A Camarena lo
ejecutó la CIA, no Caro Quintero
LUIS
CHAPARRO Y J. JESÚS ESQUIVEL
Revista
Proceso
No. 1928, 12 de octubre de 2013;
Una
historia que parece sacada de una compleja novela de espionaje acaba de
estallar en la televisión estadunidense: Enrique Kiki Camarena, el policía de
la DEA asesinado en México en febrero de 1985, aparentemente no fue víctima del
capo mexicano Rafael Caro Quintero sino de un oscuro integrante de la CIA. Este
sujeto fue el encargado de silenciar al agente antinarcóticos por una grave
razón: había descubierto que Washington se asoció con el narcotraficante y
usaba las ganancias del trasiego de estupefacientes para financiar las
actividades de la contrarrevolución nicaragüense.
WASHINGTON.-
Tres exagentes federales estadunidenses decidieron acabar con un silencio de 28
años y confiaron simultáneamente a este semanario y a la cadena estadunidense
Fox News una información “bomba”: Enrique Kiki Camarena no habría sido
asesinado por Rafael Caro Quintero –capo que purgó una sentencia por ese
crimen– sino por un agente de la CIA. La razón: el integrante de la DEA
descubrió que su propio gobierno colaboraba con el narco mexicano en su negocio
ilícito.
En
entrevistas con Proceso Phil Jordan, exdirector
del Centro de Inteligencia de El Paso (EPIC); Héctor Berrellez, exagente de la administración antidrogas de
Estados Unidos (DEA), y Tosh Plumlee, expiloto de la Agencia Central de
Inteligencia (CIA), aseguran tener las
pruebas de que el propio gobierno estadunidense ordenó la ejecución de Kiki
Camarena en 1985, y además señalan al siniestro personaje cubano Félix Ismael
Rodríguez como el asesino.“Fui yo quien dirigió la investigación de la muerte de Camarena”, dice Berrellez y agrega: “Durante esta investigación descubrimos que algunos efectivos de una agencia de inteligencia de Estados Unidos, infiltrados en la DFS (la mexicana Dirección Federal de Seguridad), participaron también en el secuestro de Camarena. Dos testigos identificaron a Félix Ismael Rodríguez. Ellos eran de la DFS y nos dijeron que incluso él (Rodríguez) se había identificado como ‘inteligencia norteamericana’”.
La
historia oficial y la versión que sigue sosteniendo la DEA es que a Kiki
Camarena lo secuestró, torturó y asesinó Caro Quintero en febrero de 1985 en
venganza porque el estadunidense había descubierto sus enormes sembradíos de
mariguana y su centro de procesamiento en el famoso rancho El Búfalo.
Félix Ismael
Rodríguez, El
Gato, tiene uno de los historiales más turbios de la intervención de Estados
Unidos en Centroamérica, principalmente en Nicaragua. A este cubano –quien
participó en la frustrada invasión a Bahía de Cochinos y luego en la Guerra de
Vietnam– se le atribuye la captura y por ende el asesinato del Che Guevara en
Bolivia el 9 de octubre de 1967.
Facilidades
al capo
En
entrevistas por separado Jordan, Berrellez y Plumlee coinciden en muchos de los
detalles de la reconstrucción de los hechos que habrían llevado a la CIA a
decidir la eliminación de Camarena.
La
historia que describen los tres exagentes se inicia con el señalamiento de que
El Gato Rodríguez, además de estar infiltrado en la DFS llevó a México a un
hondureño llamado Juan Matta Ballesteros, figura conocida por los
narcotraficantes colombianos.
En México,
según los entrevistados, la misión de Matta era conseguir droga en Colombia
para el Cártel de Guadalajara, dirigido por Caro Quintero en los ochenta. Al narcotraficante
mexicano el gobierno estadunidense le daba facilidades para vender cocaína,
mariguana y otros estupefacientes donde quisiera. A Washington le convenía,
porque participaba de las ganancias.
La
parte del dinero que recibía la CIA –representada en México por Rodríguez a
través de Matta– se hacía llegar a los contrarrevolucionarios de Nicaragua, La
Contra, en forma de armas y otros equipos militares. Así Estados Unidos
financiaba la lucha irregular contra el régimen sandinista, encabezado entonces
por el actual presidente del país centroamericano, Daniel Ortega.
En
sus investigaciones sobre el tráfico de drogas que dirigía Caro Quintero,
Camarena descubrió el papel del gobierno de su propio país en el negocio
ilícito para financiar a La Contra. Y esto, desde el punto de vista de los
entrevistados, fue su sentencia de muerte.
“La CIA mandó levantar y torturar a Kiki
Camarena, y cuando lo mataron nos hicieron creer que fue Caro Quintero para así
tapar todas las cosas ilegales que estaban haciendo (con el narcotráfico) en
México”, subraya Jordan. Añade: “La DEA es la única (dependencia federal) con
capacidad de autorizar el tráfico de drogas a Estados Unidos como parte de una
operación encubierta”.
