La
Liga Mexicana de Beisbol derrumba tres muros/BEATRIZ
PEREYRA
Revista Proceso # 2043, 26 de diciembre de 2015..
La
discriminación campeaba en la Liga Mexicana de Beisbol: había mexicanos de
primera y de segunda, y aquellos que se iban a jugar a Estados Unidos “sin
permiso” eran simplemente vetados a su regreso. Pero en su reciente reunión de
invierno los dueños de los equipos decidieron que, en caso de dopaje, los
naturalizados recibirán las mismas sanciones que los nacidos en suelo patrio, y
aceptaron reabrir sus puertas a todos los beisbolistas que volvían de Grandes
Ligas. Ahora sólo falta resolver algunos diferendos jurídicos y homologar la
frecuencia de los exámenes antidóping entre extranjeros y nacionales.
Los
16 presidentes de equipos que integran la Liga Mexicana de Beisbol (LMB)
determinaron poner fin a tres irregularidades: “descongelaron” a los peloteros
que han firmado con equipos de Grandes Ligas como agentes libres, reconocieron
que los jugadores que nacieron en el país y los naturalizados son igualmente
mexicanos, y acordaron que los extranjeros que fallen en los controles
antidopaje recibirán las mismas sanciones que los nacionales.
De
esta manera, beisbolistas mexicanos como Amadeo Zazueta y Sebastián Valle
podrán competir en la LMB a partir de la temporada 2016, mientras que los
extranjeros que fueron expulsados de por vida tras dar positivo en pruebas
antidóping, como el boricua J.C. Romero y los estadunidenses Jerry Owens y
Reggie Abercrombie, también podrán integrarse a un equipo, siempre y cuando
hayan cumplido un castigo de 50 partidos sin goce de sueldo.
La
LMB anunció que nueve peloteros que en su momento firmaron con equipos de
Grandes Ligas sin la intermediación de algún equipo de esta organización
deportiva podrán jugar en la próxima liga veraniega.
Seis
de esos nueve deportistas fueron sorteados y repartidos entre los 16 equipos:
Édgar Osuna (que se va a Olmecas de Tabasco), Amadeo Zazueta (Acereros de
Monclova), Ángel Francisco Rivera (Piratas de Campeche), Marco Antonio Camarena
(Saraperos de Saltillo), José Santiago Chávez (Tigres de Quintana Roo) y
Melchor Urquídez (Sultanes de Monterrey).
En
esta situación de peloteros con menos oportunidades de jugar en la LMB se
encontraba el infielder sinaloense Amadeo Zazueta, a quien en 2003 lo firmó el
scout de los Astros de Houston Jorge Charolito Orta. Zazueta ignoraba los
problemas que tendría por hacerlo en forma directa.
En
2007, cuando no encontró equipo en las Ligas Menores e intentó jugar en la LMB
pidió ayuda a Escalante para acomodarse en alguna novena, pero no pudo hacerlo.
“Según sé, no existe ninguna sanción (en mi contra), sólo que nadie requiere
mis servicios. Es mentira… Por mi nivel de juego varios clubes podrían darme
trabajo. No es un veto directo, pero te congelan” (Proceso 1818).
Desde
2005, Zazueta ha jugado en el invierno en la Liga Mexicana del Pacífico, con
Guasave, Culiacán y Mexicali, demostrando un extraordinario nivel, por eso le
resulta ilógico que en la LMB, donde hay el doble de equipos, nadie se
interesara en él. El jugador dijo a esta reportera que era injusto tener que
pagar 75% de su contrato a quien no invirtió “un centavo en mí y ni me conoce”.
Mexicanos
de segunda
La
segunda decisión que tomó la LMB durante el Winter Meeting (reunión invernal)
que se desarrolló el martes 8 y el miércoles 9 en Nashville, Tennessee, fue que
los deportistas mexicanos nacidos en el extranjero podrán ser contratados de
manera libre –y ya no como marcaba el reglamento, que establecía: si un jugador
no obtuvo su pasaporte mexicano a los seis años de edad (como máximo) debe
ocupar una plaza de extranjero.
El
artículo 13.1 del Reglamento de la LMB subrayaba: “Para que un jugador sea
considerado como mexicano deberá haber nacido en México”.
Esta
norma ocasionó que, entre septiembre de 2014 y febrero de 2015, dos mexicanos
nacidos en el extranjero emprendieran acciones legales contra la LMB, organismo
al que acusaron de discriminación y de violar la Constitución por no haberlos
registrado, a pesar de que el club Rojos del Águila de Veracruz los contrató
para la temporada 2015.
Jesús
Norberto Estrada Rodríguez, nacido en El Paso, Texas, de madre mexicana,
solicitó ante el Juzgado Primero de Distrito en Materia Administrativa del
Distrito Federal un amparo “contra las acciones inconstitucionales” de la LMB,
que no lo consideró “suficientemente mexicano”.
Por
su parte, Carlos José Teller de León, quien nació en Nicaragua pero también es
hijo de madre mexicana, promovió un recurso ante la Comisión de Apelación y
Arbitraje del Deporte (CAAD) por los mismos actos “discriminatorios e
inconstitucionales” (Proceso 1997).
El
25 de septiembre, dos días después de que Estrada interpusiera la denuncia, se
realizó la Asamblea General Ordinaria y Extraordinaria de presidentes de los
equipos integrados en la Asociación de Equipos Profesionales de Beisbol de la
Liga Mexicana A.C., donde se discutió el asunto de la nacionalidad.
En
esa sesión se modificó el mencionado artículo –pero sólo de palabra– y se
acordó que los equipos enviaran al presidente de la LMB, antes del 10 de
octubre, sus propuestas para reglamentar la acreditación de nacionalidad. Se
consensuaría un método y se votaría en la asamblea de noviembre en Oaxaca.
