La
Laguna: la PF limpia el camino para “El Chapo”/Patricia Dávila
Revista Proceso # 1915, 14 de julio de 2013;
Uno
de los efectos de la “limpia de la plaza” que realizan las fuerzas federales en
la zona lagunera de Durango y Coahuila es la desarticulación de una
organización delictiva local (el Cártel del Poniente o Los Dannys). Pero la
zona, que comprende Gómez Palacio y Lerdo, en Durango, y compromete a Torreón,
en Coahuila, estaba en disputa. Así que los ganones con la caída de Los Dannys
fueron, sobre todo, Los Cabrera, la célula del Cártel de Sinaloa que al parecer
ahora domina “pacíficamente”.
Con
la detención de Daniel García Ávila, El Danny, líder del autodenominado Cártel
del Poniente, las fuerzas federales lograron en sólo seis meses desarticular en
70% esa organización que dominaba Gómez Palacio, Lerdo y Torreón, municipios
que comprenden la Comarca Lagunera de Durango y Coahuila. No obstante, ahora
favorecen a Los Cabrera, célula perteneciente al Cártel de Sinaloa, para que se
consoliden en la plaza.
Desde
enero pasado, la policía estatal y efectivos federales han detenido también a
Juan Antonio García, hermano de El Danny, que se encargaba de las operaciones
financieras; a Gabriel Zúñiga Ovalle, jefe de sus halcones, y a su hermano
Jacobo, jefe de sicarios y de los distribuidores de droga, así como al pistolero
y escolta José Salvador Morales Cuevas. Además cayeron otros 45 operadores de
la estructura del cártel y 300 narcomenudistas.
En
ausencia de García Ávila, quedó como jefe del grupo Arturo Bardales Díaz El
Alfa, con su hermano Arturo Bardales El Junior como lugarteniente y Juan
Bananas como jefe de sicarios.
Un
diagnóstico elaborado por coordinadores del Operativo Laguna Segura (OLS),
proporcionado a Proceso por un mando militar que pidió omitir su nombre y
emitido el 27 de enero pasado, establecía que hasta esa fecha el cártel del
Chapo Guzmán estaba formando un cinturón de seguridad alrededor de Gómez
Palacio y Lerdo para evitar que la gente de El Danny se expandiera al resto de
Durango, dominado por Los Cabrera.
El
Cártel del Poniente fue obligado a replegarse, pero a través de mensajes en
lonas se quejó de que las corporaciones policiacas estaban limpiándole el
terreno al Cártel de Sinaloa (Proceso 1891).
Las
fuerzas federales intensificaron sus operativos y el 21 de junio llegó un
convoy con 300 efectivos de la Policía Militar (PM). En entrevista, un
coordinador de esta corporación describe una de las consecuencias de estas
medidas:
“Desde
enero, cuando deshabilitaron a las policías municipales de Gómez Palacio y
Lerdo por estar coludidas con García Ávila, tuvo que entrar la estatal para
desarticularlos. El resultado fue que, con la protección de las corporaciones
policiacas estatales, Los Cabrera empezaron a trabajar la plaza, aunque no ha
sido muy evidente.”
–¿Las
fuerzas federales también llegan en apoyo a Los Cabrera?
–Sí,
sobre todo la Policía Federal, porque los militares no se metían tanto de un
lado ni del otro. Hasta enero de este año Los Dannys (Cártel del Poniente)
mantuvieron bajo su mando la operación del C4 (Centro de Comunicaciones, Cómputo,
Control y Comando) de Gómez Palacio, Durango; ahora el control lo tiene el
Ejército.
Explica
que los militares se concentraban en instalar retenes en los accesos
Durango-Coahuila y Coahuila-Durango por- que en Coahuila predominaban Los Zetas
y había una rivalidad muy fuerte entre ellos y el Cártel del Poniente. Por lo
tanto, la gente de Daniel García Ávila quedó entre dos fuegos: en Gómez Palacio
y Lerdo enfrentaban a Los Cabrera, a la policía estatal y a la Policía Federal
(PF), mientras que por Torreón trataba de evitar que Los Zetas se metieran a La
Laguna. Por eso el Cártel del Poniente se fue debilitando.
Pronto
surgieron los inconvenientes. “Las quejas de la ciudadanía en contra de los
policías estatales empezaron a brotar porque se estaban saliendo de control.
Era un abuso a más no poder, cometían fechorías graves en contra de los
ciudadanos, les quitaban celulares, dinero, les quitaban de todo”, menciona la
fuente de la PM.
Como
ya no había policías municipales, prosigue, los delitos del fuero común se
estaban elevando al máximo: robos a casa-habitación, asaltos a transeúnte, el
grafiteo… Se veía una descomposición social en el sentido de que no había quien
vigilara los delitos menores. La labor de la federal fue detener esta ola
delincuencial.
