El
triunfo de Moreno Valle prende las alarmas políticas/Reportaje de ÁLVARO
DELGADO
Revista Proceso #1915, 14 de julio de 2013:
Un
saldo preocupante del reciente proceso electoral es el arrasador y cuestionable
triunfo de la alianza comandada por Rafael Moreno Valle en Puebla. El “góber
mafioso” coronó así su lucha por apropiarse de los poderes y los órganos del
Estado y ya tiene lista su plataforma para lanzar su proyecto de ir por la
Presidencia en 2018. Si bien políticos y analistas advierten acerca de su
autoritarismo, hasta ahora ninguna alerta democrática ha detenido la carrera
ascendente de este discípulo de Elba Esther Gordillo.
Durante
las campañas el presidente del Partido Acción Nacional (PAN), Gustavo Madero,
acusó a los gobernadores priistas de abuso de poder y de prácticas
fraudulentas, pero en el único estado donde arrasó en las recientes elecciones,
Puebla, el mandatario Rafael Moreno Valle procede con la misma conducta
autoritaria.
Formado
en la ortodoxia priista, heredero de un linaje caciquil y discípulo de Elba
Esther Gordillo –a la que sigue ligado pese a que está presa–, Moreno Valle
recurrió a todo para consolidar su gobierno y afianzar su proyecto: ser
candidato presidencial en 2018, no sólo del PAN, en el que formalmente milita,
sino de una alianza que ha sido dos veces exitosa en el estado.
El
domingo 7 la coalición Puebla Unida, articulada por Moreno Valle, conquistó 23
de las 26 diputaciones de mayoría y las principales presidencias municipales,
que por primera vez durarán cuatro años y ocho meses –hasta 2018–, por lo que
tendrá mayoría parlamentaria para la aprobación de sus cuentas públicas y
manejar su sucesión, en 2016, cuando se elija a un “minigobernador” de sólo año
y medio.
Así,
aunque Madero retuvo Baja California –clave para la vigencia del Pacto por
México y su permanencia como presidente del PAN–, el principal ganador del
domingo 7 es Moreno Valle, quien en dos semanas tendrá un instrumento de
visibilidad política al asumir la presidencia de la Conferencia Nacional de
Gobernadores (Conago).
El
gobernador casi iguala en triunfos a su antecesor en el cargo, el priista Mario
Marín, que en 2007 ganó 25 de 26 diputaciones de mayoría y las principales
alcaldías, luego de que, un año antes, apoyó a Felipe Calderón por una
negociación que hizo Manuel Espino, entonces presidente del PAN.
Para
su victoria, que en la capital fue “carro completo” de los siete distritos,
Moreno Valle reactivó la coalición que lo llevó a la gubernatura en 2010 y unió
a los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT), Movimiento
Ciudadano (MC), Nueva Alianza (Panal, creado por Elba Esther) y Pacto Social de
Integración (PSI), un partido local que fue clave en varios triunfos.
Para
vencer al Partido Revolucionario Institucional (PRI) unido al Partido Verde
Ecologista de México (PVEM), Moreno Valle también atemperó su carácter y se
reconcilió con el PAN, con el que casi llega a la ruptura el año pasado, pero
quienes lo conocen dudan que deponga definitivamente su proceder despótico.
Manuel
Díaz Cid, uno de los intelectuales de la derecha poblana, considera que los
resultados exitosos que obtuvo Moreno Valle lo ubican por ahora como el panista
más presidenciable, pero advierte que su “personalismo autoritario” es
peligroso.
“Si
no aprende la lección de que la política se hace entre todos y se deja cegar
por el éxito, que en este caso es muy importante, las consecuencias pueden ser
un autoritarismo cada vez más elevado”, advierte el académico de la Universidad
Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).
Ana
Teresa Aranda, quien ha advertido que Moreno Valle sólo usa al PAN como
“franquicia”, admite que el gobernador “aprendió” por ahora a no imponerse a
los demás, pero debe entender que la victoria del domingo no es sólo de él:
“El
gobernador aprendió que la inclusión es muy importante, que no puede estar
peleado con los actores políticos, pero me encantaría que hubiera humildad en
la victoria y que comprendiera que éste no es un triunfo de Moreno Valle, sino
que hay otros factores.”
Consciente
del proyecto presidencial del gobernador, quien la ha vetado para ocupar
cualquier cargo –“yo no me arrodillo ni soy cómplice” –, Aranda advierte que
debe modificar su manera de gobernar, que ha definido también como autoritaria
y megalómana.
“Si
el gobernador quiere tener posibilidades en 2018, deberá, por un lado, bajarle
tres rayitas a su estilo de gobernar, y debe haber, por el otro lado,
transparencia en el gobierno.”
Pero
la opacidad es justamente una de las características del gobierno de Moreno
Valle, quien no sólo controla al Congreso, al órgano electoral –que solapó sus
excesos–, a los principales medios de comunicación, sino también a la Comisión
de Acceso a la Información Pública (CAIP).
