¿Cuál
será el futuro político del Malovismo?/
El Debate, 02/02/2016
Surgido
como un movimiento político en 2010 para derrocar al PRI, la popularidad de
Malova rápido se convirtió en un fenómeno; hoy, la definición del candidato a
la gubernatura parece tenerlo contra la pared
Nota de Francisco Castro.
Culiacán,
Sinaloa.-La definición de la candidatura del PRI a la gubernatura de Sinaloa a
favor de Quirino Ordaz Coppel coloca sobre la mesa una serie de
cuestionamientos y dudas en torno al futuro político del gobernador Mario López
Valdez, a quien luego de esta decisión desfavorable para su alfil, Gerardo
Vargas, desde Los Pinos le endilgan su mayor derrota y podrían, incluso,
obligarlo a alinearse.
¿Realmente
este descalabro significa el principio del fin para el malovismo? ¿Hasta qué
punto pone al mandatario estatal contra la pared o lo obliga a trabajar en
favor del empresario mazatleco a cambio de inmunidad? Estas son algunas de las
interrogantes sobre el futuro inmediato que podría depararle al ahijado
político del exgobernador Juan S. Millán y a gran parte de su equipo.
Los
amarres.
La
candidatura de Quirino no es del todo una derrota para el malovismo, pues deja
abierta la posibilidad de un acuerdo pactado a nivel federal, en el que además
de comprometer un discurso de aparente neutralidad tendrá concesiones para
influir en la designación de algunos candidatos a alcaldes y diputados, sobre
todo en el norte del estado, considera Héctor Ponce, autor de la columna
Cuartel Político de EL DEBATE.
Incluso
para el analista político Robert Soltero Acuña, quien había previsto en 2009 la
ruptura entre Juan S. Millán y Jesús Aguilar, sostiene ahora que la injerencia
del mandatario estatal en algunas designaciones forma parte de los acuerdos que
se dan en cualquier parte, sobre todo en este juego en el que para sostener y
fortalecer la figura de Quirino convergerán varias fuerzas.
Desde
el norte del estado, la lectura para el periodista Oswaldo Villaseñor, parte
del antecedente de que en México no se castiga la corrupción, sino sólo a los
desalineados, y adelanta que Mario López Valdez tendrá en los resultados que
pueda brindarle al PRI y al candidato a gobernador la posibilidad de ganarse el
perdón e inmunidad desde la Presidencia de la República.
En
un escenario de revanchismo, Villaseñor advierte la ventilación de asuntos de
posible corrupción y la investigación del sobreendeudamiento de casi 20 mil
millones de pesos de la administración malovista y más de 80 créditos que según
el Congreso del Estado no han contado con su aval.
El
surgimiento.
El
malovismo se convirtió en un fenómeno político a partir del 2010; por un lado,
con el aval de Juan S. Millán, que supo explotar su imagen, y, por el otro,
catapultado tras la imposición de Jesús Vizcarra como el candidato a suceder al
entonces gobernador Jesús Aguilar Padilla, cuando el exalcalde de Ahome fue
desplazado pese a gozar de mayor popularidad.
Esto
de alguna forma —en un acto de aparente justicia— legitimaba ante la ciudadanía
la rebelión contra el PRI.
Ese
antecedente y la creciente popularidad de Mario López Valdez fue clave para la
configuración de la alianza opositora con el PAN-PRD y Convergencia, que lo
llevó al triunfo el 4 de julio del 2010.
¿Movimiento
sexenal?
Sobre
el futuro de López Valdez ya como exgobernador, Robert Soltero considera que
Malova se refugiará en sus negocios como empresario para descansar, sin buscar
una participación protagónica pero sí influyente.
Mientras
que para el máster en políticas públicas Héctor Ponce, quizá como exgobernador
Malova no tendrá la misma influencia y poder político que Juan S. Millán,
Labastida o Jesús Aguilar Padilla, quienes siguen dentro del PRI, pero sí añade
que por haber logrado la máxima posición en la entidad seguirá teniendo
injerencias para empujar en futuras designaciones a personajes allegados, de su
grupo, por lo que descarta un posible fin.
La
política se construye con acuerdos más que con voluntades, por lo que se prevé
una operación política discreta pero orquestada desde Tercer Piso, no tanto por
simpatía de Peña, sino para aprovechar la estructura del estado, al tiempo que
algunos malovistas buscarán puestos de elección.
No
hay que olvidar que en estos cinco años, el gobernador ha logrado construir una
red de influencia con personajes afines incrustados en alcaldías como Ahome,
con Arturo Duarte, y Guasave, con “El Kory” Leyson, así como en el Congreso de
la Unión, con Bernardino Antelo y Evelio Plata, o en el Congreso local, desde
donde pudiera seguir influyendo, más si esta vez le conceden nuevos espacios.
Hace un año trascendió la posibilidad de que Malova no operaría la sucesión
gubernamental dejando a Gerardo Vargas como interino. Se especuló incluso que
López Valdez podría integrarse al gobierno federal, al interior de la Sedesol,
algo que ya se sabrá.
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