“Hay
extorsión, cobro por derecho de piso, secuestros. Hace dos años cobraban Los
Dannys, pero ahora que ya no dominan, los taxistas y el transporte urbano
siguen pagando su cuota semanal de 100 pesos. Aunque el caso de los taxistas es
especial: debido a la presencia policiaca y militar, los puntos de venta de
droga al menudeo se mueven constantemente y los únicos que conocen los cambios
son los choferes, porque operan como burreros, son los que trasladan a los
compradores”, afirma el entrevistado.
La
debacle del “Danny”
Las
autoridades estatales afirman que la mayoría de Los Dannys están detenidos. Al
preguntarle a la fuente de la PM si confirma la versión, responde:
–Claro,
pero siguen operando, no con la misma peligrosidad ni en el mismo número.
También operan Los Cabrera.
–¿Los
Zetas han intentado entrar en La Laguna de Durango?
–Ya
no, desde que salió Humberto Moreira y quedó su hermano, al menos se calmó un
poco el asunto. Desde que mataron a El Lazca la actividad de Los Zetas en
Torreón ha menguado. El año pasado intentaron meterse a La Laguna de Durango;
duraron unos días en Gómez Palacio pero fueron rechazados por Los Dannys y no
volvieron a intentarlo.
–¿Me
decía que Los Cabrera están avanzando hacia Torreón?
–Sí.
Ese es el detalle, que salen unos y entran otros. Todavía hace tres semanas
estaba muy peligroso el asunto de Torreón, operando a cualquier hora del día y
generando temor. Los Cabrera trabajan de noche, levantan, asesinan, los dejan
tirados y se van; aunque crean menos psicosis, finalmente la misma perdición.
–¿Todavía
se oye de Los Zetas en Torreón?
–En
la ciudad ya no tanto, más bien en los alrededores: Matamoros, San Pedro,
Francisco I. Madero.
–¿Los
Cabrera ya se posesionaron de Torreón?
–No
sé en Torreón, pero en toda La Laguna de Durango sí. Con el apoyo de la PF
están asentados en la colonia Armando del Castillo Franco, una parte de la
colonia San Fernando en San Isidro, y en comunidades rurales como el ejido Los
Ángeles, El Huarache…
“En
Gómez Palacio sabemos que su tierra siempre ha sido la colonia El Consuelo, una
colonia que tiene un cerro desde donde controlan buena parte de su territorio.
En la parte de arriba, que colinda con La Durangueña y la Meyer de Coahuila,
estaban Los Dannys y los sacaron Los Cabrera. Es una recomposición muy
drástica.”
La
actividad preferida de la delincuencia organizada en La Laguna es la venta de
droga al menudeo, y después la extorsión y el cobro de “derecho de piso”. Los
taxis aún se dedican a la burreada, a la chapulinada, a llevar a los clientes a
comprar.
La
debacle del Cártel del Poniente se inició el 3 de abril: elementos de la PF, la
Sedena y la fiscalía estatal capturaron a 20 de sus presuntos operadores en
Zacatecas, Coahuila y Jalisco, entre otros a Luis Fernando Martínez Jaramillo,
Héctor Gómez Botello, Gabriel Zúñiga Ovalle y Juan Antonio García Ávila. Según
las autoridades, ellos perpetraron el ataque del 27 de febrero contra los
agentes de la PF que resguardaban las instalaciones del periódico El Siglo de
Torreón, en el cual murió un civil y fue herido un agente.
Según
las autoridades, Martínez Jaramillo era el supuesto encargado de las células
que operaban en La Laguna y probable responsable de varios secuestros en la
ciudad, mientras que Gómez Botello, originario de El Coyote, Coahuila,
encabezaba la contrainteligencia del grupo delictivo y coordinaba a sus
halcones.
A
Gabriel Zúñiga Ovalle o José Gabriel Zúñiga Ovalle y a Juan Antonio García
Ávila, dos de los principales mandos del llamado Cártel de La Laguna, se les
aprehendió en Jalisco. El primero era el jefe de las células dedicadas a la
venta de droga, plagio, extorsión y ejecución de sus rivales en las colonias La
Durangueña, en Torreón, y El Huarache, en Lerdo, Durango.
Desde
Jalisco El Danny coordinaba las actividades de su organización criminal en
Gómez Palacio, Lerdo y Torreón.
El
19 de abril un operativo conjunto de la Sedena, la PGR, la Comisión Nacional de
Seguridad y el gobierno de Zacatecas concluyó con la captura de El Danny por
delitos contra la salud, homicidio, secuestro y extorsión en la Comarca
Lagunera.
