Una CNDH
“convenenciera”/GLORIA LETICIA DÍAZ
Revista
Proceso
No. 1900, 30 de marzo de 2013;
Más
de siete años después de que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos
(CNDH) recibiera una queja en torno al caso de Florence Cassez, Raúl Plascencia
Villanueva, presidente del organismo, formalizó el viernes 15 una denuncia de
hechos en la Procuraduría General de la República (PGR) contra Genaro García
Luna y otros 20 exfuncionarios de la desaparecida Agencia Federal de
Investigación (AFI) y agentes del Ministerio Público una vez que la Suprema
Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ordenó poner en libertad a la ciudadana
francesa por violaciones al debido proceso.
Para
Édgar Cortez Morales, miembro del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y
Democracia (IMDHD), la actitud de la CNDH y de su titular es “convenenciera” y
se ampara en un discurso de velar por las víctimas del delito cuando “la
defensa de los derechos humanos es por todos, víctimas y acusados”.
El
IMDHD es una de las seis organizaciones de derechos humanos que en febrero de
2012 presentaron a la SCJN el recurso jurídico de amicus curiae solicitando un
amparo directo a favor de Cassez, por considerar que se violaron sus derechos
de asistencia consular y al debido proceso.
En
el documento presentado a la PGR la CNDH reconoce que el 14 de febrero de 2006
integró la queja CNDH/20067656/5/Q, interpuesta por el entonces reportero de
Televisa Pablo Reinah, quien dio cobertura “en vivo” a la detención de Cassez
en diciembre de 2005, asumiéndose como víctima de un engaño; responsabilizó a
García Luna y a Luis Cárdenas Palomino, entones director general de
Investigación Policial de la AFI.
La
queja fue cerrada el 18 de enero de 2007 con una propuesta de conciliación
entre la PGR y el quejoso. La Procuraduría dirigió una carta a Reinah en la que
se hizo constar que “en la información que se le había proporcionado sobre el
multicitado operativo del 9 de diciembre de 2005 no se precisó que la detención
de las personas había ocurrido antes de su llegada y que, por lo tanto, no se
le había proporcionado información completa, objetiva y veraz”.
Además
se recuerda que el 13 de febrero de 2006 la Visitaduría General de la PGR abrió
un expediente por las revelaciones periodísticas en las que se evidenciaron
esas irregularidades, así como el inicio de una averiguación previa en ese
mismo año por la Dirección General de Delitos Cometidos por Servidores Públicos
de la dependencia federal, de la que se desconoce su conclusión.
Dice
Cortez: “Desde que sucedió lo de Cassez y conforme fuimos sabiendo de todas las
irregularidades y teniendo abierta una queja, (la CNDH) pudo haber presentado
la denuncia por los agravios a Florence, a las víctimas y a todos los
ciudadanos, pero como el tema de Florence Cassez era muy polémico no se quiso
arriesgar y lo hace ahora que hubo una decisión de la Corte”.
Para
él, la reacción del organismo es “totalmente convenienciera porque se espera a
que las cosas estén muy claras y entonces actúa, cuando ella (la Comisión)
tendría que ayudar desde el principio a la clarificación con su actuación; es
una CNDH paradójica, porque estando obligada a ser la primera institución que
actúa ante violaciones de derechos humanos, lo hace al final, ya cuando las
cosas están resueltas”.
La
mano de Wallace
El
informe especial en el que se basa la denuncia de hechos ante la PGR fue
divulgado a los medios el miércoles 13, y el viernes 15 se presentó ante la PGR
otra demanda en la que se presume que García Luna y 20 servidores públicos más,
entre ellos Cárdenas Palomino, habrían incurrido en los delitos de ejercicio
indebido del servicio público, abuso de autoridad y delitos cometidos en contra
de la administración de la justicia.
El
documento está siendo analizado actualmente por la Subprocuraduría de Derechos
Humanos.
En
el informe Plascencia admite que su reacción se fundamenta en los presuntos
agravios cometidos contra las víctimas de secuestro involucradas en el caso
Cassez, toda vez que con su liberación “vieran obstaculizado su derecho al
acceso a la justicia y a recibir una adecuada reparación de daño”.
