Televisa se
tambalea/Jenaro Villamil
Revista
Proceso # 2048, 30 de enero de 2016
Todo
indica que Televisa empieza a hacer agua. Por un lado, enfrenta una crisis
económica derivada de la baja en los ratings y en la venta de espacios
publicitarios. Por otro, la competencia de la televisión on line (en particular
Netflix) la tomó por sorpresa y la está desplazando del gusto mayoritario. Así,
el emporio de los todavía autodenominados “Cuatro Fantásticos”, encabezados por
Emilio Azcárraga, ha comenzado a adoptar medidas de emergencia: reorganización
interna, cambios en sus espacios informativos y reestructuración de su Consejo
de Administración.
El
2 de octubre de 2015, de acuerdo con fuentes de la televisora consultadas
entonces por el reportero, Los Cuatro Fantásticos fueron anfitriones, en una
comida-tour en sus foros de grabación, de 650 publicistas ante quienes
presumieron, para incitarlos a invertir, que Televisa “conecta” con 14 millones
de personas en una sola emisión de sus horarios estelares.
Según
las mismas fuentes, Azcárraga Jean afirmó: Dejamos de hacer esta comida hace
tiempo y para mí es un orgullo poderla volver a hacer en este foro, el foro 2.
Créanme que éste es un relanzamiento de Televisa y la relación con sus
anunciantes. Queremos crear estas conexiones.
Alejandro
Quintero fue el gran artífice de la transformación de los contenidos
informativos y de entretenimiento de Televisa en espacios también para la
publicidad y promoción política, como ocurrió con Enrique Peña Nieto. En medio
de un gran hermetismo, Quintero dejó la empresa y se quedó como “asesor”
directo de Bastón.
“A
partir de mañana vamos a arrancar un nuevo plan comercial. Estamos
revalorizando nuestro inventario. Estamos revalorizando nuestro producto”,
prometió Bastón a los compradores de espacios publicitarios, añadieron las
fuentes.
El
panorama no mejoró mucho después del “relanzamiento”. Televisa trató de
incrementar las tarifas publicitarias de televisión abierta entre 40 y 50%,
pero acabó negociando con las grandes compañías aumentos de sólo 10%, ante la
resistencia de los corporativos, confía a Proceso uno de los participantes de
esta negociación.
Televisa
atribuyó públicamente la disminución de los ingresos publicitarios al efecto
del Mundial de Futbol de 2014 (cuando perdió la exclusividad), a la campaña
electoral federal de 2015 (que los obligó a ceder espacios no comercializables
a los partidos) y hasta a las medidas adoptadas por el gobierno federal para
eliminar 55 de un total de 139 horas anuales de comerciales de comida chatarra
en horario infantil, como en el programa En Familia, de Xavier López Chabelo, quien
terminó abruptamente más de 40 años de transmisiones el 20 de diciembre de
2015.
No
obstante, los publicistas también criticaron la disminución constante de los
ratings en sus segmentos de deportes, telenovelas y programas de concursos, así
como el crecimiento de la oferta de contenidos y publicitaria en internet.
“Cambio
de paradigma”
El
estudio Entertainment and Media Outlook Mexico 2015-2019, elaborado por la
consultora Pricewatherhouse, advirtió que además de los sistemas de televisión
tradicionales que dominan en el país y donde Televisa es mayoritario
(televisión abierta, por cable y satelital), “nuevas tecnologías, como la
televisión digital terrestre (TDT) y la web tv, entre otras, están tomando
fuerza. Por ejemplo, el número de televidentes por dispositivos está aumentando
gracias a la creciente penetración de los teléfonos inteligentes y la PC.
“La
penetración de internet está fomentando el desarrollo de los servicios de
contenido Over-the-top (OTT), una forma de transmitir señales de video y audio
a diferentes dispositivos a través del uso de la red”, añade el estudio.
La
OTT más exitosa es Netflix. Sólo en el tercer trimestre de 2015 reportó
ingresos globales por mil 581 millones de dólares (mdd), equivalentes a todos
los ingresos de Grupo Televisa en un año, que reportó ingresos totales por mil
233 mdd.
En
enero de 2016 Netflix anunció que ya cuenta con más de 75 millones de usuarios
(60% de ellos, en Estados Unidos) y prevé ganar más de 6 millones en este año.
El promedio de tiempo que destinan los usuarios que ven teleseries, películas o
musicales en esta nueva plataforma es de 1.5 horas al día; esto puede rebasar a
la televisión abierta y a la restringida.
“Las
OTT como Netflix rebasaron por la derecha a Televisa sin que ésta se diera
cuenta. Estamos ante un cambio de paradigma de la televisión en los próximos 10
años”, afirma en entrevista Jorge Álvarez Hoth, exfuncionario de la compañía de
Azcárraga Jean, y quien fue el artífice del modelo de dominio del mercado de
Sky.
Álvarez
Hoth afirma que la transformación que están propiciando empresas como Netflix
afectará, sobre todo, al segmento más importante de los negocios de Televisa y
que hasta ahora les genera mayor rentabilidad: la televisión de paga.
Televisa
invirtió en los últimos nueve años más de 2 mil mdd para lograr el control de
62% de los casi 17 millones de suscriptores de televisión de paga que hay en
México, adquiriendo a las buenas y a las malas a las empresas de televisión por
cable más grandes del país.
También
registró una pérdida en 2011 al comprar 50% de la compañía de telefonía móvil
Iusacell, asociándose con su presunto competidor Ricardo Salinas Pliego. Tres
años después, en septiembre de 2014, Televisa vendió ese 50% en 717 mdd, mucho
menos de los mil 200 mdd que les costó la compra original.