El
8 de noviembre de 2014 se realizó esa asamblea, y se determinó que los
peloteros mexicanos nacidos en el extranjero “deberán contar con pasaporte y
entregarlo a más tardar el 16 de febrero 2015 junto con una carta en la que
soliciten a la LMB permiso para (…) participar en un draft”.
Pero
este método de selección “sigue siendo discriminatorio e inconstitucional,
porque no hay ninguna razón válida para darle un trato diferenciado a los
nacidos en territorio nacional de los nacidos en el extranjero”, explicó el
abogado Jesús Moreno (Proceso 1997).
El
renovado artículo 13 permitió situaciones como que el short stop Gil Velázquez
haya jugado la temporada 2014 con Yucatán en calidad de extranjero, puesto que,
aunque es hijo de padres mexicanos, nació en Los Ángeles. Pero en 2013 este
pelotero ya había formado parte de la selección mexicana que disputó el Clásico
Mundial de Beisbol.
Otro
deportista nacido en Los Ángeles e hijo de mexicanos, Fernando Valenzuela Jr.,
gracias a un “permiso especial” de la LMB, siempre ha jugado como mexicano. Sin
embargo, se le pidió que presentara la documentación necesaria para demostrar
su nacionalidad.
El
escándalo del dopaje
Hasta
antes del cambio, los jugadores extranjeros eran expulsados de por vida la
primera vez que dieran positivo por una sustancia prohibida, mientras que los
mexicanos que fallaban en el antidoping son suspendidos 50 partidos sin goce de
sueldo la primera vez, 100 juegos la segunda y hasta la tercera el castigo es
para siempre.
La
Oficina del Comisionado de las Grandes Ligas sigue esta segunda política, y la
aplica sin importar la nacionalidad del infractor.
Ahora
la LMB anunció que los peloteros extranjeros que dieron positivo antes de 2016
podrán ser contratados vía waivers (disponibles), siempre y cuando ya hayan
transcurrido 50 juegos de castigo.
Y
“un jugador puede cumplir su castigo en la lista de reserva de un club
(restringidos), el cual deberá jugar con un extranjero menos”.
Un
día después de haber dado a conocer esta información se realizó el sorteo de
jugadores extranjeros que dieron positivo y que ya cumplieron con su sanción de
50 juegos.
Ésta
fue la selección de los equipos: Broncos de Reynosa: Ronnie Mustelier; Rojos
del Águila de Veracruz: Alex Romero; Sultanes Monterrey: Wellington Dotel;
Delfines del Carmen: Jerry Owens; Olmecas Tabasco: Wesley Bankston; Pericos de
Puebla: J.C. Romero; Toros de Tijuana: Reggie Abercrombie, y Acereros de
Monclova: Junior José Guerra.
Hay
que destacar que en esta lista de jugadores extranjeros no aparece el
venezolano Álex Cabrera, quien también fue suspendido de por vida en mayo de
2014 por haber dado positivo en el uso de estanozolol, un esteroide
anabolizante, en el control que la LMB le realizó antes del inicio de la temporada
en la que jugó para los Rojos del Águila de Veracruz.
En
septiembre pasado, la CAAD revocó la suspensión de por vida contra Cabrera por
considerarla ilegal y, además, estableció que se violó el derecho al debido
proceso por la forma en que el beisbolista fue “notificado” del resultado en el
antidóping.
“Para
este Pleno (de la CAAD) no pasa inadvertido que la normatividad de la LMB es
excluyente y un tanto discriminatoria, pues establece penas para los jugadores
mexicanos y penas para los extranjeros. Adolece dicho reglamento del principio
de proporcionalidad, dado que no existe una gradación o medición” (Proceso
2034).
El
Reglamento de la LMB en su Apéndice C numeral 5 da cuenta de las sanciones a
quienes fallen en los controles antidopaje: “A. Jugador que resulte positivo
por el uso de sustancias prohibidas se someterá a lo siguiente: 1) Primera
infracción: suspensión de 50 partidos. 2) Segunda infracción: 100 partidos de
suspensión. 3) Tercera infracción: suspensión permanente de la LMB. (…) 6) El
jugador extranjero que salga positivo en el control antidopaje no podrá jugar
en ningún equipo de la LMB”.
Por
ello, la CAAD resolvió que no existía causa suficiente para que Cabrera fuera
suspendido de por vida.
Este
caso –que comenzó el 20 de mayo de 2014, cuando Cabrera promovió un recurso de
apelación en contra de los actos de la LMB y la Comisión Nacional de Cultura
Física y Deporte (Conade)– aún no ha llegado a su fin, puesto que la Liga apeló
la resolución de la CAAD alegando que en todo momento cumplió con las
disposiciones avaladas por el Comité Nacional Antidopaje (CNA).
La
defensa de Cabrera asienta que el 16 de abril la Conade notificó a la LMB el
resultado de la muestra de orina en la que se encontró estanozolol y sus
metabolitos, y que el 23 de abril, mediante un boletín de prensa, la Liga dio a
conocer que cinco peloteros fallaron en el control antidopaje (uno de ellos fue
Cabrera). El jugador, apuntan sus abogados, se enteró por internet y no
mediante una notificación oficial.
A
partir de la temporada 2014, la LMB estableció como obligatorio que a todos los
peloteros extranjeros se les realicen controles antidopaje por lo menos una vez
al año. A los peloteros mexicanos sólo se les aplican los controles si salen
sorteados en las pruebas aleatorias.
Esta
diferencia entre peloteros mexicanos y extranjeros no fue subsanada por la LMB.
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