Plascencia
acusa a los agentes de la AFI encabezados por García Luna de no “considerar
como eje rector de su actuación precisamente la protección adecuada de los
derechos de las víctimas del delito, propiciando que con su conducta se
limitara el derecho a la justicia de éstas”.
Se
argumenta que “con su actuación irregular” los funcionarios propiciaron “la libertad
el 23 de enero de 2013, tal y como lo resolvió la Suprema Corte de Justicia de
la Nación de la señora Cassez ‘no por ser inocente sino por violaciones al
debido proceso’ derivado de la actuación indebida de servidores públicos, lo
cual colocó a las víctimas privadas ilegalmente de su libertad en una situación
de indefensión y especial vulnerabilidad”.
Sin
poner en duda los derechos de las víctimas, Cortez considera que “bajo ese
discurso de los derechos de las víctimas están queriendo que pasemos de un
extremo en el que las víctimas han sido ignoradas a que ahora sean el centro
absolutamente de todo y que a favor de las víctimas pasemos por encima de los
derechos de los acusados”.
Agrega
que ese discurso se ha justificado “un poco bajo el argumento de que los
acusados tienen muchos derechos pero en el papel, no en la realidad”.
No
descarta que entre los motivos de la CNDH de no denunciar hasta ahora a García
Luna y a quienes participaron en la detención de Cassez esté la mano de
personajes como la excandidata del PAN al Gobierno de la Ciudad de México
Isabel Miranda de Wallace.
Y
es que en el texto, Plascencia advierte que la decisión de la CNDH estuvo
alentada porque, emitido el fallo de la SCJN: “Las víctimas del delito y
organizaciones dedicadas a la protección de sus derechos humanos manifestaron
su inconformidad ante tal resolución judicial, exigiendo justicia y que los
hechos delictivos perpetrados por los delincuentes, así como las
irregularidades de los servidores públicos involucrados, no quedaran en la
impunidad”.
Los
personajes que expusieron dicha inconformidad fueron precisamente Miranda de
Wallace, presidenta de la organización Alto al Secuestro, y una de las
presuntas víctimas de Cassez, Ezequiel Elizalde, quienes dieron entrevistas luego
de presenciar la sesión en la que los ministros de la primera sala de la SCJN
resolvieron otorgar el amparo liso y llano a la francesa.
“Es
claro un dato significativo: El presidente de la CNDH le dio el Premio Nacional
de Derechos Humanos (en diciembre de 2010) a la señora Wallace cuando no tenía
ninguna trayectoria en derechos humanos; incluso su posición de defensa de las
víctimas en realidad es contraria a los derechos humanos. Es clarísimo que ahí
hay una relación muy estrecha”, apunta.
Ante
versiones divulgadas en algunos medios de que los delitos que la CNDH le imputa
García Luna habrían prescrito, Cortez sostiene que no se puede determinar a
priori la procedencia o no de las acusaciones.
“Me
parece que esta corriente de opinión que dice que ya prescribieron los delitos
le hace el favor a García Luna; la PGR está obligada a investigar toda denuncia
y sólo así podrá decidir. El resultado lo podría presentar ante un juez para
que ahí se discuta”, señala.
Cortez
considera que el caso de Cassez tendría que ir más allá de buscar castigo para
los policías encabezados por García Luna y los agentes del Ministerio Público
que participaron en la indagatoria; debería pugnar por abrir una investigación
en la Judicatura Federal, porque los jueces “avalaron las irregularidades”.
Por
ello insiste en que la reciente denuncia contra García Luna es muestra de una
Comisión Nacional de los Derechos Humanos “convenenciera”.
La
situación de las víctimas, peor/JOSÉ GIL OLMOS
Revista
Proceso
No. 1900, 30 de marzo de 2013;
A
dos años del asesinato de su hijo, el poeta Javier Sicilia, fundador del
Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, insiste en el tema de la
construcción de un memorial para las decenas de miles de víctimas de la guerra
calderonista y propone que se le dé ese uso a la Estela de Luz. El también
colaborador de Proceso va más allá y sentencia: Las reformas constitucionales
del nuevo gobierno “no van a tener frutos si no hay un país en paz, si no se
recupera el tejido social”.
El
asesinato de su hijo Juan Francisco hace dos años forzó a Javier Sicilia a
meterse en las entrañas de la violencia que durante el gobierno de Felipe
Calderón causó 70 mil muertes y la desaparición de más de 25 mil personas.
La
llegada de Enrique Peña Nieto a la Presidencia generó expectativas optimistas
en ciertos sectores de la sociedad, especialmente con la aprobación de las
reformas en educación y telecomunicaciones y por la detención de Elba Esther
Gordillo.
Pero
para las víctimas de la guerra contra la delincuencia organizada las cosas han
empeorado: En los tres primeros meses del gobierno priista hubo 3 mil 157
homicidios dolosos, 73 más que en el peor trimestre del calderonismo, según las
cifras dadas a conocer por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong
en su informe mensual del pasado viernes 8.
Ante
el optimismo gubernamental y empresarial por las llamadas reformas
estratégicas, Sicilia señala: “Todas estas reformas no van a ser posibles, no
van a tener frutos si no hay un país en paz; si no se recupera el tejido
social; si no encontramos a los desaparecidos; si sigue habiendo muertos,
asesinados y ciudadanos en estado de indefensión. La base está en la paz y la
justicia, sobre todo en un país con una tragedia humanitaria tan grande y honda
como la que tenemos”.
La
noche del jueves 28, a dos años del asesinato de Juan Francisco Sicilia, que
dio origen al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), nuevamente
se escucharon las demandas de los familiares de los muertos y desaparecidos no
sólo durante el sexenio de Calderón, sino también en el de Peña Nieto.
Tras
demandar que la Estela de Luz sea transformada en el Memorial de las Víctimas,
en su discurso Sicilia dijo que México es un país desgarrado y sangrante donde
no hay lugar para el festejo ni la felicidad mientras no haya justicia y paz.
Y
como en mayo de hace dos años lo gritó en el Zócalo capitalino –tras la Marcha
por la Paz que llegó a la Ciudad de México tres días después de haber comenzado
en Cuernavaca, Morelos– lo repitió: “Les decimos, criminales y gobernantes, que
continuamos hasta la madre y que mientras no veamos aplicarse la Ley General de
Víctimas, mientras no veamos volver a casa a los miles de desaparecidos,
mientras un solo muchacho, una sola muchacha, un solo niño, una sola niña, una
sola mujer y un solo hombre estén amenazados y no haya paz, estaremos en
vigilia”.
En
entrevista con Proceso el poeta acusa a Calderón de no haber asumido su
responsabilidad frente a las víctimas y la tragedia nacional que provocó su declaración
de guerra contra el narcotráfico, pese a que en los dos encuentros que hubo en
Chapultepec se comprometió a hacerlo.
Acerca
de Peña Nieto advierte que hay señales de un cambio en la estrategia de combate
al reconocer la importancia de la recomposición del tejido social, pero que no
da señales de cómo piensa realizar este trabajo, que llevará años de esfuerzos
y presupuesto.
“Creo
que sí está cambiando; por lo menos Roberto Campa ha planteado una estrategia
de poner más énfasis al tejido social. Pero no hemos visto cómo lo van a hacer.
Nosotros insistimos en ese punto y en hacer una estrategia ciudadana y humana
para combatir el crimen organizado, porque la que estableció Calderón no está
teniendo resultados.
“Tampoco
nos dicen qué alternativa hay para detener la guerra más allá de rehacer el
tejido social, algo que es a largo plazo. Nosotros necesitamos elementos en lo
inmediato que nos permitan ver que desciendan la violencia y las muertes.
“Lo
grave es que no están descendiendo sino que se han mantenido y hasta han
crecido; esto ha provocado la aparición de los grupos de autodefensa como un
síntoma de que el Estado no está controlando esta realidad, que está rebasado,
cooptado, corrompido y por eso los ciudadanos han tenido que salir a decir: ‘Si
ustedes no pueden, nosotros hemos salido a defendernos’, lo cual es muy
peligroso.”
Desaparecidos
A
dos años del surgimiento del MPJD, Sicilia señala que han sido tres los
aspectos fundamentales en los que se avanzó: La visibilización de víctimas, que
el Estado asumiera su responsabilidad y la creación de la Ley de Víctimas.
Pero
también que se haya sacado a la luz el problema de los desaparecidos durante la
guerra contra el crimen organizado declarada en 2006 por Calderón, de los que
hasta el momento no hay una cifra exacta pero que rebasa los 26 mil, según
datos oficiales.
Sicilia
sostiene que la violencia, muertes y desapariciones que siguen en el país
reflejan que el Estado mexicano ha sido rebasado y que es hora de que se piense
en atender llamados como el de la Comisión Internacional sobre Personas
Desaparecidas, que ha dicho estar dispuesta a venir a México a trabajar en un
protocolo de identificación de personas encontradas en fosas clandestinas con
un banco de ADN creado con los familiares.
En
una entrevista con Marcela Turati en Sarajevo (Proceso 1876), sede de esa
comisión, su directora, Kathryne Bomberger dijo que estarían dispuestos a venir
a México siempre y cuando el gobierno federal los invite a hacer ese trabajo.
Hoy,
sostiene Sicilia, es tiempo de que el gobierno de Peña Nieto no anteponga
principios trasnochados de soberanía nacional y acepte la ayuda de expertos en
protocolos de identificación de desaparecidos, como esa Comisión Internacional
formada en 1996 en la antigua Yugoslavia y que tiene científicos que han creado
bases de datos de ADN cuyo índice de exactitud en la identificación de restos
humanos es de 99%.
“El
de los desaparecidos es un tema tremendo; por lo menos ya se reveló que hay una
lista de desaparecidos que se tiene que depurar, porque se están cruzando con
otras listas de organizaciones de desaparecidos y no están todos. Urge que se
tenga una base de datos confiable y real, construir protocolos y dotar a las
Procuradurías de bancos de ADN, porque no los hay”.
–¿Es
tiempo de que Peña Nieto acepte esta ayuda?
–Ese
es un camino y hay que presionar al gobierno de México para que acepte la
llegada de esta Comisión Internacional sobre Personas Desaparecidas porque ya
urge. México no tiene estos protocolos ni el banco de datos. Esta
administración ha mostrado buenas intenciones pero no basta con eso,
necesitamos realidades y creo que si la Comisión Internacional está dispuesta a
venir, sería fundamental que aceptaran su ayuda, su asesoría para construir los
protocolos y apoyarla en la construcción del banco de datos de ADN.
–Podrían
argumentar que no se puede aceptar porque se viola la soberanía nacional.
–La
tragedia nacional no es un asunto de soberanía sino de seres humanos y además
el mundo ya está globalizado. México no es un lunar en medio de la
globalización. Los desaparecidos son el rostro más claro de lo que está
sucediendo y seguirá ocurriendo si no lo detenemos con conductas de
reconstrucción del tejido social, de paz y de protocolos de búsqueda con los países
que ya tienen experiencia para encontrar a los desaparecidos. No podemos estar
jugando a un nacionalismo trasnochado.
El
memorial
La
tarde del jueves 28 decenas de integrantes del Movimiento por la Paz con
Justicia y Dignidad se concentraron en la Estela de Luz para conmemorar dos
años de actividades en búsqueda de justicia para sus familiares.
Frente
a la enorme mole –que costó mil 304 millones de pesos– que el gobierno de
Calderón mandó construir para celebrar el centenario de la Revolución y el
bicentenario de la Independencia, familiares de las víctimas de la guerra
contra el narcotráfico colocaron en el piso urnas con los nombres de sus
muertos y desaparecidos.
El
MPJD le entregó a Peña Nieto una petición para convertir este bloque en el Memorial
de Víctimas. La propuesta en realidad se había hecho meses antes, durante un
acto en memoria de Nepomuceno Moreno, miembro del movimiento que fue ejecutado
el 28 de noviembre pasado en Sonora mientras buscaba a su hijo Jorge Mario
Moreno León.
“Queremos
rescatar el monumento ignominioso de la Estela de Luz porque quedó como un
elefante blanco, como una realidad ignominiosa. No saben para qué utilizarlo,
tiene una gran infraestructura que no saben qué hacer con ella”, sostiene
Sicilia.
Dice
que el día que Peña Nieto les entregó la Ley de Víctimas, él le entregó la
declaratoria diciéndole que estaba pendiente el memorial y que si la ley va a
buscar la justicia que se le debe a las víctimas, falta la parte de la memoria,
porque no puede haber justicia ni paz sin verdad ni memoria.
“Le
propuse que hiciera de la Estela de Luz el Memorial de Paz para redignificar a
las víctimas y que nos recuerden con los nombres el horror que está viviendo el
país y la necesidad de detener esta guerra. Que hiciera el memorial de paz con
un centro de documentación, un auditorio para exponer una cultura por la paz.
Ese fue el proyecto que le presentamos y él dijo: “Me tienta mucho pero me
parece problemático”.
“Le
dije que así era pero que valía la pena hacerlo. Le pedí que se llevara la
propuesta y luego nos dijera. Así se quedó. Ahora con el segundo aniversario de
la muerte de mi hijo vamos a poner otra placa y lanzar una campaña para apoyar
la declaratoria que ya se le entregó al presidente: Redignificar ese monumento y
hacerlo un memorial y un espacio de cultura de paz”.
La
campaña de construir un memorial en realidad comenzó en septiembre de 2011 en
el segundo encuentro de las víctimas con Calderón en Chapultepec, donde se
comprometió a edificar un monumento. Tras muchos problemas e indecisiones
decidieron alzarlo en las instalaciones del Campo Militar, lo cual fue
rechazado por el movimiento. Hoy esa construcción se encuentra abandonada y sin
terminar.
En
la Estela de Luz el MPJD lanzó una campaña de recolección de firmas para que
Peña Nieto recuerde el compromiso que adquirió “no sólo con la justicia, sino
con la memoria y la paz”, dijo Sicilia.
La
campaña terminará el 8 de mayo, fecha en que se cumple el segundo aniversario
de la primera Marcha por la Paz; y le entregarán esas firmas a Peña Nieto en
Los Pinos.
“Recordemos
que sólo el apoyo y la voz de los ciudadanos reunidos es la garantía de la
persistencia de la memoria, la justicia y la paz. Cuando los acontecimientos
vividos por el individuo o por el grupo –escribió alguna vez el filósofo de la
lengua, Todorov– son de naturaleza excepcional o trágica, tal derecho se
convierte en un deber, el de acordarse, el de testimoniar. La vida ha sucumbido
ante la muerte, pero la memoria sale victoriosa en su combate hacia la nada”,
manifestó el poeta la noche del jueves 28.
De
la Ley de Víctimas, Sicilia dijo que aun cuando falta precisar ciertos puntos,
es urgente que se apruebe y que algunos legisladores dejen atrás intereses
mezquinos y particulares.
–A
la Ley de Víctimas aún le falta. Hay puntos difíciles, como si se puede
considerar víctimas a familiares de los delincuentes.
–Sí.
De hecho son víctimas, pero eso lo tendrá que dictaminar un juez, es decir, la
Ley de Víctimas está bien y las víctimas tendrán que demostrar su condición de
tales. Pero eso es parte del proceso. La ley no puede inventar un mecanismo
para decir “estos si y estos no”, es un proceso que se tiene que desarrollar y
que tendrá muchos elementos para poder dictaminar.
Finalmente,
al hacer una evaluación de los dos años del MPJD, el escritor recordó la
demanda que se ha hecho para regular la venta de armas en Estados Unidos y el
tráfico ilegal de éstas hacia México.
“No
habrá paz mientras del otro lado de la frontera no se regule el consumo de las drogas
y no se haga una política seria del control de armas de exterminio.
Trabajaremos con las organizaciones estadunidenses, con las que realizamos la
Caravana por la Paz por Estados Unidos en agosto y septiembre de 2012, para que
podamos encontrar una justicia y una paz común”, dijo en el acto ante la Estela
de Luz.
Sicilia
insistió en que el gobierno federal debe convertir la Ley de Seguridad Nacional
en una Ley de Seguridad Humana y Ciudadana. Sólo así, dice en entrevista con
este semanario, “se podrá hacer algo efectivo para detener este horror de
muertos y desaparecidos que dejó como herencia Calderón y que Peña Nieto
continúa al mantener la estrategia militar y policiaca en el combate al crimen
organizado”.
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