El
exjefe de la EPIC, el centro de espionaje más grande de Estados Unidos dedicado
a vigilar lo que pasa en México y la frontera común, y quien fuera también
agente de la DEA y jefe de Camarena cuando éste fue asesinado, resume en una
cita lo que significó para la CIA ser descubierta en su involucramiento en el
narcotráfico mexicano:
“Lo de El Búfalo no era nada comparado con el
dinero de la cocaína que se vendía para comprar armas de la CIA”.
Sin
embargo, Kiki Camarena no fue el único ni el primero en descubrir el triángulo
perverso CIA-Caro Quintero-contras.
El
judicial mexicano
Berrellez
y Jordan aseguran que el primero en avisar de esta increíble operación
encubierta del espionaje estadunidense a principios de los ochenta fue
Guillermo González Calderoni, entonces comandante de la Policía Judicial
Federal de México.
González
Calderoni huyó de México en 1993; estaba acusado de colaborar con el Cártel de
Juárez y se refugió en Estados Unidos, donde la DEA lo convirtió en testigo
protegido.
En 2003 el excomandante mexicano fue asesinado en McCallen, Texas.
–Lo
ayudé, mandé un jet y lo traje a California. Acá, ya protegido por la DEA, se
volvió informante y nos fue de mucha ayuda. El gobierno mexicano lo quería
extraditar pero hice lo que pude para evitarlo porque sabía que lo iban a matar
allá. Luego fue acusado de corrupción y tráfico de influencias y esas cosas, pero
le digo: no es cierto –cuenta Berrellez.
–¿Y
así fue como le dijo lo de la CIA? –se le pregunta.
–Sí.
Me dijo: ‘Héctor, salte de ese tema porque te van a chingar. Está involucrada
la CIA en lo de Kiki. Es muy peligroso que andes en eso. Me dio nombres, entre
ellos el de Félix, y detalles y todo, pero cuando mis jefes se enteraron me
retiraron de la investigación y me enviaron a Washington.
El
giro de la historia sobre el secuestro, tortura y asesinato de Kiki Camarena en
voz de Jordan “es una bomba”. Lo que no está claro es por qué estos tres
exagentes estadunidenses esperaron 28 años para darla a conocer. Rechazan
explicarlo.
Plumlee,
aunque habla poco, cuenta que a principios de los ochenta pilotó una avioneta
C-130 para llevar en ella a gente de La Contra a recibir entrenamiento en un
rancho que tenía Caro Quintero en Veracruz.
–Yo
volé drogas en aviones de la CIA y conocí al piloto estadunidense que sacó a
Caro Quintero del país cuando era perseguido por el gobierno.
–¿Usted conoció
a Kiki Camarena? –se le pregunta a Plumlee.
–Él voló, antes
de ser secuestrado, de Guadalajara a California a informar de las operaciones
de la CIA en México con los narcos y La Contra nicaragüense y yo me acuerdo que
le dije:
“Estamos en el mismo equipo. No te metas en lo que yo hago”.
–¿Qué
otras cosas hacía la CIA en aquel entonces?
–El
gobierno de los Estados Unidos estaba en todo. Traficábamos drogas, armas,
usábamos el dinero para financiar la operación en Nicaragua.
–¿Cómo
era su contrato en todo esto?
–Siempre
fuimos subcontratados; por eso la CIA ahora dice que no teníamos dichas
operaciones. Pero ahí está todo…
Historia
compartida
El
jueves 10 la cadena de televisión estadunidense Fox News sacó al aire el relato
del presunto asesinato de Camarena a manos de la CIA. Jordan, Berrellez y
Plumlee contaron su historia a la cadena estadunidense y a este semanario.
“Es
ridículo sugerir que la CIA tiene algo que ver con el asesinato de un agente
federal de Estados Unidos o con la fuga de su asesino”, dijo a Fox News un
vocero de la CIA a quien la cadena de televisión no identificó por nombre.
En
la historia transmitida por Fox News, Berrellez cuenta que dos informantes de
la policía de Jalisco, quienes atestiguaron la tortura a Camarena, de forma
independiente y positiva identificaron la foto de un hombre, un cubano
exoperador de la CIA encargado de pasar a los contras nicaragüenses armas
adquiridas con el dinero de la venta de drogas del Cártel de Guadalajara.
El
4 de abril de 1985 en San José, Costa Rica, Caro Quintero fue detenido por la
policía de ese país en un operativo armado por la DEA. El narcotraficante
mexicano y presunto responsable del secuestro, tortura y asesinato de Camarena
fue sentenciado a 40 años de cárcel por estos crímenes.
El
pasado 9 de agosto, en una acción que tomó por sorpresa a los gobiernos
mexicano y estadunidense, Caro Quintero fue puesto en libertad por orden de un
juez federal.
La Procuraduría
General de la República (PGR) impugnó la resolución judicial en espera de que
la Suprema Corte de Justicia de la Nación coloque al excapo en condición de
prófugo.
A
su vez el gobierno de Estados Unidos ya pidió a México el arresto con fines de
extradición de Caro Quintero, a quien tiene que imputarle delitos distintos a
aquellos por los cuales ya fue procesado y sentenciado en México.
El
viernes 11 la PGR informó que la Interpol emitió una alerta migratoria contra
Caro Quintero, su esposa e hijos.
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