Columna Bajo Reserva de El Universal, 3 de diciembre de 2013
QUE ALGUIEN despierte al
gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo. Ayer, cuando le
preguntaron su opinión sobre la denuncia que realizó el cardenal Norberto
Rivera Carrera acerca del intento de extorsión que sufrieron sacerdotes del
Seminario Conciliar de México, por parte de personas que dijeron pertenecer de
la banda criminal “La Familia Michoacana”, don Fausto dijo: “(Sobre) lo del cardenal Corripio Ahumada,
no nos informan a nosotros eso. Se me hace ridículo que le hayan pedido 60 mil
pesos. Hay muchos símiles que usan el nombre de cualquier cártel de la
delincuencia para tratar de extorsionar”.
Al parecer el gobernador no sabe dos
cosas muy importantes acerca de Ernesto Corripio Ahumada: que dejó de ser
Arzobispo primado de México en 1995 y que falleció en 2008. Si con esa
precisión se combate a los criminales, el estado está en problemas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario