LLUIS
MIQUEL HURTADOEstambul@llmhurtado
AGENCIAS
El MUndo, 16/07/2016
15:38
El Servicio de Inteligencia de Turquía ha dado este sábado por fracasada
la intentona golpista que ha vivido el país desde la tarde del viernes, aunque
indicaron que aún quedaban algunas bolsas de resistencia, que fueron después
neutralizadas. "Es una iniciativa idiota abocada al fracaso y se encuentra
ampliamente bajo control", declaró por teléfono el primer ministro turco,
Binali Yildirim, a la cadena de información NTV. La cifra de víctimas mortales
como consecuencia de los enfrentamientos entre golpistas y seguidores de Erdogan
ha ido en aumento durante la madrugada. El último balance, ofrecido por el
primer ministro en la mañana del sábado, señala que han muerto 265 personas, de
ellos 104 son golpistas. Además, 2.839 militares rebeldes han sido detenidos,
entre los que se encuentran dos generales.
Ocho hombres han huido esta mañana
en un helicóptero militar y han aterrizado en la ciudad griega de
Alexandroupolis, donde han pedido asilo, una solicitud que está siendo
examinada por las autoridades griegas.
La Policía ha detenido a 10 jueces del
'Danistay', uno de los organismos supremos de la Judicatura turca, informó la
agencia semipública turca Anadolu. Otros 38 miembros de este cuerpo están en
busca y captura. Además, se ha emitido orden de arresto contra 140 jueces del
Tribunal Supremo (Yargitay). El presidente de esta institución, Ismail Rüstü
Çirit, prometió en declaraciones a la cadena "castigar a todos los
traidores". Según informa el diario Hürriyet, las destituciones se
produjeron por ser sospechosos de tener relación con el predicador Fethullah
Gülen, exiliado en EEUU y enemigo del gobernante partido islamista AKP.
Desde el primer
momento, el primer ministro Yildirim admitió que se trataba de un golpe de
Estado efectuado por un "grupo perteneciente a los militares", pero
dejaba entrever que no lo apoyaba la cúpula. Los golpistas tomaron como rehén
al jefe del Estado mayor, Hulusi Akar, aunque fuerzas leales al Gobierno
lograron rescatarlo a primera hora de este sábado y llevarlo a un lugar seguro.
A través de la televisión, los militares rebeldes anunciaron que se había
impuesto la ley marcial y el toque de queda. Mientras tanto, fuentes
presidenciales contradecían estas palabras al asegurar, casi al mismo tiempo, que
el presidente Erdogan, que se encontraba de vacaciones, y el Gobierno
continuaban en el poder. Informaciones contradictorias.
Aunque el Gobierno
llamaba a la calma y aseguraba que mantenía el control, lo cierto es que el
Parlamento fue rodeado por tanques y alcanzado por una bomba tirada desde un
avión. Además, se escucharon disparos en los alrededores del aeropuerto y
explosiones cerca del edificio del Estado mayor. Miles de personas salieron a
las calles en Estambul con banderas turcas, después de que el presidente Recep
Tayyip Erdogan convocara al pueblo a manifestarse contra los golpistas. En un
comunicado oficial, las autoridades decían que se trataba de un "ataque
contra la democracia turca" y que la declaración de golpe de Estado
"no había sido autorizada por el comando militar".
Numerosos disparos
y explosiones se escucharon en Ankara, cerca de la dirección nacional de
Seguridad y enfrente de la sede de la televisión pública TRT, mientras que en
Estambul hubo enfrentamientos entre soldados golpistas y manifestantes
contrarios al levantamiento. Además, se registró una fuerte explosión en el
centro de la unidad especial de la Policía en la región de Golbasi en Ankara,
en la que habrían fallecido al menos 17 agentes, informó la emisora CNNTürk,
cuyas instalaciones fueron también ocupadas por un grupo de soldados
golpistas.
En una comunicación pública, el presidente Erdogan pidió a los turcos
que salieran a la calle para responder al golpe de Estado. "Insto a
nuestra gente, a todo el mundo, a que llene las plazas del país para darle (al
Ejército) la respuesta necesaria", manifestó Erdogan en declaraciones por
videoconferencia a CNNTürk desde una ciudad costera del oeste del país, donde
se encontraba de vacaciones con su familia. "Este golpe de Estado no
tendrá éxito", lanzó entonces el presidente. "Van a recibir la
respuesta de la nación y van a pagar un alto precio por actuar contra la
nación. No les vamos a ceder el campo. Pronto vamos a eliminar esto",
aseguró Erdogan, cuyo país es un miembro clave de la OTAN.
Erdogan llegó ya el
sábado de madrugada a Estambul, donde fue recibido por una muchedumbre, que
agitaba banderas turcas, según imágenes retransmitidas por televisión. El
presidente,desde el aeropuerto Atatürk, calificó el intento de golpe de Estado
como "un regalo de Dios" que permitirá limpiar el Ejército. También
aseguró que los golpistas, de los que dijo que eran solo un pequeño grupo,
pagarán cara su "traición".Erdogan afirmó que los militares "no
pueden aceptar" su triunfo en la urnas. El actual presidente llegó al
cargo en 2014 con el 51,8% de los votos. Antes de eso, gobernó como primer
ministro desde 2003 con sucesivas mayorías absolutas de su partido, el
islamista AKP. El jefe del Estado convocó a los mandos militares a "ser
respetuosos con los valores de esta nación" y afirmó que hay miembros del
Ejército recibiendo "órdenes de Pensilvania", en referencia a la
residencia en el exilio de Fethullah Gülen, un influyente predicador islamista,
antigua aliado del AKP y ahora enfrentado a él. Dijo, además, que la intentona
golpista prueba que son ciertas las acusaciones de terrorismo que lleva
haciendo contra la influyente cofradía dirigida por Gülen, con muchos
seguidores en las fuerzas de seguridad y la judicatura turca.
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