“En
el tema del derecho a la información en sus distintas modalidades –libertad de
expresión, libertad de prensa, derecho de acceso a la información pública– el
balance del gobierno de Moreno Valle es muy negativo”, resume Lilia Vélez
Iglesias, excomisionada de la CAIP.
Tras
el escándalo de Marín por el caso Lydia Cacho, recuerda, Moreno Valle ganó la
gubernatura, entre otras cosas, por el compromiso que hizo de manejar con
transparencia los recursos públicos y auspiciar la libertad de expresión, de
información y de prensa, pero ha resultado peor.
Presidenta
de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi) en Puebla, Vélez
Iglesias asegura que este control político que tiene y la opacidad con la que
se conduce explican los triunfos que obtuvo Puebla Unida, que beneficia a
Moreno Valle. “Sí sale fortalecido, pero preocupa porque es de un talante muy
autoritario, con estrategias del PRI, pero de los sesenta y de los setenta”.
Carro
completo
Justamente
el discurso de la campaña del PAN y de sus candidatos fue que el PRI pretendía
ganar “a la mala”, sobre todo los gobernadores que usaban los recursos públicos
para uso partidista, como se acreditó en el caso de Veracruz, y otras conductas
que, según él, regresaron a México a la década de los setenta.
En
entrevista con Proceso, el 10 de mayo, Madero expuso que la estrategia de los
gobernadores priistas fue “dinamitar las alianzas”, porque amenazan su dominio
en el Congreso, “que es donde ellos tienen toda su impunidad garantizada: los
nombramientos, las cuentas públicas, todos los endeudamientos”…
–…Los
órganos electorales.
–Claro,
desde ahí controlan todo: quién integra el Instituto y el Tribunal electorales…
Es donde ellos tienen toda su artillería, sus municiones y su capacidad de
apoderarse de todo el poder, de toda la impunidad.
Pero
además de esto, expuso Madero, los gobernadores priistas “utilizan todo el
aparato de gobierno: la nómina, el presupuesto, los programas sociales”, para
beneficiar al PRI, además de someter a los medios y a los periodistas: “El
entrevistador es un provocador, un enviado para agredirte y desacreditarte”.
–En
Puebla el gobernador Moreno Valle no sólo controla el Instituto Electoral, el
Tribunal, los programas oficiales, sino también los medios…
–Yo
soy demócrata –evadió–, yo creo que el principal daño que nos hizo el PRI es un
daño cultural, nos creó una cultura de hacer política de una manera, como si
ese fuera el modelo. Hasta el PAN ha caído en esos errores.
Pero
no sólo no se combatió ese autoritarismo, menos desde el PAN, sino que Moreno
Valle avasalló pese a que el PRI presentó en su contra 42 denuncias ante la
Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade):
Puebla
Unida tendrá 26 curules en el Congreso contra 10 de la Alianza 5 de Mayo,
integrada por el PRI y el PVEM; mientras que el PT tendrá dos, igual número MC
y una el PSI.
Justamente
el PSI, que apenas en marzo obtuvo su registro y que se identifica con Javier
López Zavala, el derrotado candidato a gobernador en 2010 y ahora acusado de
“traidor”, fue clave para el éxito de Moreno Valle en los distritos 2 de
Huauchinango, 3 de Zacatlán, 5 de Tlatlauquitepec y 9 de San Pedro Cholula.
Hace
tres años, al frente de la coalición Compromiso por Puebla, Moreno Valle ganó
15 distritos y sumó 23 diputados, mientras que el PRI ganó 11 de mayoría y dos
plurinominales, y el PVEM uno de mayoría y dos plurinominales, para un total de
16 como coalición.
Pero
el domingo 7 el PRI y el PVEM se desplomaron: sólo ganaron tres distritos –de
los 12 de 2010–, si bien se prevé que logren siete de representación
proporcional, para un total de 10.
El
domingo 14 el Instituto Electoral del Estado (IEE) tenía previsto asignar a los
partidos los 15 diputados de representación proporcional, aunque se da como un
hecho que a la coalición Puebla Unida le corresponden dos: la perredista
Socorro Quezada Tiempo y Fernando Manzanilla Prieto, exsecretario General de
Gobierno y cuñado de Moreno Valle.
Manzanilla
podría convertirse en coordinador de la bancada panista en el Congreso local,
aunque también se especula que podría serlo Jorge Aguilar Chedraui, amigo
íntimo de Moreno Valle y exsecretario de Salud.
Manzanilla
y Aguilar Chedraui aspiraron a la candidatura en Puebla capital, pero Moreno
Valle optó por José Antonio Gali Fayad, miembro también de su gobierno como
secretario de Infraestructura, quien aplastó a Enrique Agüera, exrector de la
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
Desde
hace un año, pasadas las elecciones federales, estos tres funcionarios de
Moreno Valle fueron intensamente promovidos en la capital de Puebla con cientos
de espectaculares, lo que la ley prohíbe por ser propaganda personalizada de
servidores públicos y por constituir actos anticipados de campaña.
