Pide al Papa acabar con el encubrimiento
Atender
los casos de pederastia debe ser la primera señal de cambio del nuevo Papa,
afirma José Barba
Andro
Aguilar, reportero.
Enfoque-Reforma, (24 marzo 2013).- José Barba
Martín, uno de los primeros denunciantes de los abusos de Marcial Maciel en la
congregación de Los Legionarios de Cristo, asegura que la investigación de los
casos de pederastia en el seno de la Iglesia Católica pondrá a prueba la
actitud reformadora del Papa Francisco.
Hoy
académico del ITAM, Barba dice confiar en
que el nuevo Papa sí dé cauce a los procesos por casos de pederastia y abusos,
al no provenir del grupo cercano a Benedicto XVI.
Barba ve una
oportunidad para que el argentino dé señales de cambio en la Iglesia Católica y
no intente seguir sosteniendo la imagen de la institución a pesar de los
reiterados señalamientos de las víctimas de los abusos.
"En
cuanto a la pederastia, en cuanto al abuso de poder, el abuso psicológico
dentro de la Iglesia, yo creo que sí va a tomar cartas en el asunto, yo espero
que sí, y que ponga reglas clarísimas en cuanto al encubrimiento. Es ahí donde
se va a ver dónde está el corazón y la lealtad verdadera del nuevo Papa",
sentencia.
Encubrimiento
y poderes fácticos
Antes
de conocer la designación de Jorge Bergoglio como sumo pontífice, el académico
José Barba Martín se muestra escéptico sobre un viraje en el rumbo de la
Iglesia Católica: "las mismas causas producen los mismos efectos",
señala al respecto.
Al
día siguiente, en una nueva entrevista –cuando el nombramiento del Papa
Francisco ya ha dado la vuelta al mundo–, Barba advierte que no quiere quedarse
con la actitud de un dicho manido, pero su pronóstico es el mismo: "si va
a haber cambios, no va a haber cambios súbitos".
José
Barba, doctor en letras romances y literatura latinoamericana por el Boston
College y la Universidad de Harvard, denunció en 1997 junto con otros ex
miembros de Los Legionarios de Cristo los abusos de Maciel.
En 1998
presentaron el caso ante Gianfranco Girotti, subsecretario del cardenal Joseph
Ratzinger, entonces prefecto para la Sagrada Congregación para la Doctrina de
la Fe.
En octubre de 1999 llevaron la traducción al latín del expediente y 10 meses
después la escueta respuesta de Girotti fue que "por ahora" su caso
estaba detenido.
Barba ha señalado
que Juan Pablo II y Benedicto XVI encubrieron a Marcial Maciel, aun cuando los
señalamientos de pederastia ya eran públicos.
Mantener
la atención puesta en Joseph Ratzinger como conductor de la Congregación para
la Doctrina de la Fe, y posteriormente durante su papado, le permitió a Barba
identificar claramente la relación de poder entre Juan Pablo II y el entonces
cardenal.
"El
Poder Judicial no lo ejerció con plena libertad el cardenal Ratzinger porque
dependía directamente del Papa (Juan Pablo II), y ahí no se movía una hoja del
árbol si el Papa no lo permitía", afirma.
Coautor
junto con Alberto Athié y Fernando González de La voluntad de no saber
(Grijalbo, 2012), un libro donde describen cómo el Vaticano conocía el
comportamiento de Marcial Maciel desde los años cuarenta, Barba señala que los
poderes fácticos dentro de la Iglesia Católica influyeron en la renuncia de
Benedicto XVI al cargo.
"Yo
creo que (Benedicto XVI) renuncia porque se da cuenta que dentro de su
ejercicio del poder había cometido errores que ya no podía corregir, que había
descuidado el observar sistemáticamente al Vaticano y que no tenía la fuerza
para contrarrestar a hombres de más poder real, no de tradición, no teológico,
pero sí de poder fáctico en el Vaticano, por ejemplo, Angelo Sodano",
señala.
Crisis
del catolicismo
Barba
describe la verticalidad dentro de la Iglesia Católica que ha generado una
crisis de credibilidad en varias regiones del mundo, incluyendo México.
"Hay
una ilogicidad de facto que nunca ha cambiado: la indicación de que cualquier
cristiano bautizado puede ser nombrado Papa, pero no puede cualquier cristiano
bautizado ser elector.
"El
Papa fue elegido por los cardenales como cuerpo colegiado, pero nadie del
laicado escogió ni a los cardenales ni al Papa. Y sin embargo tienen que
obedecer todo lo que digan", lamenta.
Otro
señalamiento es el impedimento que tienen las mujeres para acceder al cónclave
que designa a los Papas, a pesar de que éste tomará decisiones que afectarán
directa o indirectamente al género femenino.
Según
Barba, esta verticalidad acentúa la crisis de la Iglesia, que ha tenido entre
otros efectos el de la pérdida de fieles.