A
su grupo se le acusó de secuestrar y asesinar a Mario Alberto Landeros Campero,
precandidato a la presidencia municipal de Lerdo, así como del incendio de
gasolineras y establecimientos comerciales de la zona. También es responsable
de secuestrar a empleados de El Siglo de Torreón, y de perpetrar ataques contra
el diario y policías federales y municipales que lo resguardaban.
Frágil
tranquilidad
A
El Danny lo capturaron en las inmediaciones de la colonia Armando Castillo
después de que agentes de la División Antidrogas de la PGR y la de Fuerzas
Federales de la PF determinaron su ubicación al seguir sus comunicaciones.
–¿Por
qué Arturo Bardales Díaz, El Alfa, sigue operando? –se le pregunta a Sonia
Yadira de la Garza, fiscal general de Durango, en entrevista telefónica.
–Porque
él se cuida más y no trae tanta comunicación. Los otros han sido detenidos
gracias al trabajo de inteligencia, de seguimiento de números telefónicos, de
frecuencias de radio. De los detenidos no hemos obtenido ninguna pista que nos
lleve a Bardales Díaz. Es increíble, pero nadie tiene comunicación directa con
él. Por eso, aunque de manera diezmada, sigue controlando el narcomenudeo en
los municipios de Lerdo y Gómez Palacio.
–Con
la detención de El Danny y su gente, ¿Los Cabrera se consolidan en La Laguna de
Durango e intentan avanzar hacia Torreón?
–La
región mejoró mucho. Aún hay algo de narcomenudeo que maneja Arturo Bardales.
Del Cártel de Sinaloa o de Los Cabrera, ni la policía estatal ni la federal
hemos detenido a ninguna persona que trabaje para ellos y que nos confirme que
ese grupo anda por aquí
“Nosotros
no hemos detectado gente de Los Cabrera. No hemos detenido a ninguno, y si
estuvieran asentados en Gómez o en Lerdo, ya hubiera caído alguno con nosotros,
el Ejército o la PF. Sólo que estén siendo más discretos, pero no lo creo,
porque cuando hay un operativo al menos uno cae.”
Sin
embargo, comenta:
“No
tenemos detectado que se encuentren en la zona, aunque no lo descarto. Y si
están y la trabajan pacíficamente, ¡bendito Dios! Aunque realmente lo que
queremos es que nadie entre, porque nos ha costado mucho trabajo limpiar la
plaza. Bajaron los secuestros, y en los tres que hemos tenido en lo que va del
año hemos liberado a las víctimas hasta sin pagar rescate. Tenemos el caso de
la propietaria de una miscelánea, por ejemplo.”
–¿Las
zonas que estaban en manos de El Danny pasaron a ser controladas por El Alfa?
–Así
es, pero de manera muy diezmada. Algunas las hemos rescatado, como el cerro de
La Pila. Era gravísima la situación de narcomenudeo y violencia que se padecía
ahí, pero ya no hay nadie operando. Fuimos deteniendo a los narcomenudistas. La
labor del cártel bajó en 60 o 70% porque se aprehendió a los cabecillas y
después a 300 vendedores de droga.
–¿Cuál
es la situación de los taxistas que operan como “burreros”?
–No
sé si hagan esa labor. Sé que a los taxistas la Policía Militar les puso
marcaje personal porque trabajan sin placas, dan mal servicio y los usuarios se
quejan constantemente. La PM hace trabajo de prevención en Gómez Palacio y
Lerdo, porque están sustituyendo a los agentes municipales que fueron dados de
baja en enero por estar coludidos con El Danny. El acuerdo con los federales es
que operen un año, en lo que se contrata y capacita al nuevo personal. Por lo
pronto ya se lanzó la convocatoria.
De
la Garza señala que Los Zetas establecidos en Torreón ya no han intentado
entrar a Gómez Palacio, sino que en vista de la presencia de fuerzas federales
se replegaron al municipio de Matamoros. Dice ignorar si Los Cabrera han
incursionado en Torreón.
No
obstante, admite: “En el resto del estado sí tenemos municipios en donde se
detecta al grupo de Los Cabrera, como en la capital, Durango, Santiago
Papasquiaro, San Dimas, Pueblo Nuevo, Canatlán, Nuevo Ideal, Tamazula, Vicente
Guerrero, Súchil y Santa María del Oro. En estas regiones tienen el control”.
–¿Por
qué Los Cabrera soltaron el municipio de Canelas, tierra de Ignacio Coronel,
muerto en julio de 2010 en un operativo militar? ¿Esto implica una escisión del
Cártel de Sinaloa?
–Desconozco
por qué Los Cabrera dejaron de controlarlo, pero finalmente lo controla gente
que también pertenece al Cártel de Sinaloa. Y sabemos que no hay pugnas porque
no se han registrado matanzas ni enfrentamientos entre grupos delincuenciales.
La zona está “tranquila”, igual que La Laguna…
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