El
IEE solapó esta conducta debido a que se empleó un truco: los espectaculares y
los vehículos móviles con mamparas eran las portadas de revistas en que
aparecían entrevistas con los funcionarios.
La
revista Diálogos entrevistó a Gali Fayad, Líder llevó a su portada a Aguilar
Chedraui y 360 Grados publicitó a Manzanilla Prieto con una fotografía idéntica
–en la camisa y la corbata– a la que publicó la revista estadunidense Vanity
Fair de Barack Obama.
“El
góber mafioso”
Lilia
Vélez Iglesias, académica de la Universidad Iberoamericana, afirma que con el
gobierno de Moreno Valle hubo una involución en la democracia, en particular en
la CAIP, de la que formó parte, y en el IEE, ambos sin autonomía ni
independencia.
Un
ejemplo es la propaganda encubierta de los tres exfuncionarios de Moreno Valle
que luego fueron candidatos ganadores: “En teoría pagaron las revistas la
publicidad, pero en el medio se sabe que los fondos salían del gobierno. No
podemos probar esto porque no tenemos acceso a los documentos, que hemos
solicitado y nos niegan”.
Y
es que, asegura, el órgano que debe ser garante de la transparencia está sometido
a Moreno Valle, a quien Andrés Manuel López Obrador le llama el “góber
mafioso”:
“El
presidente, Javier Fragoso, era secretario particular de la esposa del
gobernador, y su hijo fue el dirigente de las juventudes morenovallistas en la
campaña de 2010; Federico González fue asesor de la campaña, y Blanca Lilia
Ibarra, que fue electa previamente y ha mantenido la independencia, pierde las
votaciones.”
En
el caso del IEE, la mayoría de los consejeros se deben a Moreno Valle. Su
presidente, Armando Guerrero, trabajó con el gobernador y por ello no se
sancionaron campañas anticipadas ni las violaciones a la veda electoral.
“No
sólo no se respetó la veda por parte del gobernador, porque todos los días tuvo
actos públicos publicitados en los medios, sino que hubo resoluciones que
favorecen al gobierno y a los candidatos vinculados al gobierno.”
–¿Ha
habido entonces una involución democrática?
–Sí,
el saldo en términos democráticos en Puebla es muy negativo. No quiero decir
que viniéramos de un estadio más democrático, pero justo el planteamiento que
hizo Moreno Valle como candidato fue un gobierno que transitara a la
democracia. Por eso el reclamo es tan fuerte. Lo que ofreció en campaña no se
está cumpliendo. Y no sólo eso: estamos viendo regresiones graves.
Una
de ellas es el uso de la publicidad gubernamental para premiar y castigar a los
medios de comunicación, pero además para intervenir en la línea editorial, algo
que ni siquiera se observó en gobiernos priistas tan autoritarios como el de
Manuel Bartlett.
“En
Puebla hay medios que son voceros. Uno en particular que surge en este periodo,
Sexenio, y otro, Cambio, son claramente los voceros. Muchas veces salen con la
misma información, aparentemente la misma nota, pero cuando tú la lees te das
cuenta de que es un boletín. Síntesis es otro de los medios consentidos y
privilegiados.”
La
presidenta de la Amedi señala que medios como el portal e-consulta,
Intolerancia y La Jornada de Oriente “sufren auditorías y son marginados de los
presupuestos públicos, pero también se presiona a anunciantes privados o
públicos para que no se anuncien con ellos, en una suerte de cerco para
asfixiarlos”.
Autoritarismo
En
Puebla es conocido el talante caprichoso y autoritario de Moreno Valle,
que incluso ha violentado la ley, como
en la construcción del teleférico y en la instalación de la rueda de la fortuna
que inaugurará el 22 de este mes, y sobre la que el diario español El País
publicó el jueves 11 un extenso reportaje, donde la considera la “más cara de América
Latina” y la más opaca.
Observador
de la turbia política poblana desde el Instituto Motolinía de la UPAEP, Díaz
Cid dice que el triunfo de Moreno Valle le da impulso a su proyecto de ser
candidato presidencial: “Es lo que está preparando. No sé si al interior del
partido surjan otras perspectivas, pero por el momento es, sin duda, una de las
figuras de mayor relumbrón al interior del PAN”.
Reconoce
que el gobernador ha sido muy hábil, porque se sobrepuso al encarcelamiento de
Gordillo. “Tiene una caja de recursos de donde obtiene acuerdos y beneficios
que descontrolan, y no se sabe hasta dónde puede alcanzar su fuerza”.
–¿Se
debe tener cuidado con él?
–Sí,
porque si él no aprende la lección de la política entre todos y se deja cegar
por el éxito, que en este caso es muy importante, las consecuencias pueden ser
un autoritarismo cada vez más elevado.
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