2 feb 2016

La editorial cuestionada por el Cardenal de Morelia

DON Alberto Suárez Inda descalificó este lunes 1 de febrero el editorial que difundió un día antes el Semanario Desde la fe, organo oficial del arzobispado Primado de México…, 
Dijo que la publicación es “amarillista“ y que, aclaró, no es órgano oficial de la Conferencia del  Episcopado Mexicano (CEM)..
¿Qué dice el editorial?
Que el papa Francisco durante su visita a México estará en plazas violentas y miserables, como Michoacán, en donde "solo vive la paz de los sepulcros". 
En entrevista para Noticias UM, el cardenal de Morelia refirió que la postura de esta editorial es parcial e incluso exagerada, pues si bien hay problemas, no son de la magnitud que insinúa el texto dado a conocer este fin de semana..
¡Orale! Es la primera vez que se evidencian diferencias entre “hermanos“. Sobretodo a pocos días de la visita del papa Francisco, donde ambos cardenales, Norberto Rivera Carrera  y don Alberto recibierán como anfitriones al papa Francisco. 
La resapuesta la dio el vocero del arzobipado e México, Hugo Valdemar. En entrevista para “Milenio“ “ subrayó que defiende esta línea editorial  con datos concretos, los cuales representan la realiodad que no ha cesado.“
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Editorial: Queremos paz/ Desde la Fe.
Órgano oficial de la Arquidiócesis Primada de México.
Domingo, 31 de enero de 2016 | DLF Redacción
México enfrenta fenómenos delictivos y de violencia que parecen no tener precedentes en su historia contemporánea. Los índices llegan a cuestionar la capacidad de las autoridades de todos los niveles de gobierno, y los hechos sangrientos ya perecen ser comunes, cosas cotidianas que “deberían pasar” en regiones regidas y azotadas por látigos implacables del crimen organizado, a pesar de las cruzadas y programas, estrategias y planes de seguridad que burlan las inversiones económicas y humanas, pretendiendo la tranquilidad.
 A esto se suman violencias invisibles de enemigos movidos por el espíritu del mal y el dios de la avaricia, protegidos por la impunidad y nutridos de la corrupción. Hay mexicanos desaparecidos, niños, jóvenes y adultos quienes, un día, fueron raptados de sus hogares y, por la incapacidad oficial, los padres y familias de las víctimas asumen lo que procuradores y ministerios públicos ya no pueden hacer. De acuerdo al Alto Comisionado de las Naciones Unidas, entre 2006 y 2014, más de seis mil niños y adolescentes menores de 18 años han desaparecido, sustraídos por bandas y el crimen organizado.

 La violencia contra mujeres es rampante y en determinados estados hay focos rojos. En Jalisco, 559 personas fueron privadas de la vida entre 2012 y 2015, aparte de las desapariciones que suman más de dos mil. Morelos vive alerta de género, y el Estado de México, sólo en 2014, registró la desaparición de 400 niñas y adolescentes en los municipios conurbados pobres y violentos de Ecatepec, Ciudad Nezahualcóyotl y Chimalhuacán.
 Cifras oficiales dicen que los homicidios van a la baja, pero la realidad contradice el aparente triunfo. Ni un nuevo gobierno ni planes de desarrollo impiden que la sangre siga corriendo en el Michoacán violento, y sometido por el crimen y la anarquía de inseguridad a causa del vacío de poder. Planes de pacificación contrastan con el agobio de los michoacanos ante lo que parece una sed de sangre sin medida. En lo que va de enero han ocurrido 52 homicidios violentos, y en tres meses, 290 homicidios dolosos. Michoacán sólo vive la paz de los sepulcros.
 El estado de Guerrero padece lo peor, aún después de la pesadilla de los 43 de Iguala. La entidad corrompida no da golpe certero en cuanto a la disminución de homicidios. Guerrero no es sólo Acapulco, las regiones apartadas están controladas por los carteles delictivos, y los testimonios dan evidencia del horror de muchos cuya defensa y respeto de los derechos humanos es pura buena intención.
 Los Obispos de México mantuvieron informado al Papa Francisco del oscuro panorama. Su Santidad  estará en lugares violentos, pobres y miserables del país, y los gobernantes no pueden tapar el sol con un dedo. La basura permanece debajo de la alfombra roja, y Francisco no vendrá al relumbrón de limpieza y pulcritud de ocasión, ni por los papelitos de colores o la retórica estéril con las consabidas frases: “llega a un Estado en paz que lo recibe con los brazos abiertos”; por el contrario, desde la fe cristiana, esta es una hora de gracia y, como lo afirma el Santo Padre, estas condiciones urgentes “irán generando espontáneamente nuevos procesos de evangelización de la cultura, que, a la vez contribuyen a regenerar la vida social y hacen que la fe sea más resistente a los embates del secularismo…” Los mexicanos queremos paz, necesitamos la Verdad, no la burocracia numérica. La misión no está cumplida.



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