Aunque
en México existen aún más de 92 millones de católicos, el porcentaje de las
personas pertenecientes a esa religión disminuyó de 88 a 82 por ciento de 2000
a 2010, según el Inegi.
Habría
que considerar también, destaca Barba, que mucha gente conserva los aspectos de
religiosidad de culto en ceremonias de primeras comuniones o presentaciones de
XV años, pero es difícil saber con precisión cuánto ejercicio de religiosidad
auténtica existe en el país.
El
ejército jesuita
De
acuerdo con datos publicados por la agencia especializada Fides, la Compañía de
Jesús contaba hasta el 1o. de enero de 2012 con 17 mil 637 miembros, lo que la
convierte en la mayor orden religiosa masculina de la actualidad.
Ese
ejército de hombres preparados con presencia en todo el mundo otorga poder al
Papa para emprender posibles cambios dentro de la institución, subraya Barba.
"Le
va hacer falta un ejército muy eficiente al Papa para ir deconstruyendo
gradualmente el poder establecido y que ha traicionado a la naturaleza misma de
la santa sede como sede administrativa. Va a ser muy importante", explica,
"yo creo que va a trabajar con comisiones. Él no es un pulpo, no lo puede
hacer todo".
Otro
factor que ha destacado en el perfil del Papa Francisco es su imagen fresca y
humilde desde el día de su nombramiento, que Barba califica de "muy
inteligente".
"Fue
de una sumisión total al espíritu, con buen humor, el tomar casualmente la
situación desde el momento que se presenta al pueblo, inclinar la cabeza,
pedirles que lo bendigan a él; es decir, con esa actitud literalmente
franciscana es clarísimo que él es un hombre que sabe hacer lo que hace, que
puede juntarse lo auténtico con lo estudiado", indica.
Tres
días después de su designación, Jorge Bergoglio tuvo un encuentro anunciado por
el vocero del Vaticano, Federico Lombardi, como "más personal" que
una conferencia de prensa con unos seis mil periodistas de 81 países que
registraron a un Papa sonriente cuando exclamó al margen del discurso preparado
para la audiencia: "¡Cómo quisiera una Iglesia pobre y para los
pobres!". El júbilo estalló en el recinto.
Ahí
Francisco narró cómo decidió elegir su nombre empujado por su interés por los
más pobres. En su asunción oficial como nuevo pontífice ante fieles católicos y
líderes mundiales reiteró su intención de trabajar por los más desfavorecidos.
La
presencia de los pobres en el discurso de Francisco hace probable la
publicación de una nueva encíclica que vaya a las raíces del cristianismo y a
la inconsecuencia de los líderes cristianos que han ido postergando a los
pobres, prevé Barba.
Lo
importante, señala, es que la gente ha observado sus tendencias, sus
costumbres, su buen humor, que le interesa el futbol, que usa medios de
transporte comunes.
"Hay
sin duda una preocupación, quizá sutil, por una creación de imagen. Leía que en
la época de los años setenta el superior, aún inferior al puesto actual,
viajaba siempre en coche, con chofer. Ahora viaja de otro modo. Puede ser que
lo haga de corazón o que lo haga como creación de imagen, pero de todos modos
eso lo identificaría como un hombre muy moderno", destaca.
**
Comentario:
Coincido
en algunas cosas con Pepe Barba:
Cuando dice “el nuevo Papa sí dé
cauce a los procesos por casos de pederastia y abusos”.
No coincido cuando afirma que No
proviene del grupo cercano a Benedicto XVI.
Creo en lo personal, que
Bergoglio es papa, gracias a A Benedicto XVI.
Pero, en efecto, son diferentes;
Francisco es
diferente.
En lo
personal me ha sorprendido en poco tiempo. Los casos son varios, uno de ellos
fue la tarde de jueves 28 de marzo, cuando sucedió algo insólito; lavó los pies
a 12 de los jóvenes reclusos de la Casa Marmo; por cierto, los jóvenes eran de diferentes
nacionalidades y distintas confesiones religiosas; con ello se convirtió en el
primer pontífice que celebra la misa de la última cena en un centro
penitenciario para menores, fuera de la solemnidad de la Basílica de San Juan
de Letrán.
Como
sabes el rito del lavado de los pies busca recordar el momento en el que, según
cuenta el Evangelio de San Juan, durante la última cena Jesús de Nazareth se
arrodilló ante sus discípulos y les lavó los pies, en un signo de profunda
humildad.
Como
sabemos han sido muchos papas que han llevado a cabo ese rito en el día de
jueves Santo, pero siempre en la Basílica de San Juan de Letrán y nunca
lavándole los pies a reclusos o marginados sociales.
Eso, en
lo personal, me dice mucho.
