31 ene 2016

El Chapo, Inc./ HÉCTOR TAJONAR

Revista Proceso  # 2048, 30 de enero de
El Chapo, Inc./ HÉCTOR TAJONAR
Producto del azar más que de los servicios de inteligencia, el logro gubernamental por la tercera captura de Joaquín Guzmán Loera se ha convertido en un amasijo mediático y político que podría desembocar en otro desaguisado de la presente administración. Hasta ahora hemos visto el piloto de lo que promete ser una tragicomedia –aún inconclusa– en la que la realidad y la ficción se funden y se confunden. La estructura narrativa cuenta con elementos melodramáticos que aseguran su éxito de audiencia. He aquí una sinopsis.
 Capítulo 1. La historia narra los amores apasionados entre dos personajes y sus fantasmas que alcanzan un grado de erotismo virtual al rojo blanco nunca antes visto, derivado de una original mezcla de fantasía y verdad, frivolidad y crimen, ingenuidad y ambición, idealización y carnalidad. Joaquín Guzmán se enamora de Teresa Mendoza pero es encarcelado antes de culminar la seducción de Kate del Castillo, que busca el apoyo del Chapo para sus proyectos fílmicos y tequileros pensando en la relación idílica que La Mexicana tuvo con Oleg Yasikov, El Ruso, en La Reina del Sur.

Capítulo 2. Tras la detención de Guzmán Loera se da a conocer una ­reunión que sostuvieron la actriz y Sean Penn como preámbulo de una película biográfica sobre el narcotraficante. Se divulga una entrevista en video en la que el capo muestra su amoral rusticidad con una conmovedora candidez. Pareciera haberse convencido de convertirse en el ideal al que aspira Kate Mendoza: “Señor Chapo, no sería padre que empezara a traficar con el bien?… Anímese don, sería usted el héroe de héroes, trafiquemos con amor, usted sabe cómo”.
 Capítulo 3. Kate del Castillo se convierte en blanco del aparato represivo del gobierno que filtra conversaciones y mensajes, al parecer editados, entre la productora y el delincuente. Él: “Eres lo mejor de este mundo… Te cuidaré más que a mis ojos”. Ella: “Me mueve demasiado que me digas que me cuidas, jamás nadie me ha cuidado, ¡gracias!”. La actriz nacionalizada estadunidense es citada a comparecer en calidad de testigo, como preparación de un juicio en su contra. Ella denuncia la intención del gobierno de “destrozarla”. Se empieza mal, violentando el debido proceso. La periodista Lydia Cacho escribe que la actriz recibió una amenaza del secretario Osorio Chong que concluye con un imperativo: “No habrá película”.
 Capítulo 4. En medio de la avalancha periodística contra la actriz y los supuestos vínculos ilegales con el narcotraficante (los sentimentales no lo son), unas cuantas voces lúcidas develan la farsa gubernamental que pretende ocultar el pacto de impunidad que permite la inmunidad de uno de los emporios criminales más poderosos y con mayor presencia internacional erigido por el célebre mafioso mexicano. El presidente apura la extradición del capo a Estados Unidos, al parecer por dos razones: a) Que no se les vuelva a escapar. b) Para mantener en sigilo la escandalosa corrupción y complicidad de políticos y empresarios, hasta ahora anónimos e impunes, que ha permitido la construcción y crecimiento del imperio El Chapo Inc., también protegido por sus representantes en la banca internacional encargados de lavar los activos de su multibillonaria fortuna. El consorcio criminal opera casi 100 empresas (Proceso 2047).
 Capítulo 5. Debido a que los acontecimientos continúan, los guionistas trabajan en dos posibles finales de esta historia adaptándolos día a día de acuerdo con el desarrollo de los hechos. Ambos están pensados para un clímax dramático a fin de crear gran expectación para la segunda temporada de la serie. En el primero, Guzmán Loera es extraditado, su emporio sigue en pie y sus cómplices continúan impunes. Con el apoyo político y financiero del Cártel de Sinaloa, uno de los políticos coludidos con los narcotraficantes llega a la Presidencia de la República. Kate del Castillo es declarada inocente e inicia un tórrido romance con Alfredo Guzmán, el hijo del Chapo, quien también se convierte en el sucesor de su padre como capo de la mafia sinaloense con el beneplácito del Mayo Zambada.
 En el final alternativo, El Chapo revela los nombres de sus principales cómplices políticos y empresariales en México –antes de ser extraditado– a través de un video, fotografías y documentos que se difunden viralmente en todo el mundo, causando una conmoción política sin precedente en el pasado reciente del país. Días después, Guzmán Loera aparece muerto en el penal del Altiplano a causa de las mordidas del perro que lo vigilaba, supuestamente al intentar fugarse. La crisis política y las masivas manifestaciones de protesta obligan al Congreso a solicitar la ayuda internacional para crear una Comisión Internacional contra la Impunidad en México, apoyada por la ONU, que hace tambalear al gobierno en turno. Del Castillo es juzgada, condenada y enviada a prisión.
 Todo indica que en este caso la realidad no superará a la ficción. El desenlace de la tercera captura de Guzmán Loera no tendrá repercusión alguna en el tráfico de estupefacientes que el Cártel de Sinaloa distribuye en 59 países del orbe. Su emporio seguirá inmune y sus cómplices impunes. Como lo afirma Edgardo Buscalia, no habrá maxiproceso debido a que en México no existen instituciones funcionales para lograrlo. La parálisis del sistema judicial mexicano está aunada a un pacto de impunidad política. Es claro que el acecho contra Kate del Castillo es un distractor que exhibe la torpeza de la comunicación gubernamental, mientras se profundiza el fracaso de la procuración e impartición de justicia del Estado. l

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