Orozco Zuarth, director de la casa Jaime Sabines de la capital chiapaneca, quien en 2008 nos propuso musicalizar tres o cuatro poemas célebres. Sabines había fallecido un 19 de marzo de 1999 y se cumplían 10 años, pero nos propuso que diéramos a conocer aquellos versos para las conmemoraciones, pero a nuestro estilo rítmico, con la cumbia andina e instrumentos sudamericanos como las zampoñas, el charango y el bombo legüero.”
Además de Los amorosos, La luna y Tía Chofi, el CD Jaime Sabines para el mundo incluye Con ganas de llorar, Juguetería y canciones (de Yuria 1967), Los he visto en el cine, No es que muera de amor, En la orilla del aire, Vuelo de noche, Frío y viento amanecen, Del corazón del hombre y Caprichos.
Adriana y Toño no abordaron inmediatamente la empresa, además de que sabían ya de un plan para grabar un CD a cargo de la vocalista Malena Durán; pero como Orozco Zuarth conocía que Bronce Latino había actuado exitosamente en foros de Indonesia, los animó con la promesa de promover su disco en teatros de Chiapas y México, apoyando un espectáculo escénico del grupo por el país y por el extranjero.
Relata Suárez:
“Para enero de 2009 comenzamos a grabar las ideas de aquellas cuatro canciones cuya melodía fue inspiración de Adriana y arreglos míos con Xabier (sic) Oswaldo Ortega, muy buen colega tecladista que había estado en orquestas como músico de Agua Nueva Tropical o Tacubana. Las terminamos en abril y entonces nos entusiasmó ir por más y grabar lo que terminaría siendo este CD Jaime Sabines para el mundo.”
Ritmos amorosos
Los riesgos de abordar a Jaime Sabines en cumbia fueron múltiples, refiere Adriana Cervantes:
“Fue bastante difícil, porque estamos acostumbrados en Bronce Latino a cantar letras que van rimando y frases melódicas que mantienen su métrica en un tempo constante, luego ya entrar con el coro y así una no se pierde.
“Pero nada de esto sucede con la poética de Sabines, pues se trata de versos libres. Tenía que enfrentarme al reto de seleccionar los poemas para que entraran en la métrica de una canción, sin alterar palabras; así iba imaginando las melodías llegando yo incluso a fragmentar un poema, aunque sin cambiar el verso. Acomodar así la versificación de Jaime Sabines en un tiempo dado fue de lo más difícil.”
Escoger fragmentos de los poemas resultó una decisión afortunada para saltar los escollos técnicos de las piezas.
“Todas las ideas de cómo cantar cada verso iban surgiendo a través de mis lecturas de los poemas. Me preguntaba: ¿qué siento exactamente, qué emoción me transmiten esos versos de Sabines? Porque a lo mejor alguna lectora más apasionada interpretaría aquellos sentimientos de una forma distinta, más profunda quizá, con otro estado de ánimo.”
Canta:
Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso,
el más insoportable...
“Leí Los amorosos una, dos, muchas veces. Me sentaba en mi casa, solita en un rincón, con mi guitarra, y cuando les presenté mi primer intento melódico, a todos nos causó risa el resultado.”
Tercia Antonio Suárez:
“Las palabras cantadas sin rima como que evocaban una ronda infantil o una canción aglutinante para niños, pero como no había rimas se iban juntando o se amontonaban de manera forzada. Debimos madurar el tema y yo imaginé un estribillo, lo cual nos facilitó las cosas.”
Adriana Cervantes ríe:
“Tanto leí Los amorosos que, de pronto, me imaginé de un chispazo cómo debía ir el ritmo, y les dije a Toño y a los músicos: ‘¡Ya sé! Me gustaría que este poema de Los amorosos sea a ritmo de reggae!’ Así quedó, es un reggae.
“Y Tía Chofi nomás no nos salía, pero luego de probar mil maneras de interpretar la melodía, que si en balada, que si en rumba, el dueño del estudio agarró la guitarra y la tocó en huapango. Todos nos volteamos a ver y pensamos: ‘¡Claro, así va...!’”
En la grabación participaron con el dueto: Rafael Camarena Reyes, Abraham Sánchez Gómez (quenas, zampoñas), Carlos Canales (bajo eléctrico), Arturo Canales (requinto, quenas, charangos) y Xabier Oswaldo Ortega (bajo, teclados y voz).
“Jaime Sabines para el mundo es un trabajo al que le metimos todo nuestro corazón y mucho esfuerzo, estamos felices de haber invertido toda nuestra alma, porque es frecuente que un poeta mayor como él se musicalice con gran solemnidad. Nosotros hicimos lo nuestro por otro sendero, con ritmos de ska, danzonetes, ecos prehispánicos y flamenco, reggae, huaynos, huapangos, bolero, salsa y cumbia andina. Son temas inéditos en música de fusión.”
Cuando culminaron la grabación, Orozco Zuarth llegó desde Chiapas para anunciarle al dueto un par de malas noticias. Primera: Bronce Latino debía solicitar a los herederos del poeta los derechos por utilizar los poemas en su disco; segunda: el director de la casa Jaime Sabines de Tuxtla se retiraba del proyecto sin poder ayudarlos a difundirlo como había prometido por haber renunciado a su cargo. Entonces Bronce Latino decidió grabar el disco independientemente.
“Nos deprimió bastante escuchar aquello; pero a la larga fue muy positivo, pues conocimos a los herederos de Sabines, a quienes les pareció formidable nuestro disco y nos autorizaron con una enorme sonrisa usar los poemas. Estamos bastante agradecidos con una excelente persona que es la maestra Judith Sabines, por habernos brindado toda su simpatía y adhesión para promover el CD.”
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