Creo
que estamos ante un pastor. Y seguramente ello obligará a cambiar a los
obispos, y sacerdotes, para que no sean “gerentes de la fe”. Ello los llevará a
una profunda revisión de su modo de se.
Eso
creo. La verdad le hacia falta a la Iglesia un papa así.
El
mismo Norberto Rivera Carrera, ha manejado un discurso diferente;
lo hizo apenas el jueves Santo, cuando encabezó la Misa Crismal en la catedral
metropolitana.
En la
homilía, Norberto les insistió – a los sacerdotes- sobre las prioridades que ha
marcado Francisco: "El papa quiere que nos comprometamos con los más
pobres, que dejemos de fijarnos y preocuparnos por las cosas superfluas y
centremos nuestra vida en Cristo Mesías, modelo, como buen pastor, que ha dado
su vida por su ovejas. La sencillez de su mensaje, su frescura, el anuncio de
la misericordia y del perdón, la construcción de la paz, esa paz de la que
tanto adolece nuestra patria, profundamente herida por la división, la
discordia y la violencia criminal que nos llena de dolor y de desolación, a
tantas víctimas inocentes y sus familias."
*
En efecto, como dice el cuerpo
de la nota “José Barba, doctor en letras romances y literatura latinoamericana por el Boston
College y la Universidad de Harvard, denunció en 1997 junto con otros ex
miembros de Los Legionarios de Cristo los abusos de Maciel.”
Pero
eso que dice Barba se pudo concretar gracias al Doctor Antonio Roqueñi Ornelas
(1931-2006) , sacerdote canonista, ex presidente del Tribunal Eclesiástico de
México.
Apenas
hace unos semanas charlé con Pepe Barba –a quien Roqueñí me presentó, hace
algunos ayeres.-, en la presentación del libro de Emiliano Ruiz "Las
ovejas Negras", Ed. Océano. Pepe´ reconoce el papel que Antonio
Roqueñí jugó en el caso de Los
legionarios.
Sólo
comparto en este espacio lo que charlé esa noche antes de su partida a Roma.
Nos
vimos en el lugar acostumbrado en La
Condesa; cenamos y bebimos vino, él encendió un cigarrillo y dando le una
fumada me platicó -como si fuera secreto de confesión- el asunto de Los
Legionarios. El asunto ya estaba en los medios.
Me platico de las víctimas, y
me habló de su visita a Roma donde iría a litigar el caso. Toño tenía contactos
en la santa sede, de hecho ya conocía al cardenal (Joseph( Ratzinger, lo había
visto años atrás para el caso de Samuel Ruiz García y probablemente hayan
coincido en mayo de 1996 cuando el poderoso cardenal estuvo de visita en la
Ciudad de México.
Me
dijo: "-Mañana me voy a Roma"
-¿Y
que vas hacer- le pregunte?
"-Voy
a ver el asunto de las victimas del padre Maciel-, respondió.
Le agradezco
a Toño su confianza, él venía de una reunión con don Justo Mullor, conocía del
caso también Norberto Rivera y las victimas.
Pepe
Barba, ex legionario lo relata así: "Nos acercamos al padre Antonio
Roqueñí, una de las máximas autoridades en derecho canónico y un hombre
generoso y justo que supo escuchar los reclamos de este grupo de sesentones que
están tratando no tan sólo de dar un testimonio y buscar justicia para lo que
les ocurrió hace tantos años, sino de evitar que tales cosas sigan ocurriendo
ante la indiferencia o la complicidad de las altas jerarquías eclesiásticas.
Hablamos con Roqueñí, con Don Justo Mullor y finalmente decidimos ir a Roma
".
La
charla esa noche fue larga. Toño estaba inquieto, tenso. Sabía donde se había
metido y lo que ello implicaba. Era difícil su situación. Su carrera por una
mitra ya no importaba, de hecho eso nunca le intereso, ni siquiera fue a pagar
los derechos por el Monseñorato que le dio el Cardenal Corripio-, tenía el
compromiso con es agente, y se la jugó.
Toño, en
ese tiempo y debido a las circunstancias se vio obligado a presentar la
renuncia al cargo de juez eclesiástico de la arquidiócesis de México.
Por cierto, Toño
tenía otra impresión de Ratzinger ya como papa, él sabía que abriría el caso, y
que bajaría a Macie de los altares...
Cuando nombraron papa a Joseph Ratzinger,
es decir, a Benedicto XVI, nos dijo a Jesús Rangel y a mí, en una entrevista
para Milenio Semanal:
"Me parecen
superficiales las observaciones que hacen los periódicos sobre el Papa. No han
visto al Ratzinger profundo ni a Benedicto VXI...
-¿Y el
intransigente Ratzinger?- le preguntamos
A lo
cual nos contestó categórico: ¡-Ratzinger ya no existe! existe Benedicto XVI!;
agrego de inmediato ¡Mi lealtad total a él!
Lo dijo cuál si fuera súbdito.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario