Derrumbe
en Zacatecas, el estado que gobernó/VERÓNICA
ESPINOSA
Proceso # 1915, 14 de julio de 2013
ZACATECAS,
ZAC.- Una elección que se tiñó de sangre y miedo; una alianza que cuajó tarde,
obstaculizada hasta el cansancio por el propio Instituto Electoral del Estado
de Zacatecas (IEEZ); divisiones internas y defecciones, y todo ello sumado a la
operación electoral aplastante del PRI, desplomaron la votación del PRD, el
gran perdedor ante los electores zacatecanos que se atrevieron a salir a votar
el domingo 7 de julio.
En
contraste con los abultados números que alcanzó en su alianza con Convergencia
en 2010, esta vez su coalición con el PAN dejó al PRD menos votos en el total
registrado en los 18 distritos, lo mismo que en los 58 municipios, de acuerdo
con los resultados preliminares correspondientes a 97% de las casillas.
Así,
en número absoluto de votos, el PRI conseguiría más sufragios que en 2010, aun
cuando en esta ocasión compitió solo y hace tres años lo hizo en coalición con
el Partido Verde Ecologista. Esta vez ganaría 36 de los 58 municipios y 12 de
las 18 diputaciones de mayoría.
Por
lo pronto, estos resultados colocaron al Partido del Trabajo como segunda
fuerza electoral, e hicieron descender al PRD a la tercera.
En
términos de representación, el PRD compartiría con el PAN el gobierno de 16
municipios. Pero hace tres años Acción Nacional ganó las elecciones en 15
municipios y el PRD (en coalición con Convergencia) en 13, con lo que entre
ambos gobernaban casi la mitad de los 58 municipios del estado.
El
PRI pasará de gobernar 30 municipios en coalición con el Partido Verde, a hacerlo
en 36, por lo menos hasta el corte del cómputo del miércoles 10 efectuado en
los consejos municipales y distritales del IEEZ.
En
cuanto a los distritos, la coalición “Rescatemos Zacatecas” compartiría cinco
escaños en el Congreso del estado, al ganar los siguientes: VI de Ojocaliente; X de Villanueva; XV de
Tlaltenango; XVI de Sombrerete (aún en disputa por una cerrada votación), y el
XVIII, con cabecera en Concepción del Oro.
Son
dos distritos más de los que ambos partidos sumaron hace tres años, cuando el
PRD sólo consiguió el distrito XII de Río Grande en coalición con Convergencia,
mientras que el PAN obtuvo los de Calera y Juchipila.
Según
las cifras del IEEZ, en 2010 el PRD y Convergencia alcanzaron juntos cerca de
190 mil 500 sufragios en los comicios de los 58 municipios, en tanto que ahora
la coalición entre PRD y PAN obtuvo alrededor de 150 mil en las municipales, es
decir, unos 40 mil votos menos.
En
el caso de la elección distrital el resultado no fue tan adverso, pero también
hubo una reducción en la preferencia del electorado, pues si en 2010 PRD y
Convergencia registraron poco más de 177 mil sufragios en las distritales, esta
vez PRD y PAN se quedaron cerca de los 154 mil, un saldo negativo cercano a los
23 mil votos.
A
esta geografía política se incorpora el triunfo de un candidato registrado bajo
la modalidad de independiente. En la primera elección efectuada en la entidad
que aplicó este tipo de candidaturas, compitieron nueve aspirantes
independientes a las alcaldías de Cañitas de Felipe Pescador, Mazapil, Pinos,
Sombrerete, Villa de Cos, Villa García, Zacatecas y General Enrique Estrada.
Sólo
en este último ganó un “candidato independiente”. Se trata de Raúl de Luna
Tovar, quien en realidad tuvo el corazón blanquiazul, puesto que ya había
gobernado este municipio representando a Acción Nacional de 2007 a 2010. El PAN
le negó la candidatura en esta ocasión, así que recurrió a la figura del
candidato independiente… y les ganó.
El
golpe mortal
Fue
éste un proceso que acabó en una jornada de votación inhibida por varios hechos
violentos y una percepción de inseguridad que en lugar de disminuir se agudiza,
a la mitad del sexenio del gobernador priista Miguel Alonso Reyes.
Los
temores ciudadanos y el despliegue intimidatorio de la Policía Estatal y de la
Policía Ministerial del Estado –bajo el pretexto de vigilar la jornada
electoral– contribuyeron a que el PRI arrebatara al PT y al PRD sus principales
bastiones en la entidad, los municipios de Fresnillo –enclave del monrealismo–
y Guadalupe, cuyo alcalde con licencia y candidato perdedor a la diputación
local, Rafael Flores, era visualizado como un fuerte prospecto del perredismo
para los comicios por la gubernatura dentro de tres años.
Al
PRD se le asestó un golpe mortal en su bastión de Guadalupe con el asesinato
del coordinador operativo de la campaña en ese municipio y el distrito que ahí
tiene su cabecera, Aquiles González Navarro, desaparecido en la medianoche del
jueves 4 y quien fue encontrado muerto con numerosas puñaladas el viernes por
la tarde en un inmueble que utilizaba como oficina.
De
sus más de 15 mil votos conquistados hace tres años para gobernar este
municipio –conurbado con la capital–, el PRD si acaso alcanzó ahora la mitad,
en tanto que el PRI superó los 19 mil votos para arrebatárselo.
“Cuando
hay un triunfo basado en inhibición de votantes, lo que gana es la abstención,
y el asesinato político de un perredista en un municipio tan estratégico como
Guadalupe inhibe la participación. Lo que vimos fue una regresión, una
involución democrática, y la presencia de grupos del crimen organizado en
ciertas regiones para definir quién ganaba y quién no”, declaró en entrevista Camerino Márquez, candidato a
diputado por el distrito I de la capital y representante del PRD ante el
Consejo General del IFE.
De
acuerdo con el perredista, la autoridad electoral fue incapaz de impedir “que
esos poderes fácticos determinaran quién gana o quién pierde”.
Gerardo
Espinoza Solís, presidente del PRD, consideró el crimen de su operador como
definitorio para los resultados en Guadalupe, puesto que acabó de sembrar el
miedo en sus representantes de casilla, en los representantes generales “y en
la misma ciudadanía que tuvo miedo de salir a votar”.
No
obstante, Espinoza Solís rechazó que su partido haya sido el de los peores
saldos en esta elección.
“Sí
resentimos la pérdida de Guadalupe, pero ganamos Jerez, Sombrerete,
Ojocaliente, Valparaíso, un corredor electoral importante. La fuerza política
también se mide con la representación en los partidos, y la coalición tendrá un
tercio de los escaños en el Congreso”, según su recuento.
Por
eso, Espinoza considera vivo al PRD, y con toda la oportunidad para ganar la
gubernatura. Recordó que entre los acuerdos firmados con Acción Nacional está
la posibilidad de construir un frente político opositor “para ponerle un freno
al PRI, porque sí podemos ser mayoría contra este sistema político que ya vimos
cómo volvió”.
En
entrevistas por separado, la comisionada nacional del Partido del Trabajo en
Zacatecas, Geovanna Bañuelos, y el presidente estatal del PRD, no dudan en
acusar al gobierno priista de Miguel Alonso Reyes de desplegar no sólo a
funcionarios y operadores, sino también a los elementos de la Policía Estatal y
la Policía Ministerial para la compra y coacción del voto y para la inhibición
e intimidación a militantes y votantes de la oposición.
El
domingo 7, la queja generalizada de los partidos de oposición fue la
persecución de militantes, activistas, brigadistas y simpatizantes por parte de
patrullas y de grupos de choque armados hasta con tubos, como le ocurrió al
candidato de la coalición en Jerez, quien registró los hechos en un video
grabado con su teléfono celular.
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