El
artífice de la expansión de Grupo Televisa en la televisión de paga y en
telecomunicaciones es su vicepresidente Ejecutivo, Alfonso de Angoitia, el
mismo que fue el cerebro de la reestructuración financiera exitosa de la
empresa a finales de los noventa.
En
menos de 15 años De Angoitia logró que los contenidos de televisión abierta
dejaran de representar más de 50% de las ventas de Televisa para representar
ahora sólo 37.8% (8 mil 825 millones de pesos), según el último reporte
trimestral enviado a la Bolsa Mexicana de Valores.
En
contraste, las empresas de televisión satelital, como Sky, representan 21.4% de
sus ventas, y el segmento denominado telecomunicaciones (las compañías de
televisión por cable y los servicios de audio, video e internet) equivalen a
32%. En otras palabras, 53% de los ingresos de Televisa ya no dependen de la
producción de contenidos del Canal 2 o de sus otras cadenas.
En
el tercer trimestre de 2015 Televisa invirtió mucho más en adquirir empresas
cableras y en Sky que en televisión abierta: 324.7 mdd frente a los 53.3 mdd en
contenidos y otros negocios tradicionales.
“El
modelo de las OTT como Netflix va a acabar con el modelo de la televisión de
paga. La televisión abierta se va a mantener, pero el problema para Televisa es
que sus activos tradicionales, como la televisión abierta y sus empresas de
televisión de paga, no pueden competir con Netflix”, advierte Álvarez Hoth.
“Netflix
es un agregador de contenidos y ahora es más grande que Televisa. El éxito de
este tipo de modelos es que no necesitas agendarte para ver la televisión. Tú
puedes elegir la hora, el momento y el tipo de contenido que quieras”, abunda.
Este
es el único mercado que empresas como Televisa no controlan, a pesar de haber
sido durante décadas una de las principales compañías de contenidos en todo
tipo de televisión.
Deportes
y noticias, en crisis
Los
cambios en los contenidos de los canales de televisión abierta de Televisa
comenzaron paulatinamente y en medio de una gran incertidumbre interna.
Primero
recortaron programas de concurso, como el reality Big Brother, que a principios
del milenio les generó grandes ingresos; luego cambiaron la dirección de
Televisa Deportes, a cargo de Javier Alarcón, al encontrar una caída constante
de los ratings y un “absoluto desorden administrativo”, según fuentes internas
de la televisora.
Televisa
no ha podido remontar en deportes la competencia que les significan nuevos
canales y formas de contenido, como Espn, Fox y TV Azteca.
Para
colmo, en marzo de 2013 su acérrimo enemigo, América Móvil, de Carlos Slim, les
ganó una partida fundamental: compró los derechos exclusivos para transmitir
los próximos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro para América Latina, con
excepción de Brasil. En noviembre de 2015 América Móvil logró un acuerdo con
Canal 22, la emisora pública, para transmitir las competencias deportivas que
empezarán el 5 de agosto de 2016.
Se
desconoce la cifra exacta que pagó América Móvil por estos derechos, pero
versiones del mercado de valores calculan que Slim habría pagado entre 400 y
600 mdd por ellos, más de lo que invirtió Televisa en su segmento de
telecomunicaciones en 2015 (324.7 mdd).
Ni
Televisa ni TV Azteca pudieron llegar a un arreglo económico con América Móvil
para tener acceso a las retransmisiones de los Juegos Olímpicos.
Como
en este caso, Televisa ha perdido otras oportunidades para mantener la
supremacía en materia deportiva. En mayo de 2014 el Instituto Federal de
Telecomunicaciones determinó que “los agentes económicos preponderantes en
telecomunicaciones y radiodifusión”, como América Móvil y Televisa, “no podrán
adquirir en exclusiva la transmisión de la final de la Liga Mexicana de Futbol
o los partidos de la Selección Mexicana de Futbol”.
Los
otros cambios esperados son los del área de noticias, que dirige Leopoldo Gómez
y cuyo principal artífice es Bernardo Gómez, el poderoso vicepresidente
Ejecutivo y responsable de las relaciones políticas del consorcio.
Basándose
en fuentes de la televisora, Proceso dio a conocer hace unos días –en su sitio
web– la inminente salida de Joaquín López Dóriga, conductor de El Noticiero, el
espacio estelar informativo de Canal 2, asunto que se ha discutido en medio de
profundos jaloneos internos y con la firme intención de desvincularlo del litigio
que sostiene con la empresaria María Asunción Aramburuzabala por el presunto
delito de extorsión.
El
reportero pudo averiguar que López Dóriga pidió que le permitieran retirarse de
la pantalla estelar tras la cobertura de la próxima visita del Papa Francisco a
México, que se realizará del 12 al 17 de febrero próximo. A cambio, se analiza
la posibilidad de darle un espacio informativo los domingos.
Siempre
según las fuentes de la televisora a las que acudió Proceso, en la empresa se
discute la posibilidad de desaparecer El Noticiero de las 22:30 horas en Canal
2 para hacer un programa informativo de media hora, a las 22:00 horas, que
conduciría Denise Maerker y se llamaría Diez en Punto.
Al
conductor de Primero Noticias, Carlos Loret de Mola, se le pidió una
reestructuración de la emisión matutina y definitivamente saldrán del aire el
noticiario vespertino de Lolita Ayala, así como el informativo y el programa de
entrevistas de Adela Micha, quien se iría a la nueva cadena televisiva de Grupo
Imagen, Excélsior TV. En ese mismo canal estaría como conductor principal Ciro
Gómez Leyva.
Mientras
estos cambios se discuten internamente, a productores, escritores y creativos
les han pedido que entreguen documentos con propuestas y que busquen satisfacer
las tres nuevas directrices de los contenidos: “Servir, conectar, revelar”.
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